¿Traslado de Siria hacia Birmania?
por Thierry
Meyssan
El Pentágono está
preparando una nueva guerra en el sudeste asiático, ahora contra Myanmar.
Los yihadistas presentes en Siria, con el apoyo de varios países
del Medio Oriente, y que hasta ahora peleaban entre sí, podrían irse a
luchar, junto al Pentágono, contra el ejército birmano y la Premio
Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
RED VOLTAIRE | DAMASCO (SIRIA) | 8 DE
OCTUBRE DE 2017
Estados Unidos ha venido destruyendo sistemáticamente todo el Medio
Oriente ampliado desde el año 2001. Hace sólo unos días, ese país estaba
preparando una nueva guerra contra Irak y Siria a través de los
kurdos encabezados por la familia Barzani y Salim Muslim.
Ahora parece tener en mente un nuevo teatro de
operaciones: Birmania. En este caso, los yihadistas e incluso varios
países del Medio Oriente serían movilizados para ir a luchar en el sudeste
asiático.
Hace meses que la prensa internacional viene denunciando
la situación de los rohingyas y presentando a Birmania como un infierno,
con mentiras similares a las que ya profirió antes sobre Siria.
En 2013, mientras preparaba un ejército
en Jordania y financiaba a los yihadistas en Siria, Arabia Saudita
creaba también, en La Meca, el «Movimiento por la Fe»,
rebautizado ahora como «Ejército de Salvación Rohingya de Arakan». Como
en el caso de Siria, Arabia Saudita mezcló en ese grupo armado verdaderos
birmanos con los mercenarios que habitualmente utiliza en todas partes del
mundo. Por ejemplo, el líder de ese grupo es un pakistaní que
combatió junto a Ben Laden contra los soviéticos en Afganistán.
Los yihadistas birmanos han recibido su armamento
de Estados Unidos y del Reino Unido y su formación militar se desarrolló
en campos de entrenamiento situados en Arabia Saudita y Bangladesh.
En agosto pasado, su número se estimaba en al menos
5 000 hombres.
Birmania es un país que no ha conocido la paz
desde la época de la colonización británica y la posterior ocupación
japonesa. Es un mosaico de 135 etnias que se hacen la guerra
entre sí –lo cual no ocurre en Siria. Una dictadura
militar había llegado a imponer algo parecido a una forma de orden en
gran parte de Birmania, recurriendo para ello a una cruel represión.
Hace un año y medio, el ejército birmano aceptó compartir el poder
con la Premio Nobel de la Paz Aun San Suu Kyi para resolver
juntos los problemas interétnicos.
Una de las medidas del nuevo gobierno fue la
creación de una comisión de consulta para resolver los problemas de
discriminación hacia los rohingyas, comisión que tuvo como presidente al
ex secretario general de la ONU Kofi Annan y que contaba entre sus
miembros personalidades extranjeras como el ex ministro libanés de
Exteriores Ghassan Salamé y varios birmanos, como el guía de un orden sufista.
Al igual que los trabajos de la comisión de la
Liga Árabe enviada a Siria en 2011-2012, también hubo sabotaje
contra los trabajos de la comisión de consulta creada en Birmania.
El mismo día que esa comisión presentó su informe, el 25 de agosto,
el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan atacó simultáneamente
24 cuarteles del ejército birmano y puestos de la policía dejando un saldo
de 71 policías y soldados muertos.
El presidente turco Erdogan comenzó inmediatamente
a exacerbar los ánimos en los países musulmanes. Sólo después de sus discursos
alarmistas, comenzó la migración de rohingyas hacia Bangladesh.
El objetivo final es movilizar, junto a
la OTAN, a los mismos Estados que anteriormente lucharon bajo las
órdenes de la alianza atlántica contra los serbios (pro-rusos) en
Bosnia-Herzegovina, con la diferencia de que ahora lucharían contra los
birmanos (pro-chinos).
Ya existen contactos entre los estados mayores de
los ejércitos de Arabia Saudita, Irán, Qatar, Pakistán y Turquía.
Es importante observar que en Irán, el
presidente Rohani y el jefe del estado mayor de las fuerzas armadas
se pronunciaron a favor de la intervención musulmana mientras que el
ayatola Alí Khamenei, Guía de la Revolución, y los Guardianes de la Revolución
se pronunciaron contra ese proyecto insensato, con el que Irán
se convertiría nuevamente en un vasallo de la OTAN.
Si ese proyecto llegara a concretarse, el conjunto
de fuerzas que luchan contra Siria se desplazaría hacia el sudeste
asiático. La paz regresaría entonces a Siria, por falta de
combatientes.
Fuente
Al-Watan (Siria)
Al-Watan (Siria)
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