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Zapata

viernes, 29 de mayo de 2015

Why is the media ignoring Israel's alliance with al-Qaeda?

miércoles, 27 de mayo de 2015

EL VERDADERO OBJETIVO: QUITARLE EL MUNDIAL 2018 A RUSIA

¿Corrupción en la FIFA? ¡Qué novedad! Es como descubrir el agua tibia. ¿Por qué ahora la impoluta justicia estadounidense está preocupadísima por la corrupción en la FIFA, que por cierto reconocen viene desde hace –por lo menos- 24 años?
Realmente hay que ser muy ingenuos para creerse el cuento de que ahora el Departamento de Justicia de Estados Unidos se enteró de que había corrupción en el máximo organismo del futbol mundial, y que ¡oh sorpresa! Una parte de los sobornos se pactaron en territorio estadounidense y se realizaron pagos a través de bancos de Estados Unidos (da la casualidad que el sistema de pagos SWIFT pasa forzosamente por bancos estadounidenses, y es el principal sistema de transferencias a nivel mundial, así que buena parte de todos los pagos ilegales del mundo pasan por el sistema bancario de Estados Unidos, incluidos los de grupos criminales y terroristas).
¿Quiénes están implicados? Los principales aliados y “minions” de Joseph Blatter, es decir los manipulables y comprables presidentes y vicepresidentes de las confederaciones y federaciones de América, que son el principal apoyo de Blatter para mantenerse en el poder, junto con las federaciones africanas y asiáticas.
Acusan al caimanés presidente de la CONCACAF, Jeffrey Webb; al ex presidente de esa misma confederación, el trinitario Jack Warner; al costarricense Eduardo Li (de la federación de futbol de dicho país); al nicaragûense Julio Rocha; al caimanés Costa Takkas; al presidente de la Federación Venezolana, Rafael Esquivel; al dirigente de la CONMEBOL, el paraguayo Nicolás Leos; al vicepresidente del Comité Ejecutivo de la FIFA, el uruguayo Eugenio Figueredo; a José María Marín ex presidente de la Federación Brasileña de Futbol y a varios promotores argentinos.

De acuerdo al portal infobae.com:

Las detenciones fueron ordenadas por un tribunal federal de Brooklyn, Nueva York. Apunta a 14 dirigentes a los que acusa de participar en diversos delitos vinculados con la corrupción, como lavado de dinero, pago de sobornos y fraude electrónico.
La acusación asegura que la "corrupción es rampante, sistémica y arraigada tanto en los Estados Unidos como en otros países". El caso se extiende por al menos dos generaciones de dirigentes de fútbol que abusaron de sus cargos de confianza para recaudar millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales.
 Los investigadores tienen elementos para sostener que entre 1991 y 2015 los acusados y sus cómplices participaron en diversas actividades ilícitas a través de una alianza con ejecutivos de marketing deportivo, entre ellos los argentinos: Alejandro Burzaco, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis.
Los dirigentes del fútbol están acusados ​​de conspirar para solicitar y recibir en total más de 150 millones de dólares en sobornos y comisiones ilegales a cambio de su apoyo oficial de los ejecutivos de marketing deportivo que accedieron a hacer los pagos ilegales.
La mayoría de los casos de corrupción están vinculados con la solicitud y recepción de sobornos y comisiones ilegales para la adjudicación de los derechos de comercialización y transmisión de los torneos más importantes, entre ellos: las Eliminatorias para la Copa Mundial en la región de la CONCACAF, la Copa Oro (CONCACAF), la Liga de Campeones (CONCACAF), la Copa América Centenario organizada en conjunto por CONMEBOL y CONCACAF, la Copa América (CONMEBOL), la Copa Libertadores (CONMEBOL) y la Copa do Brasil, que organiza la federación nacional de fútbol de Brasil (CBF ).
También forma parte de la investigación el pago de sobornos y comisiones ilegales para el patrocinio de la selección brasileña de fútbol por una importante compañía de ropa deportiva de los Estados Unidos. Brasil fue anfitrión del Mundial de 2014, de la Copa Confederaciones y sede de elecciones de autoridades de la FIFA.
La investigación que apunta a máximas autoridades de la FIFA comenzó a desentrañarse luego de que algunos dirigentes y dos empresas admitieran su culpabilidad en diferentes hechos. Los "arrepentidos" son el ex secretario general de Concacaf Charles Blazer, un ex representante de los EEUU en el comité ejecutivo de FIFA; Daryan Warner (hijo de Jack Warner, uno de los acusados), y José Hawilla, propietario y fundador de Traffic, una multinacional de marketing deportivo.
El 25 de noviembre de 2013, el acusado Charles Blazer, ex secretario general de la CONCACAF y ex miembro del comité ejecutivo de la FIFA, se declaró culpable de 10 cargos entre los que destacan los delitos de asociación ilícita, fraude electrónico, lavado de dinero, evasión de impuestos y la falta de presentación de un informe del Banco Exterior y Cuentas Financieras (FBAR). Por esta razón pagó 1.900.000 dólares en el momento de su declaración y ha aceptado pagar una segunda cantidad que se determinará en el momento de la sentencia.

Así que el “soplón” resultó ser Chuck Blazer, el estadounidense que dirigió a la CONCACAF desde 1990 hasta 2011 y que se benefició enormemente de los sobornos por más de 21 años. Por lo visto él no irá a la cárcel, y en cambio del propio dinero que recibió en los sobornos, pagó una módica suma de 1.9 millones de dólares para seguir libre y ahora va a ser testigo protegido de los fiscales. En suma, el estadounidense que estuvo metido en la corrupción sale libre a cambio de hacer el trabajo sucio a las autoridades de su país.
¿Acaso no es posible que se le haya otorgado la sede del mundial a Estados Unidos en 1994 a base de sobornos? Pero claro, sólo se ve la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
La realidad es que todo este tinglado, que efectivamente tiene bases muy probables de verdad, esto es la corrupción dentro de la FIFA, tiene otros objetivos mayores.
El principal es acorralar a Blatter y a su grupo para obligarlos a retirarle la sede del mundial a Rusia en 2018. ¿Cómo se relaciona una cosa con la otra? Bueno pues en Estados Unidos y también en Europa se ha manejado insistentemente que la obtención de las sedes del mundial en Rusia 2018 y en Qatar en 2022 las obtuvieron estos países mediante sobornos.
Incluso en varios medios de Estados Unidos se han estado haciendo propuestas para boicotear el mundial de Rusia e incluso organizar un mundial “paralelo” al mismo (propuestas aparecidas en la revista Foreign Policy).
Todo esto sigue siendo parte de la nueva guerra fría lanzada por Washington contra Rusia, debido al desafío de este país, y en especial el del gobierno de Vladimir Putin, a la hegemonía estadounidense (casos de Ucrania y Siria específicamente).
Para Washington es imperativo mantener el aislamiento del régimen de Putin (a pesar de acercamientos tácticos, como la reciente visita de Kerry a Rusia), y un aspecto fundamental es evitar que Rusia pueda demostrar ante el mundo que es un país que desea relaciones pacíficas, para lo que el mundial de futbol se convierte en una ventana inmejorable, que los estadounidenses no quieren facilitarle a los rusos.
Por el otro lado, las grandes empresas de comunicación y dedicadas a la publicidad y el deporte en Estados Unidos ambicionan desde hace muchos años con dominar a la FIFA, y para ello requieren deshacerse del grupo que ha manejado este organismo desde hace 40 años, esto es la alianza entre las federaciones sudamericanas, las de Concacaf y el grupo Havelange-Blatter, que desplazó a los europeos, a la salida de la presidencia de la FIFA del inglés Stanley Rous, después del mundial de Alemania en 1974.
Así que para Estados Unidos era imperativo enviar un mensaje doble: a Rusia de que no esté tan segura de que organizará el mundial de 2018, pues es factible que inicien nuevas investigaciones sobre los sobornos para la adjudicación de esa sede y con ello exponer públicamente a más dirigentes del futbol mundial; y a Blatter, a quien por ahora no han acusado, pero le envían un mensaje claro de que él sigue (a sólo dos días de que se lleve a cabo la Asamblea para reelegir al suizo como dirigente máximo de la FIFA), si no cumple las órdenes de Washington, específicamente la de retirarle la sede a Rusia ( y de paso a Qatar, a quien el lobby pro Israel detesta por su apoyo al grupo palestino Hamas en Gaza), y seguramente la orden de abrirle muchos más espacios a los empresarios estadounidenses en la toma de decisiones de la FIFA.


lunes, 25 de mayo de 2015

LA PARTICIÓN DE SIRIA

La caída de la ciudad de Palmyra en manos del Estado Islámico, marca un giro fundamental en el conflicto sirio, pues el ejército de Bashar el Assad al parecer ha decidido defender las zonas donde se concentra la mayoría de la población,  y en especial los alawitas, en el suroeste y oeste del país, y dejar el resto del territorio en manos del Estado Islámico, el frente Al Nusra (aliado de Israel), los grupos de rebeldes apoyados por Estados Unidos y la minoría kurda (en el Norte del país, en la frontera con Turquía)[1] .
Así, Assad ha decidido (quizás en acuerdo con sus aliados iraníes, rusos y del Hezbollah) concentrar sus esfuerzos en defender la capital Damasco, y las ciudades de Hama y Homs, así como los puertos de Latakia y Tartus, con objeto de evitar un mayor desgaste de su ejército defendiendo ciudades alejadas de sus principales bases como Aleppo o la propia Palmyra.
Así también, los aliados de Bashar el-Assad, los milicianos de Hezbollah se enfrentan a Al Nusra y a otros grupos rebeldes en la frontera sirio-libanesa y en la frontera de las alturas del Golán (ocupadas por Israel, desde donde apoya a Al Nusra), lo que ha debilitado su posición militar en el Sur de Líbano, lo que en los próximos meses será aprovechado por Israel para iniciar ataques aéreos (por lo menos) para golpear la infraestructura de Hezbollah en la frontera libanesa-israelí y al mismo tiempo apoyar a Al Nusra.
De ahí que la visita del secretario de Estado John Kerry a Sochi para entrevistarse con el presidente Putin a mediados de este mes de mayo, pareciera representar una jugada de Washington para realizar una especie de “quid pro quo” con Moscú.
En este caso Obama habría propuesto a Putin suavizar la presión occidental en Ucrania, por ejemplo dando un apoyo explícito a los acuerdos Minsk 2 por parte de Washington y señalando públicamente al presidente Poroschenko de Ucrania que no debe intentar recuperar posiciones militares en Donetsk, a cambio de que Moscú convenciera a Bashar el Assad de aceptar la pérdida de las dos terceras partes de Siria en manos de los rebeldes tanto del Estado Islámico, como de Al Nusra, los kurdos y los apoyados y entrenados por los propios Estados Unidos.
Sin embargo, si bien al parecer hubo un acuerdo inicial en ese sentido, no lo hubo en lo relativo a la demanda rusa de levantar las sanciones económicas en contra de Rusia por el conflicto en Ucrania, por un lado; ni sobre la exigencia de Washington de llegar a un acuerdo para la salida de Assad del poder y el establecimiento de un gobierno de transición en Siria, por el otro lado.
Lo grave de esta situación es que si Assad logra permanecer en el suroeste y oeste de Siria, apoyado por Irán y Rusia, la guerra se va a intensificar en esa zona, pues los opositores de Assad y sus aliados externos lo tendrán acorralado en un espacio relativamente pequeño en donde podrán golpearlo militarmente una y otra vez, con lo que la tragedia humanitaria de la población siria se intensificará.
Así también, el Estado Islámico tendrá un amplio territorio donde podrá operar dentro de Siria, desde donde seguirá realizando operaciones hacia el interior de Irak y con ello la guerra permanente en esa zona mantendrá el caos y la destrucción en el corazón mismo del Medio Oriente.
Y una vez más el ganador de toda esta situación será Israel, contra quien los terroristas del Estado Islámico no ejercen ninguna presión, ni pretenden realizar ningún ataque (sus objetivos son primordialmente las poblaciones chiítas y cristianas de Siria e Irak); además los israelíes son aliados del Frente Al Nusra (a su vez aliados de Al Qaeda), cuyo objetivo militar es destruir el régimen de Bashar el Assad y a sus aliados chiítas de Hezbollah; y también resultan beneficiados en esta situación otros aliados de Tel Aviv, los kurdos, que podrán retener sus territorios en el Norte, fuera del alcance del gobierno sirio.
Así, el aparente caos en el Medio Oriente en donde todos parecieran pelear contra todos, tiene una lógica muy clara: la destrucción de los que el régimen de Tel Aviv considera sus competidores estratégicos en la región, Irán sus aliados.
Los grupos terroristas como el Estado Islámico y Al Nusra, sirven a Israel como sus tropas contra el régimen de Bashar el Assad, Hezbollah y las milicias chiítas de Irak. Y ahora también, las dictaduras sunnitas de la región están formando un ejército multinacional para combatir a Irán y sus aliados, con lo que Israel no tiene que gastar un solo dólar o exponer un solo soldado para deshacerse de sus competidores estratégicos.
Y ahora al parecer, Tel Aviv le va a cobrar caro a Washington el acuerdo firmado con Irán sobre su programa civil nuclear, pues todo indica que el gobierno de Obama está dispuesto a “comprar” si no la aceptación de Israel al acuerdo, al menos un silencio táctico hasta que termine la administración de Obama, a cambio de varios miles de millones de dólares de equipo y armamento sofisticado que Estados Unidos proporcionará a Israel en los próximos meses (a cuenta de los contribuyentes estadounidenses), y que seguramente será utilizado en nuevas invasiones genocidas de Israel en Gaza, Cisjordania y el sur de Líbano.
Sin duda, el gran ganador en el Medio Oriente sigue siendo Israel.

domingo, 24 de mayo de 2015

¿Estamos en Suiza?
Guillermo Almeyra
La Jornada 24 de Mayo de 2015

La inmensa mayoría de los que discuten sobre cuál debe ser la actitud de los ciudadanos ante las elecciones del 7 de junio dan la impresión de estar ponderando las opciones en un estado de derecho y en una situación normal.
México, sin embargo, no es Suiza o Suecia: es un país donde el gobierno está en guerra contra su propio pueblo y ocupa permanentemente con los militares casi todo el territorio nacional. Es un semi-Estado en descomposición moral y política donde la camarilla que gobierna es ilegal e ilegítima, llegó a sus cargos mediante el fraude y debe enfrentar diversos poderes armados que van desde el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, las policías comunitarias y las autodefensas, por un lado, hasta los diversos cárteles delincuenciales, por el otro.
México es un país donde los capitalistas que gobiernan están llevando a cabo una feroz ofensiva contra el nivel de vida –que siempre fue miserable, pero que empeora rápidamente– de la inmensa mayoría de la población, en alianza con la parte muy cuantiosa del capital invertida en el narcotráfico, la trata de personas y de órganos, así como el contrabando de armas. Todo esto constituye desde el punto de vista electoral un inmenso fraude generalizado y sexenal, con una endeble máscara de legalidad constitucional, y anula la posibilidad de libre expresión y de libre elección por los ciudadanos comunes.
Las llamadas elecciones son simplemente una maniobra para tratar de dar una apariencia de legalidad a la pequeña camarilla que decide todo, está desmantelando las conquistas democráticas obtenidas por la Revolución Mexicana, entregando los recursos del país (el petróleo, el agua misma) a las trasnacionales y destruyendo las bases de un Estado independiente porque ya no hay mucha diferencia entre la situación político-económica de una colonia como Puerto Rico y la de México.
En México no es creíble simular hacer elecciones normales cuando hay decenas de miles de muertos, otras tantas de desaparecidos y una parte importante del aparato estatal –que incluye altos jefes militares y policiales y autoridades municipales y estatales– es socia de los delincuentes o está comprada por éstos.
Por eso estas elecciones no son más que una redistribución formal de los puestos entre los servidores del poder de una camarilla oligárquica, una farsa comicial fraudulenta y nula. De esta maniobra para la opinión pública internacional saldrá un PRI-PAN triunfante y muy mayoritario y habrán migajas para los paleros con camiseta doble. Es ridículo creer que esa maniobra se puede torcer presentando una opción que acepte el régimen y sus reglas amañadas.
Allí donde sea posible, gracias a las movilizaciones y al nivel de conciencia en la región, la farsa debe ser impedida, reduciendo al mínimo la cantidad de participantes en la misma y demostrando así, a los ojos de México y del mundo, que los ganadores, si los votos válidos no superan 30 por ciento entre todos los grupos participantes, no representan en realidad sino 10 o 15 por ciento de los votantes (y eso incluso con el clientelismo y la compra de votos).
Aunque los gobiernos extranjeros felicitarán en ese caso a la camarilla ilegítima de Los Pinos, en sus embajadas el personal podrá ser siniestro, pero no es pendejo, sabe contar e informará sobre cómo leer las elecciones. Como plantean los familiares de los desaparecidos de Ayotzinapa y los maestros democráticos, entre otros, en Guerrero, Michoacán o Oaxaca es posible y necesario hacer propaganda mediante manifestaciones y bloqueos a favor del boicot a estas elecciones fraudulentas que se realizan con las víctimas de esta dictadura disfrazada apenas enterradas o todavía desaparecidas y con los asesinos libres.
En otros estados de la República, en cambio, quizás no exista una relación de fuerzas tal que permita el boicot. En tal caso, la regla debería ser escoger una táctica que permita al mayor número posible de trabajadores y demócratas avanzar en su organización y en su conciencia, sea eligiendo entre los candidatos alguno con una trayectoria digna, sea organizando la anulación masiva de los sufragios o mediante la abstención, para que salga a luz la soledad de los supuestos triunfantes.
Es cierto que, en principio, la abstención o la anulación del voto favorecen a los servidores de la oligarquía. Éstos mantendrán sus puestos en las gobernaciones, los municipios y las cámaras. Pero lo verdaderamente importante no es la agitación de estas marionetas en los tinglados de las instituciones totalmente desprestigiadas del semi-Estado. Es la organización en la lucha contra el fraude de las víctimas del sistema y de esta maniobra electoral de la oligarquía gobernante. Es la reducción al máximo de los votos válidos que demostrará la orfandad absoluta de los ocupantes del aparato del Estado que quieren con estos comicios aparecer ante el mundo como si fuesen democráticos y respetuosos de una Constitución que pisotean todos los días.
Lo que decide no son las urnas, sino reforzar el triunfo de los jornaleros de San Quintín obligando a los patrones y al gobierno a pagarles los 200 pesos por día de trabajo de ocho horas o apoyar la lucha de la tribu yaqui y del conjunto de organizaciones que la respaldan hasta asegurar el fin de la represión y garantizar que el agua, bien común y derecho humano por excelencia, no será entregada a los capitalistas para que lucren con ella a costa de las necesidades de indígenas y campesinos.

Las elecciones no son el objetivo sino para los oportunistas. Son en cambio un terreno de lucha para aumentar la organización y la seguridad en sí mismos de los que ya han elegido en su fuero interno imponer la justicia y la democracia echando a los espurios y corruptos que ocupan los puestos de este semi-Estado y sirven a Estados Unidos.

miércoles, 20 de mayo de 2015

La guerra del gas se extiende por Europa
Fracaso del golpe de Estado yanqui en Macedonia
por Thierry Meyssan
Las autoridades de Macedonia acaban de neutralizar un grupo armado cuyos jefes estaban bajo vigilancia desde hace al menos 8 meses. Evitaron así un nuevo intento de golpe de Estado, planificado por Washington para el 17 de mayo. El objetivo de la intentona era extender a Macedonia el caos ya instaurado en Ucrania para cortar el paso a un oleoducto ruso hacia la Unión Europea.

Red Voltaire | Damasco (Siria) | 14 de mayo de 2015

La operación de Kumanavo
En la madrugada del 9 de mayo de 2015, la policía de Macedonia emprendió una operación contra un grupo armado sospechoso de preparar una serie de atentados después de haberse infiltrado en el país.
Antes de iniciar el asalto, la policía había procedido a evacuar los civiles residentes en el lugar.
Ante la resistencia de los sospechosos, que abrieron fuego contra los policías, se desató un combate durante el cual se registraron 14 muertos entre los terroristas, 8 muertos entre los miembros de las fuerzas del orden y un número aún indeterminado de heridos. Al menos 30 personas fueron arrestadas.

No fue una acción terrorista sino un intento de golpe de Estado
Es evidente que la policía de Macedonia estaba muy bien informada antes del inicio de la operación contra el grupo armado. Según el ministro del Interior, Ivo Kotevski, el grupo estaba preparando una operación de gran envergadura para el 17 de mayo, o sea durante la manifestación convocada por la oposición de lengua albanesa en Skopje.
La identificación de los sospechosos permitió comprobar que casi todos eran ex miembros del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) [1].
Entre esas personas se encuentran:
• Sami Ukshini, más conocido como el «Comandante Sokoli», cuya familia desempeñó un papel histórico en el seno del UCK.
• Rijai Bey, conocido como ex guardaespaldas de Ramush Haradinaj. Haradinaj es conocido a su vez como traficante de drogas, jefe militar del UCK y primer ministro de Kosovo. Rijai Bey fue juzgado 2 veces por el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia bajo la acusación de crímenes de guerra. Resultó absuelto ya que 9 testigos fundamentales fueron asesinados durante el juicio.
• Dem Shehu, actual guardaespaldas del líder de lengua albanesa y fundador del partido BDI, Ali Ahmeti.
• Mirsad Ndrecaj, más conocido como el «Comandante de la OTAN», nieto de Malic Ndrecaj, comandante de la 132ª brigada del UCK.
Los principales jefes de la operación planeada por el grupo armado, entre los que figuraba Fadil Fejzullahu (muerto en el asalto), son personajes vinculados a Paul Wohlers, embajador de Estados Unidos en Skopje.
El embajador de Estados Unidos en Skopje es hijo del diplomático estadounidense Lester Wohlers, quien tuvo un papel importante en la propaganda atlantista y dirigió el servicio cinematográfico de la USIA (US Information Agency). El hermano de Paul, Laurence Wohlers, es actualmente embajador en la República Centroafricana. El propio Paul Wohlers, ex piloto de la US Navy, es un especialista en contraespionaje. Fue director adjunto del Centro de Operaciones del Departamento de Estado –o sea, del servicio a cargo de la protección y vigilancia de los diplomáticos estadounidenses.
Como para que no queden dudas sobre quién se halla detrás del grupo armado de Kumanovo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo una intervención pública incluso antes de que terminara el asalto. Pero Stoltenberg no condenó el terrorismo ni respaldó al gobierno constitucional de Macedonia. Lo que hizo fue convertir el grupo terrorista en una oposición étnica legítima:
«Es con gran inquietud que estoy siguiendo los acontecimientos de Kumanovo. Expreso toda mi simpatía a las familias de las personas muertas o heridas. Es importante que todos los dirigentes políticos y responsables de comunidades se esfuercen juntos por restaurar la calma y que hagan que se realice una investigación transparente para determinar lo sucedido. Llamo encarecidamente a cada cual a mostrar contención y a evitar toda nueva escalada, en interés del país y de la región en su conjunto.»
Para no entender habría que estar completamente ciego.
En enero de 2015, la ex yugoslava República de Macedonia desmantelaba un intento de golpe de Estado a favor del jefe de la oposición, el socialdemócrata Zoran Zaev. Cuatro personas eran arrestadas y las autoridades confiscaron el pasaporte de Zaev mientras que la prensa atlantista comenzaba a denunciar una «deriva autoritaria del régimen» (sic).
Zoran Zaev goza del respaldo que le aportan públicamente las embajadas de Estados Unidos, del Reino Unido, de Alemania y de los Países Bajos. Sin embargo, en el intento de golpe de Estado sólo existen indicios, hasta ahora, de la participación de Estados Unidos.
El Partido Socialdemócrata (SDSM) [2] de Zoran Zaev había convocado a la realización de una manifestación. Esa formación política tenía previsto distribuir 2 000 máscaras para impedir la identificación de los terroristas que estarían entre los manifestantes. Durante la manifestación, el grupo armado y enmascarado atacaría varias instituciones para iniciar una «revolución» similar a la de Maidan, en Kiev.
El golpe de Estado estaba coordinado por Mile Zechevich, ex empleado de una de las fundaciones del multimillonario George Soros.
Para entender el marcado interés de Washington en derrocar el gobierno de macedonia tenemos que referirnos a la guerra de los gasoductos y recordar que la política internacional es como un tablero de ajedrez, donde cada pieza que se mueve tiene repercusiones sobre las demás.
La guerra del gas
El gasoducto Turkish Stream debería atravesar Turquía, Grecia, Macedonia y Serbia para llevar el gas ruso hasta la Unión Europea. Por iniciativa del presidente húngaro Viktor Orban, los ministros de Relaciones Exteriores de los países interesados se reunieron en Budapest el 7 de abril para coordinar su posición ante Estados Unidos y la Unión Europea.
Desde 2007, Estados Unidos está tratando de cortar los vínculos entre Rusia y la Unión Europea. Obligando a Bulgaria a anular su participación, Washington logró sabotear el proyecto South Stream. Pero el 1º de diciembre de 2014, para sorpresa de todos, el presidente ruso Vladimir Putin iniciaba un nuevo proyecto al convencer al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de firmar un acuerdo con Rusia, a pesar de que Turquía es miembro de la OTAN [3]. Lo previsto en el nuevo proyecto era que Moscú abastecería de gas a Ankara, que a su vez abastecería a la Unión Europea, burlando así el embargo anti-ruso decretado por Bruselas. El 18 de abril de 2015, el nuevo primer ministro griego Alexis Tsipras daba su aprobación para el gasoducto pasara por su país [4]. Por su parte, el primer ministro de Macedonia, Nikola Gruevski, había negociado discretamente el asunto en marzo [5]. Y Serbia, participante del proyecto South Stream, había expresado al ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, al recibirlo en Belgrado en abril, que estaba dispuesta a participar en el proyecto Turkish Stream [6].
Empeñado en detener el proyecto ruso, Washington emprendió diferentes acciones:
- en Turquía, apoya al CHP contra el presidente Erdogan con la esperanza de lograr que este último perdiera las elecciones;
- en Grecia, el director del Buró de Recursos Energéticos de Estados Unidos, Amos Hochstein, llegó a Atenas el 8 de mayo para intimar el gobierno de Tsipras a que renuncie a su acuerdo con Gazprom;
- en Macedonia, Washington tenía previsto bloquear la ruta del nuevo gasoducto poniendo en el poder a una de sus marionetas;
- y en Serbia, está reactivando el proyecto de secesión de Voivodina, que es precisamente el punto del territorio serbio que garantizaría la conexión del gasoducto con Hungría [7].
Último señalamiento, pero no por ello menos importante: el Turkish Stream alimentará Hungría y Austria con gas ruso, lo cual pondría fin al proyecto alternativo que Estados Unidos ya tiene negociado con el presidente Hassan Rohani –en contra de la opinión de los Guardianes de la Revolución– para ofrecer aprovisionamiento en combustible con el gas iraní [8].

[1] «L’UÇK, une armée kosovare sous encadrement allemand», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 15 de abril de 1999.
[3] «De cómo Vladimir Putin invirtió la estrategia de la OTAN», por Thierry Meyssan, Оdnako (Rusia), Red Voltaire, 8 de diciembre de 2014.
[4] “Möglicher Deal zwischen Athen und Moskau: Griechenland hofft auf russische Pipeline-Milliarden”, Von Giorgos Christides, Der Spiegel, 18 de abril de 2015.
[5] “Геннадий Тимченко задержится на Балканах. Вместо South Stream "Стройтрансгаз" построит трубу в Македонии”, Юрий Барсуков, Коммерсант, 12 de marzo de 2015. «La Russie construira un gazoduc en Macédoine» [En español, “Rusia construirá un gasoducto en Macedonia”], Visions de la Russie, 13 de marzo de 2015.
[7] «¿Será Voivodina el próximo seudo Estado de Europa?», por Wayne Madsen, Strategic Culture Foundation (Rusia), Red Voltaire, 26 de febrero de 2015.
[8] «Tras la coartada antiterrorista, la guerra del gas en el Levante», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 29 de septiembre de 2014.


Fuente : «Fracaso del golpe de Estado yanqui en Macedonia», por Thierry Meyssan, Red Voltaire , 14 de mayo de 2015, www.voltairenet.org/article187583.html

lunes, 18 de mayo de 2015

Ukraine crisis causes strategic, mental shift in global order

By Dmitri Trenin 
Source: Global Times Published: 2015-5-17 21:23:01

The recent visits to Russia by German chancellor Angela Merkel and US Secretary of State John Kerry have raised the prospect of the stabilization of the conflict between Russia and the West, which broke out in 2014 over Ukraine. Some observers even go so far as to discuss what a new security regime in Europe might look like. Not so fast. 

The Ukraine crisis was not just about Ukraine, or even Europe. It was about the global order, which promises a long competition with a yet-unforeseen result. Crucially, it is part of a pattern of changing relationships among the world's powers, with the US struggling to preserve its dominance. 

The EU, for now, is not one of the competitors. The Ukraine crisis has demonstrated its woeful lack of both strategic thinking and action. The EU precipitated the crisis with its Eastern Partnership initiative, but then failed to oversee the transition in Kiev, and now is falling short of resources to keep Ukraine afloat financially. 

The military conflict has naturally highlighted the role of NATO and the US, pushing the EU to the side. Germany, which after the euro crisis was rising as the EU's sole leader, has to accept that whatever leadership it may be able to exercise now has to be embedded within a broader US leadership. 

This leaves Europe's security in a precarious state. The Russia problem which was left unresolved through inclusion since the end of the Cold War, cannot be solved through Russia's exclusion: It is still too big and increasingly assertive of its interests. 

Western policies of sanctioning Russia economically and isolating it politically have failed to achieve the stated goal of making Russian President Vladimir Putin change his course. However, changing gears by sitting down with Putin to hammer out some compromise on Ukraine would be politically suicidal for Western leaders, in view of the rhetoric of the past 15 months. Strategically, this would constitute a US retreat which would reverberate around the world. 

This means that Europe, for the foreseeable future, will not have a stable security order. The Minsk II agreement which the US, Germany, France, Ukraine and Russia pledged to uphold has little chance of being implemented. Kiev is unlikely to federalize Ukraine and give Donbass the "widest possible autonomy" it seeks, and the Donbass will not just wither away, ceding control of the Russian border to Ukraine. The best one can hope for is a stable truce, with some economic and humanitarian ties across the divide and regular contact between officials. Thus, Minsk would be less about the goal and more about the process. 

The only consolation for the West in this situation will be that "Putin has been stopped." No attack on Mariupol by the rebels, no Russian offensive toward Kharkov or Odessa, the notion of Novorossiya has been retired. Transnistria is quiet, for the time being, the status quo in Abkhazia and South Ossetia is undisturbed. Moldova has confirmed its westward orientation, Georgia hosts US training exercises. Crucially, the Baltic States have not been disturbed by Russia, and have received not just moral, but also military support from their NATO allies. All true, except that the Kremlin did not intend to restore the Soviet Union, much less the Soviet sphere of influence in Europe. 

The change that the Ukraine crisis has brought about is not territorial, but rather strategic and mental. Russia has finally quit its policy of trying to integrate into the West and become part of the Euro-Atlantic system. It has returned to its home base in Eurasia and has prioritized links to non-Western countries. 

Relations with China for the first time are becoming as important for Russia as its relations with the US, and totally the opposite in nature. The Sino-Russian entente can further serve as a catalyst for coordination within such formations as BRICS and SCO, both of which will hold their next summits in Russia in July. 

With Indian Prime Minister Narendra Modi's ground-breaking visit to China and India's forthcoming accession to the SCO, Moscow is putting more effort into its pet project of a closer triangular "RIC" cooperation. 

The change of the global order will take a generation. The transition period will be marked by instability: The arrival of ambitious players at different levels and in virtually all regions will overload the capacity of the existing instruments of governance and control. Look at the Middle East, until very recently a playground for competing outside powers. Europe, until recently the world's most stable region, will hardly escape unscathed. Ukraine's domestic situation is fraught with many dangers. The Balkans, as Macedonia has just reminded everyone, are not a done deal. Britain may be headed for exit from the EU, and Turkey, having been denied entry there, is now on a path of its own, both internally and internationally. 

The most important developments shaping the future of the world, however, will take place in Asia. What different players there will have learnt from the lessons of Ukraine will matter.

The author is director of the Carnegie Moscow Center. 

sábado, 16 de mayo de 2015

EL GRAN NEGOCIO DE LA GUERRA

Para el complejo militar-industrial y de seguridad de Estados Unidos, así como sus “think tanks”, la guerra es el principal negocio del país, además de ser el vehículo que permite mantener la hegemonía estadounidense en la mayor parte del planeta.
La Cámara de Representantes acaba de aprobar un presupuesto de “defensa” para el siguiente año fiscal de 612 mil millones de dólares. Por su parte, Barack Obama se reunió con representantes y algunos de los monarcas (Qatar y Kuwait) de las petromonarquías del Golfo Pérsico y de Arabia Saudita, a los que prometió una venta continua de armas y la realización de ejercicios militares conjuntos, para reafirmar su compromiso con estos países ante la que consideran “la amenaza iraní”.
Para estos monarcas fabulosamente ricos, el que Irán logre un acuerdo con el P5+1 (miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania) sobre su programa nuclear, lo que eventualmente permitiría remover las sanciones económicas en su contra, significaría un impulso muy importante para su economía y por lo tanto su presencia política, económica y religiosa en la región se vería fortalecida; algo que Arabia Saudita, sus socios del Consejo de Cooperación del Golfo (Bahréin, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Omán y Kuwait), no desean (junto con Israel, Egipto y Turquía), por lo que han logrado este apoyo de Estados Unidos, que además se constituirá en un nuevo gran negocio para las empresas relacionadas con el intervencionismo militar estadounidense.
Por otro lado, Estados Unidos está expandiendo su presencia militar en el Lejano Oriente, y algunos países ya están aprovechando esa circunstancia para fortalecer sus sectores militares, con el pretexto de la “amenaza china”, que ha generado diferendos con varios países por cuestiones de límites marítimos, derechos sobre ciertos atolones e islas y sobre el aprovechamiento de los recursos naturales de esas zonas.
Tal es el caso de Vietnam, que después de conmemorar el 40 aniversario de su victoria sobre Estados Unidos y de la reunificación del país, ha decidido acercarse a Washington mediante una reunión (22 de Abril) con contratistas militares estadounidenses (representantes de Boeing, BAE Systems, Lockheed Martin, Honeywell International, entre otras) para explorar la posibilidad de comprar diversos tipos de armamento y tecnología, con objeto de contrarrestar la que consideran una China demasiado agresiva. De acuerdo con el Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI; http://www.sipri.org/), de 2005 a la fecha, Vietnam ha aumentado en 128% sus compras en materia militar, y su presupuesto de defensa llegó a 4,300 millones de dólares en 2014, un aumento de 9.3% respecto al año anterior.
A lo anterior hay que sumar las operaciones estadounidenses contra el Estado Islámico en Irak; el apoyo a los grupos rebeldes en Siria (con la posibilidad de que este conflicto se intensifique, pues Israel prepara ataques contra Hezbollah –aliado del régimen de Bashar el Assad- en el sur de Líbano y ha estado atacando posiciones del ejército sirio con su aviación); aunado a su colaboración con Francia en operaciones en Mali; así como el apoyo a Arabia Saudita en sus ataques contra los houthis en Yemen; su incremento de apoyo logístico y presencia de “asesores” en Ucrania y en varios países colindantes o cercanos a Rusia (países Bálticos, Georgia, Polonia); además de su ya casi “eterna” presencia en Afganistán; y por supuesto sus bases en Corea del Sur y Japón que se han visto reforzadas por las disputas con Corea del Norte; sólo por mencionar algunas de las intervenciones y colaboraciones más conocidas.
Como se puede apreciar, la presencia militar estadounidense en todo el mundo no tiende a disminuir, sino todo lo contrario, por lo que es perfectamente entendible que los “halcones” y neoconservadores del Partido Republicano, y los “intervencionistas humanitarios” del Partido Demócrata estén más que interesados en expandir el negocio de la guerra, que en acotarlo.
Así, una buena parte de los congresistas republicanos que pretenden descarrilar el acuerdo del P5+1 con Irán, lo ven como la puerta de una posible guerra contra este país, que bien podría aumentar los gastos militares de manera exponencial (no sólo por las ventas que se harían a los países enemigos de Irán, sino por la posible intervención directa de las fuerzas armadas estadounidenses en dicho conflicto), y los negocios florecerían por muchos años.
De la misma forma, se busca nuevamente convencer a los aliados de Washington y al propio Barack Obama de que es tiempo de iniciar acciones directas contra el gobierno de Bashar el Assad, sin importar que ello pueda fortalecer al Estado Islámico y a los aliados de Al Qaeda que operan en Siria, como el Frente Al Nusra (apoyado por Israel), ya que lo que a estos mercaderes de la muerte les interesa es el conflicto bélico por sí mismo, sin importar que devaste países enteros y genere caos en regiones completas, puesto que el negocio está en la guerra, no en la estabilidad y en la paz.
A continuación se incluye un cuadro con las 10 empresas más grandes del mundo dedicadas a la venta de armamento (miles de millones de dólares), de acuerdo al SIPRI en su libro del año 2013.


2013
Rank    Company                                           Country          Arms   Total    Total    Total
                                                                                              Sales    Sales    Profit Employ
1
35 490
45 500

2 981
115 000
2
30 700
86 623

4 585
168 400
3
26 820
28 406

275
84 600
4
21 950
23 706

2 013
63 000
5
20 200
24 661

1 952
65 300
6
18 660
31 218

2 357
96 000
7
15 740
78 693

1 959
144 060
8
11 900
62 626

5 721
212 000
9
10 560
21 292

98
63 840
10
10 370
18 850

761
65 190




Sólo estas diez empresas tuvieron ventas por 202,390 millones de dólares en el 2013. Hay miles de empresas más que se dedican a la fabricación de todo tipo de insumos para las fuerzas armadas y de seguridad, que se ven beneficiadas con el aumento e intensificación de los conflictos alrededor del mundo.
De acuerdo al SIPRI, en 2014 hubo gastos militares a nivel mundial por un trillón, 776 mil millones de dólares, siendo Estados Unidos el que más gastó con 610 mil millones, correspondiente al 34% del total mundial.
Le siguió China con 216,000 millones de dólares, correspondiente al 12%; en tercero Rusia, con 84,500 millones de dólares, equivalente al 4.8%; en cuarto lugar está Arabia Saudita con 80,800 millones de dólares, el 4.5% del total ; y en quinto lugar está Francia con 62,300 millones de dólares, el 3.5% del total mundial.
De ahí que las empresas de la industria militar estén interesadas en que los políticos que aprueban presupuestos e intervenciones militares respondan a sus intereses, y por ello aportan millones de dólares para sus campañas electorales y para las labores de lobby en favor de leyes que favorezcan sus negocios.
Sólo como un ejemplo, la empresa más grande del mundo en materia militar, Lockheed Martin, incluye en su sitio web un anexo de ¡16 páginas! (http://www.lockheedmartin.com/content/dam/lockheed/data/corporate/documents/governance/2014-Political-Disbursements.pdf) en donde incluye las aportaciones a candidatos y comités de acción política de todo el país, en las últimas elecciones intermedias del año 2014.
Y en su reporte sobre sus gastos de lobbying, informa que en el 4º trimestre del 2014 gastó  3,740,000 dólares (en el 3er trimestre había gastado 3,490,000 dólares).

Por lo tanto, para el futuro inmediato la humanidad sólo puede esperar más gasto militar, más conflictos, más muerte y devastación, ya que una parte muy relevante del sistema capitalista mundial se basa en el negocio de la guerra, y sus ramificaciones son tan extensas en los sistemas políticos y económicos de las principales potencias, que se ve casi imposible que se pueda revertir esta tendencia en las siguientes décadas.