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Zapata

jueves, 31 de octubre de 2013

El Estado Orwelliano (31 de Octubre 2013)

Las continuas revelaciones sobre el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA por sus siglas en inglés), tanto a gobiernos (Francia, Alemania, España, Brasil, México, incluso el Vaticano), como a ciudadanos de todo el mundo (a través de sus cuentas en Google o Yahoo, o en sus teléfonos particulares), ha revelado al mundo la verdadera dimensión del Estado omniabarcante que vigila todo, que no deja resquicio de actividad, comunicación o expresión de ideas, datos, información sin revisar, acumular, desmenuzar (aunque dudo mucho que tenga la capacidad de realmente analizarla).
 
La formidable novela del inglés George Orwell, seudónimo de Eric Arthur Blair (nacido en la India en 1903), 1984 (escrita en 1949), da cuenta de un Estado totalitario, que todo lo ve, todo lo sabe, todo lo controla y que además, reescribe continuamente la "historia", para que se acomode a los intereses del momento de dicho Estado monstruoso, que vive en guerra permanente.
 
Si bien, buena parte del libro de Orwell (así como Rebelión en la Granja, novela publicada en 1945), tiene su inspiración en las barbaridades de la Unión Soviética, cuando el dictador era José Stalin, las particularidades de dicho Estado, que en palabras de la misma novela señala "adondequiera que esté, EL GRAN HERMANO TE VIGILA", tiene todas las características de los Estados Unidos actuales.
 
Basta con retomar las consignas del "Partido", inscritas en el edifico del Ministerio de la Verdad, en la novela de Orwell:
 
LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA
 
¿Qué no el gobierno de Estados Unidos, sin importar si el presidente se apellida Bush u Obama, declara hasta el cansancio que la única forma de asegurar la paz del mundo es con un Ejército que engulle más de 750 mil millones de dólares al año; con bases militares en todo el mundo, y continuamente preparado para entrar en combate en cualquier parte?
 
¿Qué no ese mismo gobierno controla cada vez más las actividades y hasta los pensamientos de sus ciudadanos con leyes como la Patriota; interviene sus comunicaciones privadas, los revisa hasta con rayos X en los aeropuertos y paraliza ciudades enteras, como Boston, para defender la libertad? ¿Qué no ha invadido y bombardeado países (Vietnam, Irak, etc.), en el nombre de esa libertad?
 
Sólo basta escuchar por un día a la cadena Fox, o incluso a las mal llamadas cadenas "liberales" como CNN o MSNBC, para darse cuenta de la cantidad de propaganda, no de información, que vierten en las cabezas de los estadounidenses que poco o nada conocen del mundo exterior, y que desde su punto de vista las amenazas a su libertad, seguridad y "prosperidad" siempre provienen de fuera.
 
Así, la ignorancia de sus ciudadanos es la fuerza del Estado totalitario estadounidense, pues gracias a ella puede enviarlos a guerras en países lejanos, de donde regresan en bolsas de plástico o en sillas de ruedas; puede robarles sus ahorros y dejarlos sin casas y negocios, sin que se inicie una rebelión nacional; y puede invadir impunemente sus comunicaciones privadas, sin que ningún funcionario sea castigado, o si quiera, reprendido por ello.
 
Si bien Estados Unidos acusa a muchos países de ejercer un control totalitario sobre sus habitantes (Corea del Norte, Irán, hasta cierto punto China), son ellos los que ejercen más absolutamente dicho control, y son ellos los que hoy por hoy representan la principal amenaza a las libertades y derechos individuales de los habitantes del planeta.
 
El verdadero Estado Orwelliano tiene su capital en Washington.

 
 

martes, 29 de octubre de 2013

Izquierda balcanizada (29 de Octubre 2013)

El último desencuentro en la izquierda mexicana entre el presidente del CEN del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Jesús Zambrano, y el líder moral del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, muestra una vez más la incapacidad de la izquierda mexicana para unirse en temas fundamentales y así enfrentar a sus adversarios políticos, que aprovechan estas divisiones para mantener balcanizada a la diversa gama de partidos y grupos que se identifican con esta orientación ideológica (si es que así se le puede denominar al espeso e inarticulado conjunto de ideas y políticas que esgrime cada uno de ellos). 
López Obrador acusó a la dirigencia del PRD (en manos del grupo denominado coloquialmente "Los Chuchos", por el liderazgo que ejercen Jesús Zambrano y Jesús Ortega), de haber pactado con el gobierno y el PRI la aprobación de la mal llamada reforma hacendaria, a cambio de que se aprobara el denominado Fondo de Capitalidad para el D.F., y de esa manera poder oponerse a la reforma energética, la cual sería apoyada por el PAN, con lo que el gobierno y el PRI aprobarían ambas reformas, con el apoyo diferenciado de los dos principales partidos de oposición.
De ahí el llamado de López Obrador a los senadores de ambos partidos para oponerse de manera conjunta a ambas reformas, y así derrotar al gobierno y al PRI en las dos iniciativas. Sin embargo, con el rechazo del coordinador del PAN en el Senado, Jorge Luis Preciado, a dicha posibilidad, y la dura contestación de Zambrano a López Obrador por sus acusaciones, la alianza propuesta por López Obrador quedó muerta, aún antes de nacer.
¿Qué nos dice ésta nueva refriega entre PRD y Morena sobre la izquierda mexicana, en este momento tan relevante del acontecer político nacional?
Primero: La dirigencia del PRD y el gobierno del D.F., encabezado por Miguel Ángel Mancera, han coincidido en su necesidad de pactar con el gobierno federal para hacer avanzar sus respectivas agendas. En el caso de "Los Chuchos", el que se le provean recursos adicionales al gobierno de Mancera, además del apoyo político que éste recibe, tanto de la dirigencia perredista como del propio gobierno federal, les permite a los actuales dirigentes del PRD reposicionarse como actores principales en el D.F., debilitando al grupo de Dolores Padierna y René Bejarano, que tendrán que remar contra la corriente, pues en las próximas elecciones, con más recursos y las alianzas descritas, "Los Chuchos" pretenderán convertirse en el factor determinante para las candidaturas a diputados federales, asambleístas y jefes delegacionales en las elecciones del 2015.
Segundo: El jefe de gobierno del D.F. intentó en un principio situarse por encima de las rivalidades de la izquierda, coqueteando en ocasiones con López Obrador, en otras con "Los Chuchos"; acercándose también al alicaído cardenismo (Cárdenas fue nombrado Coordinador de Asuntos Internacionales de su gobierno), y evitando confrontarse con los grupos más beligerantes de los movimientos sociales (la CNTE). Esta estrategia probó su ineficacia, con los retos que le ha planteado a su gobierno la movilización permanente de la CNTE, con todos los costos políticos y económicos que ello ha acarreado a su gobierno y a la capital; con las provocaciones de los llamados anarquistas, que lo han llevado a endurecer su posición, con lo que se han cometido algunos excesos en la represión de dichos grupos; y con las presiones de todos las vertientes de la izquierda, incluidas las de su ex jefe y padrino político, Marcelo Ebrard, que intentó "guiarlo" en sus decisiones, pero que rápidamente fue hecho a un lado por Mancera, lo que ha generado una posición más crítica del ex jefe de Gobierno del D.F.
Por todo ello, Mancera ha terminado por refugiarse en el apoyo de la dirigencia del PRD y del gobierno federal, pues no podía seguir tratando de quedar bien con todos, aplicando políticas públicas contradictorias o de plano no aplicando ninguna; por lo que ha optado por cobijarse en el respaldo del grupo que por ahora maneja los destinos del partido que lo llevó a la jefatura de gobierno, y del gobierno federal, que a cambio del necesario apoyo del PRD para la reforma hacendaria, estuvo más que dispuesto a entregar recursos adicionales al D.F., sabiendo que con ello se puede iniciar una progresiva dependencia del gobierno capitalino respecto del erario federal.
Tercero: López Obrador está inmerso en una estrategia de consolidación en lo interno, para conformar su partido político, esperando también defecciones de sus aliados dentro del PRD, especialmente si después de la elección del presidente de dicho partido, hay inconformidades graves; y en lo externo, desea romper la alianza Gobierno-PRI-PAN-PRD que se estableció en el Pacto por México, aprovechando que ahora se están discutiendo reformas que provocan divisiones entre los firmantes de dicho pacto.
Por desgracia para López Obrador, más de 8 años de satanización a su persona, a través de los principales medios de comunicación del país; una falta de unidad programática clara en la izquierda mexicana, para enfrentar a un sistema económico manejado por las élites empresariales y la tecnocracia del Banco de México y la SHCP; egos y ambiciones personales en la izquierda, que la han fracturado una y otra vez (Cárdenas, Muñoz Ledo, López Obrador, Ebrard, Camacho, Dante Delgado, etc.); y, errores puntuales del propio López Obrador y de su equipo al intentar posicionarse como el líder indiscutido de esta parte del espectro político mexicano (plantón en Reforma, "república amorosa"), han ido minando las posibilidades de este líder popular (y para las derechas, "populista"), lo que ha disminuido el caudal de apoyo que logró acumular, y por supuesto su presencia ante la población como un agente de cambio para el país.
Cuarto: Marcelo Ebrard ha intentado posicionarse como el representante de la "izquierda moderna y responsable" que está dispuesto a aceptar ciertas realidades ineludibles del capitalismo dependiente y subordinado mexicano (disciplina fiscal, colaboración respetuosa con Estados Unidos, aliento a la iniciativa privada, pero con responsabilidad social), a cambio de que las élites empresariales, el aparato político y el gobierno de los Estados Unidos no obstaculicen la llegada de esta vertiente de la izquierda al poder político en México.
Sin embargo, al ya no contar con la plataforma que da el gobierno del D.F., Ebrard ha perdido presencia y fuerza, y se ha quedado relegado en la lucha de los grupos y vertientes de la izquierda ("Chuchos", reciclamiento de Cárdenas, Morena, movilizaciones de la CNTE, anarquistas), que intentan posicionarse, unos como los líderes, ya sea para rechazar las reformas, y otros para mostrarse como los socios confiables que pueden defender el interés de la población, al mismo tiempo que se avanza en las reformas propuestas desde el gobierno.
Ante ello, Ebrard optó por sumarse al rechazo a la reforma energética, en donde ha sido opacado por el protagonismo de Cárdenas y López Obrador, por lo que ha perdido terreno en su lucha por la presidencia del PRD, en donde enfrentará al candidato de "Los Chuchos", Carlos Navarrete, quien llegará con el apoyo de esa corriente (y la ventaja que da tener la presidencia del partido), más los recursos del gobierno del D.F., en donde se advierte que Mancera no desea tener a Ebrard como mentor nuevamente, esta vez desde la presidencia del CEN del PRD.
La izquierda mexicana se debate así entre un colaboracionismo subordinado con el gobierno federal y las élites empresariales (vertiente de "Los Chuchos", y en una versión más independiente, Ebrard), a cambio de que se le reconozca su presencia y fuerza en el sistema político mexicano (reforma política nacional y en el D.F.); el rechazo a dicho colaboracionismo (Morena, PT, Movimiento Ciudadano), planteando un cambio pacífico, mediante un reformismo en el cual las élites y los adversarios políticos (PRI y PAN) reduzcan su preponderancia, asegurando un entorno social y económico menos desigual, y con ello una paz pública más sólida; y un rechazo de plano a todo tipo de acomodo con las élites y el aparato político actual, a no ser que se reconozcan espacios en los que no se apliquen las reformas neoliberales de segunda generación, tal es el caso de la CNTE, el SME, los sindicatos universitarios, que pretenden quedar como islas, fuera del ciclón neoliberal (lo que evidentemente resulta casi imposible); y, finalmente los grupos armados que intentan minar al sistema (con acciones armadas o una resistencia prolongada), hasta provocar su colapso (EPR, ERPI, EZLN, etc.).
Tal diversidad de estrategias, objetivos, personalidades, grupos, debilitan a la izquierda ante adversarios que en lo general, tienen una visión y estrategias más unificadas, así como gran cantidad de recursos económicos y el aparato represivo y de espionaje del Estado; por lo que el futuro de esta parte del espectro político mexicano no parece muy prometedora en los próximos años, en especial si no encuentran un espacio común que les permita transitar hacia una oposición unificada, con vistas a transformar este sistema económico y social injusto, y cada vez más excluyente.

viernes, 25 de octubre de 2013

Gobierno mexicano pelele (25 de Octubre 2013)

Se informa en la prensa que: "Washington instruyó a Janet Napolitano, titular del Departamento de Seguridad Nacional, a que convenciera al presidente Enrique Peña Nieto a que siguiera colaborando con la seguridad interna de EU y México, y que no ampliara sus reclamos sobre los programas norteamericanos de espionaje..."

"De acuerdo con lo reportado en la Primera Emisión de Noticias MVS, lo anterior fue revelado por los periodistas Jesy Michael Evans y Jesse Franzblaua, quienes tuvieron acceso a documentos de la dependencia, en los que se dictan instrucciones específicas para Napolitano, previo a su reunión con el mandatario mexicano el pasado mes de julio.

'Los mexicanos han señalado que esperan tu reunión con Peña Nieto para ‘poner punto final (put on bed)’ a los asuntos relacionados con las filtraciones de Snowden, que están escalando en la prensa mexicana; por separado, se te proveerán puntos clave desde la Casa Blanca para responder a este asunto', dice el documento.

'Durante tu reunión deberás asegurarle al presidente Peña Nieto que, a pesar de tu inminente partida, México continuará siendo una prioridad y un socio estratégico para el DHS. Deberás aplaudir la visión del presidente Nieto y su compromiso con asuntos de economía y seguridad nacional… resaltar el esfuerzo histórico que has encabezado en desarrollar la filosofía y la puesta en marcha de un marco para una administración conjunta de las regiones fronterizas. Dado el flujo de gente y bienes a través de Centroamérica, y el impacto de esos flujos en las fronteras de Estados Unidos, debes expresar tu apoyo para los esfuerzos de México en su frontera sur' (MSN Noticias)".

Esto demuestra que el gobierno de Peña Nieto es el de una república bananera, que está más preocupado en no molestar o incomodar a su vecino, que en cuidar la soberanía del país, como sí lo hacen otros países que se han visto afectados por el espionaje de Estados Unidos tales como Brasil, Francia y Alemania.

Es de pena ajena este gobierno, como lo fueron los de Calderón, Fox y Zedillo (al menos), que han demostrado que su única preocupación es quedar bien con los poderosos de Washington y de Wall Street. Como lo dijo cínicamente Fox, él sabía que Estados Unidos lo espiaba y no le importó (pues cómo le va a importar que su "patrón" cheque cómo está haciendo el trabajo su subordinado). Su estúpida explicación es que él no hacía nada malo, por lo tanto no tenía nada que temer. Evidentemente ése no es el punto, sino que el Jefe de Estado de un país soberano debe contar con la confidencialidad necesaria en sus comunicaciones para llevar a cabo su labor. Con ésa contestación Fox demostró su absoluta ignorancia sobre lo que significaba ser Presidente de México, y por lo mismo, fue un títere de los intereses de Estados Unidos y de la élite empresarial mexicana.

A Fox no le incomodó que lo espiaran, porque él ya les decía directamente todo lo que querían saber; lo mismo Calderón y Peña, en vista de lo cual es más fácil marcarles copia a las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos de todos los correos y comunicaciones que tenga el gobierno mexicano, y ya de una vez legalizamos que los gringos tengan acceso irrestricto a toda la información gubernamental, privada, empresarial, la que sea.

Todo el "show" de mandar llamar al embajador de Estados Unidos y enviar notitas diplomáticas y hacer declaraciones grandilocuentes, es una gran farsa del gobierno pelele de Peña. Él está más interesado en como aprobar rápido la reforma energética para que su grupo político y empresarios afines, comiencen a hacer negocios con las empresas estadounidenses, y así llevarse grandes tajadas de dinero en los próximos años, dejando exhaustas las reservas petroleras mexicanas. Pues como ya lo aceptó el Director General de Pemex, Emilio Lozoya, la reforma energética no contempla construir nuevas refinerías, sino sólo sacar el petróleo y venderlo (cero transferencia de tecnología, cero valor agregado a través de la transformación del crudo, cero mejorar las capacidades tecnológicas del país).

Los estadounidenses lograron bien su cometido, pues desde hace 30 años gobierna al país una casta de "estadounidenses nacidos en México", que sólo piensan y actúan en función del interés del país del norte, y no de la empobrecida y olvidada mayoría de los mexicanos.




miércoles, 23 de octubre de 2013

Burocracia dorada (23 de Octubre 2013)

Reportan los diarios de México que 4 de los consejeros del IFE (Leonardo Valdés, Macarita Elizondo, Francisco Javier Guerrero y Alfredo Figueroa) que dejarán sus posiciones al finalizar octubre, recibirán una compensación final de 4.6 millones de pesos.
El presidente consejero Leonardo Valdés afirmó que es parte de sus ahorros y de la "liquidación" a que tienen derecho.
Efectivamente, los altos niveles de la burocracia tienen sueldos y prestaciones impresionantes. Por ejemplo, los consejeros electorales del IFE ganarán neto el próximo año $252,823 al mes; el Secretario Ejecutivo del mismo instituto $221,312 (Fuente: Presupuesto de Egresos de la Federación para 2014).
De hecho el Presidente de la República tiene asignado un sueldo neto al mes menor al de los señores consejeros, pues es de $204,825; por cierto muy similar al que obtiene el presidente Obama, $216,341 (U.S. Office of Personnel Management).

Por supuesto, los mejor pagados del gobierno son los Ministros de la Suprema Corte de Justicia que obtienen un sueldo bruto de más de 520 mil pesos al mes -que menos impuestos debe ser de más de 350 mil pesos.
Pero esos sueldos están complementados con prestaciones mucho muy generosas. Sólo para poner un ejemplo, utilizaremos el puesto de Jefe de Unidad en la Secretaría de Hacienda (hay diversos niveles por cada puesto, dependiendo su clave presupuestal y la secretaría a la que pertenece; el que incluimos aquí es el más alto en dicho puesto).
Su sueldo base es de $21,068 pesos, pero su "compensación garantizada" es de 177,976 pesos, que menos impuestos suma un sueldo neto de 141,024 pesos.
Como parte de las prestaciones que un funcionario de este nivel tiene están: Seguro Colectivo de Retiro (el 50% del cual se lo otorga el gobierno, y el otro 50% se deduce de su salario); Seguro Institucional (40 meses de la percepción ordinaria bruta mensual); Gastos Médicos (esto es aparte de su afiliación al ISSSTE) que van de 74 a 333 salarios mínimos vigentes en el D.F.; Seguro de Separación Individualizado en donde el gobierno aporta entre 2 y 10% de la precepción mensual base del funcionario; Prima Vacacional que equivale al 50% del sueldo base por cada uno de los dos períodos vacacionales en el año; gratificación de fin de año, que es discrecional y adicional al Aguinaldo que es equivalente a 40 días de sueldo base; en caso de defunción, pagos equivalentes hasta 4 meses del sueldo base; prima quinquenal por cada 5 años trabajados, de entre 100 y 200 pesos; ¡ayuda de despensa!, como si lo necesitaran, por 77 pesos al mes; además de su afiliación al ISSSTE (el gobierno paga una parte de la afiliación), Fovisste y SAR.
Además, tiene derecho a vehículo, y en ocasiones, dependiendo de la Secretaría, a celular y vales de gasolina; y por supuesto chofer, guardaespaldas (para secretarios, subsecretarios y oficiales mayores) y en los casos de dependencias donde "corren riesgos", un bono por "riesgo"; que por ejemplo en el caso de los Ministros de la Suprema Corte, llega a más de 700 mil pesos al año.
¿Qué tal? No se atienden nada mal ¿Verdad? A costa de todos los mexicanos, los que pagamos y los que no pagan impuestos.
Y en el Poder Legislativo (un Senador gana al mes $165,227 neto), en los organismos autónomos (Banco de México, CNDH, INEGI, etc.), en los niveles intermedios de la administración pública federal (los Directores Generales ganan en la SHCP de 96,976 pesos hasta 136,576), y en los altos niveles de los gobiernos estatales, la cosa es muy similar.
Pero eso sí, no les alcanza para tantas cosas buenas y maravillosas que hacen por nosotros, por lo cual deben subir impuestos.
Es una burocracia dorada, irresponsable, derrochadora, cínica y corrupta, que la mayoría de los mexicanos debemos mantener a cambio de demagogia, mentiras, ineficiencia y políticas públicas criminales (como las que propiciaron el desastre en Acapulco y tantos otros municipios de México, en donde se ha alentado la construcción de viviendas en zonas de riesgo y con materiales y estructuras inadecuadas).
Pero desgraciadamente, ningún sector de la población se indigna, protesta o demanda un cambio en esta situación aberrante, en donde un conjunto de funcionarios públicos ineptos (en el mejor de los casos) tiene hundida a la mayoría de la población en la pobreza, y sus políticas económicas solo sirven para concentrar más el ingreso en una pequeña élite; y por supuesto, en esa burocracia dorada que se consiente a sí misma año tras año.

martes, 22 de octubre de 2013

Espionaje de Estados Unidos (22 de Octubre 2013)

Nuevas revelaciones sobre el espionaje de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, que se refieren a Francia y México, merecen una consideración sobre estos hechos.
 
Como era de esperarse, ya hubo respuestas diplomáticas de ambos países rechazando dichas prácticas y exigiendo explicaciones.
 
Con cinismo, el Departamento de Estado ha contestado que ya ha señalado que realiza labores de inteligencia en todo el mundo, "como lo hacen todos los países", por lo que no comentará más sobre el asunto; y en todo caso, está "revisando" sus políticas y procedimientos en materia de recolección de información.
 
En resumidas cuentas, lo que dice el gobierno de Estados Unidos es "voy a seguir haciéndolo, porque puedo; y sólo voy a revisar mis procedimientos para que no me descubran".
 
Que el espionaje sea una práctica común en las relaciones internacionales, no la hace legal desde el punto de vista del Derecho Internacional Público, ni para ningún sistema jurídico nacional.
 
¿O qué por que hay trata de personas en todo el mundo, o contrabando o venta de órganos, eso minimiza o elimina su ilegalidad y por lo tanto hay que aceptarlo?
 
La respuesta del gobierno de Estados Unidos es la de la superpotencia hegemónica que sabe que prácticamente ningún país tiene los medios tecnológicos y financieros con los que cuentan ellos, para realizar ese espionaje; y ningún país puede castigarlos de algún modo por esas prácticas.
 
Cuando se dieron a conocer los primeros datos filtrados por Edward Snowden, la reacción de Estados Unidos fue que hacía el espionaje como parte de su "guerra contra el terrorismo". Las filtraciones posteriores han dado cuenta que el espionaje no tiene casi nada que ver con eso, sino con información relativa a decisiones políticas y económicas de países considerados "amigos" o "aliados" de Estados Unidos.
 
Es el caso de México, que en el gobierno de Felipe Calderón le abrió las puertas de par en par a las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos, a través de la Iniciativa Mérida, para que conocieran toda la inteligencia que se recaba en el país en materia de crimen organizado y terrorismo.
 
Es decir, oficialmente se le permitió a Estados Unidos, durante 6 años, el acceso irrestricto a la inteligencia recabada por el gobierno mexicano.
 
Pues ni eso les fue suficiente, ya que usaron esa plataforma (la base son las oficinas que están a dos cuadras de la embajada de Estados Unidos, en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México), para enterarse de todo tipo de información relativa al gobierno mexicano, a empresas paraestatales y privadas del país, ONG's, partidos políticos, etc.
 
De ahí que resulta ridícula la supuesta "indignación" de Felipe Calderón por el espionaje del que fue objeto cuando fue Presidente, sobre todo si se toma en cuenta que de acuerdo a las filtraciones de Wikileaks, el gobierno de Estados Unidos se constituyó en uno de los principales apoyos en lo económico y lo político, del débil gobierno calderonista, después de las cuestionadas elecciones presidenciales del 2006.
 
Pero no sólo Calderón es un hipócrita, al "indignarse" por el espionaje de Estados Unidos. También Peña Nieto demostró ya su debilidad ante el poderoso vecino del Norte, cuando se supo sobre el espionaje durante su campaña a la presidencia y cuando ya era Presidente electo. ¿Qué hizo? Como ahora, envió una nota diplomática, a través de Relaciones Exteriores (que seguramente archivaran en el Departamento de Estado), demandando explicaciones y una "investigación" (eso sí es de risa loca), a lo que supuestamente se comprometió el presidente Obama. Investigación que por supuesto no resultará en otra cosa que en una discreta y privada disculpa, en el mejor de los casos, pero sin comprometerse a que no lo seguirán haciendo (de hecho lo siguen haciendo día a día).
 
Brasil demostró que sí ejerce su soberanía, no sólo cancelando la visita de la presidenta Rouseff a Estados Unidos, y denunciando en las Naciones Unidas el espionaje; sino iniciando una operación de protección del flujo de información dentro del gobierno y de empresas estratégicas como Petrobras; y junto con el resto de los llamados BRICS (China, Rusia, India y Sudáfrica), iniciando una plataforma propia de distribución de información, que no dependa de las empresas estadounidenses (como Google, Yahoo, Microsoft, etc.), que ya se ha demostrado están subordinadas a los intereses de seguridad de Washington, y no son confiables en el manejo y en la confidencialidad de los datos.
 
¿Cuál sería una respuesta apropiada, de un país soberano?
 
1. Cancelar la Iniciativa Mérida, en tanto el gobierno mexicano no haya desarrollado una plataforma propia de distribución de información entre las áreas estratégicas gubernamentales.
 
2.  Iniciar, junto con los otros muchos países afectados por estas prácticas del gobierno de Estados Unidos, una ofensiva diplomática en los organismos multilaterales, para regular la presencia y actuación de agencias de inteligencia y de seguridad, mediante una convención internacional. Si bien ello por si solo no detendrá esas prácticas, el punto es ejercer presión política para revisar y vigilar más de cerca lo que hacen las agencias de potencias como Estados Unidos.
 
3. Revisar a nivel nacional y promover a nivel internacional, la regulación de las empresas de internet y telefonía que han sido utilizadas por el gobierno de Estados Unidos, para ampliar sus capacidades en materia de inteligencia.
 
4. Establecer las mismas prácticas que Estados Unidos exige a los miembros de las agencias de seguridad e inteligencia de México, para compartir información; es decir, que se apliquen todos los controles de confianza de manera binacional, y no sólo sean los mexicanos los que tengan que pasar por ellos, dando por descontado que sus contrapartes de Estados Unidos ya los aprobaron en su país. 
 
Es claro que todo esto es mucho pedir para un gobierno subordinado (como lo han sido los gobiernos mexicanos ante Estados Unidos casi siempre) y débil como el de Peña Nieto; pero al menos hay que señalar las posibilidades, que las hay, para minimizar los daños que el espionaje de la superpotencia le ocasiona a nuestro país.
 
 

sábado, 19 de octubre de 2013

Deuda de Estados Unidos (19 de Octubre 2013)

Después de que el Congreso de los Estados Unidos finalmente llegó a un acuerdo para fondear de nuevo al gobierno y elevar el techo de la deuda, el mismo día (17 de octubre) que estaba determinado como el límite para que el Departamento del Tesoro comenzara a quedarse sin fondos, vale la pena hacer algunas consideraciones sobre esta crisis que se generó en el país más poderoso del mundo.

Prácticamente todas las grandes cadenas de televisión, los periódicos, analistas y demás comentaristas de Estados Unidos y de buena parte del mundo, condenaron duramente la actitud tomada por una minoría de diputados (y algunos senadores) del Partido Republicano, que también forman parte del llamado Tea Party, por haber obstaculizado la aprobación del presupuesto y la elevación del techo de la deuda del gobierno, con el argumento de que debía posponerse la implementación de la reforma de salud (llamada "Obamacare") por doce meses, pues su aplicación aumentará la deuda del gobierno de Estados Unidos hasta en un billón de dólares más (un trillón, en inglés) en los próximos años.

Es cierto que ese partido dentro del partido, que es el Tea Party, ha asumido posiciones radicales de derecha en varios temas (política social, migración, deuda), dificultando con ello la capacidad del liderazgo republicano para llegar a acuerdos con los demócratas y con el gobierno de Barack Obama. Sin embargo, también es cierto que dicho partido representa el sentir de una parte del electorado de Estados Unidos, que está alejado de las grandes decisiones de Washington y Wall Street (provienen principalmente del Medio Oeste, Suroeste y Sur del país), viven en pequeños pueblos y ciudades, y normalmente sufren las consecuencias de políticas decididas muy lejos de sus entornos cotidianos, sin que se les tome en cuenta su parecer.

Se les critica su provincianismo, su excesivo apego a la religión (especialmente en sectas protestantes), su falta de información y de conocimiento acerca del mundo; su educación limitada, su racismo y poca visión sobre los grandes temas que afectan a los Estados Unidos; todo lo cual los hace presa fácil de líderes populistas de derecha (como el senador por Texas, Ted Cruz); de grandes empresarios que los manipulan para defender sus intereses (Ruppert Murdoch y su cadena Fox) o de predicadores de pueblo que los obnubilan con su palabrería hueca. Todo ello es cierto, y podríamos decir mucho más sobre esta parte de la población de Estados Unidos, a la que normalmente en las grandes ciudades denominan como "hicks" (rústicos, palurdos).

Tomemos en cuenta que esos millones de blancos de clase media o pobres (como los de las montañas Appalaches), han sido tradicionalmente la "carne de cañón" en las numerosas guerras de Estados Unidos (junto con los negros e "hispanos"); son los que sufrieron la pérdida de sus granjas y pequeños negocios en la Depresión de 1929; son los que volvieron a perder sus pequeñas tiendas, trabajos y casas con el mega fraude urdido en Wall Street y avalado por Washington en el 2008; y son los que reciben el continuo desprecio y "ninguneo" de los grandes centros de decisión del país.

La deuda que se ha venido acumulando en Estados Unidos recae en las espaldas de los trabajadores, agricultores, pequeños comerciantes, etc. del país. De ningún modo esa deuda es pagada por las grandes corporaciones, ni mucho menos por los bancos y grupos financieros, que por el contrario, se benefician con el endeudamiento de gobierno y ciudadanos que son los que finalmente acaban asumiendo el peso de esas obligaciones, por décadas y décadas.

La deuda del gobierno de Estados Unidos, de acuerdo a la propia página web del Departamento del Tesoro de ese país, al 30 de septiembre del 2013, suma $16,738,184,000,000 (dieciséis billones, setecientos treinta y ocho mil, ciento ochenta cuatro millones de dólares).

Al asumir la presidencia Barack Obama en enero del 2009 la deuda ascendía a $10,632,080,000,000 (diez billones, seiscientos treinta dos mil, ochenta millones de dólares).  Es decir, en cuatro años ocho meses, la deuda ha aumentado en 57.4%.

¿Por qué aumentó en esa proporción la deuda? El rescate de los bancos (2008-2009), los programas de estímulo a la economía, impulsados por la Reserva Federal (mediante masivas compras de "activos tóxicos" de los bancos y de bonos del gobierno), con lo que expandió enormemente la emisión de dólares; los altos costos para la atención de la salud y los de defensa (guerras en Irak y Afganistán), dispararon la deuda.

Esta deuda ya había crecido enormemente en el gobierno de George W. Bush (2001-2008), al pasar de $5,716,071,000,000 a ¡$10,632,080,000,000!, es decir un ¡86% MÄS!

Clinton le había dejado a Bush una deuda manejable, pues en los ocho años en que el demócrata estuvo en la Casa Blanca la deuda sólo creció en un 37.5%.

Pero Bush, manipulado por los neoconservadores (Cheney, Rumsfeld, Wolfowitz, Pearl, Feith, etc.), se embarcó en una frenética "guerra contra el terrorismo", que le llevó a expandir enormemente el complejo militar y de seguridad de los Estados Unidos y a intervenir militarmente en Afganistán e Irak, disparando a la estratosfera los gastos gubernamentales en materia de defensa, lo que abultó la deuda. Eso, más el rescate de los fraudulentos bancos y casas de bolsa al final de su administración, llevaron al cielo el endeudamiento gubernamental.

Así que, las políticas irresponsables en materia financiera, de defensa y de política exterior, han sido en buena medida, las que han contribuido a una deuda que ya corresponde a más del 100% del PIB (Producto Interno Bruto) de los Estados Unidos (16 billones de dólares) en 2013.

Son las élites financiera y política de ese país las que han puesto el peso de una deuda brutal, sobre las espaldas de la población.

De ahí que sí, se puede criticar duramente a estos provincianos que no saben nada del mundo y que no comprenden las complejidades de las altas finanzas, ni de las grandes decisiones. Pero lo que si comprenden es que los que deben seguir pagando los "platos rotos" de las políticas irresponsables y hasta criminales de los "señorones" de Washington y de Wall Street, son ellos. Que estos dirigentes, cuando se inventan guerras e intervenciones en medio mundo, esgrimen el patrioterismo más ramplón, para que esos "hicks" a los que desprecian, junto con negros e "hispanos", vayan a dejar su sangre y sus vidas por intereses mezquinos.

Son esos provincianos los que tienen que perder sus casas, negocios y trabajos, por aventuras y experimentos financieros en los que no tienen nada que ver, ni comprenden, para después ver cómo los que son "salvados", son los mismos que los hundieron a ellos, es decir, los defraudadores de Wall Street. Y serán ellos los que tengan que pagar con su trabajo y sus impuestos, la deuda que tan generosamente asumen en su nombre los políticos y financieros que manejan a su antojo a los Estados Unidos.

martes, 15 de octubre de 2013

Calderón, el acomplejado (15 de Octubre 2013)

Cuando no te aceptas como eres: chaparro, prieto, gordo, calvo, feo. Entonces, necesitas reafirmarte de algún modo, a costa de lo que sea: de tu tradición, de tu educación, de tus compatriotas, de tu país. Lo que importa es que te sientas bien contigo mismo.
Desgraciadamente en algún momento de tu vida; en tu infancia, en tu adolescencia, alguien te hizo ver que no encajabas en la élite; entonces tú mismo te convenciste de que tenías que ser blanquito, delgado, de ojo azul y de preferencia con algún ancestro extranjero (por eso tu adoración a Mouriño); para así poderte valorar, sentirte "superior" a los otros mestizos. Más aún, tenías que estudiar en Harvard, que te aceptaran y te apapacharan los gringos (darles todo a cambio de nada); y por último, pero no menos importante, tener una esposa blanca, delgada, más alta que tú, para así sentirte de la élite y que los Azcárraga, Slim, Chedraui, Alemán, Bailleres (que siempre te han despreciado), te invitaran a sus casas, te consideraran uno de los "suyos"; eso era "hacerla". Por fin poderle decir a tu "papi", LLEGUË.
Si a eso le sumamos que llegaste a la presidencia gracias a los "cochupos" de Elba Esther; a los "amarres" que hizo Espino con los gobernadores priistas, al dinero extra que te dieron los grandes empresarios (para que defendieras como perro faldero sus intereses), entonces se entiende tu inseguridad, tu poca visión, tu mediocridad, tu dependencia de Genarito, que te vendía "guerras mundiales" en mapas, para que te sintieras Churchill (JA, JA, JA).
Dejaste un país a merced de una superpotencia en decadencia; con 60 mil muertos por tu guerrita, sintiéndote que estabas en El Alamein; con un 187% más de deuda para el país; con una corrupción desbocada; y por si fuera poco, acabaste a tu partido, que ahora es sinónimo de cinismo, corrupción y decadencia.
Y por todo eso, te premian en Estados Unidos. En donde más si no.

jueves, 10 de octubre de 2013

Minoría super poderosa (10 de Octubre 2013)

La designación de Janet Yellen como la nueva presidenta de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), ha generado un alud de comentarios de admiración y muy favorables sobre ella en diversos medios de comunicación y en las redes sociales. Se ha difundido con profusión sus estudios y trayectoria y se le califica como una persona tan preocupada por mantener a raya la inflación, como en la necesidad de seguir estimulando a la economía de Estados Unidos para que se creen los empleos que tanto necesita la población. Sin embargo, en todos esos comentarios y análisis se omite deliberadamente que esta señora forma parte del mismo grupo de tecnócratas -vinculados por estudios en las mismas universidades o por haber trabajado en el gobierno o en instituciones financieras, que llevaron al desastre a la economía de Estados Unidos y a la del mundo entero hace 5 años.
Janet Yellen forma parte de una minoría super poderosa que maneja las finanzas de los Estados Unidos, y a través de ellas, las del planeta, constituida por los mega bancos (ahora más fuertes y consolidados, después de que eliminaron a varios competidores con la crisis del 2008) que controlan a la Reserva Federal de los Estados Unidos. Como se sabe, la Reserva Federal es un sistema constituido por 12 bancos regionales, los que a su vez pertenecen mediante acciones, a unos cuantos bancos privados de Estados Unidos (Citigroup, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Bank of America, entre los más relevantes);  la FED tiene la potestad de imprimir dinero y prestarlo, tanto al propio gobierno de los Estados Unidos, como al resto de instituciones financieras que componen el sistema. Ni el presidente, ni el Congreso de Estados Unidos pueden controlar o limitar ese poder de la Reserva Federal, que quedó establecido en su ley fundamental, aprobada casi a escondidas por los legisladores estadounidenses (a los que encontraron, pues muchos estaban de vacaciones), el 23 de diciembre de 1913 (hace casi 100 años).
Yellen jamás abrió la boca para alertar (antes de que sucediera), o denunciar las prácticas abiertamente fraudulentas, o por decir lo menos, irresponsables de los mega bancos que se dedicaron a "envolver" en instrumentos financieros muy complejos, como los derivados, los miles y miles de millones de dólares de préstamos hipotecarios que se habían otorgado por casi 15 años en los Estados Unidos, a personas sin capacidad de pago y que por lo mismo, eran una bomba que iba a estallar en cualquier momento. Estos bancos, que formaron parte de ese gran esquema de préstamos irresponsables, se dieron a la tarea de esconderlos en numerosos fondos e instrumentos de inversión, deuda y cobertura, que diseminaron por todo el mundo (como una verdadera enfermedad), con lo que la crisis que sólo hubiera afectado al sistema financiero de Estados Unidos (con eso ya se hubiera convertido en una crisis internacional), se esparció por todo el mundo. Uno de los principales culpables de toda esta maquinación fue el entonces presidente de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal, Alan Greenspan, que primero alentó (junto con el entonces Secretario del Tesoro Robert Rubin) a que se otorgaran esos créditos hipotecarios riesgosos (los subprime, denominados así porque no llegaban a la calificación máxima de prime, es decir, contar con las suficientes garantías de que podían ser pagados), y después reventó a esos incautos que pidieron los préstamos, al elevar las tasas de interés, de prácticamente uno por ciento de interés en el 2001, a casi 6% para principios del 2007, con lo que el pago de intereses por dichos créditos (todos pactados a tasa variable, pues eran subprime), se fueron a la estratosfera, al subir en un lustro casi un ¡600%!
La señora Yellen, junto con Ben Bernanke (entonces el segundo de abordo de Greenspan) vieron y vivieron todo esto, y en ningún momento alzaron la voz para criticar, denunciar o proponer correcciones de fondo sobre este atraco. Es decir, ella forma parte de esta cábala de usureros y defraudadores que manipulan las finanzas internacionales a su antojo. Además, no contentos con haber defraudado cientos de miles de millones de dólares mediante estas operaciones riesgosas, los mega bancos y las casas de bolsa como Goldman Sachs apostaron contra los mismos instrumentos financieros que ellos colocaron en todo el mundo. Las bolsas son como un casino, y en diferentes formas se puede especular sobre si el precio de una acción o de un bono o un fondo de inversión o deuda, subirá o bajará en el futuro. Por supuesto, estos bancos y casas de bolsa que fraguaron el fraude, sabían que los instrumentos en los que "envolvieron" los miles y miles de créditos malos, se derrumbarían, por lo que los tres últimos años antes de que iniciara la catástrofe (que ellos propiciarían), estuvieron apostando a que los precios bajarían; y cuando finalmente sucedió, se embolsaron miles de millones de dólares más.
Para terminar, estos ladrones pusieron a uno de los suyos como secretario del Tesoro en el gobierno de George Bush, Henry Paulson, quien había sido toda su vida empleado de Goldman Sachs. Cuando vino el crash, Paulson se apresuró a exigir 700 mil millones de dólares para "salvar" a los bancos. Por supuesto, los consiguió de los ingenuos legisladores estadounidenses, que así llenaron aún más los bolsillos de los usureros de Wall Street; quienes en el camino fueron desechando instituciones financieras que ya no eran útiles, y consolidaron unos cuantos mega grupos financieros desde donde están ya preparando la siguiente crisis mundial, que los dejará aún más ricos y poderosos de lo que ya son. Así que todos esos comentaristas que se están derritiendo por la simpática señora Yellen, harían bien en poner un poco de mayor atención sobre los verdaderos intereses que ella va a proteger: los de sus patrones, los banqueros y casa bolsistas de Wall Street.

Poder para la gente

lunes, 7 de octubre de 2013

Reformas para unos cuantos (7 de Octubre 2013)

La reformitis es una enfermedad de la política mexicana. Cada sexenio se cree que con cambiar ad nauseam la Constitución y las leyes, por arte de magia el país se transforma. Sólo basta ver la cara de circunspección y de éxtasis de diputados/senadores y sobre todo de diputadas/senadoras, cuando se aprueba una nueva modificación al texto constitucional o a una ley considerada importante, para darse cuenta que se sienten realmente los padres y madres de la patria. Eso, a pesar de que el 95% de ellos ni siquiera leen lo que aprueban, y el 99% no participa en la elaboración y redacción de dichas reformas, pues esos diputados y senadores son puestos ahí por la cúpula de sus partidos, por gobernadores, secretarios de estado, grandes empresas y por supuesto por el círculo cercano del presidente en turno, para que aprieten el botón o levanten el dedo cuando se les indique, y aplaudan o abucheen cuando se les diga; pero no para ejercer su responsabilidad de representar con lo mejor de sus capacidades (que no son muchas) a la ciudadanía que teóricamente los eligió, y que generosamente les paga sus altísimas remuneraciones a través de los impuestos.
Normalmente los grupos de presión, especialmente las grandes empresas, tienen un enorme poder de cabildeo para que se aprueben reformas que les favorezcan, y para obstaculizar las que no les conviene.
Así, en la nueva ley de telecomunicaciones, las grandes empresas de televisión abierta lograron que sus canales sigan cobrándosele a los abonados en la tv de paga, a pesar de que ello es a todas luces un abuso. Sin embargo, ello no cambió gracias al poder de las dos grandes televisoras que dominan en el país.
Los bancos también lograron en la reciente reforma financiera, unas condiciones verdaderamente aterradoras para la ciudadanía, en el caso del cobro de adeudos, pues ahora hasta cárcel y congelamiento de todas sus cuentas y bienes pueden aplicar contra los deudores: En cambio, la enorme cantidad de fraudes, robos de identidad y abusos de estas instituciones usureras y explotadoras nunca es investigado por las autoridades y mucho menos castigado. En suma, todo el peso de la ley para el débil, y todas las ventajas para el fuerte. Esa fue la parte relevante de la reforma financiera; olvídense de que aumente o se facilite el crédito, ahí no van a dejar de apretar estos hijos de Shylock.
En la reforma educativa, si bien se le da una necesaria corrección a los excesos del sindicato magisterial, a través de la nueva ley de profesionalización docente, el gobierno y los grandes empresarios se extralimitaron al convertir la evaluación en un instrumento de control político, mediante el cual tendrán amenazada a la planta docente con la posibilidad del despido, en vez de utilizarla como un incentivo para el mejoramiento de las capacidades y habilidades de los maestros.
En el caso de la reforma energética, la propuesta gubernamental (ya no hablemos de la del PAN), implica no un fortalecimiento de Pemex y CFE, sino su debilitamiento ante las grandes empresas transnacionales, que ahora podrán competir por contratos, sin que las dos empresas paraestatales cuenten con los instrumentos jurídicos y con el financiamiento necesario para hacer frente a dicha competencia. Es decir, se les pone a competir con una mano amarrada a la espalda, enfrentando a pesos pesados, mientras que Pemex y CFE, cuando mucho llegan a peso ligero.
En resumidas cuentas, una cosa es hacerle caso a la interminable y persistente propaganda gubernamental sobre la maravilla de las reformas, y otra muy distinta es ver dichas reformas en su verdadera dimensión, esto es, a quién van a beneficiar principalmente. Como dice el dicho "el que hace la ley, hace la trampa". Y los mexicanos, una vez más, hemos caído en la trampa que nos tienden, un día sí y otro también, los poderosos y abusadores de siempre.

miércoles, 2 de octubre de 2013

A 45 años (2 de Octubre 2013)

Hoy se cumplen 45 años de los trágicos sucesos del 2 de octubre de 1968, acaecidos en Tlatelolco, cuando francotiradores enviados por el Jefe del Estado Mayor Presidencial, General Manuel Gutiérrez Oropeza; miembros de la Dirección Federal de Seguridad de la Secretaría de Gobernación (encabezada por Luis Echeverría Álvarez) y del Ejército Mexicano (el secretario de la Defensa Nacional era el General Marcelino García Barragán), iniciaron un tiroteo indiscriminado en los momentos en que se realizaba un mitin convocado por el Consejo Nacional de Huelga.
La bibliografía sobre este hecho en particular, y en general sobre los sucesos que se verificaron en la ciudad de México entre julio y octubre de ese año tan significativo, es muy amplia y en general describe con precisión, ya sea los hechos acontecidos, las causas, los actores y las consecuencias que estos eventos han tenido en la vida política nacional. Por ello, remito a los interesados a una parte de esa bibliografía que está contenida en dos libros (Zermeño, Sergio; México: Una democracia utópica; Siglo XXI Editores; 2a. edición; 1981; y Gómez Miguel Raúl, El 68 Mexicano. Una semblanza informativa para jóvenes; Editorial Trillas; 1a. edición; 2008) y me centraré en el significado que el 68 tiene para la vida política del país, hasta el grado en que aquellos que en su momento eran calificados al principio del movimiento estudiantil, por los políticos del sistema, como revoltosos y después casi como traidores a la patria; ahora son considerados como iniciadores de la democratización de México y como ejemplos a seguir para las nuevas generaciones. Cómo cambian los tiempos.
Se ha hablado hasta el cansancio sobre el proceso de democratización de México, considerando al 68 como el parte aguas entre el sistema autoritario representado por la hegemonía del PRI y sus corporaciones (sectores obrero, campesino y popular), y el lento pero inexorable cambio que llevó a dicho sistema a abrirse a la pluralidad, a mayores libertades (de expresión, manifestación y de participación política), y a la aceptación de que la sociedad mexicana ya no era una menor de edad y podía definir el rumbo que seguiría el país en el futuro.
¿Qué tanto es exacto o se ha exagerado el aporte de los muchachos (hoy sesentañeros) del 68 a la democracia mexicana?
Es difícil decirlo, pero entre los que vivieron esos días, aquella gesta es trágica y dolorosa por un lado (por lo que tuvieron que sufrir en persecución, exilio y muchos en prisión por parte del gobierno, además de los muertos que el sistema se cobró, no sólo ese día), pero por otro lado, fue memorable por lo que significó para sus vidas (para cientos de ellos marcando definitivamente su existencia) y para los derroteros que siguió el sistema político mexicano.
Para distintos analistas, el que los jóvenes de clase media, beneficiarios del llamado "milagro mexicano" fueran precisamente los que cuestionaran al poder, su cerrazón, las desigualdades de una sociedad autocomplaciente, que se negaba a ver sus lacerantes realidades (como olvidar los ataques desde el poder a la película de Luis Buñuel "Los Olvidados", porque "denigraba" a México), era la mejor muestra de que el pacto generado por las élites, clases medias y obreros y campesinos después de la Revolución, estaba resquebrajado y era necesario buscar un nuevo reacomodo, a riesgo de que el sistema todo estallara en enfrentamientos, anarquía y represión generalizada.
Como sabemos Luis Echeverría, actor principalísimo de estos acontecimientos (junto con el máximo responsable, el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz), una vez en la presidencia, trató de encauzar la protesta estudiantil para renovar al propio sistema, inventándose la famosa "apertura democrática" y la incorporación de muchos jóvenes a la administración pública.
Sin embargo, al mismo tiempo se encargaba de terminar de descabezar al movimiento estudiantil con la conocida matanza del "Jueves de Corpus" en 1971, con lo que el movimiento estudiantil como tal terminó (además de que Echeverría lo aprovechó para cobrarle viejas cuentas a su enemigo político Alfonso Martínez Domínguez).
La apertura mediatizada y manipulada de Echeverría y los reflejos autoritarios del propio sistema, llevaron al cierre de canales efectivos de participación política, lo que aunado a la radicalización de muchos participantes del movimiento del 68, desembocó en la guerrilla urbana de los años setentas, que así se sumó (no orgánicamente, sino como reto al gobierno) a los movimientos y expresiones armadas que ya existían en el sector rural de  Morelos, Guerrero y Oaxaca desde fines de los años cincuenta y mediados de los sesenta (Jaramillo, Cabañas, Vázquez).
El fracaso del proyecto echeverrista, intentando renovar en la superficie, que no de fondo al sistema político, con una retórica de supuesta independencia respecto a la potencia hegemónica (Estados Unidos), pero en realidad sin cambiar los elementos estructurales que hacen de México un país dependiente del vecino del norte, y su enfrentamiento con las élites empresariales al tratar de obligarlos a pagar por sus proyectos de mayor justicia social y  de proyección internacional de México, llevaron al país a una seria crisis política y económica al finalizar el sexenio.
Si sopesamos en una balanza qué tanto influyó el movimiento estudiantil en acelerar la crisis del sistema surgido de la Revolución, es indudable que constituyó un punto de inflexión muy importante, ya que desnudó al poder en sus mentiras, debilidades e insuficiencias, obligando al siguiente presidente a intentar una reconstrucción de alianzas y de objetivos, que se demostró era imposible, pues el sistema tenía en sus entrañas las contradicciones, que lo llevaban inexorablemente a su destrucción.
Sí, en ese sentido, el movimiento del 68 fue un "empujón" muy relevante para que la élite gobernante se viera en el espejo e intentara reconfigurarse para continuar en el poder. En ese sentido, la reforma política de 1978, si bien no se le puede adjudicar por completo al movimiento estudiantil del 68, sí puede reivindicársele con una parte del mérito, ya que sin esa crisis de identidad del sistema, quizás el ciclo de reformas políticas que se inician en el 78 hubiera tardado mucho más tiempo en iniciarse.
Pero asignarle a dicho movimiento casi la paternidad de la muy imperfecta y cada vez más criticada democracia de hoy, es un despropósito.
Ahora, porqué afirmar que el sistema llevaba en sus entrañas las contradicciones que lo destruirían, si hoy los priístas están de nuevo en el poder.
Bien, pues resulta que este PRI tiene muy poco que ver con el PRI de los sesentas y setentas. En 1982 murió el viejo PRI creado por Calles (PNR), perfeccionado por Cárdenas (como PRM), después modificado por Alemán (PRI) y consolidado con el "tapadismo" por el viejo lobo de mar Ruiz Cortines.
La política económica neoliberal implantada desde hace 30 años, el desfonde de los sectores del "partidazo" (obrero, campesino y popular), la derechización de la política en general, hasta el grado de que México ya sufrió (y de verdad sufrió) dos gobiernos panistas a nivel federal, y la siempre presente balcanización de la izquierda, pero prevaleciendo los segmentos "modernos" (Ebrard), "responsables" (los "Chuchos") o simplemente derrotados (el cardenismo), por sobre los movilizados (CNTE, SME, Morena) o anti sistémicos (EPR, ERPI, EZLN, etc.), indica que la democracia mexicana avanzó desde el 68 en aspectos formales (elecciones no tan fraudulentas, pero aún cuestionadas), mayor libertad de expresión, mayor pluralidad política en todos los ordenes de gobierno, y mayor presencia (que no influencia) de la sociedad civil en la vida política del país. Pero en los de fondo, esto es, en limitar o en su caso desmantelar poderes fácticos que han secuestrado partes cada vez más grandes de la vida económica, social y hasta política del país (llámense grandes consorcios, medios de comunicación privados o cárteles del narcotráfico); revertir la enorme desigualdad que caracteriza la vida social y económica; promover una distribución más equitativa del ingreso, o lograr una sociedad en donde se erradique la impunidad y se alcance un verdadero estado de Derecho; en esos aspectos no existen avances, ya no digamos significativos, ni siquiera perceptibles.
De ahí que si los jóvenes del 68 iniciaron un movimiento con el objetivo de cambiar una sociedad autoritaria, desigual, cerrada, pueden sentirse satisfechos de que pusieron un granito de arena que siempre será recordado. Pero la realidad es que el rumbo que ha tomado nuestro país, especialmente en los últimos 30 años es ominoso, lo que no puede reprochársele a un movimiento que se verificó hace 45 años, y que desgraciadamente a estas alturas sirve lo mismo para la izquierda que para el gobierno, y hasta para la derecha, con objeto de reivindicar sus muy particulares y estrechos intereses.

Bienvenida

Bienvenidos a este espacio de reflexión sobre los acontecimientos actuales de la política nacional e internacional. A través de artículos de análisis daré una visión propia sobre el rumbo que nuestro país está tomando mediante las acciones, opiniones y decisiones de los diferentes actores políticos y sociales.

Así también, presentaré mi visión sobre los principales acontecimientos y tendencias que se observan en el ámbito de las relaciones internacionales, siempre vinculándolos con la realidad nacional y los efectos que tienen en las vidas del hombre y la mujer comunes, casi siempre olvidados en las grandes decisiones que toman los gobernantes o los grandes empresarios tanto a nivel global, como en lo nacional y lo local.