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Zapata

lunes, 29 de junio de 2015

GRECIA: EJEMPLO DE RESISTENCIA

El sistema financiero mundial ha decidido dar un ejemplo con Grecia, tratando de aplicar un programa de austeridad brutal[1] que disminuiría aún más el poder adquisitivo del salario de los que trabajan, seguiría hundiendo al resto de la población que no tiene trabajo (casi el 30% de la población económicamente activa), golpearía salvajemente a los pensionados, que por lo general son los que menos ingresos tienen; y en general, convertiría al país en un campo de trabajos forzados para pagar la descomunal deuda que los gobiernos anteriores asumieron en nombre del pueblo griego, y que fue a dar a las cuentas de los corruptos políticos y oligarcas de ese país (buena parte de esa operación corrió a cargo de esa criminal institución encargada de defraudar a países enteros, Goldman Sachs).
Los encargados de cobrar esas deudas son los burócratas de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (la “troika”), y quienes otorgaron esos préstamos originalmente son bancos alemanes y franceses, principalmente.
De lo que se trata es de doblar al recientemente electo gobierno de izquierda griego, encabezado por Alexis Tsipras de la coalición Szyriza, para así dar una lección a cualquier otro país que haga el mínimo intento de retar a las cúpulas financieras mundiales, demostrando que pueden hundir a quien se rebele a los mandatos de los banqueros y financieros internacionales, y de esa manera evitar un efecto demostración que pondría en riesgo sus descomunales ganancias y su dominio de la economía mundial, que se basa principalmente en obligar (o convencer, mediante las corruptas subclases políticas nativas) a asumir deudas gigantescas a los países, que eventualmente terminan por quebrarlos, y ello los lleva a asumir los onerosos planes de “rescate”, que llevan a la privatización forzada y a precios de descuento de la mayor parte de los activos públicos del país en cuestión; sin que por lo demás se acabe de pagar la eterna deuda que se asumió en primer lugar.
Pero el actual gobierno griego está resistiendo lo más que puede las presiones de los usureros internacionales, para lo que está tratando de comprometer a la mayor parte del pueblo griego a que lo apoye, rechazando la política económica que se aplicó en los últimos años en ese país y que ha llevado al país a la bancarrota y a un aumento acelerado del desempleo y la pobreza.
Tsipras no la tiene fácil, ya que si rechaza lo que ha llamado correctamente como “chantaje” y ultimátums de los usureros internacionales, implicaría que Grecia se quedaría sin fondos, se le cerrarían todos los medios de obtener divisas y la falta de liquidez en la economía provocaría el caos, que seguramente llevaría a la población (y muy probablemente a las mismas fuerzas armadas), a demandar la caída del gobierno de Tsipras.
Eso es justamente lo que quiere la llamada “troika”, poner al gobierno griego entre la espada y la pared para obligarlo a aceptar sus términos, o lanzarlo al caos económico y social.
Tsipras y su gobierno aún tienen algunas opciones como establecer el control de capitales, limitar la cantidad de dinero que la población puede retirar de los bancos (ambos ya los decretó este fin de semana), con la evidente insatisfacción de la mayoría de la gente; y principalmente, contra atacar decretando que toda la deuda asumida por los anteriores gobiernos corruptos de Grecia será repudiada, lo que pondría a los bancos afectados y a la “troika” ante la perspectiva de no cobrar nada. Así también, Tsipras podría definir la salida del sistema euro (tal como lo está la Gran Bretaña), y reasumir al dracma como la moneda nacional, lo que conllevaría de entrada una devaluación de la moneda muy significativa (entre 30 y 60%), pero le daría a Grecia la soberanía monetaria que ahora no tiene y la desligaría de las decisiones de los burócratas de Bruselas en este ámbito. Claro que los costos sociales y económicos pueden ser muy altos, y por ello Tsipras requeriría del apoyo popular (alrededor del 75% de la población debería apoyarlo), lo que implicaría quizás nuevas elecciones para definir si cuenta con ese apoyo o no.
De lo que no cabe duda es que Grecia es un ejemplo de lo que va a ser una lucha continua entre muchos países subdesarrollados o emergentes con los usureros internacionales, ya que el sistema financiero internacional se encuentra en una etapa de crisis, en vista de que la cantidad bestial de dinero que se le ha inyectado al mismo (los Quantitative Easing de Estados Unidos desde el 2008, más los que han aplicado Japón y el Banco Central Europeo), sumada al “Everest” de instrumentos financieros que acumulan una deuda estratosférica (principalmente los derivados); más las deuda trillonaria de Estados Unidos, que sigue manteniendo artificialmente su sistema capitalista a través de la invención de dinero, ya superó la capacidad de manipulación y de “colocación” de toda esta megamontaña de papel sin valor, por lo que ahora los usureros requieren “revalorizarla”, al menos en parte; y eso sólo se logra con activos reales, tales como yacimientos de petróleo (probados y probables; ahí está la reforma energética de México como parte de este diseño), minas, tierras de labor, agua (por ello ahora los usureros internacionales buscan privatizar toda la distribución de agua del planeta), sistemas de transporte público, escuelas y hospitales de los sistemas gubernamentales, etc.
El dinero en papel o virtualmente (cuentas en las computadoras), no vale nada, si no está respaldado por el trabajo del ser humano o al menos, por activos tales como recursos naturales, que aún sin explotar, se les pueda asignar un valor (como lo hacen las petroleras, al contabilizar los yacimientos no explotados como parte de sus activos). Por ello ahora la urgencia de los usureros es adquirir a través de cobros de deudas, fraudes o guerras, la mayor cantidad de activos que puedan, para evitar que la gran mayoría de la estratosférica cantidad de “capital” que tienen en sus manos, se quede sin valor real, a menos que esté respaldado por la economía real, esa a la que ellos desprecian y estrangulan cotidianamente con sus especulaciones y manipulaciones en las bolsas y en las instituciones financieras internacionales.
¿Saldrá avante el pueblo griego de ésta situación? Se ve muy complicado, pero lo que no puede dejar de hacer es luchar por lograrlo, pues ello servirá como ejemplo para muchos otros pueblos que tendrán que hacerlo (quieran o no), en los próximos años, aún sea sólo para sobrevivir.




[1] http://www.lavanguardia.com/economia/20150628/54433081110/troika-publica-medidas-exigia-grecia-tsipras-rechazo.html

jueves, 25 de junio de 2015

PRIAN: agenda gringa
John Saxe-Fernández
La Jornada, Jueves 25 de Junio de 2015

La agenda económica, de seguridad y migratoria pactada por el Ejecutivo con beneplácito oligárquico y adoptada por el PRIAN para el segundo tramo del sexenio, es la dictada por Washington. La adhesión de Los Pinos al ultra-secreto Acuerdo Trans/Pacífico del que hasta ahora se conocen ominosos detalles gracias a algunas fugas es de un sometimiento tan desleal al interés público nacional, como su adhesión a la guía policial-militar del Departamento de Defensa (DdD) a través del comando norte, de la Iniciativa Mérida en el combate al crimen organizado y a la tutoría del Departamento de Seguridad del Interior (DHS, en inglés) sobre migración y manejo fronterizo. Después del alud de reformas estructurales y de contar con una mayoría adosada con el Partido Verde y el Panal, no han desaparecido ni el dinosaurio ni el elefante que, según el finado ex primer ministro Pierre Trudeau, yace entre México y Canadá.
En materia migratoria ¿estamos realmente, como dice Amnistía Internacional, en presencia de una falla generalizada de voluntad de las autoridades mexicanas para investigar hechos violentos y de violación de derechos humanos cometidos contra migrantes, principalmente centroamericanos en su paso a Estados Unidos (EU) o, dado lo sistemático de dicha falla, de una política deliberada que transforma al país entapón migratorio; en territorioextremadamente peligroso para personas en tránsito, con su secuela de ejecuciones extra-judiciales, desapariciones forzadas, fosas comunes, extorsiones, violaciones y todo tipo de ataques contra migrantes, con autoridades federales y estatalesmás ansiosas por expulsar gente que por salvar vidas? (La Jornada19/6/15 p.7) Más que anómalas las omisiones en la indagación de hechos violentos y el aumento de tales ataques serían parte de la rutina: entre 2013 y 2014 el secuestro de migrantes se multiplicó por 10, pasó de 62 denuncias en 2013 a 682 en 2014cifra que podría aumentar en el presente año (ibid).
Fue la alarma de Felipe Calderón ante la propuesta de AMLO de restablecer el servicio de pasajeros por ferrocarril lo que visibilizó lo deltapón migratorio. En un debate presidencial, Calderón se opuso porque agilizaría el tránsito de personas al norte, evidenciando, de paso, su apego a la agenda de seguridad de EU en México, que además de criminalizar la migración forzada, fue retomada por el peñismo al prohibir viajar en el techo del tren de carga (la bestia) parte del plan Frontera Sur que recrudece persecución y maltrato contra migrantes haciendo más mortífero y riesgoso el viaje hacia EU. La subordinación de Calderón y Peña a la política militar de EU, endosando la participación mexicana enoperaciones de mantenimiento de paz, fue un boleto de peso en la ruta de ambos a Los Pinos concitando el apoyo del aparato de seguridad civil y militar de EU. Así se infiere, en el caso de Calderón, del cable del embajador Garza al Departamento de Estado sobre el contexto electoral con motivo de la visita de Donal Rumsfeld en abril de 2006 (06MEXICO1889 Wikileaks/La Jornada): “dos de los tres candidatos … continuarían con la resistencia mexicana a enviar tropa al extranjero. Si el PAN regresa (al poder) presionará a favor de mayor papel militar en el extranjero”.
Con este boleto en el bolsillo, apenas llegó a Los Pinos el panista decidió tanto lanzar la guerra alnarco, desatando una tragedia humana de enorme calado, como dar entrada a tropa y equipo militar de EU en puertos, aguas territoriales y fondeaderos, aeropuertos y puntos clave del territorio, a la instalación de bases: trató de abrogar la Ley para Conservar la Neutralidad del País (Ley de Neutralidad) promulgada por Lázaro Cárdenas en noviembre de 1939 (El Universal, 20/4/07). Se trata de un diseño de seguridad del que Michel Chossudovsky ha ofrecido detalles: conocido como integración profunda de América del Norte es un diseño post-westfeliano impulsado por el Foreign Relations Council, alto cabildo empresarial-bancario y del aparato de seguridad planteado en 2006 en una junta secreta realizada en Banff, Alberta. Trátase de un desborde castrense de EU que deroga, mediante la desnacionalización de los instrumentos para el ejercicio de la violencia legítima, la jurisdicción de los Estados-nación mexicano y canadiense que, de paso, aniquila la noción westfeliana de igualdad jurídica de los estados a favor de EU (LJ,26/4/06).

EU no quita el dedo del renglón: en 2015 la intentona para anular la Ley de Neutralidad la protagoniza el PRI que recién presentó una iniciativa para abrogar esa ley (LJ/15/6/15/p.7). Goebbelianos que son, los mándamases prianistas olvidan lo que el general Roberto Badillo, ex secretario de la Comisión de Defensa, y el diputado Carlos Rojas argumentaron en 2007: que México estaría arriesgando vidas en conflictos que no nos atañen y queal derogar esta ley (se) nos coloca en un plano a disposición de la ONU y del país más poderoso que es EU.

miércoles, 24 de junio de 2015

POLÉMICA POR LAS DECLARACIONES DE DONALD TRUMP

El pasado 16 de junio el multimillonario (4 mil millones de dólares según Forbes), Donald Trump se sumó a los varios precandidatos a la presidencia dentro del Partido Republicano, haciendo una serie de declaraciones que generaron polémica en Estados Unidos y en varios países del mundo, especialmente en México.
Lo que más se le ha criticado a Trump en nuestro país es que haya calificado a los inmigrantes indocumentados mexicanos como criminales y violadores, además de que le quitan el trabajo a los estadounidenses; así también, calificó a México como la “nueva China”, pues los empleos vienen a dar a nuestro país, debido al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por lo que también se ha manifestado en contra de que Estados Unidos firme el Acuerdo Transpacífico y el de Comercio e Inversión con Europa, pues serían perjudiciales para la economía estadounidense. Trump también manifestó que construiría un muro en toda la frontera con México y haría “pagar” al gobierno mexicano por él.
Si bien es cierto que Trump refleja muchos prejuicios y la xenofobia de quizás el 50% de la población de ese país que se identifica con el Partido Republicano, que en su mayoría es un electorado blanco, de clase media, que vive en ciudades medianas o pequeños pueblos y que es muy influenciado por los medios de comunicación más derechistas, como la cadena de televisión Fox; también es cierto que refleja las preocupaciones de una parte de la élite económica de Estados Unidos que está viendo erosionado su poder económico con la globalización y que cada vez más, están quedando fuera del círculo de toma de decisiones en Washington y Nueva York.
En una encuesta realizada por la Universidad de Suffolk (dada a conocer por CNN) en el estado de New Hampshire, uno de los primeros estados donde se realizarán elecciones primarias, el primer lugar fue para Jeb Bush con 14% de preferencias, el segundo para Trump con 11%, el tercero para el gobernador de Wisconsin, Scott Walker con 8% y el cuarto para el senador por Florida, Marco Rubio con 7%.
Si bien es cierto que aún es muy temprano para poder hacer pronósticos sobre quién será el candidato del Partido Republicano, llama la atención que en unos cuantos días Trump se haya ubicado rápidamente entre los punteros en uno de los primeros estados en donde se realizarán primarias, lo que indica que su mensaje radical, sus declaraciones poco fundamentadas y hasta disparatadas y su éxito empresarial, está siendo bien recibido por el elector común de Estados Unidos, que por lo general no tiene gran información acerca del mundo, la economía, la política internacional, etc. y se deja llevar fácilmente por charlatanes como Trump.
En el caso de México era natural que se expresara rechazo de la sublcase política y de la sociedad hacia las declaraciones de Trump contra los indocumentados mexicanos, que después ha tratado de matizar señalando que conoce y le caen muy bien muchos mexicanos.
Lo cierto es que Trump está muy mal informado sobre las supuestas ventajas que ha logrado México, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, pues si algo ha sucedido en los últimos 21 años, desde la entrada en vigor del mismo, es un empeoramiento del nivel de vida de los mexicanos en general (no así de las élites política y económica de este país).
Para empezar, si bien la productividad de Estados Unidos se elevó  desde 1993 hasta la fecha en 193% en la industria manufacturera, y la de México en un 183.5%, el ingreso y el poder adquisitivo no ha subido en la misma proporción[1]. Así, mientras en enero de 1994 el tiempo de trabajo necesario que una persona tendría que laborar para poder adquirir la canasta alimenticia recomendable (CAR) era de 12 horas con 53 minutos; hoy el tiempo para adquirir esa misma canasta es de 22 horas con 53 minutos. Es decir, a pesar de que la productividad aumentó casi 200% en el país, un trabajador promedio tuvo que trabajar casi 100% más tiempo para adquirir la misma cantidad de alimento y bienes básicos[2].
El 66% de la Población Económicamente Activa en México gana menos de tres salarios mínimos al mes (6056 pesos), y el 60% trabaja en la economía informal (sin ninguna prestación social, ni derechos laborales básicos),[3] por lo que las afirmaciones de Trump de que México es el que se beneficia con el libre comercio son evidentemente una falacia.
Sin embargo, el punto importante que hay que señalar aquí es que Trump, aún dentro de sus exabruptos y exageraciones, tiene un punto a su favor, y es que su rechazo a los tratados Transpacífico y de Comercio y de Inversión con Europa, puede ayudar a retrasar y quizás detener la aprobación de estos dos engendros que terminarán con lo poco de soberanía que le queda a países como México, que han abierto su economía de la manera más criminal, con objeto de enriquecer a unas cuantas grandes corporaciones y a políticos corruptos, sin dejar ningún beneficio real a las grandes mayorías del país, que están cada vez más empobrecidas.
Toda la política económica neoliberal implantada en México desde inicios de los años ochenta del siglo pasado ha resultado catastrófica para el nivel de vida de las ¾ partes de la población mexicana.
Por ejemplo, en 1981, cuando todavía estaba el auge petrolero en México, que se desperdiciaría en el pozo de la corrupción, México aportaba al PIB mundial el 2.67%, pero después de 33 años de política neoliberal y de crisis económicas de dicho modelo, ahora nuestro país solo aporta el 1.69%.
Baste señalar que en 1981 el PIB per cápita de México era el número 36 del mundo; ahora con 10,837 dólares anuales por persona, es el lugar número 64. Así también, de 1981 a la fecha, el PIB mundial ha crecido 586%, mientras que el de México sólo lo ha hecho 331% (255% menos).[4]
Por ello no extraña que tantos mexicanos deseen irse a trabajar a Estados Unidos, dado que en México la mayoría de los trabajadores gana el equivalente a 4.60 dólares ¡Diarios! Mientras en Estados Unidos el salario mínimo por hora es de 7.25 dólares, es decir 58 dólares diarios. Con ese diferencial de salario (¡1260% más!), ¿quién no se arriesga a cruzar desiertos, el río, enfrentar a bandas criminales y a la policía fronteriza para conseguir un salario decente?
De ahí que una de las principales fuentes de ingresos para los mexicanos es la que les envían sus familiares desde Estados Unidos (así también, es una de las principales fuentes de divisas para el país), habiendo llegado a 23,645 millones de dólares en 2014 (fuente: El Economista, 24 de junio del 2015 con cifras del Banco de México), y llegarán este 2015 a 25,000 millones de dólares.
Son los propios mexicanos más desfavorecidos los que mantienen al país con su trabajo mal pagado dentro de México y con el envío de dinero (con su trabajo, también en general mal pagado) desde Estados Unidos. No son los políticos corruptos y demagogos y los empresarios abusivos y explotadores los que sostienen lo que queda de la maltrecha economía y sociedad mexicanas. Es el mismo pueblo que se niega a quedar en la miseria (por más que nuestros gobernantes y oligarcas se empeñan en ello) y en el olvido.
Así que Trump puede construir su muro (o no, pues se ve muy difícil que obligue a los corruptos gobernantes mexicanos a pagar por él, a menos que les confisque las reservas internacionales que están depositadas en bancos de Estados Unidos, cuando deberían estar en México), y traer a todas las tropas estadounidenses del mundo para ubicarlas en la frontera Sur, que eso no detendrá a mexicanos y centroamericanos que reciben sueldos de miseria en sus países, que son brutalmente explotados por las propias empresas trasnacionales estadounidenses y sus socios nacionales, y expulsados de sus comunidades por empresas petroleras, mineras o de energía eléctrica para sus proyectos de explotación criminal de los recursos naturales de nuestros países.
En todo caso, serán esas mismas corporaciones y sus lobbys políticos las que detendrán a Trump, pues para dichas multinacionales los tratados comerciales, de servicios o como les llamen, que les dan todas las ventajas y prerrogativas para explotar impunemente a los países subdesarrollados, son una prioridad, y no van a permitir que un folclórico multimillonario estadounidense les prive de muchos trillones de dólares de ganancias extras en las próximas décadas.




[1] http://cam.economia.unam.mx/el-salario-minimo-en-mexico-de-la-pobreza-la-miseria-perdida-del-78-66-del-poder-adquisitivo-del-salario-reporte-de-investigacion-117/
[2] Ibidem.
[3] Se cae PIB per cápita: Alberto Barranco Chavarría, columna Empresa; periódico El Universal; Miércoles 24 de junio del 2015. 
[4] Se cae PIB…ibid.

domingo, 21 de junio de 2015

Bajo la lupa
 Los cuatro grandes bancos de Wall Street y sus ocho familias que gobiernan el mundo
Alfredo Jalife-Rahme

La Jornada, Domingo 21 de Junio de 2015

A los multimedia rusos les ha dado por expurgar y señalar en forma específica a los cuatro oligopolios financieristas –los cuatro grandes megabancos– que controlan el mundo, como es el caso de una perturbadora investigación de Russia Today: Black Rock, State Street Corp., FMR (Fidelity), Vanguard Group (http://goo.gl/UjlfE3 ).
Resulta también que laprivatización global del agua es desplegada por los mismosmegabancos de Wall Street, al unísono del Banco Mundial (http://goo.gl/DG6d3d ), lo cual beneficia en su conjunto al nepotismo dinástico de los Bush que buscan controlar el Acuífero Guaraní en Sudamérica, uno de los mayores deagua dulce del planeta (http://goo.gl/yROqaW ).
Ya desde 2012 el anterior legislador texano Ron Paul –padre del candidato presidencial Rand, uno de los creadores del apóstata Partido del Te, venido a menos, pero uno de los mejores fiscalistas de EU– había señalado que “los Rothschild poseen acciones de las principales 500 trasnacionales de la revista Fortune (http://goo.gl/D71NjX )” que son controladas por “los cuatro grandes (The Big Four)”: Black Rock, State Street, FMR (Fidelity) y Vanguard Group.
Ahora Lisa Karpova, de Pravda.ru, penetra los dédalos de las finanzas globales y comenta que se trata de “seis, ocho o quizá 12 familias las que verdaderamente dominan el mundo, a sabiendas de que es un misterio (¡supersic!) difícil de descifrar (http://goo.gl/jSYc84 )”.
¿Cómo puede existir en el siglo XXI ultratecnificado y transparentemente democrático, como pregonan sus turiferarios también y tan bien controlados, tanta opacidad para conocer quiénes son los plutocráticos megabanqueros oligopólicos/oligárquicos que controlan las finanzas del planeta?
Karpova sentencia que las ocho (¡supersic!) reducidas familias, que han sido ampliamente citadas en la literatura, no se encuentran lejos de la realidad: Goldman Sachs, Rockefeller, Loeb Kuhn y Lehman (en Nueva York), los Rothschild (de París/Londres), los War­burg (de Hamburgo), los Lazard (de París), e Israel Moses Seifs (de Roma). ¡Vaya lista polémica donde, a mi juicio, ni son todos los que están, ni están todos los que son!
Karpova emprendió el inventario de los mayores bancos del mundo y se percató de la identidad de sus principales accionistas, así como de quienes toman las decisiones. Alguien podrá criticar, no sin razón, que el inventario de Karpova no alcanza la sofisticación de Andy Coghlan y Debora MacKenzie, de la revista New Scientist, quienes develan la plutocracia bancaria y sus redes financieristas –el uno por ciento que gobierna el mundo–, basados en una investigación de tres teóricos de lossistemas complejos (http://goo.gl/AHSRWb ), pero que al final de cuentas coincide en forma sorprendente, pese a su sencillez indagatoria.
Karpova descubrió que los siete megabancos de Wall Street controladores de las principales trasnacionales globales son: Bank of America, JP Morgan, Citigroup/Banamex, Wells Fargo, Goldman Sachs, Bank of New York Mellon y Morgan Stanley. Karpova encuentra que los megabancos de marras son controlados a su vez por elnúcleo de “cuatro grandes (the big four)”: Black Rock, State Street Corp., FMR (Fidelity) y Vanguard Group.
Estos son sus hallazgos de los controladores de cada uno de los siete megabancos: 1) Bank of America: State Street Corp., Vanguard Group, Black Rock, FMR (Fidelity), Paulson, JP Morgan, T. Rowe, Capital World Investors, AXA, Bank of NY Mellon; 2) JP Morgan: State Street Corp., Vanguard Group, FMR (Fidelity), Black Rock, T. Rowe, AXA, Capital World Investor, Capital Research Global Investor, Northern Trust Corp., y Bank of Mellon; 3) Citigroup/Banamex: State Street Corp., Vanguard Group, Black Rock, Paulson, FMR (Fidelity), Capital World Investor, JP Morgan, Northern Trust Corporation, Fairhome Capital Mgmt y Bank of NY Mellon; 4) Wells Fargo: Berkshire Hathaway, FMR (Fidelity), State Street, Vanguard Group, Capital World Investors, Black Rock, Wellington Mgmt, AXA, T. Rowe y Davis Selected Advisers; 5) Goldman Sachs: los cuatro grandes, Wellington, Capital World Investors, AXA, Massachusetts Financial Service y T. Rowe; 6) Morgan Stanley: los cuatro grandes, Mitsubishi UFJ, Franklin Resources, AXA, T. Rowe, Bank of NY Mellon e Jennison Associates, y y 7) Bank of NY Mellon: Davis Selected, Massachusetts Financial Services, Capital Research Global Investor, Dodge, Cox, Southeatern Asset Mgmt. y los cuatro grandes.

De los cuatro grandes que dominan a los siete megabancos y gozan de traslapes e interacciones solamente desglosa a quienes controlan State Street y Black Rock.
A) State Street: Massachusetts Financial Services, Capital Research Global Investor, Barrow Hanley, GE, Putnam Investment y … los cuatro grandes (¡ellos mismos son accionistas!), y B) Black Rock: PNC, Barclays e CIC.
Da el ejemplo de traslapes/interacciones, como PNC, que es controlado por tres de los cuatro grandes: Black Rock, State Street y FMR (Fidelity).
En su libro Guerra de divisas, el autor chino Song Hongbing (http://goo.gl/kg27vS ), en ese entonces catalogaba a los Rothschild como la familia más rica del planeta, con un descomunal capital de 5 billones de dólares ( http://goo.gl/oXKTds ).
Si los Rothschild fueran país, habrían tenido entonces, el quinto (¡supersic!) sitial del ranking global detrás del PIB de 7.3 billones de dólares de India (cuarto lugar) y mayor que Japón de 4.8 billones de dólares (quinto) y antes que Alemania (sexto), Rusia (séptimo), Brasil (octavo) y Francia (noveno).
Ya había citado (http://goo.gl/T56NYH ) un artículo del mismo The Economist –también propiedad, como The Financial Times,del grupo Pearson–: todos controlados por la matriz Black Rock, uno de los cuatro grandes –en el que se demostraba a las trasnacionales que controla Black Rock (http://goo.gl/LTmC6O ): principal accionista de Apple, Exxon Mobil, Microsoft, GE, Chevron, JP Morgan, P&G, Shell, Nestlé (http://goo.gl/G0NLuj ), sin contar su tenencia de 9 por ciento de acciones de Televisa.
Según Karpova, los cuatro grandes controlan además a las mayores trasnacionales anglosajonas: Alcoa; Altria; AIG; AT&T; Boeing; Caterpillar; Coca-Cola; DuPont; GM; H-P; Home Depot; Honeywell; Intel; IBVM; Johnson&Johnson; McDonald’s; Merck; 3M; Pfizer; United Technologies; Verizon; Wal-Mart; Time Warner; Walt Disney; Viacom;Rupert Murdoch’s News; CBS; NBC Universal. ¡Los dueños del mundo!
Como si lo anterior fuera poco, Karpova comenta que la Reserva Federal (la Fed) comprende 12 bancos, representados por un consejo de siete personas, y representantes de los cuatro grandes.
Al final del día la Fed está controlada por los cuatro grandesprivados: Black Rock, State Street, FMR (Fidelity) y Vanguard Group.
A mi juicio, es muy probable que existan imprecisiones que serían producto de la propia opacidad de los megabanqueros.
En la fase de la “guerra geofinanciera ( http://goo.gl/mJJLYn)”, lo que cuenta es la percepción de los analistas financieros de China y Rusia que sentencian la existencia decuatro grandes y ocho familias, entre las que destacan los banqueros esclavistas Rothschild: controladores en su conjunto de otro tanto de megabancos y de la Fed.

¡Los amos del universo!

miércoles, 17 de junio de 2015

¿Quién está detrás de la candidatura de Mancera?

Ante el anuncio de Margarita Zavala, esposa del fascista Calderón, de que buscará la candidatura presidencial del PAN para 2018, tratando así de perpetuar la corrupción, los crímenes y las desventuras que para México propició uno de los más nefastos presidentes que ha tenido este país (se disputa ese sitio con Peña Nieto, Fox, Zedillo, Salinas, Díaz Ordaz, Victoriano Huerta y Antonio López de Santa Ana), se ha desatado entre la subclase política mexicana la “fiebre sucesoria” (ya había anunciado López Obrador que contenderá por Morena; y ahora se apuntan también Rafael Moreno Valle “el gobernador bala” de Puebla, y por supuesto, aunque sin decirlo, los secretarios de Gobernación y de Hacienda).
Un anuncio no tan sorpresivo, pero sí fuera de “timing” fue el del jefe de gobierno del D.F., el ineficaz y manipulable Miguel Angel Mancera, que cándidamente se autopostuló para una candidatura presidencial “sí así se lo pide la gente”, después de que él, junto con su secretario de Gobierno, Héctor Serrano y la dirigencia nacional del PRD (los “Chuchos”), llevaron a la debacle a este partido en las elecciones del pasado 7 de junio, lo que indicaría que Mancera vive en las “nubes”.
Sin embargo, hay mucho de fondo en estas declaraciones de Mancera, quien incluso se desligó de la derrota del PRD y afirmó que consideraría la posibilidad de una “candidatura ciudadana”.
¿Pues qué acaso éste hombre no se dio cuenta del rechazo de la ciudadanía hacia él,  hacia sus políticas nefastas, privatizadoras en materia de uso del suelo, de parquímetros, de construcción, de medio ambiente, de transporte público? ¿Qué no se da cuenta de que se ha deteriorado significativamente la seguridad en la ciudad, de que los servicios urbanos están cada vez peor, de que falta agua en muchas zonas de la ciudad y al mismo tiempo decenas de colonias se inundan con las lluvias de la temporada?
Pues la realidad es que eso a él y al grupo que lo maneja no les importa, porque la prioridad es hacer negocios a costa de la población (y del presupuesto) de la ciudad de México.
Si bien la “operación política” de la ciudad se la dejó a Serrano y a los “Chuchos”, resultando en un desastre, la operación económica ha estado firmemente en manos de un grupo al que llamaremos el “círculo Polanco” y que está muy identificado con la comunidad judía de la ciudad.
Así, por ejemplo en el caso de los parquímetros, dos empresas son las que acaparan las concesiones de los parquímetros en el DF.  Los jóvenes Jonathan Cohen Rabinovitz y Moisés Zapan Misrahi obtuvieron 5 de 6 concesiones de parquímetros de manera directa, sin licitación de por medio. Este negocio les permite facturar  372 millones de pesos anuales. 
La Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal, a recomendación de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), encabezada entonces por Simón Neumann Ladenzon, otorgó esos contratos entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 a Movilidad y Parqueo, creada apenas en junio de 2013 (4 meses antes de haber obtenido la concesión), y a Mojo Real Estate, fundada en noviembre de 2011 y cuyo giro es el inmobiliario, según el Registro Público de la Propiedad y el Comercio del D.F. (investigación realizada por Karla Casillas Bermúdez y Valentina Pérez Botero del periódico El Universal, publicada el martes 22 de julio del 2014 en la página electrónica del diario).
Ambas empresas tienen la misma dirección en la colonia Nueva Anzures, para recibir notificaciones, lo que indica que lo más probable es que ambos empresarios las manejen en conjunto (en total 46 colonias, de un total de 71 en donde hay parquímetros) y no de manera separada, lo que constituiría un acaparamiento del mercado, que debería sancionar la Comisión Federal de Competencia Económica.
Por su parte, Salomón Neumann que fue titular de la Seduvi, impulsó el cambio de las normas 30 y 31 para favorecer a empresas constructoras de viviendas y condominios, prácticamente sin control. Esta política fue detenida, gracias a la unión de varias asociaciones de vecinos (por ahora, porque Mancera ha señalado que intentará aplicar esos cambios en el futuro próximo). Neumann tuvo que dejar su cargo por este rechazo ciudadano (20 de Octubre de 2014), aunque pasó a ser “asesor” de Mancera.
Neumann es dueño de una de esas empresas constructoras, llamada Dekah, que fundó en 2003, y de la cual no se deslindó a pesar de ser nombrado funcionario, en un área en donde su actividad empresarial implica un evidente conflicto de interés.
Neumann es un importante miembro de la comunidad judía, pues incluso dirigió el Centro Deportivo israelita.
Otros miembros de la comunidad que han obtenido jugosos contratos y razonables cambios de uso de suelo durante las administraciones perredistas han sido: David Serur (segundos pisos), José María Rioboó (distribuidor vial San Antonio); José, Gregoio y Ariel Bromberg, Marcos Shabot (Tecnoparque industrial Azcapotzalco), Abraham y Elías Cababié, Sitton Guindi (Sheraton Centro Histórico), Luis Attias (puentes de Santa Fe) y Daniel Kabbaz.
En la Secretaría de Desarrollo Económico, Mancera nombró a Salomón Chertorivski Woldenberg, quien de septiembre de 2011 a diciembre de 2012 fue el Secretario de Salud en el gobierno del fascista Felipe Calderón, y de 2009 a 2011 se había encargado de la afiliación al Seguro Popular en la misma secretaría. Entre 2001 y 2006 trabajó en el gobierno de Lázaro Cárdenas Battel en Michoacán, como Coordinador del Gabinete Social. 
Chertorivski es economista (ITAM y Harvard) y como Neumann nunca se ha manifestado por ser “de izquierda”, pues como lo ha demostrado en su trayectoria, él trabaja tanto para gobiernos de corte fascista como lo fue el de Calderón, como de supuesta izquierda, como el fracasado gobierno de Cárdenas Battel en Michoacán.
Apenas a fines de Abril de este año,  Chertorivski realizó una visita “oficial” de tres días a Israel.
La Secretaria de Medio Ambiente, Tanya Mueller, es quien impuso el Doble Hoy No Circula para fines de semana y las medidas draconianas para que la población que aún usa autos de más de 15 años de antigûedad, se vea obligada a adquirir autos nuevos en beneficio de las empresas automotrices.
Esta mujer vivió sus primeros 15 años de vida fuera de México, por lo que su visión acerca del país no sólo es de crítica, sino de verdadero desprecio hacia los mexicanos. Aunque se dice de izquierda, como Mancera, no está afiliada al PRD; y también forma parte del “círculo Polanco”, pues hizo una maestría en Meteorología en Tel Aviv, Israel.
En suma, Mancera se va a lanzar a la candidatura, sea apoyado por el PRD (que no tiene otro candidato viable); o sea como “candidato ciudadano”, pues el objetivo es, no sólo mantener la división en la izquierda (o supuesta izquierda), para así permitir que el PRI y sus partidos satélites ganen con un mínimo de votación (el que obtuvieron en conjunto en estas elecciones, alrededor del 40%), sino asegurar que ese poderoso grupo económico que controla la jefatura de gobierno de Mancera entre en el juego sucesorio (ellos aportarán los recursos para la campaña), y aunque el iluso Mancera no gane, será utilizado como “ficha” de negociación con el nuevo presidente y su grupo, para que el “círculo Polanco” siga realizando negocios a costa del presupuesto de la ciudad y de los bolsillos de sus habitantes.

lunes, 15 de junio de 2015

ESTADOS UNIDOS: HACIA LA GUERRA Y LA CRISIS SISTÉMICA

Hoy las élites política, de seguridad y económica de Estados Unidos se encuentran en una encrucijada, que por lo que se ve, no sólo no saben resolver, sino que están decididas a extender con más decisiones y acciones contradictorias.
Por un lado, está la administración de Barack Obama que con cada día que pasa, pierde más poder en lo interno y externamente (lame duck), pues tanto dentro de su coalición gobernante, como en la de los republicanos, la lucha por la presidencia del país más poderoso del mundo se ha intensificado, y las decisiones y acciones del gobierno de Obama son criticadas, obstaculizadas y retadas a cada paso.
Así, su intento por lograr el famoso “fast track” para aprobar (o en su caso rechazar) sin enmiendas, de parte del Congreso, los Tratados Transpacífico (Trans Pacific Partnership) y el Transatlántico de Comercio y de Inversión con la Unión Europea (TIIP por sus siglas en inglés), fue detenido, pues la Cámara de Representantes votó en contra de un proyecto de ley (12 de junio) en el que se debía ratificar el famoso “fast track” para aprobar estos tratados, pero que estaba “camuflado” en un proyecto para adiestramiento y ayuda financiera a los trabajadores que pierdan su empleo, a causa de los tratados comerciales.
La votación fue 302 en contra y 126 a favor, con una mayoría de demócratas  (y varios republicanos), rechazando la propuesta de Obama.
Recordemos que ambos tratados han sido impulsados y de hecho, redactados por las grandes corporaciones de Estados Unidos, Europa y Japón, con objeto de limitar al máximo la capacidad soberana de los Estados para regularlas en materia laboral, ambiental y de salud, estableciendo una serie de mecanismos “compensatorios”, que les permitiría demandar ante tribunales “ad hoc” (esto es prácticamente conformados por las mismas corporaciones), a los países que emitieran regulaciones que afecten o pudieran afectar las utilidades presentes y futuras de estas corporaciones, con lo que los gobiernos se convertirán en rehenes de las ganancias de las multinacionales, sin importar cómo se deteriore la salud de la población, el equilibrio ambiental, y ya ni se diga los derechos más elementales de los trabajadores.
Pues bien, se ha iniciado un debate dentro de las mismas élites estadounidenses sobre este punto, pues por ejemplo la precandidata demócrata a la presidencia, Hillary Clinton, no apoya decididamente estos tratados, pues sabe que tendrán una repercusión nefasta en el empleo y en el nivel de vida de las clases trabajadoras estadounidenses, y al menos por ahora ha decidido mantenerse al margen de apoyar a Obama en esta política.
Así también, muchos legisladores demócratas ven riesgos en aprobar sin enmiendas estos tratados y han preferido poner un freno, al menos temporal, a las desbocadas ambiciones de las corporaciones multinacionales.
Incluso el nuevo contendiente por la candidatura presidencial republicana, el multimillonario del sector inmobiliario, Donald Trump, se ha lanzado con todo contra estos tratados, señalando que sólo servirán para “exportar” empleo a otros países.
Así, una política que ha sido impulsada por Obama y apoyada por la mayoría de la coalición de intereses empresariales y neoconservadores que dominan al Partido Republicano, ha comenzado a encontrar sus obstáculos tanto entre los grupos que nominalmente apoyan al presidente, como entre algunos sectores republicanos que consideran que se ha excedido en la política en favor de la “globalización económica”.
En el ámbito de la “guerra contra el Terrorismo”, está claro que Washington está en medio de un caos, propiciado por sus propios errores y políticas contradictorias, así como por los intereses de varios de sus aliados en diferentes regiones del mundo.
Primero, Obama y su administración, apoyada por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania, han impulsado desde hace dos años un acuerdo con Irán para asegurar, principalmente a Israel, Arabia Saudita, los países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo, Turquía, Jordania y Egipto, que Teherán no podrá fabricar armamento nuclear, y que su programa de energía nuclear estará monitoreado permanentemente para evitar que eso suceda.
Eso no es suficiente para Israel y los países árabes sunnitas que tienen una competencia estratégica con el gobierno de Teherán en todo el Medio Oriente, por lo que han logrado obligar a Washington a que los “compense” por la aceptación tácita de dicho acuerdo, con enormes ventas de armamento y financiamiento para comprarlo.
Así también, han conseguido que Washington los apoye en sus acciones contra los que consideran “aliados” de Teherán, ya sea los Houthis en Yemen, a los que el gobierno de Arabia está bombardeando incesantemente, con el apoyo logístico de Washington; o los ataques de Israel a Hezbollah en Líbano (se espera en los próximos meses una ofensiva mayor de Israel, aprovechando que Hezbollah tiene que combatir en varios frentes contra los yihadistas de diferente signo, que combaten a su aliado, el régimen de Bashar el Assad en Siria).
Al mismo tiempo Washington, junto con Gran Bretaña y Francia están armando y entrenando una supuesta oposición “moderada” siria (Coalición Nacional Siria), contra el régimen de Assad, que hasta el momento no ha podido materializarse en acciones relevantes en el campo de batalla, que es dominado por las fuerzas del Estado Islámico, Al Nusra (aliado de Al Qaeda y apoyado por Israel) y una recién conformada coalición de grupos apoyada por Arabia Saudita.
Y sin embargo, Washington conformó una supuesta coalición de países para combatir al Estado Islámico, principalmente en Irak, apoyando al gobierno mayoritariamente chiíta de Bagdad, cuyo principal aliado en la lucha contra el Estado Islámico es paradójicamente Irán.
Así, ahora se ha intensificado en Estados Unidos el debate sobre qué hacer para combatir, contener, “degradar”, etc. al Estado Islámico, que supuestamente hace un año era la más grande amenaza a la seguridad de Estados Unidos, pero que ahora, el propio Obama señala que no tiene una estrategia definida para combatirlo, pues está esperando a que Irak asuma su responsabilidad principal para hacerlo, cuando la realidad es que el gobierno iraquí es una ficción que sobrevive gracias a dos países que por un lado negocian un acuerdo en materia nuclear, y por el otro son “enemigos” en diversos frentes del Medio Oriente, esto es: Estados Unidos e Irán.

Para colmo los “aliados” de Estados Unidos en el Medio Oriente, tales como Israel y Arabia Saudita, están coaligados y decididos a hacer fracasar el acuerdo nuclear con Irán (aunque ya convencieron a Washington de compensarlos con armamento y financiamiento para comprarlo), y al mismo tiempo apoyan con dinero y logísticamente a grupos de radicales islámicos (como los que luchan contra Bashar el Assad en Siria), a los que Estados Unidos considera grupos terroristas, y que incluso ha atacado con bombardeos (el caso de Al Nusra).
Los republicanos (especialmente los 13 precandidatos a la presidencia), están criticando duramente a Obama por no hacer más para destruir al Estado Islámico que sigue obteniendo territorio tanto en Siria como en Irak; pero al mismo tiempo ese Estado Islámico está atacando posiciones del ejército y las milicias chiítas de Irak, que son apoyadas por Irán, al cual esos mismos republicanos acusan de querer extender su influencia desde Teherán hasta el Mediterráneo, por lo que claman por detenerlo.
Las contradicciones en el discurso y en las propuestas de buena parte del establecimiento político de Estados Unidos son evidentes, y por ello no pueden salir de la encrucijada en que se han metido, pero lo que siempre falta es la honestidad para reconocerlo, por lo que se prefiere mantener este discurso esquizofrénico en el que por un lado se afirma que hay que detener, aislar y combatir a Irán en todos los frentes, mientras por otro lado se requiere de la colaboración iraní para combatir al Estado Islámico; o se ataca a grupos considerados terroristas, aliados de Al Qaeda, como Al Nusra, pero al mismo tiempo el principal “aliado “ de Estados Unidos en la región, Israel, apoya logísticamente (y quizás hasta con armamento) a este mismo grupo, que combate tanto a Assad, como al Estado Islámico.
El caso de Ucrania es otro ejemplo de la forma en que Washington ha intentado escalar un conflicto, y comprometer en él a sus aliados de la OTAN, con objeto de mantener un cerco (político, económico y militar) alrededor de Rusia, que evite que este país pueda seguir desarrollando sus diferentes potencialidades a nivel regional e incluso mundial.
Lo que ha logrado Washington hasta ahora con el caso ucraniano, es quebrar a este país, pues el conflicto con las provincias del Este y el establecimiento de la “austeridad” dictada por el Fondo Monetario Internacional, están hundiendo a la economía, que tendrá que sobrevivir con recursos de Occidente, los cuales muy probablemente se irán al foso de la corrupción, las trasnacionales que están haciendo grandes negocios y al bolsillo de los oligarcas y los políticos.
Pero el conflicto también le ha servido al complejo militar-industrial, pues ahora los países satélites de la OTAN en las inmediaciones de Rusia (los países Bálticos, Georgia, Rumania, etc.), están haciendo pedidos de armas y sistemas defensivos ante la supuesta “amenaza rusa”, con lo que el negocio de la guerra sigue viento en popa, aunque la realidad geoestratégica se ve cada vez más amenazada por conflictos artificiales y por decisiones que sólo favorecen a pequeños, pero poderosos grupos de interés, y no a las poblaciones de los distintos países involucrados.
Entre ese estira y afloja en el que se encuentran las élites estadounidenses en materia de política exterior, de defensa y de relaciones económicas con el exterior, se está gestando una nueva crisis económica en Estados Unidos, que repercutirá otra vez en todo el mundo.
Con una deuda descomunal de más de 18 trillones de dólares (millones de millones de dólares), un mercado bursátil que ha mantenido ganancias estratosféricas en los últimos años, gracias a que la Reserva Federal ha mantenido prácticamente en 0 las tasas de interés, con lo que el sector financiero de Estados Unidos ha conseguido cientos de miles de millones de dólares prácticamente regalados (en vista de que la Reserva Federal se ha dado a la tarea de “inventar” dinero, sin respaldo alguno en la producción de bienes y servicios, a través de sus famosos Quantitative Easing -QE- que sólo sirvieron para la recompra de acciones de las multinacionales, elevando así sus precios en la bolsa, pero no para estimular el crecimiento de la economía real) y un gasto estratosférico en armas y material bélico, que no ha tenido una repercusión multiplicadora en el resto de la economía, es muy factible que en los próximos meses, todos estos excesos le cobren su factura a los Estados Unidos; pero como siempre buscarán que el resto del mundo pague por ello.
Así, con una lucha política interna exacerbada por la presidencia del país; con decisiones contradictorias, extralimitándose en su verdadera capacidad de moldear o influir en el resto del mundo; con conflictos serios en puerta (seguir escalando el conflicto en Ucrania podría llevar a uno mayor con Rusia; no llegar a un acuerdo con Irán, podría desembocar en una nueva guerra en el Medio Oriente, instigada por Israel, Arabia y sus aliados del Golfo Pérsico; mantener la presión en el Mar del Sur de China, puede provocar incidentes que generen un conflicto militar mayor con el gobierno de Beijing), y con una ideología predominantemente militarista y confrontacionista en el establecimiento político de Washington, una crisis económica mayúscula vendría a conformar un “coctel explosivo” que significaría una crisis sistémica de gran calado en Estados Unidos, con consecuencias imprevisibles para la paz mundial.

Desgraciadamente no se percibe en la élite dirigente de ese país el talento, la agudeza intelectual y mucho menos la valentía para tomar decisiones que reviertan el curso de catástrofe que lleva ahora Estados Unidos y que puede generar en el resto del mundo una crisis de enorme trascendencia para la paz y bienestar del planeta.

viernes, 12 de junio de 2015

Dual Citizenship and US National Security
We need full disclosure from public officials
by Justin Raimondo, June 12, 2015

ANTIWAR.COM
  
A brouhaha erupted when Diane Rehm, of National Public Radio, confronted Bernie Sanders during an interview with an allegation that’s been making the rounds on the Internet for years: “Now, you’re a dual citizen of Israel,” she averred. Startled, he replied:
“Well, no I do not have dual citizenship with Israel. I’m an American. I don’t know where that question came from. I am an American citizen, and I have visited Israel on a couple of occasions. I’m an American citizen, period."
He claimed to be “offended” by Rehm’s assertion, although I don’t know why anybody would be: after all, what’s wrong with being a dual citizen of Israel, or of any other country?
Ms. Rehm issued an official apology, in which she regretted not posing a question rather than making an assertion – and that underscores the problem with the whole issue of public officials holding dual citizenship: they aren’t required to disclose it. Rehm says she brought it up in the first place because of a Facebook comment, which referenced a list of alleged dual US-Israeli citizens in Congress. None of these lists, however, are sourced, a fact the research-challenged Rehm failed to notice. It’s virtually impossible to source such information, however, unless members of Congress are forthcoming with it – which they aren’t.
So why is this even an issue? Writing in The Hill, L. Michael Hager,of the International Development Law Organization, had a good answer:
“Anyone can become a dual citizen, even members of Congress, high court judges and top officials of the executive branch. There’s no law or regulation against it. Nor are they required to disclose such dual citizenship.
“So what’s the problem?
“For most dual citizens, having the benefits of citizenship in two countries (including expedited immigration) outweigh the costs (which may include tax obligations to both countries).
“Yet dual citizenship in the United States poses a hitherto unappreciated issue for policy-level members of the legislative, executive and judicial branches. The divided national loyalties of dual citizens can create real or apparent conflicts of interest when such legislators, judges or senior officials make or speak out on policies that relate to their second country.
“The potential damage to our democracy is the greater when such potential conflicts of interest are concealed in undisclosed dual citizenship.
“Current entries on the Internet contain a number of undocumented assertions as to which members of Congress and senior officers are dual citizens. Without reliable data, however, Americans can only speculate on which senators and representatives may have divided national loyalties.
“The lack of transparency regarding citizenship erodes trust in government, raising credibility doubts where there should be none, and allowing some apparent conflicts of interest to continue undetected.”
So what’s the solution? Hager suggests 1) Dual citizens in Congress should recuse themselves from voting on issues where a conflict of interest might arise, e.g. a dual citizen of, say, Liberia, should not be voting on whether to increase aid to that country. And 2) The Congressional Research Service of the Library of Congress ought to publish this information, along with all the other facts they routinely gather – party affiliation, age, ethnicity, gender, etc. – about every member of each new Congress.
The Rehm-Sanders controversy was a good opportunity for Israel’s American amen corner to make the usual disingenuous claims about the supposedly rising tide of anti-Semitism, claiming Israel was once again being unfairly singled out for special attention and that to even raise the question amounted to peddling The Protocols of the Elders of Zion in the public square. The irony is that even as the Rehm controversy was breaking another story was breaking: Israel’s spying on the P5+1 negotiations with Iran. That very morning the Wall Street Journal was reporting that the Israelis had infiltrated some very sophisticated malware – a virus – into the computers at the hotels where the negotiations were taking place:
“[T]he virus was packed with more than 100 discrete ‘modules’ that would have enabled the attackers to commandeer infected computers.
“One module was designed to compress video feeds, possibly from hotel surveillance cameras. Other modules targeted communications, from phones to Wi-Fi networks. The attackers would know who was connected to the infected systems, allowing them to eavesdrop on conversations and steal electronic files.
“The virus could also enable them to operate two-way microphones in hotel elevators, computers and alarm systems. In addition, the hackers appeared to penetrate front-desk computers. That could have allowed them to figure out the room numbers of specific delegation members.”
All very James Bond, but then again the Israelis are a formidable foe and they’redeadly serious when it comes to penetrating the secrets of their “friends” as well as their enemies. What’s in question, however, is who’s a friend and who’s an enemy: in their eyes, it’s no longer very clear.
Increasingly isolated internationally, as well as increasingly hostile to the United States – Israeli bigwigs openly booed Treasury Secretary Jack Lew in Jerusalem the other day – Israel’s political class (and Israeli society in general) have taken a very sharp rightward turn. A virulent form of ultra-nationalism dominates Israeli politics these days, and anti-Americanism is on the rise. After all, these are a people who named a public square in Jerusalem – overlooked by the American consulate – after Jonathan Pollard, the Israeli spy imprisoned for life in the United States for stealing US secrets.
And that calculated insult occurred in 2007, right before then President George W. Bush – surely one of the most pro-Israel presidents in American history – was scheduled to visit. Since then, the tension between Washington and Tel Aviv has increased a hundred-fold.
So Israel isn’t being picked on for no good reason. Indeed, the Israelis have targeted the US and its allies, not only accusing them of “appeasing” Iran but also penetrating their security and industrial systems. According to Wired, the reach of the Israeli super-virus extended worldwide, extending to:
“[A]n international gathering for the 70th anniversary of the liberation of the Auschwitz-Birkenau concentration camps. The focus in this case may have been on the scores of VIPs who attended the event, including presidents and prime ministers….
“In addition to all of these targets, Symantec uncovered victims in the UK, Sweden, Hong Kong and India. Notably, it found telecom victims in Europe and Africa, an electronics firm in South East Asia, and multiple infections in the US, including one organization where developers working on mobile platforms were infected. Some of the infections dated back to 2013 … “
America’s “special relationship” with Israel has soured for a two reasons: 1) Our security interests, once aligned during the cold war era, have diverged, and 2) The political environment in Israel has undergone a radical transformation.
Furthermore, none of this was avoidable. Although the Israel lobby would like us toforget it, the United States and the Jewish state are separate countries, with inevitably disparate interests. And those interests underwent a significant shift with the end of the cold war and the beginning of the “age of terrorism,” as it might be termed. It became necessary for Washington to forge a closer relationship with Middle Eastern states other than Israel, i.e. Israel’s traditional adversaries. We see this playing out now as Iran takes on ISIS and a Washington-Tehran rapprochement is in the works.
Inside Israel, another shift was taking place: the inherent logic of that settler colony’s origins was pushing it on a course that didn’t allow for any compromise with its indigenous Arab population. Reduced to helotry, and radicalized by their predicament, the Arabs revolted – and the subsequent Israeli backlash changed the political landscape forever.
Aggressive Israeli spying on – and in – the US is not a “conspiracy theory,” it’s areality, and the danger it poses is heightened by the presence of a powerful lobby that seeks to deny and/or excuse that aggression at every turn. No responsible American observer can look on it with indifference, and measures must be taken to counteract it, just as we would seek to obstruct similar intrusions by, say, China or Russia.
As for the issue of dual citizenship, particularly involving federal officials and specifically members of Congress, the direct relation of this matter to our national security is underscored by the case of Jane Harman. While serving in Congress, Harman was caught out by the National Security Agency having a conversation with an Israeli official in which she agreed to intercede on behalf of two AIPAC lobbyists who had been brought up on espionage charges. Steve Rosen and Keith Weissman, two longtime members of the powerful pro-Israel lobbying group, had been accused of procuring sensitive information purloined from the Pentagon on Israel’s behalf.
Harman was angling, at the time, to chair the House Intelligence Committee, and theNew York Times reported that “One official who has seen transcripts of several wiretapped calls said she appeared to agree to intercede in exchange for help in persuading party leaders to give her the powerful post.” Those transcripts, according to the official, revealed that the Israeli caller “promised her that a wealthy California donor – the media mogul Haim Saban – would threaten to withhold campaign contributions to Representative Nancy Pelosi, the California Democrat who was expected to become House speaker after the 2006 election, if she did not select Ms. Harman for the intelligence post.”

Rather than run for reelection under this cloud, Harman retired from Congress. Israel represents a danger to the national security of this country: this is an incontrovertible fact, and no amount of “anti-Semitism”-baiting is going to obscure it. And that danger is growing, as the story of the Israeli spy-virus makes all too clear.
In this context, dual US-Israeli citizenship among federal employees – including members of Congress – is a legitimate concern, and not only for law enforcement but also for voters. Just as a candidate for federal office must reveal the sources of their campaign funds, so they ought to be required to disclose their allegiance to a foreign government – no matter what country is involved.