Este blog cumple hoy 4 años de existir. Inició un 2 de
Octubre de 2013, en conmemoración de esa fecha trágica para la juventud y la
sociedad mexicanas, cuando el régimen dictatorial del PRI, encabezado en 1968
por ese represor consuetudinario, Gustavo Díaz Ordaz, asesinó a decenas de
estudiantes reunidos en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, en la
ciudad de México, para dar por terminado un movimiento de protesta en contra
del autoritarismo, la anti democracia y la falsedad de ese régimen corrupto y
podrido.
Desde hace 4 años, el objetivo de este espacio ha sido
criticar y condenar la permanente explotación brutal de la población mexicana,
por una minoría depredadora que montada en una falacia llamada “democracia”, ha
usufructuado el país para su beneficio y lo ha puesto de rodillas ante la
superpotencia vecina.
Así también, durante estos cuatro años se ha analizado el
contexto internacional, en donde se ha manifestado un multipolarismo que niega
las pretensiones hegemónicas únicas de Estados Unidos y sus aliados, lo que ha
elevado las tensiones y la competencia entre las grandes potencias en el escenario
internacional.
El objetivo del blog sigue siendo el mismo, pero ahora la
situación de México es mucho peor que hace 4 años, pues se ha intensificado la
violencia e inseguridad que afecta a la gran mayoría de la población; la
corrupción ha llegado a niveles demenciales; la demagogia, insensibilidad y
arrogancia de la subclase política corrupta no tiene parangón en la historia
del país; los tecnócratas están más subordinados que nunca a sus amos de
Washington y Nueva York; el insaciable apetito de ganancias de los oligarcas es
ilimitado; y las organizaciones del crimen organizado, protegidas por los
grupos de poder político y económico, ensanchan su desgraciada influencia, día
tras día, en todo el territorio nacional.
Y para colmo, la naturaleza se ha cebado en el país con huracanes,
tormentas tropicales y terremotos, que han devastado numerosas entidades y
dejado aún en mayor pobreza e indefensión a millones de mexicanos.
Ante todo esto, la sociedad mexicana ha intentado responder
con protestas, denuncias (a nivel nacional e internacional), organizándose
social y políticamente, y en ocasiones, solidarizándose con las víctimas de
este sistema económico depredador y del régimen político corrupto y asociado al
crimen organizado.
Desgraciadamente la respuesta social ha sido limitada, y los beneficiarios
de este sistema de explotación bestial, siguen al frente del país, con el mismo
proyecto de destrucción de la sociedad, para su beneficio; y de lacayismo ante
Estados Unidos, con objeto de ser aceptados como socios menores del imperio.
Para 2018, la única opción que tibiamente intenta
cambiar esto, la del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y su
candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, ha moderado tanto su
propuesta, con objeto de no asustar a los oligarcas, tecnócratas y a la
superpotencia, que ahora sólo pugna por terminar con la corrupción; ya no
menciona ningún cambio sustancial a la política económica, e incluso está
aceptando en sus filas a miembros de gobiernos anteriores, que han sido parte
de este régimen podrido.
Pues ni así los oligarcas, los tecnócratas, la superpotencia,
y menos que nadie, la subclase política corrupta aceptan la posibilidad de que
Morena y López Obrador accedan al poder, por lo que muy probablemente una de
las dos opciones que el sistema prevaleciente presentará en las elecciones del
2018, la encabezada por el PRI (con el secretario de Hacienda, Meade o el de
Educación Pública, Nuño, como abanderado) y la del “frente ciudadano”
conformada por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano (que será encabezada por
Mancera, Anaya o Margarita Zavala); se alzará con el “triunfo” utilizando todos
los medios ilegales que han usado antes (elecciones del 2006 y 2012), para
detener a López Obrador, tales como la guerra sucia propagandística, la compra
y coacción del voto; el uso ilegal de fondos públicos (federales y de las
entidades federativas en donde son gobierno) para sus campañas; y el fraude
cibernético; además de la complacencia y colaboración que siempre tienen de las
autoridades electorales impuestas por el propio sistema, para convalidar esas
supuestas “victorias”.
De suceder lo anterior, México caerá definitivamente en un
pozo profundo de destrucción, que será ya imparable, con un aumento exponencial
de la pobreza (una vez que se apliquen por completo las “reformas estructurales”
aprobadas en este sexenio); de violencia e inseguridad contra la mayoría de la
población; de devastación de los recursos naturales del país; y de servilismo y
subordinación completas ante los Estados Unidos.
Infortunadamente la población mexicana, estupidizada por años
con la televisión basura (Televisa y TV Azteca); despolitizada a través de la sesgada
y deficiente estructura escolar y los medios de comunicación al servicio de los
oligarcas; controlada por partidos políticos que sirven al sistema; y en
reiteradas ocasiones, reprimida por el aparato de coerción del Estado, cuando ha
tratado de levantar la cabeza; poco o nada hará para cambiar esta situación en
el 2018, a menos que suceda un milagro, y comience un movimiento de insurgencia,
como los que en su momento dieron inicio a la Independencia en 1810 y a la
Revolución en 1910. Veremos.
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