Rusia-Ucrania: la invención de la realidad
Luis
Hernández Navarro
https://www.jornada.com.mx/2022/03/08/opinion/016a2pol
El viernes 4
de marzo, miles de manifestantes contra la alianza atlántica y contra
Putin marcharon por las calles de Atenas contra la guerra
interimperialista en que los trabajadores deben escoger entre campos de
ladrones rivales. La marcha fue convocada por grupos y partidos de izquierda.
Las
protestas se realizaron también en muchas ciudades griegas, bajo la consiga
de luchar por la paz, la amistad y la solidaridad de los pueblos. Abajo
las guerras capitalistas. Quienes las convocaron, se oponen a que Grecia
participe en la incursión bélica de la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN) en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Grecia forma
parte de la alianza atlántica desde 1951. Se ha involucrado en todas sus
conflagraciones armadas, excepto contra Serbia, en 1999, una guerra sin
declaración previa del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones
Unidas (ONU).
En las
izquierdas de ese país hay un amplio repudio a ese organismo, sin que eso
signifique que avalen la invasión rusa de Ucrania. La demanda de salir de él,
es generalizada. Durante los últimos 48 años, cada 17 de noviembre, miles de
griegos se han movilizado para rendir honores a los estudiantes masacrados por
los tanques de la junta militar que gobernaba en 1973 y contra la alianza
atlántica. En un sondeo reciente, 63 por ciento de los griegos encuestados
dijeron oponerse a que su país apoye a la OTAN en el actual conflicto.
Pero, según
las grandes cadenas mediáticas, las protestas contra la guerra en muchas
naciones integrantes de la Unión Europea, que se deslindan a tiempo de Putin y
de la alianza atlántica, no son casi registradas por la prensa. Las únicas que
merecen ser publicadas, son las que apoyan al gobierno de Volodymir Zelensky.
Las demás no existen por decreto.
Se ha
querido presentar al comediante Zelensky como un respetado estadista a la
altura de los retos de la historia. Como si fuera una redición de El
patito feo, el payaso televisivo se transformó en un imponente cisne
político. Curiosamente, los mismos que han fabricado una nueva imagen del
mandatario ucranio son quienes presentan a Vladimir Putin como un mediocre
lunático megalómano, al que, el senador estadunidense Lindsey Graham, propone
asesinar. Dice que la única manera de que acabe esta mierda es que alguien
en Rusia quite a este tipo [Putin] de en medio, para hacer un gran
servicio a Rusia y el resto del mundo.
Zelensky
arrasó en los comicios de 2019. Su show televisivo de sátira
política, Servidor del pueblo, centrado en mucho en la lucha contra
la corrupción, le ayudó a construir una imagen de ciudadano ajeno a los
partidos y la política institucional. En la primera vuelta obtuvo 30 por ciento
de la votación. Arrasó en la segunda con 73 por ciento. Sin embargo, su
popularidad comenzó a erosionarse rápidamente. Su primer año de gobierno fue
caótico y lleno de escándalos. Poco antes de la ocupación rusa de Ucrania las
encuestas le daban apenas 25 por ciento; 62 por ciento de los ucranios no
querían que se religiera.
El relato
olvida señalar que la neutralidad de Ucrania y el rechazo a ingresar a
cualquier bloque militar que Zelensky decidió abandonar, está establecida en
los documentos fundacionales del Estado ucranio moderno: la Declaración de
Soberanía (adoptada el 16 de julio de 1990) y la Constitución (28 de junio de
1996).
La operación
para inventar una realidad alterna lleva a que muchas agencias de prensa
difundan masivamente fotografías de algunos vehículos blindados rusos
destruidos por los militares ucranios, al tiempo que ocultan la información de
la agencia de noticias TASS, que señala que, entre el comienzo del conflicto de
Rusia con Ucrania el 24 de febrero y el 4 de marzo, las fuerzas rusas habían
destruido 69 aviones en tierra y 21 en el aire.
El relato
insiste, a pesar de la destrucción masiva de objetivos militares y de que las
tropas rusas ocupan varias ciudades claves de territorio ucranio, en lo erróneo
de los cálculos de Putin. La subestimación que hacen del aparato de
inteligencia rusa es pasmosa. Aunque las evidencias de que Rusia está
consolidando su invasión y de que más de millón y medio de ucranios han salido
de su país, se empecinan en decir, una y otra vez, que las cosas no son así.
Sin embargo, el Washington Post informa que Estados Unidos y
sus aliados prevén como escenario un gobierno en el exilio, insurgencia interna
y legión extranjera (https://wapo.st/3IQpCtl).
La salida de
Angela Merkel dejó a la Unión Europea sin un liderazgo claro. La OTAN puede
sancionar económicamente a Rusia, pero no prescindir de sus suministros de gas
y petróleo. Puede hacer que sea expulsada de los torneos deportivos, pero no
decretar zonas de exclusión aérea, a riesgo de extender la guerra. Los grandes
consorcios de la moda pueden retirar sus tiendas y productos de Moscú, pero desde
hace muchos años los rusos han sustituido importaciones.
El asunto no
es nuevo. Desde la anexión de Crimea en 2014, Rusia ha sufrido cuatro momentos
de grandes sanciones y ha salido adelante. Como señala Kevin Limonier, Móscú es
una potencia soberana del ciberespacio. Dispone de un sistema casi completo de
plataformas de servicios, independiente de los GAFA (Google, Amazon, Facebook y
Apple).
La invención
mediática de una realidad alterna es una herramienta de guerra, no de paz. Para
comprender lo que sucede con la ocupación rusa de Ucrania, hay que llamar a las
cosas por su nombre y poner sobre la mesa la verdadera correlación de fuerzas
en el conflicto.
Twitter: @lhan55
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