LÓPEZ OBRADOR SE BURLA DE LA OPOSICIÓN, MIENTRAS LA INSEGURIDAD SE EXTIENDE EN EL PAÍS
Hoy, en su
conferencia “mañanera” el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador
(AMLO) se pitorreó de la oposición, al señalar que ya deberían empezar a
seleccionar a sus posibles candidatos a la presidencia de la República[1], incluyendo a la “sociedad
civil” (entre carcajadas); y formuló una lista de posibles aspirantes, entre
ellos algunos que ya manifestaron su deseo de participar: la senadora Lilly
Téllez, el senador Damián Zepeda, el diputado federal Gabriel Quadri, la
diputada federal Margarita Zavala, el diputado federal Santiago Creel, el
empresario Claudio X. González Guajardo; los dirigentes del PAN Marko Cortés y
el del PRI Alejandro Moreno; y hasta los periodistas Carlos Loret y Carmen Aristegui.
Obviamente AMLO
aprovecha el “destape” que sobre sus intenciones de buscar alguna candidatura presidencial,
expresaron en estos últimos días Zepeda, Quadri y Téllez, para lograr varios
objetivos.
Primero,
desviar la atención de los medios de comunicación y de la opinión pública del
desastre en materia de inseguridad y violencia que vive el país todos los días,
con matanzas, enfrentamientos entre cárteles y/o contra las autoridades
federales y estatales; desplazamientos forzados de población civil,
desapariciones, etc. en distintas entidades de la República (Michoacán,
Zacatecas, Colima, Tamaulipas, Sonora, Guanajuato, Quintana Roo, etc.).
La realidad
es que el gobierno de AMLO ha fracasado rotundamente en su objetivo de contener
y disminuir la violencia, la inseguridad y la impunidad prevalecientes en el
país. Tal como fracasaron los gobiernos priístas y panistas del pasado.
Pero como ya
sabemos, AMLO nunca puede aceptar que se ha equivocado,;que su gobierno no ha
alcanzado las metas que se ha fijado o que han aplicado estrategias ineficaces
contra el crimen organizado (o de plano no han tenido estrategia alguna), por
lo que es mejor desviar la atención de esta mega crisis de inseguridad,
violencia e impunidad que sufre el país; y también, seguir culpando de todo a
los gobiernos anteriores.
En segundo
lugar, AMLO sigue metiendo la pata en grande en materia de política exterior,
esta vez contestando una resolución aprobada por el Parlamento Europeo en la
que se condena a México por las muertes de periodistas y el acoso que desde el
Poder Ejecutivo Federal se ejerce contra comunicadores y reporteros.
Sin duda, la
resolución peca de desinformación, exagera en muchos sentidos y no
contextualiza adecuadamente la situación en la que trabajan los periodistas en
México.
Pero la
contestación arrabalera que el propio presidente aceptó haber redactado, junto
con su “camorrero” Director de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas, es
una vergüenza para nuestra política exterior, no sólo por no utilizar un
discurso diplomático, e incluir descripciones de todos los parlamentarios
europeos como “borregos”, sino porque no puntualizó, aclaró con suficiencia y
detalló las pifias, desinformaciones y exageraciones de la condena del
Parlamento; sino que también mintió al
señalar que México, nunca había enviado armas a países enfrascados en
conflictos internacionales, cuando por ejemplo, el gobierno de Lázaro Cárdenas
sí envió ayuda militar a los republicanos españoles en su lucha contra las
fuerzas franquistas.
Tercero, el
presidente necesita desviar el foco de la presión política y social de su
aliado, el Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, que fue grabado ilegalmente,
en una conversación telefónica con su segundo de abordo, Juan Ramos,
discutiendo una resolución de la Suprema Corte sobre un posible amparo a dos
mujeres que fueron parte de la familia política de Gertz, a las que éste ha
acusado de haber “asesinado” a su hermano Federico, por malos tratos y falta de
atención médica.
Así, el
fiscal fue pillado comentando la estrategia a seguir, en un asunto que le
interesa en lo particular, y en el que como funcionario público involucrado en
el caso, debió haberse excusado.
Y sin
embargo, se advierte que por el contrario, está usando todo el poder de su
institución para que el caso corra en su favor, e incluso hay expresiones suyas
en las que se advierte que tenía el “acuerdo· de algunos ministros de la
Suprema Corte, para que le ayudaran en el mismo.
Es decir, un
verdadero cochinero, de uso indebido de recursos públicos para su beneficio;
tráfico de influencias, flagrante intervención de un poder constitucional en
otro, para lograr los objetivos particulares del fiscal Gertz.
AMLO ha
querido contextualizar toda esta serie de violaciones a la ley, como uno más de
los intentos por golpear a su administración, en este caso “atacando” a Gertz,
porque “lo quieren tirar”, para así perjudicar al gobierno de la “cuarta transformación”.
Gertz mismo
ya asumió ese mismo discurso, sin hacer referencia alguna al evidente abuso de
poder de su parte, utilizando su posición para litigar e influir en otro poder,
en un asunto de su incumbencia particular, para ganar el caso.
En cuarto
lugar, AMLO está percibiendo correctamente, que su final de sexenio puede ser
caótico, con un aumento brutal de la violencia, la inseguridad y la impunidad
en el país; con una inflación desatada, que se está comiendo rápidamente los
importantes aumentos logrados a los salarios mínimos y contractuales; una
creciente fricción en la relación con Estados Unidos y la Unión Europea, por la
propuesta de reforma eléctrica de AMLO, que afecta duramente los intereses de
las grandes empresas eléctricas y en general, las dedicadas a la energía, estadounidenses
y europeas; un aumento de la animadversión en su contra, de la mayoría de los
medios de comunicación y de los principales periodistas y comunicadores; y una
progresiva insatisfacción de los precandidatos que, al menos hasta ahora, no
parecen tener posibilidades de obtener la candidatura presidencial del partido
oficial, Morena, como el caso del senador Ricardo Monreal y del canciller
Marcelo Ebrard, lo que le puede complicar la nominación de su preferida, la
jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Por todo lo
anterior, AMLO decidió utilizar como “payaso de la cachetadas” a varios
impresentables miembros de la oposición, que increíble y cómicamente creen que
tienen alguna posibilidad, ya no digamos de competir efectivamente por la
presidencia contra la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum (que para todo
efecto práctico sería una pésima candidata, dado su nulo carisma y su
inveterada ineficiencia en los cargos públicos que ha ocupado), quien cuenta
con el respaldo de todo el aparato gubernamental y de la vasta clientela política
morenista, bien aceitada con miles de millones de pesos del presupuesto; sino incluso
de ser candidatos de la disminuida y desorientada oposición política, en donde
si decidieran elegir a demagogos gritones, sin proyecto y que no representan a
nadie, como Quadri, Zavala, Téllez o Zepeda, entonces la candidata de AMLO ni
siquiera tendría que hacer campaña, pues cualquiera de ellos se enterraría con
sus declaraciones y discursos frívolos y totalmente alejados de la realidad de
la mayoría de los mexicanos.
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