Bajo la Lupa
Terrorismo geopolítico: avión ruso en Egipto,
barrio chiíta en Beirut y multiatentados en París
Alfredo Jalife-Rahme
LA JORNADA
Domingo 15 de noviembre
de 2015
En medio de la grave crisis financiera del G-7, el secretario del
Pentágono, Ashton Carter, advirtió –siete días antes a los siete execrables
multiatentados de París/Saint-Denis– sobre las batallas que vienen con Rusia y
China (http://goo.gl/wwTD6m).
El Pentágono alardeó el vuelo reciente de dos
bombarderos estratégicos B-52 cerca de las islas artificiales chinas
en el ultrasensible Mar del Sur de China (http://goo.gl/E6xkKh),
en alta tensión (http://goo.gl/lZwaW4), y
en vísperas de la cumbre APEC.
Me llamó la atención un tuit muy
sugerente, un día antes del avionazo ruso en el Sinaí, de Zbigniew Brzezinski,
teórico de los Balcanes euroasiáticos (http://goo.gl/EMijDC)
de su libro El gran tablero de ajedrez mundial: “¿Puede la
iniciativa ‘un cinturón, una ruta de China’ tener éxito si explota el Medio
Oriente? (https://goo.gl/00rNYw)”
China creó una zona industrial en el corredor del nuevo
canal de Suez(http://goo.gl/0Vt95H) que
concurre con la iniciativa un cinturón, una ruta de China (http://goo.gl/E4G3X8).
¿Quién busca descarrilar la creativa conexión de
Rusia y China con Egipto?
En vísperas tanto de la reunión de Viena sobre la pacificación de
Siria como de la cumbre del G-20 en Turquía, centellean muchos focos de alta
tensión en la cartografía euroasiática entre las tres grandes superpotencias
–Estados Unidos, Rusia y China–, mientras se intensifican varias guerras
regionales: el binomio Afganistán-Pakistán, el otro binomio Siria-Irak,
Ucrania, Libia, Nigeria, Yemen, el cuerno de África (Somalia), etcétera.
Las múltiples guerras regionalesse suman a la
erupción en el lapso de dos semanas del terrorismo geopolítico desde
el Sinaí/Egipto pasando por Beirut hasta París.
Los multimedia rusos han sido prudentes –con la
perturbadora excepción de Dmitry Kiselyov– sobre la explosión del avión ruso
con 234 turistas que volaba de Sharm el Sheij a San Petersburgo (ciudad natal
del zar Vlady Putin)–, en contraste a sus colegas de Egipto, quienes fustigan
que fue perpetrada por la mismaagresión tripartita de Francia (sic), Gran
Bretaña e Israel, en la guerra del canal de Suez de 1956 (http://goo.gl/X0ND3x).
Una caricatura del rotativo gubernamental egipcio Al-Ahramdescribe
que nuestros enemigos siguen siendo los mismos después de 60 años.
En el lapso trágico de las recientes dos semanas
apareció muerto en un hotel de Washington Mikhail Lesin, íntimo del zar
Vlady Putin (http://goo.gl/xJQgV9) y
creador del relevante portal Russia Today, que desnuda la
obscena desinformación de los multimedia israelí-anglosajones.
Daily Mail, portal amarillista británico y vulgar
instrumento del MI6, expone que Dmitry Kiselyov acusó a Estados Unidos
(¡supersic!) de complicidad en el desastre del Sinaí.
Dmitry Kiselyov –descrito por Bloomberg como el
rostro público de la máquina de propaganda de Putin y uno de los principales
funcionarios del régimen– imputó que el secretario del Pentágono, Ashton
Carter, predijo que Rusia tendría ataques terroristas y pérdidas humanas en
el futuro cercano (http://goo.gl/4Qpv28).
¡Asombrosa premonición!
Al-Manar, rotativo del Hezbolá libanés, comenta
que la industria turística de Egipto ha sufrido un durísimo golpe con este
atentado y cita a Ashraf Ashmawi, de Al-Ahram,quien considera
que se trata de un intento flagrante de castigar a Egipto económica y
financieramente, por su apertura hacia Rusia en el curso de estos últimos tres
años y la creciente cooperación militar entre los dos países.
El estrujante ensayo La orgía de destrucción
global de los yihadistas apoyados por EU (¡supersic!), de la doctora
Christina Lin, becaria de SAIS-Universidad Johns Hopkins, ilustra los motivos
geopolíticos del terrorismo yihadista y sus hilos conductores (http://goo.gl/pA9rPv).
La tesis nodal de Christina Lin es que se
trata de una amenaza no sólo a Rusia, que ha entrado a la guerra siria, sino
también a China y a India –opinión similar de Bajo la Lupa: el supremo
titiritero detrás del irredentismo yihadista euroasiático opera una guerra
global contra el RIC (Rusia/India/China;https://goo.gl/rnLtRj).
Un día después a la relevante captura por
Siria/Irán/Hezbolá, con ayuda rusa, del aeropuerto de Kuweires, cerca de Alepo,
la ciudad siria más poblada –que trastoca la correlación de fuerzas en el norte
de Siria en su frontera con Turquía–, y dos días antes de la reunión
multinacional en Viena, se perpetraron atentados dantescos en el barrio chiíta
de Burj Barajne (Beirut), que cobraron la vida de 46 personas, con 200 heridos,
reivindicados por los yihadistas sunitas (http://goo.gl/snK67d).
¿Mismo hilo conductor secuencial: derribo del avión
ruso en Sinaí, atentados en el barrio chiíta de Beirut y ahora París?
El londinense The Times reporta
que los tres comandos de yihadistas de los siete multiatentados coordinados de
París exclamaron Dios es Grandey que su carnicería era por Siria.
Pero, ¿por qué no por Libia, Irak o Mali (http://goo.gl/ZPJHQ8)?
¿La culpabilidad yihadista(http://goo.gl/FcBezr) constituye la óptima
coartada para una asepsia antimigratoria arabófoba/islamófoba y una intervención
de la OTAN en Siria con el fin de frenar el éxito de Rusia, y así redireccionar
las reticencias de Francia y Alemania?
Habría que ponderar una visión contrastante, más
geoestratégica y holística.
Dejo de lado el error del bombardeo por
Estados Unidos de un hospital manejado por el grupo francés Médicos Sin
Fronteras en Kunduz (Afganistán).
Sin contar el relativo deshielo de Francia con
Rusia –el grupo de Minsk sobre Ucrania (¡sin Estados Unidos!) y la
triangulación de la venta de los barcos Mistral a Egipto originalmente
destinados a Rusia–, se advertían ya conspicuas tensiones entre Estados Unidos
y Francia sobre la Cumbre del Cambio Climático COP21 en 17 días (http://goo.gl/ygLRys).
Un día antes de los complejos(http://goo.gl/1v3GN1) multiatentados –el 11/S galo
(http://goo.gl/bDomSr)–, el presidente
François Hollande “chocó (¡supersic!) con Kerry sobre los ‘resolutivos
vinculantes’ de la Cumbre COP21”. Kerry diluyó sus alcances como no
vinculantes(http://goo.gl/u3lUR6).
Esta discrepancia en un asunto tan transcendental no es menor entre dos
supuestos aliados.
El centro texano-israelí Stratfor juzga que, desde
los atentados contraCharlie Hebdo, los ataques no fueron
completamente sorprendentes (¡supersic!), aunque sean ultrajantes, y conjetura
que el reciente influjo de refugiados a Europa, de lugares como Siria,
pone en relieve el riesgo de que los grupos yihadistas pudieron haber colocado
a algunos de sus miembros(https://goo.gl/S7GWI1).
Sin contabilizar eldescarrilamiento de su tren
bala un día después, Francia –máxima potencia nuclear europea– se encuentra en
estado de conmoción y emergencia, cierra sus fronteras e insiste en celebrar la
Cumbre COP21.
No se puede soslayar la notoria similitud entre la estrategia
de tensión (http://goo.gl/9coVlp) de
los movimientos estudiantiles de 1968, que llevaron a la defenestración del
general De Gaulle (defensor delpatrón-oro), con los focos delterrorismo
geopolítico de hoy.
Ni el gran Medio Oriente ni Francia ni
Europa son ya los mismos; ni Estados Unidos ni Rusia ni China tampoco.
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