LA BURLA
Como se esperaba el empleado del presidente Peña, Virgilio
Andrade, secretario de la Función Pública (ex empleado del secretario de
Hacienda, Luis Videgaray), exculpó a ambos (jefe y ex jefe) de cualquier
conflicto de interés por las casas que les fueron “compradas” a contratistas
del gobierno del Estado de México y ahora del gobierno federal (Hinojosa Cantú
y San Román), en Malinalco (Videgaray), Ixtapan de la Sal (Peña) y las Lomas de
Chapultepec (la esposa de Peña, Angélica Rivera).
La peregrina explicación fue que cuando adquirieron las
propiedades no eran funcionarios públicos, pues estaban en la campaña
presidencial; y en el caso de Angélica Rivera, adquirió sus costosísimas
propiedades con “recursos propios”, que obtuvo de la empresa Televisa.
Según Andrade, además ni Peña, ni Videgaray participan o
participaron en la concesión de contratos a las empresas constructoras
referidas.
Esto es una burla monumental. Como si no supiéramos que no se
requiere estar sentado en los comités de adquisiciones o en los paneles que
definen a los ganadores de las licitaciones de obras públicas, para que se
defina a qué empresas o individuos se les otorgan.
Ni Peña, ni Videgaray necesitan estar firmando concesiones o
licitaciones, ellos sólo tienen que alzar el teléfono y ordenar a sus
subordinados a quién otorgar los contratos. ¿Por qué tendrían que arriesgarse a
poner su firma en los documentos, cuando siendo los jefes de quiénes en teoría
deciden sobre los mismos, les pueden decir de viva voz a quien favorecer?
Luego la “explicación” de que adquirieron los inmuebles
cuando no eran funcionarios públicos, es una vacilada, pues el “pago de favores”
no tiene que ser inmediato, sino en el mejor momento para que el funcionario
pueda cubrir sus corruptelas.
Andrade no conformó el supuesto panel de expertos
independientes que revisaría su “exhaustiva investigación”, ni tampoco llamó a
declarar a su actual jefe Peña, ni a su ex jefe Videgaray.
En resumidas cuentas, una sangrienta burla al pueblo de
México (en su cara y sin vergüenza alguna), que pinta de cuerpo entero a esta
corrupta subclase política que se sigue repartiendo el botín del presupuesto
(junto con sus cómplices del sector empresarial) a manos llenas.
Por supuesto que Peña, después de auto exculparse hizo un pequeño
acto de contrición “pidiendo disculpas a quienes se pudieran haber sentido
ofendidos” por todo este escándalo, como si dijera, perdónenme manitos por no haber ocultado mejor mi riqueza mal habida,
pero de ahora en adelante les aseguro que ya no se van a enterar de nada,
porque lo voy a tapar mejor.
Pero ahora sí, con la maravillosa legislación anti
corrupción, de aquí en adelante México va a ser el reino de la transparencia,
de la rendición de cuentas y de la honestidad
No se podía esperar otra cosa de Peña, alumno del grupo
Atlacomulco, cuyo máximo representante, Carlos Hank González afirmaba sin pudor
que un “político pobre, es un pobre político”.
Así que los miembros de este grupo traen en el ADN la
corrupción, es el leit motiv por el
que están en la política y en el gobierno. Y no quiere decir que los otros
grupos y facciones no se dediquen a esto (el grupo Hidalgo de Murillo Karam y
Osorio Chong; el de los “padrinos” Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa; y
toda la colección de gobernadores rufianes que se encargan de saquear a sus entidades,
sexenio tras sexenio), pero el del Estado de México es de los más longevos y
sin duda, de los maestros en las prácticas de la corrupción y aprovechamiento
faccioso y patrimonialista del sector público.
Y por supuesto, la muy favorecida Televisa, que entró al
salvamento (sic) de Peña, afirmando que los recursos de la señora Rivera
provinieron de un generoso finiquito con dicha empresa, le dio amplia difusión
a la serie de mentiras y burlas que Andrade y Peña manifestaron ayer.
Televisa, que desde que Peña era gobernador del Estado de
México, estableció más que una alianza, una “compra” de este político (mediante
un generoso contrato de difusión de su imagen y de su “obra” en dicha entidad),
ha resultado enormemente favorecida, pues las modificaciones legales en materia
de telecomunicaciones afectan primordialmente al magante Carlos Slim, y dejan
prácticamente intocado el oligopolio televisivo de esta empresa; así también,
dos funcionarios públicos de alto nivel fueron propuestos por la empresa
(Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte y Arely Gómez como
procuradora General de la República), desde donde protegen los intereses de
Televisa; y para rematar, Televisa tiene fuertes intereses en el sector de las
apuestas, en donde cuenta con toda la protección del gobierno federal.
En resumidas cuentas, el anuncio de Virgilio Andrade y el
discurso de Peña del día de ayer, confirmaron que México es gobernado por varios
grupos mafiosos que se reparten el botín y se cubren unos a otros, en
detrimento de la mayoría del pueblo de México, que seguirá sufriendo las
consecuencias de este saqueo monumental y de una política económica subordinada
al gran capital nacional y trasnacional, depredadora y explotadora de los
recursos humanos, financieros y naturales del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario