DEBATE DE REPUBLICANOS, REFLEJA UNA
VISIÓN OSCURANTISTA
Después de escuchar los dos debates de los precandidatos
republicanos a la presidencia[1],
ayer 6 de Agosto, realmente debe preocupar a la mayor parte de los países y
pueblos del mundo la “visión” y la “interpretación” que estas personas tienen
acerca de su país, de la sociedad, de la economía, de las relaciones
internacionales, de la política y de la religión. Sin duda representan una visión oscurantista, de la edad
media, en pleno siglo XXI.
En términos generales (con diferencias menores entre todos), se
puede afirmar que estos precandidatos asumen plenamente las siguientes
posiciones:
- Consideran al mundo un lugar peligroso y ven en la mayor parte de los países y pueblos del mundo a enemigos y amenazas, más que aliados u oportunidades (México y Centroamérica con sus inmigrantes ilegales que provocan crimen e inseguridad en Estados Unidos; todos los países con mayoría musulmana, son terroristas o pueden convertirse en cualquier momento en patrocinadores del terrorismo –aún los “aliados”-; Rusia y China sólo están en este mundo para hacer daño a Estados Unidos; etc.)
- El gobierno federal es una entidad maligna que sólo expolia al pueblo estadounidense, no hace bien prácticamente nada y a excepción de la defensa y seguridad nacionales, todo el resto de sus funciones deben recaer en los gobiernos estatales, locales y especialmente en la iniciativa privada.
- La mayor parte de los problemas internacionales se deben a que Estados Unidos no “lidera”; en el momento en que asuma plenamente ese “liderazgo” (que Obama no ha sabido o querido encabezar, según los republicanos), especialmente con un crecimiento exponencial de su aparato militar, entonces gran parte de las crisis internacionales (en las que por supuesto los Estados Unidos no han tenido nada que ver en su conformación), se resolverán.
- Los derechos de las mujeres al aborto, de los homosexuales a casarse entre ellos y el respeto a la diversidad, especialmente en materia de derechos de las minorías, por lo menos deben ponerse en cuestionamiento, ya que van en contra del sentir de la mayoría de los estadounidenses y de sus creencias religiosas.
- El rechazo al acuerdo en materia nuclear con Irán y el repudio a la reforma en materia de salud de Obama (Obamacare), son requisitos absolutamente indispensables para cualquier precandidato republicano, so pena de ser catalogado prácticamente como un traidor a la patria.
- Un supuesto y muy bien actuado “repudio” a los “políticos tradicionales de Washington”, porque no concretan ninguna política en favor del pueblo estadounidense; esto a pesar de que la gran mayoría de los precandidatos ha hecho su carrera y su vida profesional, precisamente en los corredores del poder de Washington.
- Todos son muy “religiosos”; Dios mismo le ha dado a Estados Unidos la misión de policía, de líder, de faro del mundo, etc., y es el Partido Republicano el más cercano a Dios, si no es que es su instrumento en la Tierra.
Sin duda, el gran perdedor del debate principal fue Donald
Trump, porque así lo decidieron los mandamases del partido, es decir los
millonarios que aportan el dinero para las campañas (Sheldon Adelson, los
hermanos Koch, entre los más relevantes), y esa especie de “factótum” en que se
ha convertido la cadena Fox de Ruppert Murdoch en el bando republicano, pues
como se pudo ver ayer, los “moderadores” en ambos debates no sólo determinaron
la agenda (cuando debió haber sido ese cascarón que es el Comité Nacional
Republicano), sino que además decidieron a quien hundir (a Trump), y a quien
ayudar (en el primer debate, a la fracasada ex ejecutiva de Hewlett Packard, Carly
Fiorina, empresa a la que prácticamente llevó a la quiebra; y en el segundo
debate a Huckabee, Rubio y Cruz, favoritos de los neoconservadores y del lobby
pro Israel).
A Trump le pusieron una trampa desde el inicio del debate,
obligándolo a definir si apoyaría a cualquiera de sus contendientes en caso de
perder la nominación y a no lanzarse como un candidato independiente, a lo que
Trump por supuesto se negó, con lo que desde el principio quedó estigmatizado
como un posible traidor a la causa republicana.
Obviamente Trump no se preparó para el debate, cayó una y
otra vez en las provocaciones de los “moderadores” (destacó la pregunta sobre
los insultos que ha proferido en numerosas ocasiones a las mujeres, de lo cual
no se retractó, con lo que quedó como un misógino), y su enorme ego lo llevó a contestar preguntas puntuales sobre
temas específicos, con generalizaciones que terminaba en su auto exaltación y
en considerarse un exitoso y muy rico hombre de negocios, como si eso fuera
suficiente para acallar cualquier crítica. La realidad es que la cadena Fox y
los verdaderos dueños del Partido Republicano, sabían muy bien que Trump no
podría pasar esta prueba si le sembraban las “minas” suficientes en las que
seguramente caería, conociendo su carácter y su arrogancia.
Jeb Bush demostró que no tiene pasta de político, que a lo
más que llega es a ser un burócrata medianamente confiable y que si está en la
contienda es porque los vastos intereses económicos y políticos de su familia y
de los neoconservadores y “halcones” republicanos que lo apoyan, necesitan una
carta que compita en las primarias republicanas, y él es el único a mano por
parte de esa facción del partido, que en todo caso también estaría muy conforme
si ganan la nominación Huckabee, Cruz o Rubio, que responden también a esos
intereses.
Rand Paul, la opción de los libertarios, aunque intentó
posicionarse desde el principio atacando a Trump, rápidamente fue hecho a un
lado por los “moderadores” que le dieron muy pocas oportunidades de hablar y
además le intentaron tender una trampa cuando le cuestionaron el por qué había
propuesto hace unos años eliminar todo tipo de ayuda internacional, incluyendo
la que se le da a Israel.
Paul tuvo que aceptar que Israel es un “gran aliado”, sin
embargo no se retractó de su propuesta general en el sentido de que la ayuda
internacional afecta a las finanzas del gobierno de Estados Unidos, lo que le
valió un tímido reconocimiento del público presente.
Al “golpeador” Chris Christie lo pusieron en el escenario
para provocar y atacar a Rand Paul, único precandidato que realmente preocupa a
los dueños del Partido Republicano, por la reticencia de Paul a seguir las
políticas militaristas e intervencionistas que los neoconservadores han
impulsado en los últimos 15 años.
Todo parece indicar que la “trampa para Trump” dio resultado
y éste comenzará a caer en las preferencias del electorado en las próximas emanas.
Así también, a Rand Paul se le irá excluyendo poco a poco
(menos entrevistas, menos cobertura, etc.), para eliminarlo de la carrera, en
la que finalmente quedarán los favoritos de los magnates que dominan al
partido, de la cadena Fox, del lobby pro Israel y de los neoconservadores y “halcones”
que desean mantener las políticas militaristas e intervencionistas en todo el
mundo, pero especialmente en el Medio Oriente. Estos precandidatos son: Bush,
Huckabee, Cruz, Rubio, Walker y ahora harán crecer a Carly Fiorina, con objeto
de tener una carta “femenina” ante la casi segura postulación de Hillary
Clinton en el bando demócrata.
[1]
Primero el de los 7 con menos preferencias en las encuestas (Perry, Santorum,
Jindal, Fiorina, Pataki, Gilmore y Graham); y después el de los 10 con mayores
preferencias (Trump, Bush, Walker, Carson, Huckabee, Rubio, Paul, Cruz,
Christie y Kasich).
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