El amlocentrismo de los opositores y opinócratas
Hernán Gómez
Bruera
https://hernangomez.com.mx/el-amlocentrismo-de-los-opositores-y-opinocratas/
La semana
pasada, el presidente López Obrador causó un gran revuelo al señalar que la
UNAM se ha vuelto neoliberal, se ha derechizado y ha dejado de formar cuadros
críticos. Días después, sus declaraciones siguen siendo debatidas y ocupan las
principales portadas de los diarios.
Debo
confesar que las declaraciones me parecieron algo absurdas desde que las
escuché por primera vez. La UNAM tiene 360 mil estudiantes, 40 mil profesores,
24 mil sindicalizados. Es un mundo en el que siempre ha habido gente de
izquierda, derecha, centro; es un universo diverso, complejo y lleno de
matices. Ninguna generalización política o ideológica puede realmente tener
cabida.
En lugar de
simplemente verlas como algo absurdo, varios opositores, medios y opinócratas
han reaccionado como si López Obrador buscara terminar con el pensamiento
crítico, someter a la universidad para su proyecto personal y hasta atentar
contra la autonomía universitaria, a pesar de que esta ha demostrado ser a
prueba de balas.
Al ver que
su declaración surtió efecto, López Obrador ha seguido toda la semana hablando
sobre el tema. Y cómo no hacerlo, si la oposición y la opinión pública cayeron
de lleno en la provocación. Entre las joyas que nos ha dejado la reacción está
la propuesta de Gabriel Quadri de hacer una marcha para defender a la UNAM, o
Ricardo Anaya diciendo que su abuelita daba clases en la Universidad Nacional y
que hay que defender la autonomía.
A estas
alturas del partido ya deberíamos conocer mejor al presidente y aprender a no
caer en todas sus provocaciones. La opinión pública no puede ir detrás de todas
las “pelotitas que avienta el presidente”, parafraseando a Jesús Silva Herzog.
Haría falta saber elegir mejor qué declaraciones tomar en serio y cuáles no.
Sin embargo,
hoy vivimos un amlocentrismo que nos lleva a pasar discutiendo todo el
día ―y a veces durante varios días― sobre lo que dice López Obrador en las
mañanas. Se trata de un amlocentrismo reduccionista porque discutimos en
general sobre lo que el presidente “dice”, pocas veces sobre lo que hace su
gobierno.
De ese
amlocentrismo reduccionista es responsable el presidente, su gobierno y sus
seguidores, evidentemente. Pero también los medios de comunicación y la
comentocracia que no hablan de otra cosa y agrandan cualquier declaración del
presidente.
Igualmente
es responsable la oposición, que no puede hacer otra cosa que tener una agenda
reactiva a las declaraciones presidenciales, como si les diera pereza ponerse a
trabajar realmente, a hacer oposición de verdad. Claro, es más fácil levantarse
en la mañana, ver qué ha dicho el presidente y cómo lo pueden criticar, que
tener una agenda política de verdad.
Ojalá algún
día dejemos de pasarnos todo el tiempo discutiendo sobre qué dice o qué no dice
López brador y nos enfoquemos más en lo que hace, en las acciones de gobierno;
en entender realmente qué está pasando en los territorios o cómo se están
implementando las políticas públicas y los programas sociales. Porque eso
prácticamente no lo estamos haciendo y no lo está haciendo la oposición,
enfrascada como está en discutir hasta la saciedad cualquier cosa que diga el
presidente en la mañanera.
Mientras
mantengamos la agenda pública centrada en lo que dice el mandatario, este
seguirá feliz tirando buscapiés y haciendo provocaciones para mantener la
conversación pública donde él quiere, incluso para evitar que hablemos de los
temas que realmente pueden incomodarlo. Pero parece que la oposición no
ve eso. El presidente ha sido hasta ahora más hábil e inteligente que ellos.
@HernanGomezB
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