El dinero de políticos
mexicanos y sus familias desembarca en paraísos fiscales
Más de 3 mil
mexicanos han llevado su patrimonio a offshores secretas en las últimas
décadas. Al menos 80 políticos y sus familias aparecen en los Pandora Papers
Por
ANDREA CÁRDENAS / QUINTO ELEMENTO LAB
3 de octubre de 2021
https://quintoelab.org/project/pandora-papers-politicos-mexicanos-paraisos-fiscales
Los negocios
offshore de al menos 3,047 mexicanos que movieron fortunas a paraísos fiscales
con la colaboración de bancos, asesores y despachos legales, han quedado al
descubierto con una nueva filtración masiva de 11.9 millones de documentos a
escala global obtenida por el Consorcio Internacional de Periodistas de
Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés).
Entre los
ciudadanos y residentes de México que utilizan sociedades pantalla,
fideicomisos o fundaciones opacas, aparecen más de 80 personajes del mundo de
la política que han llevado millones de dólares a lugares que ofrecen
privilegios fiscales bajo la sombra del anonimato, fuera del alcance de las
autoridades hacendarias y de las agencias reguladoras.
La
investigación Pandora Papers descubre que los mexicanos han creado sociedades
de papel para comprar lujosas propiedades, jets privados y yates, pagar menos
impuestos, administrar fortunas y herencias, pero también para gestionar
inversiones, abrir cuentas bancarias y guardar las utilidades de sus negocios.
La
filtración contiene registros de empresas, certificados de acciones, estados
financieros, títulos de propiedad, correos electrónicos y escrituras legales
que permiten conocer a los verdaderos dueños de las firmas offshore, cuya
identidad típicamente se mantiene oculta bajo las capas de anonimato que
ofrecen los paraísos fiscales.
Los
registros de la investigación de Pandora Papers, en la que participaron 600
periodistas de 150 medios en el mundo incluido Quinto Elemento Lab, provienen
de 14 despachos globales especializados en crear empresas de papel y complejos
esquemas para quienes buscan la secrecía y los privilegios fiscales.
Aunque tener
una sociedad offshore no es un crimen, en muchos casos su opacidad permite la
comisión de delitos como el lavado de dinero, la corrupción o la evasión
fiscal. En México no es ilegal tener sociedades fachada para mantener activos o
resguardar el patrimonio fuera del país, incluso algunas personas las usan para
reducir riesgos a su seguridad o conducir negocios internacionales.
Sin embargo,
el uso de sociedades offshore puede ser particularmente controversial en el
caso de políticos y funcionarios públicos, pues las pueden utilizar para
esconder dinero y bienes procedentes de sobornos o desvío de recursos públicos.
Esto es de particular interés en naciones como México donde la corrupción es
rampante y el gobierno ha hecho un pobre trabajo impidiendo estos abusos.
Antes de ser
presidente, Andrés Manuel López Obrador criticó
con severidad en 2016 la aparición de mexicanos en la anterior
investigación de ICIJ, los Panama Papers, señalando que la “mafia del poder”
ocultaba dinero de las autoridades hacendarias.
“Yo respeto
mucho lo del anonimato que se guarda en Suiza sobre los que depositan o en los
llamados paraísos fiscales, pero eso no debería de existir (...) debería de
establecerse que se conociera el origen del dinero, cómo se va el dinero de un
país saqueado a un paraíso fiscal y no pasa nada y es normal, y hay incluso
países que viven de eso, eso es inmoral”, dijo en agosto de 2020 durante
su conferencia matutina.
En los
Pandora Papers aparecen algunos políticos cercanos a López Obrador. En los
documentos figuran además los hijos y hermanos de antiguos gobernadores del PRI
y PAN, miembros actuales de gabinetes estatales y gente del Partido Verde.
Los
servidores públicos están obligados a reportar sus propiedades, empresas,
inversiones y cuentas bancarias establecidas dentro y fuera del país -suyas y
las de sus cónyuges-. Deben hacerlo cada año o cuando asumen o dejan un nuevo
cargo. Estas declaraciones patrimoniales pueden ser públicas o reservadas,
según la decisión de cada persona. Los funcionarios y legisladores que aparecen
en Pandora Papers y que hicieron públicas sus declaraciones patrimoniales,
omitieron consignar ahí su participación en sociedades asentadas en paraísos
fiscales.
Si
voluntariamente los políticos no reportaron sus sociedades offshore, el
gobierno federal tampoco tiene otros mecanismos de vigilancia fiscal para
conocer con precisión quiénes participan en empresas en paraísos fiscales y con
qué fin.
“En los
sistemas institucionales no se encuentra un apartado que permita identificar a
los contribuyentes que utilizan entidades offshore”, respondió el SAT a una
solicitud de información.
Interactivo: Explora las conexiones de los mexicanos en los
Pandora Papers
La nueva
filtración contiene 10 veces más mexicanos que los descubiertos en la anterior
investigación de los Panama Papers en 2016, y mientras en aquella ocasión sólo
se documentaron a los clientes de un solo despacho, Mossack Fonseca, esta
filtración revela información de clientes mexicanos o residentes en México de
al menos 10 bufetes que los ayudaron a llevar su dinero fuera del país.
Una revisión
de muchos meses realizada por periodistas de Quinto Elemento Lab, El País,
Proceso y Univisión a los Pandora Papers permitió conocer que más de 3 mil
mexicanos o residentes de México participan en 1,241 sociedades anónimas, 600
fideicomisos y 72 fundaciones difíciles de rastrear situadas en 22
jurisdicciones del mundo.
Además de
políticos y funcionarios, los documentos filtrados descubren los
secretos financieros de los empresarios y algunas de las familias más
acaudaladas del país.
Veinte de
los 80 políticos y familiares que aparecen en los Pandora Papers movieron en
las últimas décadas alrededor de 30 millones de dólares a jurisdicciones que
ofrecen privilegios fiscales.
La
filtración contiene reportes con documentos muy detallados que describen los
secretos financieros de algunos protagonistas, pero no todos los informes
ofrecen datos pormenorizados de los activos invertidos.
Los
amigos de la 4T
Julio
Scherer Ibarra, que desde 2018 y hasta hace unas semanas era el consejero
jurídico de la Presidencia y uno de los hombres más cercanos a López Obrador,
aparece vinculado a una estructura offshore y a un departamento en Miami Beach.
En marzo de 2011 recibió las 50 mil acciones de una sociedad de papel de las
Islas Vírgenes Británicas llamada 3202 Turn Ltd, la cual controlaba la empresa
de Florida denominada 3202 Turn LLC, que a su vez es propietaria de un
condominio ubicado en la Collins Avenue de Miami, valuado actualmente en 1.5
millones de dólares.
Al menos
entre 2013 y 2016, el nombre de Scherer apareció en las boletas de pago del
predial de dicho departamento según los registros fiscales del condado de
Miami-Dade. En 2019 no mostró ningún nombre en las boletas y en 2020 el banco
Morgan Stanley figuró como responsable del departamento, el cual no aparece en
ninguna de las cuatro declaraciones patrimoniales públicas que presentó Scherer
mientras fue funcionario.
De acuerdo
con los documentos internos del despacho Trident Trust, que administraba la
sociedad de las Islas Vírgenes, Scherer recibió las acciones de la compañía de
Ilja Landsmanas Dymensztejn y su esposa Ivonne Yolanda Stern Wolf, quienes eran
unos de sus principales clientes. Los Landsmanas permanecieron como
“directores” de la sociedad hasta el 17 de marzo de 2017, cuando renunciaron a
su cargo.
Los Pandora
Papers descubren que hasta ese año los activos de la sociedad offshore
ascendían a dos millones de dólares procedentes del trabajo de Scherer en la
práctica legal, según la declaración confidencial del abogado que fue enviada
al despacho Trident.
Antes de
integrarse al gabinete de López Obrador, Scherer fue asesor legal del
conglomerado de empresas que dirigen los hijos del matrimonio Landsmanas y que
son propiedad de la familia. La Cosmopolitana es la más conocida de sus
compañías, integradas bajo el sello de Corporativo Kosmos. En años recientes,
se erigieron en los mayores proveedores de alimento del gobierno; surten las
prisiones federales y estatales, los hospitales públicos, Pemex y policías del
país.
Las acciones
en la firma offshore y el departamento en Miami, adquirido en 2008 por Elías
Landsmanas a través de la firma de Florida, son información que “alude a mi
persona en un período de mi trayectoria en el cual no era funcionario público
sino profesionista independiente. En este sentido, me es indispensable aclarar
que siempre me he conducido conforme a derecho, a mis principios personales y
así lo seguiré haciendo”, respondió Scherer a un cuestionario enviado en el
marco de esta investigación.
El despacho
Scherer y Asociados atendía en ese tiempo a una variedad de empresas y políticos.
Asesoró a los Landsmanas durante cinco años, antes de sumarse al gobierno de la
Cuarta Transformación, donde estuvo a cargo de revisar las reformas y proyectos
de ley del presidente.
Armando
Guadiana Tijerina, el empresario minero y desde 2018 senador por Morena, creó
en marzo de 2007 The Hawaii Trust, un fideicomiso que resguarda 50 mil acciones
de Atlantic Industries International Limited, una empresa opaca basada en las
Islas Vírgenes Británicas, según los registros del despacho panameño Alemán,
Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), a quienes designó como gestores de sus
activos.
Al momento
de registrar su offshore, Guadiana dijo que su ingreso anual rondaba los 600
mil dólares y que su patrimonio superaba los 28 millones dólares distribuidos
en empresas mineras, inversiones y propiedades. Designó a sus cuatro hijos como
beneficiarios, según los expedientes del despacho.
En las
declaraciones patrimoniales públicas que presentó ya como senador, esa
fortuna ya no estaba. En 2020 y 2021 Guadiana dejó en blanco los campos donde
tendría que detallar sus ingresos por actividades empresariales, financieras o
servicios profesionales, enajenación de bienes o cualquier otro ingreso aparte
de su salario como legislador. Anotó “ninguno” ahí donde debía reportar sus
inversiones, cuentas y otro tipo de valores o activos, sus bienes inmuebles y
fideicomisos.
-¿De dónde
viene ese patrimonio declarado cuando creó su fideicomiso? se le preguntó en
entrevista previa a la publicación.
-Yo no sé,
fíjate, porque la cantidad eso sí desconozco. Le diría una mentira.
Y en cuanto
a lo reportado en su declaración patrimonial contestó. “Ahí hubo un error, los
contadores me entendieron mal la pregunta en la declaración patrimonial,
entendieron que si no tenía conflicto de interés”, dijo Guadiana, “Me atonté en
el asunto de la Declaranet”.
El senador
aclaró que sus contadores cometieron un error al llenar el formato de su
declaración patrimonial, el cual asegura fue corregido en marzo pasado, aunque
en las versiones públicas sus datos no han sido actualizados.
En
entrevista, el legislador explicó que Hawaii Trust fue creado para desarrollar
un proyecto minero de carbón en la provincia de Santander, en Colombia, que no
prosperó por las condiciones de inseguridad de la guerrilla. “Todavía tenemos
el proyecto, de hecho nada más nos ha costado dinero, no hemos hecho nada”,
dijo Guadiana en la entrevista telefónica.
Planeaba
desarrollar el proyecto con socios inversionistas colombianos, aunque no
recuerda sus nombres “ellos querían cosas offshore” y por eso “se creó la
entidad (Hawaii Trust) pero no se invirtió, no se aportaron bienes, yo creo que
se extinguió”. Cuestionado sobre la empresa en las Islas Vírgenes, respondió:
“Yo no sé, no tengo los datos exactos pero voy a checarlo con los contadores
(…) No estoy seguro si está viva la mentada Atlantic”, dijo el legislador.
El actual
secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz Leal, también
aparece como dueño de la empresa Desbond Finance Limited con sede en las Islas
Vírgenes Británicas, que fue creada en 1998 con el propósito de proteger su
patrimonio.
La compañía
fue registrada en febrero de 1998, tan solo un mes después de que Arganis
ingresara a la Secretaría de Obras y Servicios del gobierno de la Ciudad de
México como director general de la planta de asfalto. Desde ese año y hasta
mayo de 2003, cuando se desempeñaba ya como director de Obras Públicas en el
gobierno de López Obrador en la Ciudad de México, Arganis dispuso de un poder
general sobre la empresa.
En una carta
enviada para este reportaje, el secretario aseguró que los recursos fueron
“producto del ejercicio profesional en el sector privado”. No precisó el monto
que invirtió a través de su offshore y aseguró, además, que el despacho lo defraudó
y que él perdió su dinero.
La
empresaria Julia Elena Abdala Lemus, quien es pareja sentimental del titular de
la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, es dueña de 10 mil
acciones de una sociedad panameña de papel, que no cuenta con empleados ni
oficinas, y cuyo primer accionista se mantuvo en el anonimato que garantizan
las acciones al portador.
La empresa
Roybell International Inc fue creada en diciembre de 2011 con un capital de 10
mil dólares a través de un despacho en Ginebra especializado en la gestión de
grandes fortunas, que a su vez contrató los servicios de Alcogal. La compañía
es dirigida por tres ejecutivos nominales, pero quien realmente lleva las
riendas es Abdala: en diciembre de 2017 recibió poderes para realizar acciones
como comprar bienes, pedir créditos, otorgar préstamos, celebrar contratos,
participar en licitaciones, comprar acciones y presentar demandas. También
recibió autorización para abrir una cuenta en la sucursal de Lyford
International Bank and Trust Ltd, en Las Bahamas, según los Pandora Papers.
Abdala,
quien no estuvo disponible para responder las solicitudes de comentarios, se
convirtió en accionista de la offshore cuando Barlett, su pareja de 20 años,
despachaba como senador. Una investigación periodística publicada en 2019 por el
equipo de Carlos Loret de Mola documentó que la familia Bartlett poseía una
fortuna no declarada valuada en 800 millones de pesos en propiedades, algunas a
nombre de Abdala. La Secretaría de la Función Pública exoneró al titular de la
CFE y cerró el caso al no encontrar delitos.
Las
familias del PRI y el PAN
Cuando los
despachos internacionales ayudan a montar empresas offshore en los paraísos
fiscales, deben anotar si su cliente es una persona “políticamente expuesta” ya
sea porque tiene parentesco con algún funcionario o porque ocupa un cargo
público. Quienes caen en esta categoría deben recibir una atención especial
para verificar el origen de sus recursos y el resguardo de los activos.
Arturo
Montiel Yañez registró un fideicomiso en las Islas Vírgenes seis días antes de
que su padre, Arturo Montiel Rojas, terminara su mandato como gobernador del
Estado de México en septiembre de 2005, según las revelaciones.
A sus 33
años, el empresario y primogénito del exgobernador celebró un contrato con
Alcogal y Stanford Trust para cederles la gestión de 3.5 millones de dólares en
beneficio de sus hijos Arturo y Santiago Montiel Ferreyra, según el documento
firmado el 8 de septiembre de 2005 que dio origen al fideicomiso Art Saint
Trust.
Los
documentos no mencionan el origen de los fondos, pero la millonaria operación
sucedió cuando el exgobernador y su familia estaban siendo investigados por
malversación, enriquecimiento ilícito y desvío de fondos públicos, aunque la
fiscalía estatal concluyó que no había elementos contra los Montiel. Los
esfuerzos por obtener la versión de Montiel Yáñez no dieron resultados.
Jesús
Murillo Ortega es hijo del exgobernador priista de Hidalgo y exprocurador Jesús
Murillo Karam. Con un millón de dólares, el empresario creó en marzo de 2014
junto con su esposa la sociedad Sweet Land Ltd en Panamá para invertir en
bienes raíces, de acuerdo con los documentos filtrados. Murillo Ortega declaró
que los recursos eran derivados de sus ahorros personales.
La offshore
fue registrada cuando Murillo Karam estaba al frente de la Procuraduría General
de la República. Durante esos años, empresas en México de los hijos y parientes
de Murillo Karam ganaron más de 300 millones de dólares en contratos de obras
asignadas mientras estaba al frente de la PGR, según una investigación de MCCI.
“Esta
corporación (Sweet Land Ltd) en ningún momento llevó a cabo operación,
actividad empresarial, comercial, de gestión, financiera o de adquisición
alguna, e incluso ni siquiera aperturó una cuenta de banco e incluso fue
disuelta prácticamente desde su inicio, derivado del término de mi vínculo
matrimonial con mi entonces socia y pareja”, respondió Murillo Ortega a un
cuestionario enviado para esta investigación.
Francisco
Labastida Gómez de la Torre, hijo del exgobernador de Sinaloa Francisco
Labastida Ochoa, se convirtió en el verano de 2008 en director y accionista
mayoritario de Fuentes Pyasa Corp, una sociedad anónima creada en las Islas Vírgenes
Británicas con el propósito de adquirir un yate, según los documentos de
registro de la firma.
La empresa
fue creada en 2006 a través de Trident Trust Company por un corredor de bienes
y raíces, pero dos años después se nombraron nuevos accionistas y directivos:
junto con Francisco Labastida llegaron Leonor Labastida Vargas así como Andrés
Conesa Labastida, director de Aeroméxico, y otros empresarios agrícolas
sinaloenses.
El yate de
los Labastida es un Azimut M/Y 2006, de diseño italiano bautizado como “Pez
Gordo”, según un documento firmado en 2010 por el hijo del ex candidato
presidencial.
“Soy
accionista de una sociedad mercantil (...) dueña de la embarcación denominada
‘Pez Gordo’ desde el año 2006 y que como parte de la inversión hecha tengo derecho
a hacer uso de 5 semanas al año”, dijo Labastida en una carta.
Para Luis
Pérez de Acha, abogado especialista en materia fiscal, la compra de yates o
propiedades a través de entidades offshore tiene dos propósitos: ocultar la
identidad del propietario y obtener ventajas tributarias. “Tener un yate con
registro de bandera de otro país trae algunos beneficios fiscales y
financieros, es por eso que se utiliza, básicamente por el pago de menores
impuestos”, dijo.
Los hermanos
Marcelo y Carlos de los Santos, hijos del exgobernador panista de San Luis
Potosí, Jesús Marcelo de los Santos Fraga, son dueños de 1,282 acciones en
Global Securities Management Corp, una sociedad offshore creada en julio de
2005 en las Islas Vírgenes Británicas, en la que figuran como accionistas
personalidades conocidas de la política colombiana, como la ministra de
Transporte Ángela María Orozco, y el esposo y la hija de la vicepresidenta de
Colombia, Martha Lucía Ramírez.
Otros socios
de la firma son los hermanos y empresarios colombianos César y Gustavo
Hernández Frieri, este último capturado en Italia en 2018 y condenado en
Estados Unidos por lavado de dinero y malversación de 600 millones de dólares
de la petrolera estatal venezolana PDVSA entre 2014 y 2018. De profesión contadores
y empresarios, los hijos del exmandatario panista no respondieron las
solicitudes de entrevista enviadas por esta organización.
Entre los
familiares de políticos que aparecen en los Pandora Papers están la esposa del
actual gobernador del Estado de México, Fernanda Castillo Cuevas, y Paulina
Díaz Ordaz, nieta del expresidente Gustavo Díaz Ordaz y esposa del político del
Partido Verde Jesús Sesma Suárez.
Documentos
del despacho Trident Trust revelan que Juan Ignacio García Zalvidea, exdiputado
federal y exalcalde de Cancún por el Partido Verde se convirtió en 2015 en
accionista de tres empresas en las Islas Vírgenes Británicas, que en 2014 eran
dueñas de cuatro embarcaciones. Las tres sociedades fueron creadas años atrás
por su hermano Fernando García Zalvidea, un conocido empresario hotelero que
tras su muerte, en noviembre de 2013, heredó parte de su fortuna a sus
hermanos.
En 2005 Juan
Ignacio García Zalvidea, quien no estuvo disponible para una entrevista, fue
detenido bajo cargos de negligencia y peculado en perjuicio del ayuntamiento de
Benito Juárez. Ese mismo año el Congreso de Quintana Roo lo inhabilitó por un
periodo de 20 años por el manejo indebido de fondos y recursos del estado
durante su gestión como alcalde, y un año después fue puesto en libertad
después de pagar una fianza.
En los
Pandora Papers también aparecen el secretario de gobierno de Coahuila, el jefe
de la oficina del gobernador Cuahtémoc Blanco, el hermano de un exgobernador de
Yucatán y el exgobernador priista de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez.
En 2016 la
investigación de los Panama Papers puso al descubierto las finanzas secretas de
311 mexicanos, una cifra 10 veces menor que la documentada hoy en los Pandora
Papers. Hace cinco años, la investigación de paraísos fiscales cimbró al mundo,
provocando la caída de primeros ministros y la creación de nuevas leyes en
docenas de países.
En México
poco cambió y desde entonces las autoridades hacendarias han fallado en vigilar
las obligaciones fiscales de todos aquellos que se benefician del sistema
offshore para sacar el dinero del país, que cada año pierde más de 9 mil
millones de dólares en impuestos por el abuso de jurisdicciones offshore, según
la organización europea Tax Justice Project.
En el papel,
los contribuyentes mexicanos deben declarar los ingresos y utilidades obtenidas
en los paraísos fiscales, pero el SAT no tiene un registro de las empresas,
fideicomisos o fundaciones offshore en las que participan los mexicanos ni
conoce el monto de sus ingresos o de los impuestos pagados.
A fin de
verificar que los ciudadanos están al corriente del pago de impuestos, las
autoridades hacendarias pueden ordenar auditorías, pero el SAT apenas auditó en
lo que va del año a 5 personas que hacen uso de los paraísos fiscales, de
acuerdo con el área responsable de realizar las auditorías.
La vigilancia
de las entidades pantalla es importante por tratarse de empresas creadas para
esconder el patrimonio real de sus clientes y porque, según reveló la
investigación internacional de ICIJ, están a menudo asociadas con delitos de
evasión y defraudación fiscal, lavado de dinero, corrupción corporativa y
política.
Mientras el
gobierno hace poco, al paso de los años se conoce que más mexicanos y actores
de poder se benefician de la industria offshore en un país con una desigualdad
creciente.
“Los daños
son amplios y profundos, pero obviamente las personas más perjudicadas son las
más vulnerables que dependen de un Estado funcional y de un gobierno que
ofrezca al menos una protección mínima”, dice Chuck Collins, director del
programa de desigualdad en Institute for Policy Studies. “Esto no solo provoca
que el Estado no tenga dinero, sino que es una especie de corrupción de todo el
sistema que se produce cuando los poderosos optan por no participar”.
Mathieu
Tourliere (Proceso), Zorayda Gallegos, Georgina Zerega y Elías Camhaji, (El
País), Peniley Ramírez y Claudia Ocaranza (Univision) participaron en la
elaboración de este reportaje.
llustraciones:
Carlos Álvarez
Este
reportaje forma parte del especial Pandora Papers, una investigación liderada
por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en
la que participamos más de 600 periodistas de 150 medios alrededor del mundo.
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