La sucesión hegemónica
John
Saxe-Fernández
https://www.jornada.com.mx/2021/10/07/opinion/026a1eco
¿Qué
distingue al actual proceso de sucesión hegemónica, de Estados Unidos a
China, que rompe de manera profunda con eventos similares observados desde hace
siglos? Todo evento histórico es único en el tiempo, el espacio y lo que es su
circunstancia, su encuadre multidimensional. Lo que contenga de generalizable
se somete a escrutinio y discusión. Para algunos, como John Ikenberry en El
ascenso de China y el futuro de Occidente (Foreign Affairs, 2008), si
China mantiene su impresionante crecimiento económico en las próximas décadas
–dice Ikenberry citando a John Mearsheimer analista del realismo histórico– es
probable que Estados Unidos y China entren en una intensa competencia de
seguridad con un considerable potencial para la guerra.
Algo
semejante le oí decir a Giovanni Arrighi en conferencia magistral dictada en el
Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM poco antes de morir en 2009.
Con razón profunda Arrighi centró la atención en el presidente Harry Truman
(1945-1953), el sucesor de Franklin D. Roosevelt.
El arribo de
EU a la supremacía global ocurrió luego de un vertiginoso ascenso hegemónico
después de las guerras (en realidad masacres) del siglo XIX contra las naciones
indígenas de América del Norte. Agrega a la lista el conflicto contra México,
la guerra civil y la guerra hispanoamericana, seguidas en el siglo XX por la
primera y segunda guerras mundiales, así como las perennes
guerras antiterroristas.
El
terrorismo de Estado desplegado por Truman fue abiertamente rechazado por los
altos mandos militares. Almirantes y generales. Marshall, MacArthur y
Eisenhower estuvieron de acuerdo con el almirante William D. Leahy en el
sentido de que: el uso de este bárbaro armamento en Hiroshima y Nagasaki
no fue de ayuda material en nuestra guerra contra Japón. Los japoneses ya
estaban derrotados y listos para rendirse. Le aseguraron a la Casa Blanca que
lanzar la bomba a la población no era una necesidad militar. (evidencia
documental en The Decision to use the Bomb, Gar Alperovitz, 1996). Para los mandos militares de EU, el estallido
de una bomba atómica en un desierto sería una opción suficiente sin necesidad
de incinerar a decenas de miles de personas.
El uso de la
bomba además de innecesario fue cruel: ambas ciudades estaban repletas de
viudas, huérfanos y los hombres en retirada de los campos de batalla. A Truman
en los hechos le importó más la transición hegemónica vía una diplomacia de
fuerza con la que EU aspiraba impactar el periodo de posguerra mostrando al
mundo y a José Stalin, entonces líder soviético, así como a China, que sólo EU
poseía la bomba y la utilizaría contra la población. Al terror de Estado
atómico siguió una carrera armamentista. En agosto de 1949 la Unión Soviética
(URSS) estalló su primera bomba atómica y en agosto de 1953, una bomba H, un
arma termonuclear mil veces más destructiva en choque y radiación que la
lanzada en Hiroshima. El mundo arribó en lo referido a la modernización y a los
sistemas de balística intercontinental a la edad de la destrucción mutua y
asegurada (MAD, por sus siglas en inglés).
Después de
grandes éxitos militares en su carrera, Douglas MacArthur, arrogante, valiente
y popular, sufrió fuertes reveses en varias batallas de la guerra de Corea ante
oleadas de soldados chinos mal armados, pero respaldados por la aviación
soviética. Humillado, MacArthur propuso a Truman usar 26 bombas atómicas contra
China.
La petición
fue rechazada por un Truman realista y cauteloso frente al poderío atómico de
la URSS. Después ante la fuerte insistencia, mordaces críticas e
insubordinación del popular general, en abril de 1951 Truman retira a MacArthur
de su comando en lo que es la primera crisis civil-militar públicamente
conocida en la historia de Estados Unidos. Para Arrighi, síntoma de declinación
hegemónica. Con Trump la ecuación civil-militar podría haber sido letal para el
planeta, incluido EU.
El 9 de
septiembre de 2021 la prensa informó que el general John E. Hyten,
vicepresidente del Estado Mayor Conjunto de EU, advirtió que una guerra
con Rusia y China destruiría el mundo. Agregó que EU debe encontrar vías
para la paz con estos rivales de Oriente. En su presentación en el Brookings
Institution, en Washington DC, el general Hyten dijo que con los arsenales
nucleares del mundo en aumento y con países mejorando las cabezas nucleares y
los cohetes de lanzamiento, existe una necesidad sin precedente de bajar la
intensidad de las tensiones y de evitar un armagedón atómico.
El mundo no
es unipolar,-actuar como si lo fuera es letal para la biosfera. Las
fuerzas de la multipolarización del sistema son estructurales a lo largo del
siglo XX y lo que va del actual.(Ver Gabriel y Joyce Kolko en The
Limits of Power, 1972)
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