Iconos

Iconos
Zapata

viernes, 10 de febrero de 2017

UNIDAD PARA SEGUIR EXPLOTANDO AL PUEBLO

Las élites depredadoras que regalaron el país a Estados Unidos y que durante los últimos 35 años se han hinchado de dinero producto de la explotación brutal de la mano de obra mexicana, de los recursos naturales del país, del saqueo a las finanzas públicas, de la corrupción y de su asociación con el crimen organizado, ahora demandan, exigen que ese pueblo explotado, ninguneado, olvidado, reprimido, se una en torno a ellas, para enfrentar al nuevo emperador, quién ha decidido utilizar a México como muestra de lo que puede hacer aún Washington a países supuestamente “aliados”, para que el resto del mundo no rete la declinante hegemonía estadounidense.
Los migrantes mexicanos han sufrido explotación, discriminación, malos tratos, separaciones familiares, deportaciones, etc. en Estados Unidos, todo el tiempo; ahora se hace más visible esta situación porque el presidente de ese país ha querido que así sea; pero ello no quiere decir que los anteriores presidentes estadounidenses no hayan mantenido una política igual de represiva. Ahí está Obama con sus casi 3 millones de deportaciones durante sus ocho años en la Casa Blanca; ahí están Bush y Clinton con la construcción de vallas y cercas en diferentes partes de la línea fronteriza, sin que hubiera una sola queja “indignada” de los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón.
Los pobres y los jodidos siempre han sufrido la represión, la explotación y el desprecio de los estadounidenses, porque no les queda de otra, en vista de que en su país también sufren lo mismo de parte de las “élites” vasallas de Washington, pero con la diferencia de que en Estados Unidos su sufrimiento por lo menos lo compensan con salarios 8 ó 10 veces más altos que los que obtienen en México.
Ahora sí las hipócritas élites políticas y económicas se preocupan de los deportados, a los que prometen trabajo, vivienda, salud, educación y seguridad. Justamente todo lo que no pudieron conseguir antes, y por lo que tuvieron que emigrar.
Farsantes e hipócritas, que ahora están usando como pretexto a los migrantes y a los deportados, para defender su “arreglo” con las cúpulas globalizantes de Washington y Nueva York, mediante el cual estas élites depredadoras se hincharon de dinero como socios menores de las trasnacionales estadounidenses, a cambio de permitirles a éstas depredar al país y a los especuladores y usureros de Wall Street sangrar por décadas las finanzas públicas (deudas sobre deudas, impagables), dejándoles a cambio de eso que una parte del “pobrerío” de México pasara al otro lado a hacer los trabajos peor pagados y más despreciados.
Un “arreglo” que la élite política corrupta, los oligarcas y tecnócratas veían como eterno, y por el que estaban muy satisfechos.
Pero resultó que otra parte de la élite estadounidense no consideró ese arreglo lo suficientemente beneficioso, y ahora que alcanzó el poder político tiene la intención de cambiarlo, de tal forma que los perdedores no sean sólo los pobres de México, sino también las élites depredadoras de nuestro país.
Eso encendió la indignación y la ira de los millonarios mexicanos, porque por primera vez en los últimos 35 años ya no fueron considerados “amigos, socios y aliados”, y por el contrario, ahora van a ser tratados sólo como mexicanos; y no como gringos (de segunda).
De ahí surgen esas manifestaciones para el 12 de Febrero, convocadas por esas élites, que por primera vez se sienten “ninguneadas”, hechas a un lado y despreciadas, por sus amos del otro lado del Río Bravo. Ellas que ya se sentían “del primer mundo”, ahora les están diciendo que siguen siendo, lo que son, capataces del imperio en una república bananera.
Y por eso los escuchamos indignadísimos gritando a voz en cuello que el “pueblo” salga a protestar con ellos contra Trump, el autor de su expulsión del paraíso capitalista en el que ya se sentían como miembros de pleno derecho.
A estos farsantes les importa un comino como traten a los mexicanos allá, si tomamos en cuenta que el maltrato a los mexicanos aquí (que a veces es peor que allá) corre por cuenta de ellos.
Lo único que les preocupa es que ellos (los políticos corruptos, la tecnocracia, los oligarcas) ya no sean tomados en cuenta como parte segundona del Imperio; sino que ahora quedan formando parte de las élites “nativas” cuasi esclavas. Es decir, pensaron que como los esclavos de las plantaciones del Sur en Estados Unidos, ya habían pasado de recoger el algodón, a ser mozos en la casa principal; pero resulta que siempre no, que se tienen que regresar a los campos.
Ahí radica su indignación y su rechazo a Trump, y no porque los gringos exploten y discriminen a los mexicanos; eso lo han hecho siempre y poco le ha importado a las élites depredadoras; pero ahora como el presidente de Estados Unidos está haciéndolo de una manera más abierta, vociferante e insultante; pero sobre todo, porque ya no considera a las élites depredadoras mexicanas, como sus “socios, amigos y aliados”, es que estas señoras encopetadas (Morera, Wallace, Casar); estos comentócratas serviles de Washington, que ahora se acuerdan que son mexicanos (Krauze, padre e hijo; Zuckerman; Aguilar Camín; Castañeda, etc.); y los plutócratas explotadores (Bailleres, Slim, Ramirez, etc.) salen vociferando por la “unidad”; y por apoyar al presidente más débil y repudiado que ha tenido México en décadas, quien junto con el “Caballo de Troya” que es Videgaray, están dispuestos a aceptar todo lo que les ordene Trump, siempre y cuando sea “en lo oscurito”, para así seguir mintiendo de que están defendiendo la “soberanía nacional” y los “intereses de México”.
Todo el discurso de apoyar a Peña es precisamente porque no va a haber negociación alguna; Trump les va a dar un ultimátum y estos serviles o lo cumplen o serán exhibidos (y probablemente acusados) a nivel mundial como corruptos, socios del crimen organizado, pederastas, dipsómanos, drogadictos, etc. Es decir todo el expediente que por años las agencias de inteligencia de Estados Unidos han elaborado para cada uno de ellos (ayudados inverosímilmente por los propios gobiernos mexicanos), con objeto de chantajearlos y obligarlos a hacer lo que les ordenen.
Vergonzoso que los patéticos rectores de universidades públicas como la UNAM, la UAM, la U de G y la de Nuevo León se presten para la farsa del 12 de Febrero, pero no se podía esperar menos de ellos, dado que reciben sus estratosféricos sueldos y prestaciones del erario público.

Seguramente veremos el domingo 12 a los burócratas acarreados de varias dependencias federales; a la clase media alta “indignada” y a los “intelectuales” y comentócratas pagados por los oligarcas, marchando con su finísima ropa de marca, en contra de Trump (claro que ésta marcha no será criticada por obstruir el tránsito, ni generar caos vial en la ciudad; éstas marchas convocadas desde las cúpulas económica y política, son de gente "decente”). Patético.

No hay comentarios:

Publicar un comentario