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Volcán Popocatépetl

miércoles, 8 de febrero de 2017

TRUMP DOBLA AL APARATO MILITAR Y DE SEGURIDAD DE MÉXICO

Apenas se “filtró” a la prensa que mandos militares de Estados Unidos habían realizado un recorrido por la frontera Sur de nuestro país el pasado 31 de enero, sin que se especificara sí estuvieron acompañados por sus contrapartes mexicanos (sólo se hizo referencia a una burócrata de segunda de Relaciones Exteriores); y de que Trump había criticado a las fuerzas armadas mexicanas, en su llamada telefónica con Peña el pasado 27 de Enero, por no combatir eficazmente al narcotráfico, se inició la operación “cicatriz” para evitar que nuestro país pueda salirse del control del Pentágono en los temas militares; y del Departamento de Seguridad Interior (Homeland Security) en los de seguridad en general[1].
Ya se dio a conocer que los secretarios de Defensa y Marina de México hablaron por teléfono con James Mattis, secretario de la Defensa de Estados Unidos, para ratificar la sumisión de nuestro país a todos los mecanismos mediante los cuales Washington mantiene subordinadas a las fuerzas armadas mexicanas (reuniones trilaterales con Canadá, Junta de Defensa Interamericana y ahora pondrán a México como el encargado de supervisar – en parte al menos- a los ejércitos centroamericanos).
Así también, el secretario de Gobernación habló por teléfono con su contraparte de Estados Unidos, el general John Kelly, para ratificar todos los instrumentos de control mediante los cuales Washington mantiene como vasallo a nuestro país en el tema de seguridad (Iniciativa Mérida, ASPAN[2], “centros de fusión de información”, etc.)
Nuestro subordinado gobierno tenía la opción de jugar la “ficha” de la seguridad para presionar a Washington, en caso de que se intensificaran las medidas anti mexicanas, como ya está sucediendo con la propuesta de un diputado republicano para gravar las remesas con un 2% de impuesto; o con la insistencia en que el país pague por el muro; así como aplicar medidas que obliguen a nuestro país a asumir mayores costos en la relación comercial, con tal de que Estados Unidos logre un superávit comercial con México.
Rápidamente en las esferas de la inteligencia y seguridad de Estados Unidos se prendieron los “focos rojos” para evitar esa posibilidad y llamaron a “cuentas” a sus subordinados mexicanos de Gobernación, Defensa y Marina, para ponerlos en orden, ante cualquier posibilidad de insubordinación; esto es, que México decidiera cancelar la cooperación en materia militar y de seguridad con Estados Unidos, como represalia a las medidas anti mexicanas en migración y comercio.
Eso ya no sucederá, y por el contrario, Kelly adelantó en su comparecencia ante un comité en el Senado, que va a proponer a México un “pacto” como el que tienen Estados Unidos y Colombia (el infame Plan Colombia), para combatir en territorio mexicano a los cárteles del narcotráfico.
Es decir, la “guerra” interminable, sangrienta, contra el narcotráfico, que ha generado miles de muertes y violaciones a los derechos humanos en nuestro país se va a intensificar en los próximos años; y peor aún con la presencia de las fuerzas armadas estadounidenses en territorio mexicano (ya operan, pero embozados con uniformes de la Armada y/o del Ejército; ahora lo harán abiertamente); además utilizando drones para realizar asesinatos y grupos de exterminio, como los que llevaron a Colombia para eliminar a miembros de las FARC[3].
Así que no sólo este gobierno servil ha entregado ya todos los recursos naturales y financieros a Estados Unidos; sino que ahora va a terminar de entregar el último reducto de soberanía del país (pues el traidor Calderón ya había entregado todo el aparato de inteligencia mexicano a los estadounidenses), esto es las fuerzas armadas, que quedarán como “carne de cañón” y mozos de los militares y “marines” estadounidenses, que como en este blog adelantamos hace casi dos años, terminarían poniendo pie en el país con bases militares, aéreas y navales.
Con esto el aparato militar-de inteligencia-seguridad de Washington puede seguir culpando a México de todos los males derivados del narcotráfico y del crimen organizado; hacerlo que asuma los costos de una “guerra” interminable e inútil contra los cárteles; evitar asumir esos costos en su propio territorio; y de paso tener tropas dentro de México para mantener amenazados a los políticos corruptos, tecnócratas y oligarcas serviles, para evitar que puedan sufrir de un ataque de nacionalismo; además de obligarnos a comprar cientos (o miles) de millones de dólares en equipo, armas, municiones, etc. al complejo militar industrial estadounidense.
En suma, Trump está ganando “big league” con estos vende patrias, a los que seguramente ya les hizo llegar una “probadita” de todas las evidencias que tiene sobre ellos en materia de corrupción y vínculos con el crimen organizado (además de vicios como pederastia, drogadicción, alcoholismo, etc. de ellos, sus familiares y colaboradores); con lo que los puede chantajear fácilmente.
Y las hipócritas “marchas” anti Trump, como las que organizan los burgueses de derecha, son sólo cortinas de humo, para evitar que la atención se centre en todas las concesiones (que no negociaciones) que el gobierno peñista está haciendo al bravucón presidente de Estados Unidos. Y si no lo creen, más temprano que tarde nos vamos a enterar de eso, en boca (o por medio de tweet) del propio Trump.



[1] http://www.jornada.unam.mx/2017/02/08/politica/005n3pol
[2] Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte.
[3] Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colomia.

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