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Zapata

domingo, 19 de enero de 2014

Obama y la NSA Segunda parte (19 de Enero 2014)

Continuando con el discurso del presidente Obama sobre la NSA, si bien el presidente volvió a criticar a Snowden por sus revelaciones y por el daño que causó a la seguridad de Estados Unidos, tuvo que aceptar que era necesario abrir un debate sobre el balance entre seguridad y libertades.

¿Si Snowden no hubiera dado a conocer esa información, se habría abierto ese debate? Por supuesto que no. Se le critica a Snowden por su supuesto protagonismo y deseos de ser figura pública, y también de haber puesto en peligro "vidas norteamericanas". Pero la realidad es que sin su valiente decisión de poner en peligro su propia vida, el mundo entero no hubiera sabido del tamaño de la violación a las libertades civiles y el derecho a la privacidad que cometen día a día las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos. Así que las recriminaciones de Obama, sólo son por el enojo por haber sido descubiertos "con las manos en la masa"; como a los ladrones, que son descubiertos en el momento de su crimen. Lo que les duele no es haber realizado el robo, si no que los atraparon.

Después Obama reafirma que las capacidades para evitar ataques terroristas o ciberataques tienen que mantenerse, pues son indispensables para evitar dichas amenazas, y eso es reconocido aún por los críticos del gobierno de Estados Unidos. De ahí que concluye que no se va a "desarmar unilateralmente" a las agencias estadounidenses.

Más impactante aún fue la revelación de Obama en el sentido de que algunos países que públicamente se quejaron de las actividades de la NSA, en privado aceptaron que sus actividades eran necesarias, y que reconocían que Estados Unidos como única superpotencia global, era la indicada para llevar a cabo esas acciones (seguramente el país que llegó a ese nivel de servilismo, aceptando que Estados Unidos siga realizando sin restricciones esas labores de espionaje, fue México; ningún otro gobierno ha demostrado públicamente tal grado de vasallaje ante Washington; por ello es seguro que fue el gobierno mexicano el que privadamente aceptó todas las labores de las agencias de Estados Unidos sobre sus comunicaciones).

Después Obama, contradiciéndose sobre lo que había dicho al principio (que debían confiar en que no se estaba abusando del poder que le daba la tecnología al gobierno), señala que siempre existe la posibilidad de que se cometan abusos, y la sola afirmación de que deben confiar en el gobierno de que no los cometerá es insuficiente, por lo que tienen que existir mecanismos en la ley para prevenir y castigar esos abusos (así fue todo el discurso de Obama, yendo de contradicción en contradicción, reflejando las divisiones y la tensión entre la necesidad de potenciar al máximo a las agencias de seguridad e inteligencia, y al mismo tiempo establecer límites y regulaciones a su actuación).

Sobre las medidas que Obama anunció, señaló primero que estableció nuevas directivas para que la rama ejecutiva supervise las acciones de las agencias de inteligencia, para que tanto la seguridad, como las relaciones internacionales, el comercio y las libertades civiles no se vean afectadas. Será su equipo de seguridad el que se encargue de este difícil balance. No dice cuáles directivas, ni cómo se aplicarán sobre las agencias. Sólo debemos creerle que su "equipo de seguridad nacional" lo hará brillantemente, para así evitar que las acciones de espionaje de Estados Unidos no afecten sus relaciones con aliados, o comprometan los derechos de privacidad de sus propios ciudadanos. Justo lo contrario de lo que había dicho antes; hay que creer que su equipo va a ser un trabajo magnífico, sólo confiemos en ellos.

Más relevante fue su anuncio sobre la desclasificación de algunas decisiones de la Foreign Intelligence Surveillance Court (FISA), que se encarga de revisar algunas de las actividades más sensibles en materia de inteligencia de los Estados Unidos. Y esa desclasificación se realizará, después de una revisión en conjunto entre el Director Nacional de Inteligencia y el Procurador General, de manera anual.

Después establece restricciones (no se sabe exactamente cuáles), para búsqueda, almacenamiento y uso de información obtenida "incidentalmente" sobre ciudadanos estadounidenses, al realizar actividades de inteligencia sobre objetivos en el exterior.

Estableció también que las "cartas" mediante las cuales el FBI solicita información de objetivos específicos a las empresas de comunicación, sean más "transparentes", y tengan una temporalidad específica para obtener dicha información, para así demostrar que esa vigilancia está basada en causas probables de delitos o amenazas a la seguridad.

Obama después se refiere al programa que ha generado más críticas (Sección 215), la obtención y almacenamiento de la denominada "metadata" de las comunicaciones telefónicas; esto es, los números de teléfono involucrados en la llamada, el tiempo y duración de la misma, pero no el contenido, ni los nombres de los involucrados.

Una vez más, Obama señala que no se tiene conocimiento del contenido de la llamada, a menos que se sospeche que tiene que ver con actividades terroristas o criminales. O sea, hay que creerle una vez más, sólo por qué él lo dice; es decir que "únicamente" intervienen llamadas cuando lo consideran necesario, ninguna posibilidad de abuso, porque así lo dice Obama. Por lo tanto, para el presidente esta capacidad de almacenamiento tiene que mantenerse. Pero acepta que puede haber dudas sobre el programa (otra vez se contradice), por lo que ya no será el gobierno el que mantenga toda esa información bajo su resguardo, y señala la posibilidad de que sea una entidad diferente.

Pero como esa posibilidad genera muchos cuestionamientos sobre su fundamento legal, la responsabilidad esencialmente gubernamental que estaría siendo transferida a otra entidad y por lo mismo la desconfianza que ello podría generar entre el público, decide mantener es propuesta en espera (da al Procurador y a los comités encargados de la revisión de los programas de inteligencia, hasta el 28 de marzo para que le den la mejor opción); y mientras tanto, establece que sólo se usará la información acumulada cuando exista orden judicial sobre una causa probable o cuando exista alguna "emergencia" determinada por el Procurador General, con lo que deja una amplia discrecionalidad para determinar "emergencias".

Para Obama, estas propuestas deben "dar la suficiente confianza" a los ciudadanos de Estados Unidos de que no se están cometiendo abusos con los programas y actividades de inteligencia de las agencias encargadas de ello. También señaló que seguirá trabajando con el Congreso (una rama gubernamental que ha sido omisa desde el 9/11 en materia de vigilancia de las agencias de seguridad), sobre reformas adicionales, ya sea a la labor de FISA, o para establecer mayores requisitos para solicitar información sobre personas a las empresas de comunicaciones.

Obama reconoce que las actividades de inteligencia en el exterior han lesionado sus relaciones con sus aliados, por lo que también se debe establecer un balance entre las necesidades de obtener información y las legítimas preocupaciones de gobiernos y ciudadanos de países amigos que requieren seguir confiando en Estados Unidos. Aquí Obama es más específico, pues señala que la directiva que estableció es que sólo se obtendrá información relativa a la seguridad nacional de Estados Unidos, y -en este caso sí lo acepta- ya no los emails y llamadas telefónicas de ciudadanos ordinarios.

Lo que parece absolutamente increíble es que señala que la información que obtienen las agencias en el exterior no es para obtener ventajas comerciales o en negociaciones internacionales. ¿Una vez que consigues esa información, no la vas a usar en tu favor? Es absurdo, pero Obama cree que el resto del mundo es idiota.

Además, acepta indirectamente que se estuvieron monitoreando llamadas y correos electrónicos de gobernantes de países amigos, pues se compromete ahora a que eso ya no se realizará, excepto que sea necesario por motivos de seguridad nacional (otra vez la discrecionalidad). Y después la arrogancia: Estados Unidos no se disculpará por que puede obtener más y mejor información del resto del mundo. En resumidas cuentas, lo van a seguir haciendo, con más cuidado para que no los descubran, pero ningún programa de obtención de información en el exterior va a cambiar o a detenerse.

Señala que Estados Unidos debe ser considerado en un standard diferente al de los otros países, por ser la superpotencia que tiene que "liderar" (liderazgo que es autoimpuesto, no consensuado), y afirma que ni China ni Rusia tendrían este debate sobre las acciones y límites de las agencias de seguridad (Estados Unidos tampoco lo hubiera tenido, de no ser por Snowden), y por ello también Estados Unidos es diferente y se le debe situar en otro standard. En resumidas cuentas, Obama señala que como Estados Unidos es la potencia hegemónica, puede hacer lo que le dé la gana, y no hay ley u organismo internacional, o país que pueda limitarlos. La única limitación a su poder es la autoimpuesta. Es la arrogancia absoluta.

Obama intentó dar una tímida y huidiza respuesta a sus ciudadanos y al mundo sobre la violación de las libertades civiles, la confidencialidad en las comunicaciones y el derecho a la privacidad, por que no le quedó otra opción, una vez que Snowden desnudó los abusos que cometen día tras día las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos. Fue forzado a hacerlo, no lo hizo por decisión y convencimiento propios. Lo que intenta hacer es mantener esos programas intactos, a pesar de las críticas y el daño que las revelaciones de Snowden hicieron al gobierno de Estados Unidos ante sus ciudadanos y el resto del mundo.

Las supuestas reformas anunciadas por Obama no cambiarán nada en esencia, distraerán por un tiempo a la opinión pública mundial y en todo caso, lo que si reformarán serán sus controles internos para que no les vuelva a suceder lo que pasó con el soldado Manning y sus filtraciones a Wikileaks, y lo que pasó con Snowden con la NSA. Es decir, planean seguir "business as usual".







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