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Zapata

lunes, 23 de diciembre de 2013

Panorama Internacional 2014 Segunda parte (23 de Diciembre 2013)

Europa

En el caso de Europa se advierten los mismos problemas que en el 2013, pues el crecimiento económico sigue siendo su principal reto, y algunos países mantienen los programas de ajuste económico, que han afectado todavía más el nivel de vida de la población, como los casos de España, Grecia, Italia y Portugal.

En materia política las presiones que tendrá la Unión Europea para jugar un papel constructivo en dos regiones del mundo, Medio Oriente y Africa Subsahariana, se incrementarán; sobre todo en el caso de Francia que ha asumido un rol de "pacificador" en sus ex colonias africanas, que se le puede revertir rápidamente en lo interno, si dichas intervenciones (Mali y República Centroafricana), se prolongan y se comienzan a acumular muertos, heridos y costos financieros que se tornen inaceptables para la muy sensible opinión pública francesa.

Por lo que respecta a Gran Bretaña y Alemania, están más centradas en resolver su situación económica y enfrentar el entorno de incertidumbre de la propia región europea en dicha materia, que en comprometer recursos humanos, materiales y financieros en regiones volátiles del planeta, en donde además no hay intereses fundamentales en juego de ambas potencias (ya demostró la Gran Bretaña que prefiere un enfoque constructivo en el Medio Oriente, al votar el Parlamento en contra de intervenir en Siria, y al restablecer relaciones diplomáticas con el régimen de Teherán, sin esperar la conclusión del acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní).

Por lo que respecta a Europa Oriental, se mantiene su dependencia del trayecto que siga la Unión Europea (UE), aunque algunos países están entre "la espada y la pared", como Ucrania, que enfrenta las presiones de Rusia por un lado y de la UE por el otro, para profundizar sus lazos económicos con una u otra; lo que refleja la situación dual de este país, con élites que tienen compromisos con ambas zonas, y con regiones del país (Oeste con Europa Occidental y Este con Rusia), con vocaciones económicas definidas. 

Rusia por su parte está tratando de asegurar su predominio económico en su espacio natural de influencia, esto es en las repúblicas ex soviéticas, así como evitar que Estados Unidos y la Unión Europea logren rodear al gigante euroasiático con acuerdos militares y tratados económicos con esas repúblicas, limitando así la capacidad de Moscú de fortalecer su entorno económico y su presencia geopolítica.

Al mismo tiempo, Moscú intentará mantener la coordinación con Beijing en diversos conflictos y asuntos mundiales (tratando de encontrar soluciones, al menos de corto plazo, a los muchos conflictos que tienen ambos países), pues Putin está consciente de que la única forma de evitar que Washington y sus aliados ejerzan una hegemonía mundial sin contrapesos, es a través de la alianza Rusia-China, que ya ha demostrado en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que puede detener políticas dictadas por Washington, que sólo busca que las valide el organismo mundial.

Asia

China enfrenta numerosos retos internos y externos, que se expresarán en diversas políticas a lo largo del próximo año. 

Por un lado, si bien se mantiene su alta tasa de crecimiento económico, los problemas que genera la lenta incorporación de cientos de millones de chinos de las zonas interiores y rurales, a la dinámica de la moderna economía de las zonas costeras del gigante asiático, sigue generando tensiones, grandes inversiones en materia de infraestructura y costos en materia ambiental (que por cierto ya afectan gravemente la salud de millones de chinos).

Así también, la creciente interconexión de la sociedad china con el mundo exterior plantea nuevas presiones para el Partido Comunista, pues cada vez se le hace más difícil al aparato estatal controlar y censurar el acceso de la creciente clase media china a la información y la influencia externa, especialmente la de Occidente.

Por lo que respecta a la política exterior y de defensa, China enfrenta un reto mayúsculo que le ha planteado Estados Unidos, pues por un lado Washington está fortaleciendo sus relaciones con países que tienen diferentes conflictos con Beijing (Japón, Corea del Sur, Filipinas, Taiwán, Vietnam), para generar un círculo de contención alrededor del gigante asiático, con objeto de que su mayor atención la mantenga en su propia región, y así tenga menos margen de maniobra en otras regiones en donde el expansionismo económico chino y sus intereses geopolíticos han comenzado a obstaculizar las políticas de Estados Unidos (Medio Oriente, Africa subsahariana y América Latina).

Así también, el Acuerdo Transpacífico que incluye naciones latinoamericanas, asiáticas y de Oceanía, excluyendo a China, tiene como objetivo fortalecer la presencia económica norteamericana en la misma zona de influencia china, para competirle a Beijing en su propio vecindario, y así limitar el crecimiento de las inversiones chinas en otras zonas del mundo.

Las tensiones en materia militar van a continuar, pues Beijing no puede permitir que Estados Unidos le imponga restricciones en su propia área de influencia (caso de la zona de exclusión aérea establecida unilateralmente por Beijing), y por su parte Washington mantendrá las objeciones y la presión en ese ámbito (con todos los riesgos que implica un error o mala interpretación por parte de quienes deben aplicar esas políticas en el terreno), con el objetivo ya establecido de "contener" y mantener concentrado al gigante asiático en su propio "patio", para así limitar su influencia en otras regiones.

La India, como China, tiene serios retos internos en materia de incorporación de cientos de millones de indios al desarrollo, en relación al respeto de los derechos humanos, la corrupción y el aprovechamiento racional de sus vastos recursos naturales. Además, en el 2014 habrá elecciones generales en la India que pondrán en la mesa todos estos temas, así como la inserción del  país en el escenario internacional.

A nivel internacional, India intentará mantener una posición independiente respecto a Occidente, por un lado, y al eje Moscú-Beijing por el otro, pues los indios saben que comprometerse totalmente con alguno de los dos bloques afectaría gravemente sus intereses comerciales, además de que la India mantiene su disputa territorial con Pakistán, país que ha desarrollado una buena relación con China, y que en los últimos años ha visto como se deteriora la relación con Estados Unidos, por el conflicto en Afganistán.

De ahí que India intentará mantener un equilibrio entre ambos, con objeto de no limitar su margen de maniobra, y al mismo tiempo evitar una dependencia excesiva hacia uno u otro lado, tanto en lo político, como en lo económico.



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