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Zapata

domingo, 29 de diciembre de 2013

México 2014 Primera parte (29 de Diciembre 2013)

¿Qué se espera para México en el 2014? El gobierno de Peña Nieto espera terminar las reformas de segunda generación del modelo neoliberal establecido (o deberíamos decir impuesto) hace 30 años. Esto es, aprobar las leyes secundarias de la reforma energética y de la de telecomunicaciones y comenzar a aplicar la financiera, la educativa y a darle forma a ese engendro que fue la reforma político-electoral.

Según el gobierno, el crecimiento económico será de 3.5%, a diferencia del 1% de este año, gracias a la aprobación de las reformas señaladas.

Si a eso le restamos el crecimiento de la población que es del 1.2% anual, el crecimiento económico real será de 2.3%.

Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), la concentración del ingreso en la región es muy elevada, pues el quintil superior (el 20% de la población con mayores recursos), se lleva el 50% de los ingresos (hay casos como los de Uruguay en donde sólo es el 35%).

En el caso de México, con una población estimada de 118 millones de habitantes, estamos hablando que 23.6 millones de personas se van a quedar con la mitad del crecimiento económico, es decir 1.15% del PIB; mientras que el otro 80% se tendrá que repartir el restante 1.15%.

A lo anterior hay que añadirle que México es el único país de América Latina que ha usado al salario mínimo como un mecanismo restrictivo para controlar la inflación y favorecer las exportaciones a Estados Unidos, desde hace 30 años (Informe de la CEPAL), lo que ha contribuido a mantener la pobreza en altos niveles (según la propia CEPAL de 2006 a 2012 México fue el único país de la región en donde no disminuyó la pobreza, ni la indigencia; por el contrario, aumentaron), como también lo ratificó el Banco Mundial recientemente, al señalar que desde hace 20 años los niveles de pobreza en México no han cambiado (52% de la población).

La CEPAL señala que los bajos salarios en México han contribuido a una muy alta rentabilidad de las empresas, pero sin aumentar la productividad, y por el contrario, han inhibido la innovación y la modernización tecnológica.

Además, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos revisa dichos salarios con base en la inflación esperada del año siguiente, sin compensar las pérdidas de la inflación del año anterior.

El gobierno de Peña Nieto mantiene esa política, pues acaba de decretar un aumento de los salarios mínimos para el próximo año de apenas 3.9%, mientras que el gobierno chino acaba de aprobar un aumento del 17%  en los salarios mínimos y el de Brasil uno de 6.8%.

Según la CEPAL, el salario mínimo perdió las dos terceras partes de su valor entre 1980 y el año 2000, y otro 7% hasta el 2009. En plena crisis financiera internacional México fue uno de los pocos países en el mundo que no tuvo una política salarial activa (nuevamente, el nefasto y fascista gobierno de Calderón), pues el minisalario no tuvo variación alguna entre 2008 y 2012, cuando México fue el país que tuvo la mayor caída del PIB en la región (-6.3% en el 2009).

La CEPAL señala que en el 2011 el minisalario en México era de 147 dólares al mes, mientras que en El Salvador era de 224 dólares, en Guatemala de 273 dólares; en Chile 372 dólares, en Argentina 475 dólares, y en Costa Rica 516 dólares. Con el aumento decretado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el minisalario llegará en México sólo a 152 dólares al mes.

Recordemos que el minisalario es el piso a partir del cual se determinan el resto de los salarios, por lo que mientras más bajo sea, el conjunto de los salarios restantes partirán de una base menor (es como si los salarios en México partieran del sótano, mientras los del resto de América Latina inician en el primero o hasta en el segundo piso).

Otras cifras aterradoras refieren que 6 millones de jóvenes entre 14 y 29 años viven en la indigencia (Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados), y el 80% de la población indígena del país, que es de 5.4 millones, vive en la pobreza extrema (Comisión Nacional de los Derechos Humanos).

¿Cómo va a revertir el gobierno de Peña Nieto y sus aliados del PVEM y el PAN esta situación de desastre social? No lo va a hacer, puesto que las reformas aprobadas no tienen relación alguna con el cambio de la situación económica y social de estos millones de mexicanos excluidos, ya que el modelo económico está diseñado para concentrar los frutos del crecimiento económico en una minoría, y no hay mecanismo de transferencia de esa riqueza a las capas inferiores, como se ha podido evidenciar en las últimas tres décadas; convirtiendo con ello a México en un verdadero paria a nivel latinoamericano, pues ni siquiera países con tanta desigualdad y exclusión como los centroamericanos han llegado a aplicar las políticas de contención salarial tan brutal como lo han hecho los gobiernos neoliberales de este país.

Lo peor es que este gobierno está apostando todo a una reforma energética que está diseñada para el beneficio de las grandes petroleras trasnacionales, ya que se estableció que Pemex tendrá que competir con ellas, pero manteniendo una tasa de impuestos altísima (de más del 70%), con lo cual no podrá hacer las inversiones que se le exigen en la ley, con lo cual podría perder la exclusividad de explotación de  las zonas que actualmente tiene asignadas para la producción de hidrocarburos. Obviamente el objetivo es reventar a la empresa estatal, para así "justificar" ante la opinión pública que Pemex no pudo competir, por lo que debe dejar el campo libre a las empresas privadas. A las trasnacionales no se les ponen requisitos tan extremos (como definir en sólo 60 días la capacidad y los recursos con que contará Pemex para seguir la explotación de los campos petrolíferos), ni una carga tan brutal en materia de impuestos.

Además, la propaganda oficial insiste en que los precios de la electricidad y el gas van a bajar, sin especificar en cuanto tiempo y en que proporción, pues por ejemplo el director de Pemex, Emilio Lozoya ya anticipó que para lograr esa reducción de precios se requiere aumentar la producción y eso no sucederá en menos de tres años. Tres años durante los cuales el propio gobierno va a quitar el subsidio al gas y la electricidad, como ya lo ha estado haciendo con la gasolina, lo que significa un aumento continuo del precio. Para cuando supuestamente ya se esté en condiciones de "bajar" los precios, estos habrán subido tanto que las supuestas disminuciones, sólo serán simbólicas.

Por ejemplo, se afirma que la gasolina tiene que subir de precio hasta que alcance el nivel de precio de Estados Unidos (¿por qué? Incógnita). Y en cambio el salario mínimo no sube ni siquiera para alcanzar los niveles de Centroamérica, ya no digamos los de Estados Unidos.

Se ha calculado que la riqueza de hidrocarburos que hay en México (reservas probadas) equivale a 3 millones de millones de dólares (3 trillones en inglés). ¿Cuánto se llevarán las empresas extranjeras y cuánto se quedará para el "desarrollo" de México? ¿Cuánto daño se le causará al medio ambiente en México con técnicas como el fracking para obtener el gas shale; cuántos accidentes se presentarán en la explotación de los yacimientos en aguas profundas en el Golfo de México, como el que provocó la British Petroleum en Estados Unidos? ¿Los entes reguladores quedarán capturados por las empresas a las que supuestamente deben vigilar, tal como ha sucedido con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, que sólo es una oficialía de partes de los bancos y casas de bolsa; y lo mismo sucede con los órganos reguladores de telecomunicaciones? 

Hay que agregar que buena parte de las empresas petroleras internacionales sólo están interesadas en extraer petróleo y venderlo en el mercado internacional. Ninguna se ha comprometido a construir nuevas refinerías en México, para así disminuir la gran dependencia en las importaciones de productos refinados que existe. Y no se están comprometiendo a eso pues les conviene más seguir vendiendo a México esos productos refinados a altos precios, en vez de producirlos y venderlos en México a menores precios.

Por si fuera poco, la creación de empleos será mínima con la inversión que llegue, ya que casi todas esas empresas traen a sus técnicos e incluso a sus obreros especializados, por lo que no habrá un impacto relevante en el empleo. Adicionalmente, gracias a que la producción industrial está ubicada en varias partes del mundo, estas inversiones no van a generar eslabonamientos y cadenas productivas en el país, pues aprovechando la infinidad de tratados de libre comercio firmados irresponsablemente por los gobiernos neoliberales mexicanos, pueden importar a precios muy bajos los insumos que requieren, sin necesidad de hacer grandes inversiones para construir plantas en nuestro país.









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