AMLO, el 'rey' de México que ordena y nadie se atreve a contradecirlo
lun, 1 de
mayo de 2023
Legisladores
de la Cámara de Senadores el pasado fin de semana escribieron una página que mancha a esa
institución. En el cumplimiento de las instrucciones del presidente López Obrador
(AMLO) la fracción parlamentaria de Morena y sus aliados del Partido
Verde y del Partido del Trabajo en el Senado, aprobó diversas iniciativas
enviadas por el Ejecutivo “sin cambiarles una coma”. Lo hizo en el
patio de su sede alterna, sin la presencia de los legisladores de
oposición, y para alcanzar el quórum ilegal, concedieron
licencia a una senadora ausente por viaje e incorporaron a su suplente.
Cuando el
periodo legislativo llega a su fin las prisas empiezan en el Congreso de la
Unión. En sesión que duró 24 horas en la Cámara de Diputados se “discutieron” nueve
reformas a diferentes leyes, la fracción parlamentaria de Morena impuso su
mayoría y desapareció el Insabi, la Financiera Rural y el Conacyt.
Concedió al Ejército el manejo indefinido del Tren Maya, creó la Aerolínea del
Bienestar que estará en manos de las fuerzas armadas y demás.
En el turno
de la Cámara de Senadores el caos creció. El coordinador de Morena en el
Senado, Ricardo Monreal, se había comprometido con los
legisladores de oposición a apoyar el nombramiento de cuando menos uno de los
consejeros del INAI para que tuviera quórum y pudiera sesionar. No pudo
cumplir. Sus compañeros se opusieron. Monreal se quedó solo y
reconoció el declive de su liderazgo, que explicó como efecto de la sucesión presidencial
adelantada.
Los
legisladores de oposición en el Senado tomaron la tribuna cuando se les negó el
nombramiento de un consejero del INAI y pernoctaron en el recinto legislativo.
El presidente López Obrador intervino. Citó a los senadores en Palacio Nacional
y “dio la orden de no negociar nada y sacar todo, hasta lo que no
estaba contemplado.”
Los
senadores de Morena y sus aliados le cumplieron a López Obrador. La noche del
28 de abril llevaron a cabo una “sesión” sin los legisladores de oposición. Aprobaron,
sin conocimiento previo, veinte reformas de ley, las que recibieron de los
diputados y las que tenían rezagadas. El INAI se quedó sin quórum, el
país sin transparencia y los Senadores de Morena renunciaron a la división de
poderes al someter al Poder Legislativo al dominio de López Obrador.
Lo hecho por
los senadores de Morena y sus aliados no es el final. Legisladores de oposición
del PAN, PRI, PRD y demás impugnarán ante la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN), las reformas aprobadas siguiendo un procedimiento
legislativo totalmente irregular, que pasó por encima de todas las
disposiciones legales vigentes.
Lo que sigue
es la judicialización de la política. La SCJN tendrá que dictaminar y otorgar
la razón legal a quien la tenga. Sucede cuando los legisladores renuncian a su
esencia de parlamentar, hablar, discutir, conversar y negociar. Pasa cuando
dejan de pensar en el bien general y atienden la instrucción de quien los puso
en el camino del poder y les promete continuidad. Acontece cuando la ambición
de poder es mayor que el juramento de cumplir y hacer cumplir la Constitución y
se atiende al grito ¡Al diablo con sus instituciones!
Los
senadores de Morena y sus aliados, como incondicionales que son de López
Obrador, es posible que reciban el reconocimiento y hasta el calificativo de
patriotas en Palacio Nacional, cuando acudan a informar que cumplieron la
consigna. Algunos pensaran que todo lo hicieron bien y hasta justificarán su
conducta diciendo que violaron la ley “pero solo un poco”. No fue nada
importante, solo un “pinche procedimiento” para hacer leyes. Además, lo pidió
el presidente y a él no se le niega nada. De ninguna manera es una traición.
Los
legisladores de oposición pedirán a la SCJN que rectifique lo hecho por los
senadores de Morena y sus aliados. Fue violado el proceso legislativo y debe
haber una sanción que rectifique y neutralice el abuso de poder. El escenario
previsible es el de un embate de López Obrador en contra de los ministros. La
tensión entre poderes, desde la provocación verbal, como estrategia para que
solo uno domine.
El estilo
de gobernar de López Obrador es el ejercicio absoluto del poder. Así lo hizo al
citar y ordenar a los senadores lo que deberían hacer. Pero no solo hizo eso. Citó
para que atestiguarán su dominio a los aspirantes de Morena a la presidencia,
las “corcholatas”. Con esta acción repitió lo que hizo desde el primer
día. Demostró que es el poseedor del poder y en consecuencia demanda
incondicionalidad.
El camino
para la construcción de la democracia mexicana ha sido largo, se fundamenta en
la división de poderes. Lo contrario es el dominio de un poder sobre los otros.
Está previsto en la Constitución el procedimiento para crear leyes e
instituciones para beneficio de todo el Pueblo. Para hacerlo solo existe el
camino del Parlamento. Por eso cuando el Senado renuncia a su autonomía y se
somete al Ejecutivo los que sucede es que todos perdemos.
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