SHEINBAUM, LA NIÑA PRIVILEGIADA
La hija de dos
científicos judíos de Europa Oriental, que fueron acogidos en nuestro país y
lograron éxitos académicos en la UNAM; después se casó con un pseudo
intelectual y activista judío-mexicano, Carlos Imaz Gispert; y, juntos, encabezaron
el fracasado movimiento estudiantil de 1986-88 contra las reformas impulsadas
por el también prominente miembro de la comunidad judía mexicana, Jorge Carpizo.
Después
Imaz, Santos, Ordorika y Sheinbaum vendieron la movilización estudiantil y
aceptaron becas para irse a estudiar a California. La masa de estudiantes que
arriesgó todo en el movimiento, quedó con un palmo de narices; como siempre.
Después,
Sheinbaum apoyó la patética y fracasada carrera de su esposo, Carlos Imaz, que
fue atrapado en un video, recibiendo dinero del empresario argentino Carlos
Ahumada, lo que finiquitó sus ambiciones políticas.
Pero
Sheinbaum no estaba manchada por los delitos de su esposo, y pronto se
incorporó a la secta lopez-obradorista.
Una vez que
aparentó ser una gran académica dentro de la UNAM, se incorporó al gobierno de
López Obrador en la Ciudad de México (2000-2005) como secretaria de Medio
Ambiente y después de que el Secretario de Obras del Gobierno, el cardenista
César Buenrostro se negó a avalar el proyecto de los segundos pisos en la Ciudad
de México; López Obrador le encargó la obra a Sheinbaum, quien junto con el impulsor
de la misma, el miembro de la comunidad judía, José María Rioboo, concluyó la
obra; estableciendo 12 años de restricción sobre la información de los segundos
pisos, por considerarla “confidencial”; por lo que los contratos y el desarrollo
de la obra, no han podido ser auditados y verificados por ninguna instancia
independiente.
Luego,
Sheinbaum esperó a que López Obrador transitara por su calvario (2006-2015),
resguardada en su pseudo actividad “académica” en la UNAM; para después ser
electa Delegada en Tlalpan, en donde le tocó el sismo de 2017, con la tragedia del
Colegio Rébsamen (el 19 de septiembre, en donde fallecieron 19 niños y 7
adultos); lavándose las manos “como Pilatos”, pues los permisos de uso de
suelo, construcciones, mantenimiento, seguridad y operación del inmueble,
correspondían a la Delegación; pero Sheinbaum “escurrió el bulto” y toda la culpa
la dirigió a la dueña de la escuela, quien está actualmente en la cárcel, sin
que ninguno de los funcionarios de la Delegación, que dependían de Sheinbaum,
haya sido acusado o juzgado por la tragedia.
Después,
Sheinbaum logró que su “papi”, López Obrador, la impulsara a la jefatura de
gobierno de la Ciudad de México, en donde, una vez más, se manchó las manos de
sangre, con la tragedia de la Línea 12 del Metro, con 26 muertos y más de 90
heridos.
Pero su “papá”
López Obrador, le permitió que siguiera adelante, pues culpó de las muertes a
su competidor por la candidatura presidencial de Morena, el impresentable
Marcelo Ebrard, que se comió toda la acusación en su contra; cuando estaba
claro que la falta de mantenimiento durante los gobiernos de Mancera y Sheinbaum
fue la principal causa de la tragedia.
Ahora
Sheinbaum es la preferida de AMLO para sucederlo, con la complicidad de buena
parte de la oligarquía mexicana, de la comunidad judía de México y Estados
Unidos (que apoyan incondicionalmente al Estado APARTHEID de Israel) y de los
grupos del crimen organizado que han estado coludidos con el gobierno de López Obrador
en todo el territorio nacional, para mantener el gran negocio del narcotráfico,
la trata de blancas, la migración indocumentada, el cobro de piso, los asaltos al
transporte de carga y de pasajeros; los secuestros y la corrupción en todos los
órdenes y niveles de gobierno.
Pero la niña
mimada Sheinbaum se presenta como la salvación ¿de qué? Más bien, como la
continuidad del gran negocio que ahora se ha convertido la 4T con narcos,
militares, gringos, empresarios judíos mexicanos y estadounidenses;
contratistas, oligarcas y políticos de “izquierda” y de derecha, devastando al
país, en nombre del PUEBLO y de la PATRIA.
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