ESTADOS UNIDOS Y LA OTAN CREEN QUE YA TRIUNFARON

La contraofensiva de las fuerzas ucranianas en el Este y el Sur del país, haciendo retroceder a los rusos; así como actos de sabotaje como los llevados a cabo contra los gasoductos Nord Stream I y II y el principal puente que comunica Crimea con el resto de las zonas ocupadas por Rusia, tienen en estado de exaltación a las élites políticas y militares de Occidente, que consideran que Putin va en retirada.

Incluso, el comediante-presidente de Ucrania, V. Zelensky está solicitando la entrada de su país a la OTAN y afirmó que los países occidentales debían realizar “ataques preventivos” contra Rusia, para detener su “agresión”; aunque después se desdijo.

Por lo pronto, Putin ya anexó las cuatro regiones prorrusas (Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporizhia), con lo que establece una “línea roja” para la OTAN, pues los ataques contra esas regiones, ahora se considerarán ataques contra el territorio ruso, con lo que la posibilidad de que el conflicto escale se ha multiplicado.

¿Rusia está perdiendo la guerra? Según la propaganda occidental, la determinación de los ucranianos, más la enorme cantidad de armas que la OTAN y Estados Unidos han proveído a Ucrania; y el apoyo logístico y de inteligencia de Occidente (incluso con fuerzas especiales en el terreno) han logrado, no sólo detener el avance ruso en territorio ucraniano, sino obligarlos a una desordenada retirada.

Por su parte, el Kremlin afirma que la retirada ha sido para asegurar sus líneas de abastecimiento, consolidar sus ganancias territoriales y reagruparse; especialmente ahora que viene el invierno.

Efectivamente, hay que considerar que las guerras normalmente tienen distintas fases; y en su desarrollo se registran avances y retrocesos de los beligerantes.

Es obvio que Occidente quiera aplastar informativamente a Rusia, haciendo creer al mundo que ya está prácticamente derrotada; y, al mismo tiempo, trata de afectar la moral de las tropas y de la población rusa, para que presionen a su vez al gobierno de su país y lo obliguen a aceptar su derrota.

Putin sabe que una parte de la población de su país ya no quiere ir más allá en la guerra, y con la anexión de las regiones prorrusas de Ucrania considera suficiente y terminada la “operación militar especial”.

Y quizás Putin estaría de acuerdo en finalizar su incursión en Ucrania, pero da la casualidad de que Occidente ya “olió sangre”, y está intentando llevar la guerra hasta las puertas mismas de Moscú.

Es decir, para Estados Unidos y la OTAN ésta es la oportunidad de mantener entrampado a Putin en una guerra sin fin en Ucrania, con lo que los recursos militares, económicos y demográficos de Rusia se irán agotando; además de que el pretexto para mantener con miles de sanciones económicas y políticas y con el aislamiento internacional de Rusia, puede continuar.

El ”títere” Zelensky afirmó que no va a negociar ningún cese al fuego con Putin, y que el objetivo final es recuperar todas las regiones tomadas por los rusos; incluso Crimea.

Esto significa, como ya lo apuntamos, que se va a atacar a zonas que Rusia considera parte de su territorio, y por lo tanto, por más que Putin quiera terminar el conflicto, sin intentar más ganancias territoriales, no podrá hacerlo, en vista de que Occidente y el gobierno de Zelensky establecieron que el punto final del conflicto es expulsar definitivamente a Rusia de las regiones que ya conquistó y que considera su territorio.

Eso sólo significa que Putin va a pasar de una acción ofensiva, a una de defensa del territorio nacional, lo que le dará mucha mayor legitimidad ante su población, que estará más dispuesta a defender el territorio ruso; y por lo mismo se convertirá en una nueva “Guerra Patriótica”, como sucedió contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.

Así que, Occidente puede gritar a los cuatro vientos que ya triunfaron y derrotaron a Rusia; pero mientras sigan con su objetivo de expulsar a los rusos de las regiones que se anexaron, la realidad es que el conflicto se va a prolongar, a escalar y aunque parezca imposible, no debilitará a Rusia ese desarrollo de los acontecimientos, sino que la fortalecerá, pues ahora estará defendiendo su territorio y a su población. Al tiempo.