SE DERRUMBA LA OPOSICIÓN Y SE CONSOLIDA EL NEOPOPULISMO AUTORITARIO
El dirigente
del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, al verse a punto de ser enjuiciado políticamente
en la Cámara de Diputados, y con ello quedar sin fuero, con lo que la Fiscalía
de su estado Campeche, podría procesarlo por su impúdica corrupción, ha
decidido (junto con el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, a
quien seguramente le enseñaron algún “expediente” de sus pasados actos como
gobernador de Coahuila), deshacer de facto, la alianza Va por México,
tanto en el aspecto legislativo, como en el electoral, al plantear un posible
apoyo del PRI a la propuesta presidencial de que la Guardia Nacional se siga
haciendo cargo de la seguridad pública, dentro de la Secretaría de la Defensa
Nacional, hasta 2028 (y no hasta 2024 como lo señala la Constitución).
La
inveterada corrupción de los dirigentes priistas los derrotó ante el presidente
López Obrador (AMLO) y su coalición gobernante, que en los hechos (no
palabras), nunca ha querido atacar y terminar realmente con la corrupción en el
país (ahí está el caso de la paraestatal Seguridad Alimentaria Mexicana con
desvíos por 12 mil millones de pesos, sin que se toque a quien se señala como
principal culpable, Ignacio Ovalle, gran amigo del presidente, quien lo ha
cobijado en otro puesto en la Secretaría de Gobernación); sino usarla como
instrumento de propaganda contra los enemigos políticos del presidente, y como
medio de chantaje para priistas, perredistas, verdes y panistas, pues si no lo
apoyan en sus políticas, ocurrencias y venganzas personales, entonces sí se
abren expedientes sobre la corrupción del pasado. No hay combate real a la
corrupción, sino sólo uso político en beneficio del proyecto neo populista
autoritario de López Obrador.
Por eso, los
corruptos, incompetentes e impresentables gobernadores del PRI han aceptado el
perdón y los puestos diplomáticos que les ha ofrecido AMLO, a cambio de
entregar sus entidades a los aliados del presidente (por lo general otros priistas
que se salieron unos meses o pocos años antes del PRI) en las elecciones para
renovar las gubernaturas. El que sigue en la lista será el gobernador del
Estado de México, Alfredo del Mazo.
Y por ello,
ahora parece que el corrupto e impresentable dirigente del PRI (junto con el
coordinador de los diputados federales) también prefieren el perdón de AMLO, a
tener que enfrentar juicios y persecuciones judiciales que los tendrían en la
cárcel por años.
He ahí
porqué AMLO peleó tanto para que permaneciera la prisión preventiva oficiosa
que la Suprema Corte de Justicia de la Nación estuvo a punto de eliminar, ya
que dicha medida permite encarcelar a las personas por varios tipos de delitos,
sin presunción de inocencia. Con ello, el presidente puede meter a la cárcel a
sus enemigos políticos, sin tener que comprobarles nada, hasta que decidan
declarar lo que el presidente quiera (ahí está el caso Lozoya, que de todas
formas resultó en un sonoro fracaso) o lograr que apoyen sus políticas,
decisiones, ocurrencias, venganzas, etc.
La desgracia
para el país es que no sólo ha sido un monumental engaño eso de que este
gobierno iba a atacar y a terminar con la corrupción, lo que por cierto fue el
tema que más apoyo popular le granjeó en las elecciones presidenciales de 2018,
sino que ahora los corruptos (que son muchos, tanto de anteriores gobiernos,
como del actual) saben cuál es el camino para mantener su riqueza mal habida,
sin que pisen la cárcel un solo día: convertirse en lacayos, en lamesuelas de
AMLO. No se necesita más.
Por eso,
México seguirá hundido en la corrupción, la mediocridad, la impunidad, la
violencia, la inseguridad, la pobreza y la marginación. Porque lo único que
cuenta para los políticos y las élites mexicanas es mantenerse en el poder, a
como dé lugar, sin importar cómo. Y AMLO y Moreno Cárdenas son la mejor
expresión de lo que es la política en México. Un asco.
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