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Zapata

miércoles, 7 de septiembre de 2022

 SE DERRUMBA LA OPOSICIÓN Y SE CONSOLIDA EL NEOPOPULISMO AUTORITARIO

El dirigente del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, al verse a punto de ser enjuiciado políticamente en la Cámara de Diputados, y con ello quedar sin fuero, con lo que la Fiscalía de su estado Campeche, podría procesarlo por su impúdica corrupción, ha decidido (junto con el coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, a quien seguramente le enseñaron algún “expediente” de sus pasados actos como gobernador de Coahuila), deshacer de facto, la alianza Va por México, tanto en el aspecto legislativo, como en el electoral, al plantear un posible apoyo del PRI a la propuesta presidencial de que la Guardia Nacional se siga haciendo cargo de la seguridad pública, dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional, hasta 2028 (y no hasta 2024 como lo señala la Constitución).

La inveterada corrupción de los dirigentes priistas los derrotó ante el presidente López Obrador (AMLO) y su coalición gobernante, que en los hechos (no palabras), nunca ha querido atacar y terminar realmente con la corrupción en el país (ahí está el caso de la paraestatal Seguridad Alimentaria Mexicana con desvíos por 12 mil millones de pesos, sin que se toque a quien se señala como principal culpable, Ignacio Ovalle, gran amigo del presidente, quien lo ha cobijado en otro puesto en la Secretaría de Gobernación); sino usarla como instrumento de propaganda contra los enemigos políticos del presidente, y como medio de chantaje para priistas, perredistas, verdes y panistas, pues si no lo apoyan en sus políticas, ocurrencias y venganzas personales, entonces sí se abren expedientes sobre la corrupción del pasado. No hay combate real a la corrupción, sino sólo uso político en beneficio del proyecto neo populista autoritario de López Obrador.

Por eso, los corruptos, incompetentes e impresentables gobernadores del PRI han aceptado el perdón y los puestos diplomáticos que les ha ofrecido AMLO, a cambio de entregar sus entidades a los aliados del presidente (por lo general otros priistas que se salieron unos meses o pocos años antes del PRI) en las elecciones para renovar las gubernaturas. El que sigue en la lista será el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.

Y por ello, ahora parece que el corrupto e impresentable dirigente del PRI (junto con el coordinador de los diputados federales) también prefieren el perdón de AMLO, a tener que enfrentar juicios y persecuciones judiciales que los tendrían en la cárcel por años.

He ahí porqué AMLO peleó tanto para que permaneciera la prisión preventiva oficiosa que la Suprema Corte de Justicia de la Nación estuvo a punto de eliminar, ya que dicha medida permite encarcelar a las personas por varios tipos de delitos, sin presunción de inocencia. Con ello, el presidente puede meter a la cárcel a sus enemigos políticos, sin tener que comprobarles nada, hasta que decidan declarar lo que el presidente quiera (ahí está el caso Lozoya, que de todas formas resultó en un sonoro fracaso) o lograr que apoyen sus políticas, decisiones, ocurrencias, venganzas, etc.

La desgracia para el país es que no sólo ha sido un monumental engaño eso de que este gobierno iba a atacar y a terminar con la corrupción, lo que por cierto fue el tema que más apoyo popular le granjeó en las elecciones presidenciales de 2018, sino que ahora los corruptos (que son muchos, tanto de anteriores gobiernos, como del actual) saben cuál es el camino para mantener su riqueza mal habida, sin que pisen la cárcel un solo día: convertirse en lacayos, en lamesuelas de AMLO. No se necesita más.

Por eso, México seguirá hundido en la corrupción, la mediocridad, la impunidad, la violencia, la inseguridad, la pobreza y la marginación. Porque lo único que cuenta para los políticos y las élites mexicanas es mantenerse en el poder, a como dé lugar, sin importar cómo. Y AMLO y Moreno Cárdenas son la mejor expresión de lo que es la política en México. Un asco.

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