UNA INTERPRETACIÓN DE LOS RESULTADOS
ELECTORALES EN MÉXICO
Se consideraba
un referéndum de la gestión del presidente López Obrador a mitad de su periodo
gubernamental.
Su partido,
Morena tenía como objetivo no sólo refrendar la mayoría absoluta con la que
contaba en la Cámara de Diputados (junto con sus aliados PT y PVEM), sino mantener
la mayoría de 2/3 para poder modificar la Constitución.
Así también,
de las 15 gubernaturas en juego, Morena pensaba ganar en 14 (Querétaro la veía
perdida desde el principio).
Si se toma
en cuenta lo que preveían ganar el presidente y su partido, los resultados no
fueron los esperados, pues en la Cámara de Diputados, Morena junto con PVEM y
PT obtendrá entre 295 y 300 diputados, y las 2/3 partes para modificar la
Constitución son 333 curules.
Y en las
gubernaturas, hasta el momento, Morena va adelante, con posibilidades altas de
ganarlas, en 9 gubernaturas (Baja California, Baja California Sur, Colima,
Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas); en dos todavía está
muy cerrado el resultado (Campeche y Michoacán); y perdió en 4 (Chihuahua,
Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí); con la salvedad de que en San Luis
Potosí habría ganado la coalición PT-PVEM que es aliada del gobierno.
En general,
el presidente López Obrador (AMLO) y su partido Morena, junto con sus aliados
PT y PVEM, tuvieron una jornada ganadora, pero si se toman en cuenta las altas
expectativas que se habían formado, el resultado no alcanzó a las mismas.
Un resultado
revelador es el de la ciudad de México, en donde hasta el momento, Morena sólo
ha refrendado su triunfo en 6 alcaldías (Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza,
Tláhuac, Iztacalco, Iztapalapa y Milpa Alta); en 9 va adelante la oposición
(Alvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Magdalena
Contreras, Miguel Hidalgo, Tlalplan y Xochimilco) y en una aún está muy cerrada
la votación, Cuauhtémoc.
¿Qué explica
estos resultados tan adversos para Morena en su principal bastión, en donde
gobernó AMLO; en donde la “izquierda” ha gobernado desde hace 24 años?
Según AMLO,
la “guerra sucia” fue la causante de que la población de la cd. de México votara
contra su partido. Es decir que, para el presidente, los que votaron contra su
partido, son unos estúpidos manipulables, que se tragan mentiras y que hacen lo
que la “mafia del poder” les dice. Hay un completo desprecio por el electorado
que ejerció su derecho de castigar electoralmente a un partido y a un gobierno
que sólo han visto por sus “clientelas” políticas en las zonas populares de la
ciudad, especialmente en la zona Oriente (en donde se ubican las alcaldías que
retuvo Morena), mientras que para el resto de alcaldías ha habido astringencia
de recursos, olvido y desprecio, pues Morena y AMLO consideran a las clases
medias (principalmente asentadas en la zona Centro-Occidente de la ciudad),
como parte de la “mafia del poder”.
Entonces
cuál es la sorpresa y el enojo de AMLO, si a lo largo de su gobierno las
políticas de su gobierno y las de su subordinada, la jefa de Gobierno de la cd.
de México, Claudia Sheinbaum, han ido dirigidas a favorecer a sus
clientelas políticas, pero también a perjudicar directamente a las clases medias
de la ciudad, y en general, del país.
Y es que a
AMLO no le importó que alrededor de 8 millones de personas de la clase media
votaran por él y su partido en 2018, con la esperanza de que se combatiera la
corrupción, el crimen organizado; se apoyara a las micro y pequeñas empresas
(que son las que crean el 70% de los puestos de trabajo en el país), se
dignificara el trabajo de los empleados públicos, se aumentara el salario
mínimo para recuperar algo del poder adquisitivo perdido; se impulsaran políticas públicas en favor de la ciencia y la tecnología, de las artes y la
cultura, del deporte, de las energías limpias, de la ecología, de las mujeres; de una defensa de la soberanía
inteligente y sin bandazos.
¿Qué hizo AMLO?
Desde el inicio de su gobierno estigmatizó a las clases medias (que en su
mayoría votaron por él), como cómplices de la corrupción, de la “mafia del
poder”, como encubridores de los gobiernos neoliberales; y actuó en
consecuencia, eliminando una serie de programas y políticas públicas en los
campos de la ciencia, la tecnología, las artes, la cultura; se olvidó al medio ambiente y se despidieron a
miles de empleados públicos, pertenecientes al sector medio, que así se quedaron
sin ingresos.
Cuando azotó
la pandemia, las micro y pequeñas empresas que dan empleo a la mayoría de la
población (es cierto mal pagado, pero aun así, generan el 70% del empleo formal
del país), esperaban algún tipo de apoyo gubernamental, para poder seguir
pagando salarios y rentas. Sólo el 5% de ellas recibieron magros créditos de 25
mil pesos, que no sirvieron para nada, y un millón 100 mil microempresas fueron
a la quiebra, y con ello 10 millones más de mexicanos, que estaban considerados
como “clase media baja”, cayeron en la pobreza.
Y qué decir
de la inseguridad y la violencia, que se ha mantenido imparable en el país,
ante la falta absoluta de una estrategia gubernamental para acotarla y
disminuirla.
Por todo
ello, las clases medias en la ciudad de México y en varios
estados de la República, votaron contra Morena y permitieron así que los
partidos tradicionales pongan ahora un dique a los planes presidenciales para cambiar
de fondo la Constitución.
AMLO decidió
que su enemigo principal era la clase media, ni siquiera su tan mentada “mafia
del poder”, a la que si bien ha hecho pagar impuestos que evadían o ha
condicionado y en ocasiones retirado concesiones y contratos mal habidos en
pasadas administraciones; también sigue adjudicándole contratos de manera
directa, sin concursos públicos de por medio; y en
especial, a las empresas de aquellos oligarcas que se muestran obsequiosos con él.
Pero él
necesitaba un “enemigo” al cual poder estigmatizar y lanzar a sus bases contra
él, para intentar cohesionarlas, algo que finalmente no pudo hacer del todo,
dado el fallido liderazgo partidario de Mario Delgado, que decidió candidaturas
por “cuatismo” y aliándose con impresentables grupos político-mafiosos locales,
con tal de ganar la elección.
Así, un
saldo negativo de la elección para AMLO y su partido es que acabó por alienarse
a la clase media; y ello en la ciudad de México golpeó a su favorita para sucederlo
en la presidencia, la nada carismática y poco eficiente Claudia Sheinbaum;
quien ahora, más que nunca, necesitará de la protección y el apoyo de su
padrino político, AMLO.
El otro
saldo negativo para AMLO es que ahora va a necesitar, también más que nunca,
para aprobar el presupuesto, al partido mercenario de los juniors hijos de
políticos y empresarios corruptos y asociados al crimen organizado, esto es el
PVEM, que le va a cobrar realmente caro el apoyo al presidente; seguramente con
tajadas enormes del presupuesto, con lo que la tan cacareada lucha contra la
corrupción de AMLO se va a diluir muy pronto.
En fin, que
los mexicanos siguen votando por partidos y por políticos incompetentes,
corruptos, vividores, trepadores y oportunistas, y por lo mismo seguirán
teniendo gobiernos mediocres y francamente fracasados, por lo que el dicho de
que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, calza a la perfección con el
pueblo de México.
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