En un tweet López Obrador señala que usan a Duarte “como
chivo expiatorio” en el tema de la corrupción.
Más allá de que Peña Nieto se quiera mostrar como el
perseguidor y castigador de los corruptos[1],
cuando en la realidad él y su antecesor, el fascista Calderón, permitieron y
muy probablemente se beneficiaron de la corrupción de Duarte (así como de la de
Padrés en Sonora, Borge en Quintana Roo, el otro Duarte en Chihuahua, etc.), el
afirmar que Duarte es un “chivo expiatorio”[2],
le da la narrativa al gobierno, al PRI, al PAN y al PRD para señalar que López
Obrador está defendiendo a Duarte. Y con ello también da pie para que las
acusaciones del actual gobernador panista de Veracruz, Miguel Angel Yunes, en
el sentido de que Duarte financiaba a Morena en el sur de ese estado, puedan
ser reproducidas continuamente en los medios de comunicación.
Este es el último error de López Obrador en los pasados 2
meses. Recordemos que en Nueva York, después de que un padre de uno de los 43
desaparecidos de Ayotzinapa –ciertamente manipulado- le reclamó a López Obrador
por su cercanía con el gobernador de Guerrero, Angel Aguirre y la de este con
el presidente municipal de Iguala (en donde se llevó a cabo la desaparición de
los muchachos), el dirigente de Morena afirmó que los responsables de lo
sucedido en Iguala eran el Estado y las fuerzas armadas.
Esto permitió al gobierno, al PAN y al PRI presentarlo como
un enemigo de los militares, que incluso respondieron pidiendo pruebas del
dicho de López Obrador (sin nombrarlo directamente), y el dirigente de Morena
tuvo que señalar en varias ocasiones que respetaba a las fuerzas armadas y que
reconocía que los soldados son “pueblo uniformado”, tratando así de diferenciar
entre la cercanía de las cúpulas militares con el establecimiento político y la
de los soldados con Morena.
Antes, cuando un helicóptero de la Marina disparó en Tepic,
Nayarit, con un arma de alto poder contra una casa en la que se encontraba un
miembro del cártel de los Beltrán Leyva (el “H2”), junto con varias personas
más, López Obrador afirmó que había sido una masacre, en la que las principales
víctimas fueron jóvenes.
Esta afirmación generó una ola de críticas contra el
dirigente de Morena, pues se consideró que defendía a los narcotraficantes y
que en vez de eso, debía apoyar la labor de las fuerzas armadas en contra del
narcotráfico.
¿Qué está pasando? ¿Qué acaso el entorno de López Obrador lo
convence de meterse en batallas en las que el contrario, en este caso el
gobierno y los partidos de la subclase política corrupta, tienen todas las
ventajas, dejando a López Obrador en medio de acusaciones y contra acusaciones?
¿Si vas adelante en las encuestas; si de otros partidos comienza a verificarse
una continua salida de militantes para favorecer a Morena; si incluso los
medios de comunicación que antes estaban cerrados para López Obrador, ahora lo
citan y lo invitan a hablar; qué caso tiene abrir conflictos totalmente
innecesarios y contraproducentes, que sólo dan “municiones” a los enemigos?
Mi impresión es que López Obrador, al rodearse cada vez más
de personas que vienen de otros sectores sociales, como el empresarial; de
partidos políticos contrarios a Morena (los priístas, pevemistas, perredistas y
hasta panistas que se están adhiriendo a Morena) y de un círculo de “intelectuales”
con agendas propias que han copado al líder de Morena, lo está llevando a
reproducir ciertas ideas y posicionamientos, que están lastimando el
crecimiento de Morena y la precandidatura presidencial de López Obrador. O peor
aún, hay saboteadores muy bien ubicados dentro de Morena que están empujando
sutilmente a López Obrador hacia terrenos polémicos, como los que ha tocado en
los últimos meses, que le están generando muchas críticas de sus enemigos, pero
también la narrativa que requieren para empezar a minar su ventaja en las
encuestas hacia las elecciones del 2018.
Si no corrige rápido esta situación, y sigue metiéndose en
asuntos que pueden ser fácilmente explotados en los medios de comunicación por
sus enemigos, no es difícil que la ventaja que ahora lleva en las encuestas y
el crecimiento de Morena, se vean abruptamente detenidos. Cuidado.
[1]
Por las detenciones de Duarte en Guatemala y Yarrington en Italia.
[2]
En
dicho ritual, se echaban suertes sobre dos machos cabríos, uno era sacrificado
por el Sumo Sacerdote para la expiación de los pecados de los israelitas; el
otro era cargado con todas las culpas del pueblo judío "para enviarlo a
Azazel al desierto". Este último era conocido como chivo expiatorio. Google.
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