¿QUÉ DEBERÍA HACER
UN GOBIERNO QUE DEFENDIERA EL INTERÉS NACIONAL DE MÉXICO?
No se puede esperar que el corrupto, ineficiente y subordinado gobierno
neoliberal de Enrique Peña Nieto pueda enfrentar el tsunami de
medidas antimexicanas que Trump tiene preparadas contra nuestro país, en caso
de que llegue a la presidencia de Estados Unidos. Y es que Trump, se advierte
claramente, odia a México y a los mexicanos y está obsesionado con
"hacerlos pagar". Tal parece que hace algunos años perdió en los
tribunales mexicanos una demanda que hicieron contra él varios clientes de uno
de sus supuestos proyectos inmobiliarios, que sintiéndose defraudados acudieron
a los tribunales mexicanos y éstos les dieron la razón. Parece ser que Trump
perdió, entre los pagos que debió hacer por abogados, las reparaciones del daño
a los quejosos, multas y gastos varios, y la pérdida de las ganancias que
esperaba, casi 300 millones de dólares. Desde ese momento, enfurecido prometió
que haría pagar a México y a los mexicanos, por lo que buena parte de su odio a
nuestro país viene de una vendetta personal, más que de una
política pública racional.
Pues bien, si en México contáramos con un gobierno nacionalista que
realmente defendiera el interés de la población, así se respondería a las
medidas de Trump:
1. Deportaciones masivas: Mediante la red de consulados mexicanos en
Estados Unidos, el apoyo de organizaciones méxico-americanas y de políticos
afines de ambos partidos (Demócrata y Republicano), conformar una campaña de
recaudación de fondos para defender legalmente en los tribunales
estadounidenses a la mayor cantidad posible, de ciudadanos mexicanos expuestos
a la deportación; especialmente aquéllos con hijos nacidos en Estados Unidos
y/o que demuestren una estadía larga (de más de 5 años), durante la cual hayan
pagado impuestos, trabajado y que no cuenten con problemas con la justicia
estadounidense (más allá de su entrada indocumentada al país), con objeto de
inundar a las cortes estadounidenses con estos casos y así también hacerlos
pagar con recursos de sus contribuyentes los procesos de deportación (no se
podrá detener la mayoría, pero si cada año las cortes tienen que ver decenas de
miles, eso puede obligar a hacer más lentas dichas deportaciones).
Al mismo tiempo, iniciar una ofensiva diplomática en los organismos
multilaterales (ONU, OEA, CELAC, Unión Europea), denunciando las violaciones a
los derechos humanos que se presenten (y que seguramente serán muchas) y tratar
de que las ONG internacionales se inmiscuyan en el proceso de documentar y
denunciar dichas violaciones. Incluso con el objetivo de llevarlas hasta los
tribunales internacionales.
2. Bloqueo de envío de las remesas: Si Trump lograra que el Congreso de
su país aprobara alguna medida en ese sentido, México debería aprobar también
una "contramedida espejo", mediante la cual se aplicaran impuestos
equivalentes a las pérdidas que tenga el país en el envío de remesas, ya sea
con impuestos sobre las empresas estadounidenses exclusivamente (esta no sería
una "ley general", sino dedicada exclusivamente contra las empresas
de un país que está realizando actos hostiles contra México); y/o aplicar
impuestos a las salidas de capital de empresas y empresarios estadounidenses.
3. Aplicación de aranceles a productos mexicanos: El propio Tratado de
Libre Comercio de América del Norte y la Organización Mundial de Comercio
prevén medidas de represalia contra países que adoptan medidas arancelarias no
justificadas o injustas, por lo que el gobierno mexicano debería aplicar
aranceles a las importaciones estadounidenses, en la misma medida y monto que
lo apliquen a las exportaciones mexicanas.
4. Suspensión y o restrcción (o aumento de precio) en otorgamiento de
visas: México debería aplicar visas a los estadounidenses con un costo por el
trámite de 100 dólares por adulto y 75 dólares por menor de 12 años. Se insiste
que ello llevaría a una disminución del turismo. Es falso, Brasil y Panamá
aplican visas el primero y un pago único de entrada al país el segundo, desde
hace años y ello no ha afectado el turismo estadounidense a ambos países. Si
Estados Unidos suspendiera de plano el otorgamiento de visas, el gobierno
mexicano podría responder con la confección de una lista de "personas non
gratas" de Estados Unidos, a los que a su vez no se les permitiría la
entrada al país (enfocándola a los personajes y familiares cercanos a Trump y
sus colaboradores), en tanto no se levante la suspensión del otorgamiento de
visas a mexicanos.
5. Exigencias en materia de combate al narcotráfico: México no esgrime
el válido argumento que por lo menos la mitad del problema del narcotráfico es
responsabilidad de Estados Unidos, con su enorme mercado de consumidores
(consumen la droga por voluntad propia, no es creíble que los cárteles
mexicanos "los obliguen" a comprarla y consumirla, sólo se las ponen
a su disposición y ellos toman la decisión de comprarla y enviciarse); el
lavado de dinero monumental que se realiza en su sistema financiero; la venta
de armas que hacen los fabricantes y comerciantes estadounidenses a los
cárteles de la droga mexicanos; y, la complicidad de numerosos funcionarios y
policías locales, estatales y federales con ese comercio ilícito. Hay cientos
de formas de documentar todo esto y de exponerlo públicamente.
También México debería eliminar definitivamente de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos la autorización a los funcionarios estadounidenses
de las agencias de seguridad, de poder portar sus armas de cargo en nuestro
país; y de la misma forma se debería cerrar definitivamente los dos
"centros de fusión de información" con los que cuentan esas mismas
agencias de seguridad en México, y en donde sólo laboran estadounidenses.
Finalmente, México bien podría cancelar la Iniciativa Mérida (mediante
la cual nuestro país compra a Estados Unidos equipo, armas, transportes y
recibe capacitación por casi mil millones de dólares anuales, en materia de
seguridad pública), y así también podría cancelar sus compras de armas,
transportes y equipo para las Fuerzas Armadas mexicanas (que ha llegado a sumar
más de 1100 millones de dólares en un año), buscando otros proveedores en
Europa y Asia.
6. Presiones diplomáticas: Conformar un bloque de países
latinoamericanos (Bolivia, Ecuador, Venezuela, Cuba, Brasil, quizás El
Salvador, Nicaragua, Chile, Colombia, Perú), que denuncien en los foros y
organismos multilaterales las políticas contrarias al Derecho Internacional
Público de parte del gobierno de Trump (en materia de migración, comercio
internacional, derechos humanos, etc) y eventualmente promover alianzas más
explícitas con otros países que resulten afectados por otras políticas de Trump
(China, Japón, Corea del Sur, Vietnam, etc . en materia de comercio e inversión
extranjera).
En fin, que las posibilidades de responder al narcisista, egocéntrico y
bravucón Trump existen; desgraciadamente el corrupto, débil y servil gobierno
peñista no hará nada de lo anterior, ni la subclase política mexicana, que se
limita a hacer estúpidas declaraciones contra Trump (como lo hicieron los
corruptos y a su vez serviles de Estados Unidos, Fox y Calderón) o inocuas
campañas de tweets como la de los senadores perredistas, que por supuesto sólo
sirven para ponerse en ridículo.
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