El dólar ya supera los 20 pesos por unidad y lo más probable
es que siga la devaluación de lo que queda de nuestra moneda. La Canacintra ya
anunció que debido a ello los industriales tendrán que subir al menos en 6%
el precio de sus productos; como ya se sabe la deuda pública se ha incrementado
entre 2013 y 2016, 10.1 puntos como porcentaje del PIB, al pasar de 40.4 a
50.5%; el pago de intereses de la deuda pública interna y externa superará los
586 mil millones de pesos para 2017, más que todo el gasto conjunto en
educación, salud y combate a la pobreza; y el crecimiento económico no superará,
en el mejor de los casos, el 2.3%.
Pero eso sí, el Servicio de Administración Tributaria perdona
impuestos a personas físicas y morales por 15 mil millones de pesos, sólo en el
último ejercicio fiscal[1],
y en el 2013 se le perdonaron impuestos por más de 80 mil millones de pesos a
36 empresas. Eso sin mencionar que, según la CEPAL, se evade el pago del 20%
del IVA en México.
Por lo que respecta al salario, según el INEGI, en lo que va
de este sexenio, el número de trabajadores que ganan sólo un salario mínimo
aumentó de 6 millones 756 mil a 8 millones 17 mil; mientras los que ganan más
de 5 salarios mínimos al mes (10,950 pesos), se redujo de 3 millones 884 mil a
2 millones 900 mil, entre 2013 y 2016.
Si bien aumentó en ese período el número de población ocupada
en más de un millón de personas, esto ha sido en detrimento de los salarios y
las prestaciones. Peores salarios que
pegan al mercado interno y con una moneda que pierde valor año tras año,
implica un deterioro brutal del poder adquisitivo de la mayoría de la
población, una caída en el nivel de vida y un concomitante aumento de la
pobreza.
Desde la imposición del modelo neoliberal en el país, el objetivo
principal ha sido privatizar la economía, facilitando a los grandes empresarios
extranjeros, y a un puñado de los nacionales, el que puedan realizar sus
negocios sin trabas, excesos de regulaciones o demasiados impuestos.
Sin embargo, la corrupción, impunidad, inseguridad, presencia
del crimen organizado y la ineficiencia en materia de gobierno y servicios que
caracteriza al país no han permitido posicionar a México como un destino
preferido para los inversionistas internacionales (que por lo general demandan
todo tipo de facilidades y ventajas para invertir). Por lo que ahora México ha
caído aún más en la evaluación que hace entre 189 países la empresa consultora
Doing Business, sobre las facilidades para abrir empresas. Nuestro país cayó de
un ya bastante criticable lugar 63 (siendo una de las 20 economías más grandes
del mundo) en el 2015, al 65 en este año.
El recorte del presupuesto para 2017 por 240 mil millones de
pesos afecta principalmente a los rubros de educación, salud, comunicaciones y
transportes y medio ambiente, lo que repercutirá negativamente en las
condiciones de vida de la población más vulnerable, así como en las micro, pequeñas
y medianas empresas, que son las que más empleos generan en la economía.
Si a ese panorama nada favorable se le suma la posibilidad de
que Donald Trump acceda a la presidencia de los Estados Unidos y comience a
implementar sus medidas contra la migración indocumentada, el libre comercio y
las remesas, la economía mexicana bien podría colapsar para mediados o fines
del próximo año, justo al inicio del período electoral del 2018, en que el
modelo explotador-depredador neoliberal se encontrará nuevamente ante el
desafío de una opción político electoral que lo cuestiona y que podría encontrar
las condiciones propicias para derrotarlo en las urnas, a pesar de un nuevo
fraude electoral, como los cometidos en 2006 y 2012.
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