Se exageraron beneficios de la agenda
neoliberal, reconocen expertos del FMI
Importantes
costos por el aumento de la desigualdad, destacan
Roberto González Amador
Periódico La Jornada
Jueves 30 de junio de 2016, p. 21
Jueves 30 de junio de 2016, p. 21
La pregunta fue hecha por expertos del Fondo Monetario Internacional
(FMI):El neoliberalismo, ¿un espejismo?. La respuesta que ofrecen es que hay
aspectos de la agenda neoliberal que no han dado en el blanco y los
esperados beneficios derivados de este conjunto de políticas, seguidas a
rajatabla por países como México desde hace más de tres décadas, han sido
exagerados.
Los beneficios de liberalizar la circulación de
capital, así como la austeridad fiscal, pilares de la agenda neoliberal,
parecen bastante difíciles de establecer si se examina un conjunto amplio de
países, de acuerdo con un artículo publicado en la edición de junio de Finanzas
y desarrollo.
Los costos en términos del aumento de la
desigualdad son importantes y reflejan la disyuntiva entre los efectos de
crecimiento y los efectos de equidad que caracterizan algunos aspectos de la
agenda neoliberal. El aumento de la desigualdad afecta negativamente el nivel y
la sostenibilidad del crecimiento. Aun si el crecimiento fuera el propósito
único o principal de la agenda neoliberal, sus defensores deben prestar
atención a los efectos distributivos.
La agenda neoliberal, de acuerdo con el
documento, descansa sobre dos pilares principales: la promoción de la
competencia mediante la desregulación y la apertura de los mercados internos,
incluidos los financieros, a la competencia externa. Y, el segundo, la
reducción del papel del Estado, a través de la privatización y los límites a
los déficit fiscales y la deuda que pueden asumir los gobiernos. Desde los años
de 1980 –cuando América Latina padeció la década perdida– ha habido una tendencia
mundial fuerte y generalizada hacia el neoliberalismo, plantean Jonathan
D. Ostry, Prakass Loungani y Davide Furceri, quienes son, respectivamente,
subdirector, jefe de división y economista del Departamento de Estudios del
FMI.
Por un lado, la apertura financiera permite al
mercado internacional de capitales canalizar el ahorro mundial hacia los usos
más productivos en el mundo entero. Las economías en desarrollo con escasez de
capital pueden endeudarse para financiar la inversión, apunta. Sin embargo,
añade, el vínculo entre la apertura financiera y el crecimiento económico es
complejo. Algunas entradas de capital, como la inversión extranjera
directa, sí parecen estimular el crecimiento a largo plazo. Pero el impacto de
otros flujos, como la banca, la inversión de cartera (en instrumentos
financieros, como bonos del gobierno) y especialmente los flujos especulativos
de deuda, no parecen estimular el crecimiento ni permitir a los países
distribuir mejor los riesgos con los socios comerciales.
Aunque los beneficios para el crecimiento con la
apertura financierason inciertos, los costos en términos del aumento de la
volatilidad económica y la frecuencia de las crisis sí parecen más evidentes,
mencionan.
Respecto del tamaño del Estado, cuya reducción constituye
otro de los pilares de la agenda neoliberal, el artículo recuerda que el
redimensionamiento del sector público se ha dado desde los años 80 a partir de
la privatización de algunas funciones públicas.
También, a través de restringir el gasto público y
de poner límites a la magnitud de los déficit fiscales y la capacidad del
gobierno para endeudarse.
Las políticas de austeridad no sólo acarrean
sustanciales costos para el bienestar, sino que también agravan el empleo y el
desempleo, sostienen.
“Los beneficios de algunas políticas que
constituyen una parte importante de la agenda neoliberal parecen ser algo
exagerados. En el caso de la apertura financiera, algunos flujos de capital,
como la inversión extranjera directa, parecen dar los beneficios esperados.
Pero en otros casos, sobre todo el de los flujos de capital a corto plazo, los
beneficios en términos del crecimiento son difíciles de cosechar, en tanto que
se ciernen graves riesgos en términos de la agudización de la volatilidad y la
crisis.
En el caso de la consolidación fiscal (reducción
del déficit y la deuda públicos), los costos a corto plazo, como disminución
del producto interno bruto y aumento del desempleo, no han recibido suficiente
atención, como tampoco se ha apreciado la conveniencia de que los países con
amplio margen de maniobra fiscal simplemente vivan con una deuda elevada y
permitan que los coeficientes de endeudamiento se reduzcan orgánicamente a
través del crecimiento, establecen.
Destacan que tanto la apertura como la austeridad
tienen que ver con una mayor desigualdad del ingreso y este efecto distributivo
crea un círculo vicioso. El aumento de la desigual, engendrado por la
apertura financiera y la austeridad, puede por sí mismo socavar el crecimiento
que la agenda neoliberal pretende estimular.
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