Iconos

Iconos
Zapata

lunes, 3 de febrero de 2014

Sochi (3 de Febrero 2014)

Este viernes 7 de febrero se inauguran los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, Rusia. La preocupación del gobierno de Vladimir Putin y de la mayoría de los países participantes es que se presente un atentado como los que la cercana ciudad de Volgogrado sufrió en diciembre del año pasado (uno en un trolebus y otro en una estación de trenes, dejando un saldo de 34 muertos), por parte de un grupo separatista islámico checheno, conocido como "Emirato del Cáucaso" dirigido por Doku Umarov (a quien en diversas ocasiones se le ha proclamado muerto), quien en julio del 2013 amenazó con ataques durante los Juegos Olímpicos a celebrarse en el balneario que está a orillas del Mar Negro. 

Putin ha reforzado la seguridad en Sochi, llegando a la cifra de 100,000 soldados y policías que patrullan los accesos y calles de la ciudad, y de manera especial la villa e instalaciones olímpicas y las principales terminales de transportes.

La posibilidad de un atentado durante los juegos es elevada, en vista de que es posible mantener un control relativamente aceptable en los centros de reunión de atletas y visitantes (estadios, centros de prensa y villa olímpica), pero es menos probable lograr un control absoluto en lugares donde se reúne gran cantidad de personas, como parques, plazas, terminales y transportes mismos (blanco preferido de los ataques terroristas como los realizados en Madrid, Londres y Volgogrado).

Si bien la guerra que el gobierno de Moscú ha librado por años contra los separatistas de Chechenia y Daguestán ha cobrado gran cantidad de víctimas de ambos bandos, no puede dejarse de lado el hecho de que la Rusia gobernada por Putin, enfrenta también la animadversión de otros enemigos poderosos y con grandes recursos.

Los llamados oligarcas rusos (la mayoría de ellos de origen judío como Mikhail Khodorkovsky, recientemente liberado de prisión; Román Abramovich y Boris Berezovsky) han mantenido por años una confrontación con el gobierno de Putin, en vista de que éste les arrebató buena parte de los negocios y empresas que manejaron a su antojo durante la corrupta era de Boris Yeltsin, y los condenó a ir a prisión. Estos oligarcas son aliados del régimen derechista y pro guerrerista de Israel, encabezado por Benjamín Netanyahu y de la prominente y poderosa comunidad judía de Nueva York, que salió en su defensa cuando Putin fue tras ellos para encarcelarlos por sus múltiples fraudes y saqueos de las antiguas empresas estatales soviéticas.

Netanyahu y su gobierno ven a Putin como uno de los principales obstáculos que ha impedido que Israel y Estados Unidos apliquen la fuerza militar contra Siria e Irán, pues Moscú, junto con Beijing, han detenido en el Consejo de Seguridad de la ONU esos intentos, y más aún, Putin ha ayudado con armas, inversión y asesoría a ambos regímenes.

De ahí que para Israel y sus servicios de inteligencia (experimentados en cometer asesinatos y realizar ataques terroristas como "false flag attacks", esto es, atentados encubiertos que son atribuidos por lo general a grupos islámicos) los juegos de Sochi son una oportunidad inmejorable para "cobrarse", las que ellos consideran "afrentas" de Putin en su contra.

Estados Unidos no se queda atrás, pues además de que Rusia le ha complicado a Obama su política en Medio Oriente (aunque en cierto modo, la propuesta para destruir las armas químicas de Siria, ideada por Moscú, le "salvó la cara" a Obama en un momento en que estaba entre la espada y la pared por su promesa de usar la fuerza militar, en caso de uso de armas químicas por parte del gobierno de Assad), el hecho de que Putin le haya dado a  Edward Snowden, no sólo asilo, sino una plataforma para seguir descubriendo todo el entramado del espionaje masivo que realiza Washington, ha enfadado a los directores de las agencias de inteligencia estadounidenses, así como a los "halcones" del Partido Republicano y del lobby pro Israel, por lo que este grupo de personajes también estaría muy satisfecho en caso de que algún evento desafortunado manchara los juegos de Sochi.

Aún así, Estados Unidos ha señalado que está dispuesto a brindar todo el apoyo a Moscú en el tema de seguridad, que por obvias razones (meter al "lobo en el gallinero") ha sido diplomáticamente rechazado por el gobierno ruso; pero de todas formas, Washington ha desplegado buques de guerra en las aguas internacionales del Mar Negro cercanas a Sochi (claro intento de intimidaciòn a Putin, que respondió enviando buques de guerra de la flota rusa) y tiene listos transportes militares en sus bases en Alemania, en caso de que sea necesaria una "evacuación de sus ciudadanos" por una emergencia terrorista.

Gran prueba la que enfrenta Putin en esta ocasión y difícil que salga sin problemas, en vista de que la larga lista de enemigos que tiene (internos y externos) ven esta como una gran oportunidad de evidenciar la falta de seguridad en los juegos y desgastar la imagen de Putin, tanto en Rusia como internacionalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario