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Zapata

miércoles, 19 de febrero de 2014

¿Nueva Guerra Frìa? (19 de Febrero 2014)

Estados Unidos y sus aliados de la "anglósfera" (Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, más Israel), están reiniciando la competencia por la hegemonía mundial en contra de aquellos países que en los últimos 15 años han minado el domino que habían conseguido, a través de la guerra interminable contra el "terrorismo" y su permanente intervención militar en el mundo islámico; así como su "orwelliano" aparato de espionaje, para tener vigiladas y en la medida de lo posible, controladas las reacciones mundiales contra esa estrategia.

Los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), lograron en relativamente poco tiempo, establecer un contrapeso a la arrogante e irresponsable hegemonía de Washington que llevó al mundo a dos desastrosas guerras en Medio Oriente (Irak y Afganistán), espantosas violaciones a los derechos humanos (Guantánamo, Abu Grahib, vuelos "secretos" de la CIA, torturas a supuestos "terroristas" en países aliados; ataques indiscriminados con drones) y apoyo a agresiones y golpes de Estado en numerosos países (invasiones de Israel a Gaza y aumento de los despojos de territorio palestino; derrocamiento de Gaddaffi en Libia; apoyo a los rebeldes en Siria; amenaza de ataques a Siria e Irán; apoyo al intento de golpe de Estado contra Chávez en Venezuela en 2002; apoyo al golpe de Estado contra Manuel Zelaya en Honduras en 2009; apoyo al golpe de Estado contra Mohammed Mursi en Egipto en 2012; etc.).

Rusia se ha convertido nuevamente en un competidor de la hegemonía de Estados Unidos en Medio Oriente, al brindarle su apoyo al régimen de Bashar el Assad y a la teocracia iraní, que junto con el respaldo de Beijing, ha evitado agresiones de Estados Unidos a ambos países, estableciendo un balance de poder distinto en esa región, después de las fracasadas intervenciones estadounidenses en Irak y Afganistán.

Así también, Moscú reafirmó su papel protagónico en su espacio adyacente, las repúblicas ex soviéticas, evitando que el régimen proestadounidense y proisraelí de Georgia se anexara Osetia del Sur y Abjasia en el 2008, derrotándola militarmente; y ahora, ante la evidente ofensiva de Estados Unidos y Europa Occidental para anexar al campo occidental a Ucrania (apoyando logística y financieramente a los opositores al gobierno de Víctor Yanukovich), el gobierno ucraniano ha respondido con una dura represión, pues el objetivo de los opositores es derrocar a su gobierno, al cual Vladimir Putin ha otorgado todo su apoyo.

En Sudamérica los sectores pro estadounidenses de las élites empresariales han intentado en varias ocasiones derrocar a los gobiernos electos democráticamente (Venezuela 2002, Ecuador 2010, Bolivia 2012, Argentina 2013), lográndolo en al menos dos ocasiones (Honduras 2009 y Paraguay 2012), en vista de que no se han alineado a los procesos de explotación indiscriminada que impulsan los centros del capital transnacional en todo el mundo.

Ahí están los ejemplos de Venezuela, defendiendo su riqueza petrolera contra los embates de las élites económicas del país, apoyadas por Estados Unidos (a través de la USAID o de manera encubierta la CIA); Argentina que recientemente ha tenido que enfrentar una ofensiva del capital especulativo contra su moneda (y no hace mucho protestas y paros de policías, instigados por las élites económicas argentinas); Ecuador y Bolivia que en distintas ocasiones han sufrido los embates de sus propios sectores oligárquicos, e incluso la agresión al presidente Evo Morales cuando no se le permitió aterrizar en Francia y España, por la "sospecha" de que llevaba en su avión a Edward Snowden para asilarlo en Bolivia.

El objetivo es claro en todos lados, y es debilitar a gobiernos y procesos democráticos que han demostrado que sí pueden evitar la explotación salvaje de una minoría y de sus aliados estadounidenses y europeos, contando con el apoyo de las fuerzas armadas del país, de las clases trabajadoras y populares y de organizaciones políticas de izquierda unificadas en un sólo proyecto.

Para Washington y sus aliados el que tantos países en el mundo rechacen el modelo de capitalismo depredador que los usureros y especuladores de Wall Street y de la City londinense quieren imponer en todo el mundo, es más que un reto a su hegemonía, es un riesgo a su preponderancia mundial, por lo que están dispuestos a utilizar todos los medios posibles para descarrilar esos procesos y deponer a los gobiernos que los encabezan.

Moscú y Beijing son los principales objetivos en esta nueva "guerra fría", ya que han demostrado que tienen la voluntad política y están dispuestos a usar los suficientes recursos económicos y militares para evitar que Estados Unidos se apropie de la mayor parte de las riquezas naturales del mundo y establezca su modelo de explotación económica, sin competencia alguna..

Por ello, Estados Unidos y sus aliados están instigando y apoyando a los opositores en todas aquellas áreas en donde Moscú y Beijing han logrado avances (repúblicas ex-soviéticas, Medio Oriente, Africa subsahariana, América Latina y países de la Cuenca Asia-Pacífico).

Washington busca que Rusia y China enfrenten problemas en su entorno y área de influencia respectivas, con objeto de que no puedan proyectar su poder más allá e interferir con la hegemonía estadounidense. La estrategia está diseñada  para impactar en lo económico y lo militar principalmente:
  • En el económico con la firma del Acuerdo TransPacífico para competir con China en su propia región; con la Alianza del Pacífico para competir con el Mercosur (llámese Brasil, Argentina y Venezuela), ALBA y UNASUR; con el acuerdo limitado de asociación que la Unión Europea propuso a Ucrania y que ésta rechazó, prefiriendo una asociación más estrecha con Rusia; con el acuerdo de Inversión y Comercio Transatlántico que negocia con la Unión Europea, para afianzar la alianza con estos aliados y fortalecer dicho polo de atracción para los países de Europa del Este; con la política del "pivote" en Asia, que es un redespligue de los intereses de Estados Unidos de los asuntos estrictamente de seguridad, hacia la proyección de su poder económico en esta vital región del planeta.
  • En lo militar, ayudando a los rebeldes sirios (con todas las dificultades que conlleva, por la división que hay entre ellos y el predominio de los radicales islámicos); con la creciente ayuda militar a Israel y un plan de "paz" con los palestinos, claramente favorable para el gobierno de Netanyahu; con la expansión de las operaciones de la OTAN fuera de su área original, y con su apertura a más países de Europa del Este; con la profundización de la subordinación en materia de seguridad de México, la mayor parte de Centroamérica y Colombia, para quedar insertos en el Comando Norte de los Estados Unidos; con la mayor cooperación militar con países que tienen diferendos territoriales y marítimos con China (Taiwán, Corea del Sur, Japón, Filipinas e incluso, quien lo dijera, Vietnam).
Es una estrategia mundial para recuperar parte de la hegemonía que en la última década sobre todo, los BRIC (menos la India, que por sus disputas con China ha mantenido una posición intermedia entre ambos bandos) pusieron en cuestionamiento en varias regiones del planeta (incluída su propia área "natural" de influencia, es decir, América Latina), para lo que se están utilizando todos los viejos instrumentos de la "guerra fría", como el apoyo a saboteadores y "opositores"; financiamiento y apoyo material y logístico a "rebeldes"; espionaje a gran escala; acuerdos económicos, políticos y militares para afianzar el apoyo de distintos países en regiones en disputa; y también la demostración de fuerza militar con ejercicios militares y navales en diferentes partes del mundo (Sureste de Asia; Medio Oriente, Golfo Pérsico, Mar del Sur de China, Corea del Sur, Mar Caribe, los británicos en las Islas Malvinas, etc.).

La propaganda de Washington y de sus aliados en el mundo está dirigida a presentar a los gobiernos de Rusia, China, Venezuela, Ecuador, Argentina, etc. ya sea como dictadores que no permiten las "libertades de expresión y manifestación"; o como gobiernos populistas que están llevando al fracaso económico a sus países. Cuando lo que sucede es que han afectado los intereses de las élites económicas aliadas a Washington (en el caso de los latinoamericanos especialmente), y como ahora no cuentan con el apoyo de los ejércitos para poder impulsar golpes de Estados, entonces inventan a estas "oposiciones democráticas" y justifican las manifestaciones violentas que realizan, con objeto de provocar la represión, como ya lo lograron en Venezuela y Ucrania.

Qué diferente es la lectura que hacen los medios de comunicación occidentales (y sus "perros falderos" como los medios mexicanos) cuando regímenes aliados de Washington cometen peores atrocidades (Israel continuamente contra los palestinos y recientemente las vejaciones contra la minoría africana que vive en campos de detención en dicho país, sin ningún derecho, por lo que decidieron protestar y fueron reprimidos), tal como las que ha estado cometiendo el gobierno de Egipto contra los miembros de la "Hermandad Musulmana", que no han merecido ni siquiera la "preocupación" de Washington (quizás ahora sí comiencen a "preocuparse", pues el candidato a la presidencia de Egipto y verdadero "poder tras el trono", el general Al-Sisi acaba de firmar un acuerdo con Moscú para la compra de armas, lo cual seguramente ha enfadado a estadounidenses e israelíes, sus principales apoyos).

¿Si en México cientos de miles de personas protestaran contra las reformas de Peña Nieto, demandando una consulta popular para avalarlas o rechazarlas, cuál sería la posición de Washington y la Unión Europea? ¿Presionarían a Peña para "escuchar" a la gente como lo piden en los casos de Venezuela, Ucrania o Argentina? ¿Condenarían la represión, en el caso muy probable que se diera, o voltearían la cabeza para otro lado?

Por supuesto que las represiones son bien vistas por Washington y sus aliados si llevan la intención de acabar con la oposición a las políticas pro capitalistas y pro estadounidenses; pero si la represión es aplicada por regímenes considerados opositores a los intereses de Estados Unidos, entonces se están cometiendo "graves violaciones a los derechos humanos" y se considera la posibilidad de aplicar "sanciones" de todo tipo contra esos gobiernos.

Todo depende del color del cristal con que se mira, si eres mi aliado (Israel, Egipto), puedes cometer cualquier atrocidad; si no lo eres (Ucrania, Venezuela, etc.), no te atrevas a usar la fuerza pública para mantener el orden y aplicar la ley.

Es una versión nueva de la guerra fría, pero se siguen utilizando los viejos instrumentos para mantener la hegemonía mundial y evitar que los competidores arrebaten zonas de influencia y de expansión geopolítica y geoeconómica.

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