LA ADELANTADA E ILEGAL SUCESIÓN PRESIDENCIAL EN MÉXICO
A
trompicones la alianza opositora del Partido Acción Nacional (PAN), Partido
Revolucionario Institucional (PRI) y Partido de la Revolución Democrática
(PRD), dio a conocer su complicada forma de elegir a un posible candidato (a)
presidencial[1]
que se enfrente al de la coalición gobernante, que inició anticipadamente sus
precampañas, desde hace una semana (aunque los cuatro principales precandidatos
del partido en el gobierno llevan más de año y medio promoviéndose).
Uno de los
puntos esenciales del complicado método de selección de la alianza opositora
(que se denominará Frente Amplio Opositor) era que un grupo de ex consejeros
del Instituto Nacional Electoral (o de su antecesor el Instituto Federal
Electoral) y de magistrados (as) del Tribunal Electoral, participarían como un
consejo técnico encargado de garantizar que el proceso de elección del
candidato (a) se apegara a las normas vigentes electorales; así como la
imparcialidad del proceso.
Pero da la
casualidad de que sólo un día después de que los partidos y organizaciones de
la sociedad civil dieran a conocer el método de selección, el grupo de
exconsejeros y magistrados decidió ya no participar, pues consideraron que lo
que se había negociado originalmente, no fue lo que los partidos políticos y
las asociaciones de la sociedad civil finalmente dieron a conocer.
Mal comienzo
de este ejercicio que supuestamente abre la posibilidad de que la ciudadanía
participe en la selección del candidato (a) opositor, no sólo mediante
encuestas (como lo hará la coalición gobernante), sino también, en la tercera
etapa del proceso, mediante una especie de primaria, que junto con las
encuestas, definirán al abanderado de la oposición.
Como el caso
de Morena y sus aliados (PT y PVEM), no está totalmente claro cómo se
financiarán los precandidatos, ni si rendirán algún tipo de cuentas de donde
obtendrán los recursos para lograr reunir 150 mil firmas de apoyo para poder
inscribirse en el proceso; y después recorrer el país para dar a conocer sus
propuestas.
En el caso
de Morena, ante tales dudas, la presidencia del partido otorgó magros 5
millones de pesos a cada uno de los cuatro de sus militantes que participan en
el proceso (Sheinbaum, Ebrard, López y Monreal), mientras que los dos que no
forman parte de Morena deberán recibir recursos de sus partidos (Velasco del
PVEM y Fernández Noroña del PT).
Pero sin
duda, esos 5 millones de pesos para una precampaña de 2 meses y medio por todo
el país (el ex secretario de Gobernación López Hernández no los aceptó), no
explican la enorme propaganda que se ha observado en bardas, espectaculares,
transporte público, etc. de Sheinbaum, Ebrard y López Hernández (Monreal no
cuenta con los apoyos necesarios para competir con sus rivales).
Y ahora que
la oposición inicie la próxima semana un proceso similar, sin que quede claro
de donde salen tantos recursos económicos y logísticos para campañas, que son
ilegales, pues según la ley estas debían comenzar hasta noviembre de este año,
quedará claro que la lucha por el poder en México se pasa por el arco del
triunfo leyes, reglamentos y autoridades electorales; obtiene dinero “oscuro”
de empresarios, del propio gobierno, de los partidos políticos y hasta del
crimen organizado, sin que autoridad alguna pueda verificarlo y
transparentarlo; y las élites políticas y económicas de este país se llenan la
boca diciendo que todo este cochinero es por el bien del “pueblo”, de los
“ciudadanos”.
La realidad
es que todo se vale en la lucha descarnada por el poder político y económico, y
tanto el gobierno actual y su coalición de partidos, como la oposición, están
dispuestos a usar todos los recursos lícitos e ilícitos que puedan, para
mantener u obtener el poder, que es lo único que realmente les importa. La
gente es sólo el instrumento de sus ambiciones.
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