Iconos

Iconos
Zapata

lunes, 5 de junio de 2023

EL DOMINIO POLÍTICO DE MORENA EN MÉXICO Y SU INEFICACIA PARA RESOLVER LOS PROBLEMAS NACIONALES

El partido del presidente López Obrador (AMLO) ha roto la hegemonía del otrora partido dominante en México, el Revolucionario Institucional (PRI), en el estado de México, en donde gobernó por casi 100 años.

Con el triunfo del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en las elecciones de ayer en dicha entidad, el partido oficial gobierna en 21 entidades y en dos más sus partidos aliados; mientras que los partidos opositores sólo gobiernan en 9 entidades.

El gobierno, los dirigentes de Morena y sus panegiristas están exultantes, porque consideran que en las elecciones para presidente de la República, renovación del Congreso de la Unión y nueve entidades federativas (entre ellas la ciudad de ´México) para 2024, el partido oficial arrasará a sus opositores.

Y ante la falta de proyecto, unidad y líderes carismáticos en los partidos de oposición (PAN, PRI, PRD y MC), es muy posible que así suceda.

El gobierno de AMLO ha logrado conformar una maquinaria político-electoral eficaz para ganar elecciones, que se basa en sus programas sociales para segmentos de la población con carencias sociales y vulnerabilidades, que alcanzan a 25 millones de personas, y que constituye su clientela electoral que le da triunfos en casi toda la República.

Así también, AMLO y los gobernadores y presidentes municipales de Morena y sus partidos aliados hacen uso indiscriminado de los recursos públicos gubernamentales para apoyar a sus candidatos, sin importarles en lo más mínimo la legislación que lo prohíbe, dado que la aplicación de dichas leyes les corresponde a los gobiernos emanados de su coalición de partidos, y por supuesto no castigan a sus candidatos ni a los dirigentes partidarios o funcionarios que violan las leyes electorales impunemente.

De ahí que se ha ido conformando una nueva hegemonía, como la que tuvo el PRI por más de 70 años durante el siglo XX, que tiene que ver con un dominio de los mecanismos del poder, y muy poco con la efectividad y eficacia para resolver los problemas nacionales.

Así, aunque AMLO ha basado su retórica en que está “transformando al país”, la realidad es que la mayoría de la población, a pesar de los 500 mil millones de pesos anuales que se gasta el gobierno en los programas sociales, se mantiene en la pobreza.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) entre 2018 y 2022 aumentó el número de pobres en 3.8 millones de personas; las clases medias, que sólo constituyen el 25% del total de la población, disminuyeron al 23%; el 1% más rico sigue concentrando el 30% del ingreso nacional; y según Oxfam, los superricos de México aumentaron su fortuna 117 veces más que el resto de la economía entre 2018 y 2021.

Los banqueros han logrado las más altas utilidades de la historia en México en 2022, al llegar a 250 mil millones de pesos.

Y sobre todo esto, AMLO ha afirmado con un tinte de orgullo que “a los de arriba les ha ido muy bien”, en su gobierno.

¿Pues no se ve mucha transformación ahí?

Ni tampoco en materia de corrupción con escándalos como los de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) con un desfalco por 18 mil millones de pesos y con AMLO protegiendo a quien fuera su director Ignacio Ovalle, señalando que sus subordinados “lo engañaron”.

O como los gastos de los viajes de lujo del Secretario de la Defensa Nacional y su familia por Europa y Asia, con recursos públicos, y el presidente diciendo que “cuál era el problema con ello”. Y de igual forma, el departamento de lujo del mismo funcionario, con explicaciones ridículas sobre la forma en que pagó por él.

En materia de inseguridad, este gobierno ya alcanzó la cifra de 156,000 asesinados, superando la de todo el sexenio anterior de Peña Nieto de 154,000 (y todavía falta año y medio a este gobierno), con lo que se ha convertido en el más letal desde que se tienen este tipo de estadísticas.

Sigue el desabasto de medicinas en todo el país y la educación pública no ha mejorado en lo absoluto.

Es el gobierno que menos transparencia y menos cuentas ha rendido a la población y por ello es que ha logrado detener el funcionamiento del Instituto de Transparencia y quiere desaparecerlo.

Pero AMLO todo lo explica con la cantaleta de que sus enemigos políticos quieren descarrillar su gobierno e incluso derrocarlo; que todo es un complot con el que los “conservadores” y Estados Unidos están intentando hacer fracasar su obra transformadora y por lo tanto, todo el que lo critique o se oponga a él y a su partido son considerados unos “traidores a la patria”.

La realidad es que México seguirá hundido en la mediocridad, la violencia, la inseguridad, la corrupción, las mentiras y la demagogia, como lo estuvo con los gobiernos del PRI y del PAN.

AMLO y Morena no han transformado nada, por el contrario, han empeorado la situación del país (ya de por sí lamentable); pero lo que sí han logrado es conformar una maquinaria bien aceitada con recursos públicos y con una clientela electoral enganchada a los programas sociales, que le permite ganar sin problemas las elecciones, con lo cual la continuidad de su dominio político en el país está asegurada para el proceso electoral del 2024, aunque los problemas nacionales sigan creciendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario