Plan C
Pascal
Beltrán del Río
https://www.excelsior.com.mx/opinion/pascal-beltran-del-rio/plan-c/1578352
El 5 de
septiembre de 2017, al hablar ante el Centro Internacional para Académicos
Woodrow Wilson, en la ciudad de Washington, el hoy presidente Andrés
Manuel López Obrador llamó a retirar el pase automático que
beneficiaría al procurador Raúl Cervantes Andrade para
convertirse en titular de la naciente Fiscalía General de la República, por no
tener consenso, y sugirió reemplazarlo por alguien autónomo, “un ciudadano
ejemplar, recto y honesto”.
Por esos
días, Cervantes era blanco de críticas por su cercanía con el
presidente Enrique Peña Nieto y por la presunción de que el
objetivo de ungirlo de forma automática era para que le cuidara las espaldas a
éste una vez que dejara el poder. La oposición alegaba que Peña Nieto quería
heredar al país un “fiscal carnal”. El 16 de octubre de 2017, Cervantes renunció
de forma irrevocable a la PGR.
Cinco años y
medio después de aquella conferencia en la capital estadunidense, López
Obrador parece haberse olvidado de demandas de autonomía y búsquedas
de consenso. Ahora ve muy normal que la quinteta de aspirantes a la presidencia
del Instituto Nacional Electoral esté integrada por personas que están en la
órbita de su movimiento político.
Para el
mandatario, la justificación es sencilla: “Más de la mitad de los ciudadanos, para
no exagerar, simpatizan con nuestro movimiento”, dijo ayer en su conferencia
mañanera. Y agregó: “Si pertenecen, si simpatizan con nuestro movimiento, pues
no están impedidos si no lo prohíbe la ley. Es decir, si en los requisitos no
está prohibido”.
El mismo
hombre que ha declarado que no le salgan con que “la ley es la ley” y que
siempre hay que optar por la justicia antes que por la norma, ahora se dice
legalista a ultranza y abjura de criticar la cercanía de los titulares de los
organismos autónomos con el gobierno, como sí hacía en 2017. Para él, no hay
problema si en el INE hay una consejera presidenta carnal.
Por si fuera
poco, ayer afirmó que, ante el freno que puso el Poder Judicial a su plan B de
contrarreforma electoral, ya tiene en mente un plan C, que consiste en llamar a
que “no se vote por el bloque conservador, para que siga la transformación”.
Quien eso
dijo es el mismo hombre que exclamó “¡cállate, chachalaca!” al entonces
presidente Vicente Fox cuando, en marzo de 2006, éste dijo que
los mexicanos no debían “cambiar de caballo a la mitad del río”, y que logró,
mediante su inconformidad con los comicios de ese año, que en la Constitución
quedara inscrita una orden a los servidores públicos para conducirse de forma
imparcial en materia electoral.
BUSCAPIÉS
* Al
criticar nuevamente ayer a Lorenzo Córdova y su gira de
despedida como presidente consejero del INE, López Obrador arremetió
contra el Centro Wilson, que la semana pasada recibió al funcionario mexicano.
“Un grupo de simuladores que no se pronuncian cuando se trata de daños que
causa la oligarquía en el mundo”, calificó a la institución. Se ve que no
pensaba lo mismo –o no lo expresó– cuando fue recibido allí el 5 de septiembre
de 2017, como digo arriba, y también el 11 de octubre de 2011.
* El hastío
de Washington con el gobierno mexicano dio la impresión de subir una rayita con
la aparente intención de la Oficina de la Representación Comercial de la Casa
Blanca de emplazar a aquél para que atienda los diferendos que tienen ambos países
en materia energética y que la llevaron a pedir consultas formales el 20 de
julio pasado. De acuerdo con la agencia Reuters, una falta de respuesta daría
lugar a la convocatoria a un panel de resolución de controversias, en el que
México tiene más que perder que ganar.
* Hace unos
días, pasé frente a una librería del Fondo de Cultura Económica. En el
escaparate se exhibían diez obras del mismo autor y dos más de alguien de su
mismo apellido. Eso sería raro en cualquier librería seria. El problema es que
el autor es Paco Ignacio Taibo II, director de la institución, y el
otro es su hermano, Benito. A principios del gobierno de Fox,
un director de Notimex fue despedido porque la agencia cubrió la presentación
de un libro suyo. ¿En este caso no se va a investigar el evidente conflicto de
interés?
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