Andanada de demandas de mineras contra México
Manuel
Pérez Rocha L.*
https://www.jornada.com.mx/2023/03/27/opinion/016a2pol
Animadas por
bufetes de abogados que actúan como aves de carroña, empresas
trasnacionales, principalmente mineras, tratan de sacarle el último jugo al
viejo TLCAN. Como expliqué aquí (1/8/22), los mecanismos de solución de
controversias inversionista-Estado (ISDS, por sus siglas en inglés) del
capítulo 11 del TLCAN permanecen en el T-MEC hasta el 31 de junio de este año.
Pero, como advierten abogados a sus clientes, la verdadera fecha límite es este
31 de marzo dado que el artículo 1119 del TLCAN requiere que inversionistas
interpongan una notificación de intención de demandar 90 días antes
de interponer una demanda (https://bit.ly/40bIw6E).
Veremos esta
semana cuántas notificaciones de intención de demandas a México se podrían dar.
Por lo pronto, durante este marzo se ha presentado una notificación de
intención y se ha interpuesto una demanda de dos empresas mineras.
El 2 de
marzo la minera canadiense Silver Bull, presentó su aviso de demandar a México
con el fin de recuperar los daños económicos resultantes del bloqueo
ilegal de su proyecto de Sierra Mojada (https://bit.ly/42EyvQZ). La empresa busca no menos de
178 millones de dólares en perjuicios por la supuesta violación del TLCAN
por parte de México. Silver Bull alega tener derechos sobre 20 concesiones
mineras de plata, plomo y zinc en Coahuila. Según Silver Bull, en septiembre de
2019 miembros de la Sociedad Cooperativa de Exploración Minera Minero Norteños
SCL bloquearon los yacimientos mineros y las autoridades mexicanas han
permitido que continúe el bloqueo, incumpliendo, supuestamente, las cláusulas
del TLCAN (seguramente se refieren a la cláusula que obliga al Estado a
otorgar plena protección y seguridad a las empresas https://bit.ly/40c1Roc). Sin
embargo, como dice la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), la
situación de la cooperativa en la Sierra Mojada es parte de “una larga lista de
comunidades que son agraviadas, aun cuando las mismas comunidades aceptaron el
progreso y desarrollo minero… [se] encuentran con el incumplimiento por parte
de la empresa que viola derechos de comunidades y trabajadores, lo que
cuestiona la famosa responsabilidad social de la que tanto pregonan” (https://bit.ly/40bJYG8).
También este
2 de marzo, la minera de oro canadiense Goldgroup, interpuso ante el Centro
Internacional de Arreglos de Diferencias de Inversiones (Ciadi) del Banco
Mundial una demanda contra México. En un comunicado, la empresa dice que “el
trato y la inacción de los tribunales mexicanos han dado lugar a una
expropiación judicial de la inversión de su filial en DynaResource de México SA
de CV y a una denegación de justicia e incumplimiento de las obligaciones de
México en virtud del TLCAN (https://bit.ly/3FLasX2).
En otras palabras, se hace responsable a México de pagar el erario litigios
irresueltos entre empresas privadas.
Las demandas
de Silver Bull y de Goldgroup se suman a las muchas más pendientes contra
México, como la polémica demanda de la estadunidense Vulcan Materials, la
filial de Calica en Playa del Carmen, por 500 millones de dólares, por la cual
hasta el Departamento de Estado de EU se ha sumado al apoyo de la trasnacional
en respuesta a la incautación del gobierno mexicano del puerto de carga de la
empresa (https://bit.ly/3LQJe50).
Además, se suman a las demandas de las también estadunidenses Odyssey Marine
por la escandalosa cantidad de más de 3 mil millones de dólares y de Coeur
Mining por 55 millones de dólares y a la de la canadiense First Majestic Silver
por 500 millones de dólares (https://bit.ly/40y2fx7).
Hablo hasta
aquí de demandas contra México sólo del sector minero. Sin embargo, bajo
tratados de libre comercio (TLC) y tratados bilaterales de inversión (TBI),
México tiene demandas pendientes por más de 6 mil millones de dólares, cifra
que puede ser mucho mayor ya que hay información que no es pública (ver listado
de demandas en: https://isds-americalatina.org/perfiles-de-paises/mexico/).
Es
lamentable que ante la andanada de demandas contra México, por regular en favor
del ambiente o hasta por negarse a reprimir resistencias pacíficas, el
escrutinio de los tratados de protección de inversiones siga inexistente. México
es el tercer país más demandado de América Latina y en su gran mayoría por
empresas estadunidenses, canadienses o europeas, confirmando el carácter
neocolonial de los regímenes internacionales de protección de inversiones (bajo
TLC o TBI). Esta inacción contrasta con los muchos países que se enfrentan para
desmontar el sistema. Los más recientes, este mes, han sido India, que ha
anunciado la terminación de 68 tratados bilaterales de inversión (https://bit.ly/3lMVCZ1) y
Noruega, que anuncia emular la tendencia de los países de la Unión Europea (de
la cual no es parte) de derogar tratados bilaterales de inversión entre sí (https://bit.ly/42CCGwG).
Terminada la
cláusula de legado del TLCAN en el T-MEC este junio, México seguirá sujeto a
demandas de empresas energéticas de Estados Unidos. Pero además seguirá
expuesto a demandas de empresas mineras de Canadá bajo el Tratado
Transpacífico, y no sólo eso, también de Estados Unidos, pues como abogados
recomiendan, sus empresas siempre pueden abrir filiales en otros países con
tratados con México y demandarle con ellos. Lo que se llama ir de compras
de tratados.
Para salir
del neoliberalismo y del saqueo extractivista es urgente revisar los 31 TBI y
11 TLC que tiene México.
*Investigador
del Institute for Policy Studies www.ips-dc.org
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