CUANDO SE CONFUNDE GIMNASIA CON MAGNESIA
Ayer el
presidente López Obrador (AMLO) afirmó que el límite en la relación con Estados
Unidos es el “respeto a nuestra soberanía”.[1]
Pues
justamente eso es lo que el gobierno de Trump no ha mostrado hacia México.
Con amenazas
de sanciones económicas obligó al gobierno mexicano a cambiar su política migratoria,
de una de respeto al derecho de los migrantes a solicitar asilo en México y al
libre tránsito por nuestro país; a otra en que 27 mil efectivos de la Guardia
Nacional fueron apostados en nuestra frontera Sur y en el Istmo de Tehuantepec
para detener el flujo migratorio, y restringir el derecho de asilo para los
migrantes; sino de jure, sí de facto.
Además, se
le obligó a nuestro país a aceptar en su territorio a todos los solicitantes de
asilo en Estados Unidos que hubieren entrado por la frontera mexicana, para “esperar”
en nuestro país la resolución de su solicitud; lo que ha ocasionado una crisis
humanitaria en los campamentos que hay en las ciudades fronterizas mexicanas, y
que se profundizará con los riesgos de infección por el coronavirus.
Con amenazas
de cerrar la frontera y de catalogar a los cárteles mexicanos de la droga como
organizaciones terroristas, el gobierno de Trump obligó al mexicano a mantener
y profundizar el combate al narcotráfico, mediante el uso de las fuerzas
armadas, continuando así con la misma estrategia que establecieron los
gobiernos de Peña Nieto y Calderón.
Así que si el
límite es la “soberanía”, pues hace rato que el gobierno de Trump se la pasó
por “el arco del triunfo”, como decimos en México.
En el T-MEC[2] hubo que aceptar acuerdos
adicionales, como el de los inspectores laborales de Estados Unidos, mediante
el cual se verificará que nuestro país cumpla con lo comprometido en el
tratado; pero México no tiene la misma facultad de nombrar inspectores en Estados
Unidos para verificar el trato, o más bien el maltrato, que se le da a nuestros
trabajadores, documentados e indocumentados, en el vecino país.
Pero López
Obrador cree que no ha habido ningún acuerdo “que vulnere nuestra soberanía”.
Cualquier “acuerdo”
obtenido mediante amenazas económicas, políticas o militares; o mediante la
ocupación armada del país invadido, debería considerarse nulo.
Así, el
Tratado Guadalupe-Hidalgo del 2 de febrero de 1848, parecería en principio “legal”,
porque México lo firmó y aceptó sus términos. Pero da la casualidad, que el
país estaba invadido por las tropas estadounidenses. Es como sí “el padrino” apuntara
a tu sien una pistola y te dijera “o firmas o te vuelo la cabeza”.
No tan
extremo, pero Trump hizo algo similar con AMLO, “o aceptas mis condiciones o te
sanciono”. Vaya con la “cooperación internacional” y con el “respeto” que según
AMLO Trump ha mostrado hacia nuestro país (o a lo mejor AMLO se conforma con
que Trump le muestre respeto a él, llamándolo “amigo”).
Después AMLO
sigue confundiendo gimnasia con magnesia cuando dice que “es mejor tener buena
relación” con el gobierno de Trump.
Pues si es
mejor, si en efecto defiendes los intereses y la soberanía nacional, no si te
subordinas y aceptas todo tipo de demandas, exigencias y ordenes, de lo
contrario te sancionan económica y políticamente.
Está claro
que AMLO no entiende ni jota de política internacional, y cree que si hace lo
que le ordena el “bully” pues tendrá una buena relación con él; y según AMLO,
eso es ser muy inteligente porque no se está peleando con “Sansón a las patadas”.
Si nadie
dice que se pelee porque sí con Trump y con el gobierno de Estados Unidos, sino
que defienda al país y sus intereses; y para ello no necesita insultar, ni
hacer grandes declaraciones, sino entender que ceder todo el tiempo y en todos
los rubros de la relación bilateral ante Estados Unidos, nada más para evitar
tener problemas, provoca que esta política de CHANTAJE PERMANENTE se la
apliquen a él, y por lo tanto al país, una y otra vez; provocando en los hechos
la desaparición de la soberanía, puesto que con tal de “no pelearse”, acabas
cediendo en todos los ámbitos que definen la independencia y soberanía:
política se seguridad, política comercial, política laboral, política
migratoria, etc.
O de verdad AMLO es tan, pero tan ignorante en materia de política internacional que no
entiende lo anterior (y Ebrard no se lo explica); o sí lo entiende, y no le
importa, lo que vendría a significar una falta más que grave a sus obligaciones
como primer mandatario de la Nación.
AMLO afirmó
que se está intentando que se les dé un trato respetuoso a nuestros paisanos
allá, pero no va a hablar con ninguna organización de mexico-americanos, que
solicitaron verlo; ni de los intentos de Trump por dar por terminado el
programa DACA para los indocumentados que llegaron de niños a ese país, y que
Trump quiere expulsar; no va a pedir que cesen, al menos durante la pandemia,
las deportaciones de mexicanos; no va a solicitar que nuestros paisanos no sean
vejados en los centros de detención de las autoridades migratorias (no podría
hacerlo, viendo el trato que las nuestras dan a los migrantes de otros países), etc.
Según AMLO
sólo va a “celebrar” el inicio del tratado (T-MEC) y claro a “agradecerle” a
Trump que lo trate tan bien a él y por la venta de sólo 211 ventiladores y haber
intervenido en las negociaciones para disminuir la producción petrolera
mundial, aunque el propio Trump dijo que México ya pagará por esto, cuando “estén
preparados”.
Total, un
desastre de explicación la que dio AMLO sobre su visita a Washington, que no
sólo sigue demostrando la subordinación de nuestro país a Estados Unidos (sin
importar qué presidente y de qué partido gobiernen aquí o allá), sino que ahora
ya está claro que hay consenso entre los anteriores gobiernos neoliberales y el
actual, de que es mejor ser un lacayo de Estados Unidos, así se pierda por
completo la soberanía nacional, que enemistarse con la decadente superpotencia.
Patético.
[2]
Un tratado con todas las ventajas para Estados Unidos y por lo tanto peor para
nuestro país que el TLCAN. Además de que es una política neoliberal por donde se
le vea, pero AMLO dice que ya no existe el neoliberalismo en nuestro país.
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