Arrecian críticas de inmigrantes
y demócratas
David Brooks
Corresponsal
Periódico
La Jornada
Miércoles 8 de julio de 2020, p. 5
Miércoles 8 de julio de 2020, p. 5
Nueva
York. En espera de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador a
Washington para su cita con Donald Trump en la Casa Blanca este miércoles, el
debate sobre el encuentro continuó con líderes de inmigrantes y de legisladores
demócratas, que critican una visita del mandatario mexicano que no los incluye,
mientras altos funcionarios estadunidenses afirman que será una reunión entre
dos líderes que difieren en su ideología pero que comparten el
mismo mantra: México primero, por un lado, y America First, por
el otro.
La visita
de trabajo oficial que comienza hoy tiene tres partes: una reunión privada
entre los dos mandatarios, un encuentro con sus respectivos equipos y culmina
con una cena con empresarios de ambos países.
Ambos
gobiernos han subrayado que la visita está enfocada en el tema de la entrada en
vigor del tratado comercial México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), de
cooperación económica y en materia de salud en el combate al coronavirus, entre
otros puntos.
Pero de
acuerdo con altos funcionarios del gobierno estadunidense, el tema de la
migración también será central, sobre todo la cooperación
histórica de México en frenar el flujo migratorio ilegal hacia
Estados Unidos 85 por ciento, “algo que no podría haberse logrado sin la ayuda
de López Obrador… y sus 25 mil guardias nacionales desplegados en sus fronteras
norte y sur”.
Estos
altos funcionarios, en comentarios antes de la visita a periodistas, resaltaron
la cooperación bilateral en la lucha contra el narcotráfico y subrayaron el
reciente incremento de extradiciones.
Indicaron,
al comentar que López Obrador visitará los monumentos a Benito Juárez y Abraham
Lincoln antes de ingresar a la Casa Blanca, que la relación entre esos
presidentes del siglo XIX a larga distancia pero respetuosa y firme es
la que hemos buscando emular entre los dos líderes actuales.
Más
críticas
Decenas
de organizaciones de inmigrantes de diversas ciudades de Estados Unidos
enviaron una carta abierta a López Obrador en la que expresan su rechazo a la
visita, la cual consideran una bofetada en la cara para las familias
mexicanas que vivimos en Estados Unidos y sufrimos cuatro años de ataques
incesantes del gobierno antimigrante de Trump, sumándose a otros líderes que
durante días se han opuesto a la vista o que lamentan que no incluya un
encuentro con ellos.
Por otro
lado, más legisladores demócratas continuaron criticando la reunión. El senador
Robert Menéndez envió una carta a Trump en la cual lamenta la falta de
inclusión en la visita de legisladores que ayudaron en la negociación del T-MEC
y exige que se aborden soluciones para asuntos de inmigración; en otra misiva a
ambos mandatarios por la diputada federal Veronica Escobar, de Texas, los insta
a abordar la creciente crisis del Covid-19 en la frontera, incluido en su
distrito de El Paso.
Llegada a
un país en crisis
El
presidente López Obrador arribó este martes a un país golpeado por tres
situaciones críticas: una pandemia sin precedente, una crisis económica con
algunos efectos comparables a la Gran Depresión y el movimiento de protesta
social más grande de la historia de Estados Unidos.
Los casos
de coronavirus en Estados Unidos superan 3 millones con más de 130 mil muertes,
con un rebrote en decenas de estados, mientras Trump insiste en que la crisis
ya está bajo control y que 99 por ciento de los casos son insignificantes.
Ochenta por ciento de las muertes podrían haber sido evitadas si el presidente
hubiera implementado medidas de mitigación dos semanas antes del inicio de la
emergencia, según investigaciones de la Universidad de Columbia –lo cual
implica que más de mil mexicanos en este país seguirían vivos.
La
pandemia en Estados Unidos ha afectado más a los latinos, sobre todo los
inmigrantes, quienes junto con los afroestadunidenses tienen una probabilidad
de contagio tres veces más alta que los blancos y una tasa de muerte del doble,
reporta The New York Times.
Por otro
lado, Trump continúa acelerando su política antimigrante, la cual es clave para
su relección. Fuentes del gobierno indican que buscarán, una vez más, anular la
orden ejecutiva de Barack Obama de legalización temporal que protege de la
deportación a unos 700 mil jóvenes, la gran mayoría mexicanos.
Mientras
aún no se rinden cuentas por la separación de miles de niños inmigrantes de sus
padres, muchos colocados en jaulas, algunos de los cuales aún no han sido
reunidos con sus familias, bajo reglas de emergencia se impide
ingresar al país a todo solicitante de asilo.
En tanto,
el movimiento Black Lives Matter, que se calcula es la protesta social más grande
en la historia de Estados Unidos (con una participación de 17 a 25 millones de
ciudadanos), sigue expresándose por todo el país y ha sido
declarado enemigo por el presidente y Trump amenaza con reprimirlo
con fuerzas militares.
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