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Zapata

jueves, 14 de julio de 2016

AHORA NIZA

El ataque terrorista en Niza[1], muy probablemente realizado por el Estado Islámico (ISIS por sus siglas en inglés), se inscribe en un contexto especialmente desfavorable para esta red terrorista que como sabemos, en sus orígenes fue tolerada y apoyada por las agencias de seguridad e inteligencia de Estados Unidos, Israel, Turquía, Arabia Saudita y Qatar.
Por un lado, el Estado Islámico ha enfrentado una fuerte ofensiva del ejército iraquí y las milicias iraníes en Irak, que lo han obligado a retroceder; y por el lado de Siria, el ejército de Bashar el Assad los acorrala cada vez más hacia la frontera turca, en donde el Estado Islámico tiene sus “pasos francos” hacia Turquía. O por lo menos los tenía, hasta que el régimen de Erdogan en Ankara, presionado por todos lados (Estados Unidos, OTAN, Rusia), se ha visto obligado a concentrar un mayor esfuerzo en golpear las posiciones de ISIS y cerrar al menos parte del corredor que han estado usando los simpatizantes y miembros de ISIS para pasar hacia Siria, y a la vez contrabandear armas, petróleo, alimentos, etc.
Así, ISIS se siente cada vez más encajonado y abandonado por sus promotores originales, lo que está llevándolo a activar sus muchas células en Europa, Turquía, Arabia, Bangladesh, etc. para proyectar poder fuera de su zona geográfica, y de esa manera mantener el apoyo de segmentos de población sunnita en diversos países, que podrían estar desilusionándose ante los golpes que está recibiendo ISIS en Siria e Irak.
Así también, la propuesta de Kerry a Putin de establecer una coordinación cercana entre Estados Unidos y Rusia en materia de inteligencia y operaciones militares en contra de Al Nusra e ISIS, presenta una amenaza mayúscula para estas organizaciones terroristas; aunque la intención real de Washington es establecer ese “comando conjunto” en las afueras de Damasco, con objeto de poner pie en Siria y así estar a “tiro de piedra” para una operación posterior contra el gobierno de Assad. Además de que Washington está tratando de detener las operaciones conjuntas sirio-rusas contra los grupos armados que combaten a Assad (apoyados por la CIA y el Mossad), y que están siendo diezmados con dichas operaciones.
Habrá que ver si Putin está dispuesto a caer en este garlito.
Por lo demás, el atentado alimenta a los “halcones” neoconservadores del establecimiento político-militar de Washington para empujar a Obama a realizar una intervención con tropas en el terreno en Siria e Irak, en contra de ISIS (que por supuesto después se pueda “encargar” de Assad), y ya los merolicos de la cadena Fox (como Bill Oreilly) están exigiendo que se le “declare la guerra" a ISIS y que se convoque a la OTAN para intervenir militarmente en Siria e Irak.
Trump por supuesto está de acuerdo con estas propuestas y el objetivo de los “halcones” neoconservadores es que Hillary Clinton se separe de la estrategia más precavida de Obama, y también exija una intervención militar en forma de las potencias de Occidente en Medio Oriente. En estos días veremos si la nueva intentona intervencionista de los neoconservadores, Tel Aviv, Riad y las petromonarquías del Golfo le logra “torcer el brazo” a Obama para que se inicie una intervención militar a gran escala de Occidente en Siria e Irak, cuyo objetivo real sería destruir el régimen de Bashar el Assad y acorralar nuevamente a Irán.



[1] Hasta el momento ha dejado 75 muertos y más de 100 heridos.

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