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Zapata

lunes, 16 de mayo de 2016

CÍNICOS Y DESVERGONZADOS

Ahora resulta que un grupito de vividores del presupuesto y otro representante de los oligarcas del país y del extranjero, se van a unir para sacar una candidatura presidencial independiente para el 2018.
Los impresentables Mancera, Rodríguez Calderón, Cué, Alfaro, Castañeda y Ferriz de Con, se creen iluminados y bendecidos por la “sociedad civil”, para representarla ante los malvados y corruptos políticos que representan a los partidos.
Mancera, creatura del saltarín Ebrard (del PRI salinista, al Verde de la familia González; al Centro Democrático camachista, al PRD de López Obrador y después a su fallido proyecto personal), que se le rebeló y se puso a las órdenes de los “chuchos” perredistas (siempre dispuestos a venderse ante el mejor postor) y del “círculo Polanco” (grupito de especuladores y traficantes de influencias, que han hecho sus millones a la sombra de los gobiernos perredistas en la Ciudad de México).
Todas sus políticas públicas en la ciudad han llevado la marca de la casa (de “chuchos” y del “círculo Polanco”), esto es el negocio: parquímetros concesionados a juniors de Polanco que han hecho cientos de millones de pesos al año con ello; uso del suelo favorable a depredadoras constructoras; “corredores” y “proyectos urbanísticos” para favorecer a otros niños millonarios de una comunidad específica de la ciudad; un draconiano programa de restricción vehicular para favorecer a las armadoras de autos, pero que ni por equivocación se preocupa de controlar emisiones de industrias y del parque vehicular de constructoras, autotransportes de carga y vehículos oficiales locales y federales; un reglamento de tránsito diseñado para exaccionar a la ciudadanía, con objeto de llenar las arcas gubernamentales para las próximas elecciones; una inseguridad creciente en la ciudad y la negativa continua a aceptar que en la misma operan importantes cárteles del narcotráfico.
Por su parte, Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, ex priísta que vivió a la sombra del erario y de las corruptelas de dicho partido por treinta años, antes de experimentar una epifanía y de la noche a la mañana convertirse en un prístino e impoluto representante de la “sociedad civil”, logrando el año pasado la gubernatura de Nuevo León, como candidato “independiente” (sic).
Pero la independencia de este individuo es más falsa que un billete de 3 pesos.
Empezando porque no se sabe bien a qué cártel del narcotráfico protege o a cual no protege, pues en años pasados se salvó de dos atentados contra su vida, y apenas el 13 de Mayo de este año un amigo cercano suyo, Benito Villarreal Elizondo, fue secuestrado y asesinado en Monterrey.
Durante la campaña del “bronco” fue un secreto a voces que una parte del denominado Grupo de los 10 (los empresarios más poderosos de Monterrey) lo apoyaron (José Antonio Fernández Carvajal de Femsa; Juan Garza Herrera de Xignus;  Enrique Zambrano de Proeza; y Eduardo Garza de Frisa).
Abiertamente lo apoyó el empresario y ex gobernador panista Fernando Elizondo, así como los también empresarios Fernando Turner y Fernando Canales Seltzer (hijo del ex gobernador panista Fernando Canales Clariond).
Los otros dos grandes apoyos del “bronco”, y quizás los más importantes fueron de la familia Junco, propietaria de los periódicos El Norte de Monterrey y Reforma en la ciudad de México y un oscuro y muy poderoso empresario de bienes raíces.
Rodríguez Calderón se ha dedicado a apoyar a candidatos “independientes” en distintas elecciones locales (parece ser el nuevo modus operandi de la clase empresarial, para evitarse a los partidos políticos) y a colocar a 150 parientes suyos dentro del gobierno de Nuevo León; además que varios funcionarios del mismo gobierno del “bronco” tienen cuentas pendientes con la justicia (Omar Ortiz Ramírez, director del Sistema Estatal de Caminos, investigado en Coahuila por la muerte de una ex delegada de la SCT; y el actual procurador del estado, Roberto Flores Treviño procesado y fichado en Nevada, por girar cheques sin fondos).
Por su parte Gabino Cué deja un desastre en Oaxaca, en donde aumentó la deuda de 5 mil a 14 mil millones de pesos; no ha podido justificar a la Auditoría Superior de la Federación hasta 10 mil millones de pesos de pasados ejercicios y Oaxaca sigue siendo junto con Chiapas y Guerrero una de las tres entidades más pobres y subdesarrolladas del país.
Pero eso sí, Cué se entendió con Peña en los últimos meses de su gubernatura, para reprimir a los maestros de la CNTE y poner a la estructura educativa del estado bajo el completo dominio de la Federación, que la ha convertido prácticamente en una instancia investigadora y castigadora de los maestros disidentes.
Por si fuera poco, el candidato a la gubernatura protegido por Cué, José Antonio Estefan Garfias (otro saltarín que pasó del PRI, al PT y al PRD), tiene en cuentas bancarias de Estados Unidos hasta 24 millones de dólares, que sin embargo ninguna autoridad mexicana está dispuesta a investigar acerca de su procedencia (la corrupción).
Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara, quien salió del PRI para irse al PRD y después al Movimiento Ciudadano (MC), ha nadado de “muertito”, tratando de no enemistarse con el gobierno federal, ni con la supuesta izquierda (PRD, PT y MC), para ver si con un perfil bajo y sin grandes aspavientos (y sin mejorar nada en la capital de Jalisco) le cae la supuesta candidatura presidencial “independiente” para el 2018.
Qué decir del vividor y farsante de Castañeda, un tipo dispuesto a venderse al que mejor le pague (y por lo pronto, en los últimos años ha sido el mega especulador George Soros), quien siempre está dispuesto a vender a México (al que nunca ha visto como su país y al que desprecia profundamente; me consta porqué lo escuché muchas veces despotricar contra los mexicanos en reuniones privadas); y del otro acomodaticio y ficha de las televisoras, Pedro Ferriz de Con, que no merece mayor comentario (sólo le entra al bulto).

Estos farsantes, cínicos, desvergonzados y varios de ellos corruptos, se pretenden erigir como los representantes de la “sociedad civil”. Lo único que quieren es seguir viviendo del presupuesto público, de “venderse” a los grupos empresariales, políticos y delincuenciales que manejan a su antojo el país; y por supuesto de asegurarse a ellos y sus familias muchos años de buena vida, con el aura de “demócratas e independientes”.

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