La difusión de un video en el que una mujer es torturada por una soldado (se dice que perteneciente a la Policía Militar), una mujer policía (de la Policía Federal), un teniente del Ejército y otra persona más que filma el hecho, comprueba una vez más que México está hundido en la peor crisis de derechos humanos de que se tenga memoria.
Al parecer los sucesos tuvieron lugar en febrero del 2015 en Ajuchitlán, Guerrero, y el "objetivo" de la tortura era obtener información sobre un grupo criminal, al que supuestamente esta mujer pertenecía.
Apenas las autoridades, esto es la Secretaría de la Defensa Nacional y la Procuraduría General de la República tuvieron conocimiento del hecho en diciembre del año pasado, y según su dicho el teniente y la soldado ya están detenidos y bajo proceso militar, acusados de "desobediencia" (no se sabe qué fue de la mujer torturada, si vive, fue detenida o quedó en libertad), y no por tortura. De la policía no se sabe nada, pues no se le puede identificar en el video (aunque seguramente las autoridades, por la fecha y lugar del evento, bien podrían dilucidar qué elementos estaban de comisión entonces), y se supone que sigue laborando, sin problema alguno.
Este es un sólo hecho, que por haber sido documentado en video, y haber sido filtrado a la opinión pública (no se sabe si por militares que desean dar a conocer lo que está sucediendo en la realidad, o por disputas políticas al interior del gobierno), ha dado alguna luz sobre lo que la gran mayoría del pueblo de México sabe que sucede día a día en el país: el uso sistemático de la tortura y las violaciones a los derechos humanos por parte de autoridades de todo nivel.
En la gira que realizó Peña Nieto por Alemania y Dinamarca, las protestas de organizaciones no gubernamentales por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, y en general por la situación deplorable de los derechos humanos en el país, fue la constante. Así también, los gobiernos de esos países expresaron su preocupación al respecto a Peña, sobre ese tema.
El muy hipócrita Departamento de Estado de Estados Unidos, en su informe anual sobre derechos humanos (Estados Unidos y sus aliados Israel, Egipto y Arabia Saudita, son los peores violadores de derechos humanos del mundo), señaló a México como un país en donde se practica cotidianamente la tortura por parte de autoridades civiles y militares.
Nada de esto importa demasiado al gobierno peñista, que ante las evidencias que siguen acumulándose en el caso Iguala-Ayotzinapa, de que incluso participaron policías federales en la desaparición de los muchachos, y los miembros del Ejército en esa plaza supieron todo el tiempo lo que sucedía sin intervenir para evitarlo, ha decidido no prorrogar la estancia del Grupo de Expertos Internacionales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, sin importarle las críticas internacionales que dicha decisión le ha acarreado.
La población mexicana se encuentra atrapada entre grupos criminales muy poderosos, que tienen en su nómina a policías locales y estatales, y son frecuentemente aliados de policías federales, militares y marinos, y financian campañas de políticos a distintos puestos de elección popular, con lo que tienen "patente de corso" para extorsionar, secuestrar, traficar droga, armas, personas, manejar la prostitución, el tráfico de órganos, realizar fraudes, etc. con total impunidad (ahí está Tamaulipas, prácticamente controlado por los Zetas y el cártel del Golfo; Veracruz, con desapariciones forzadas, secuestros y extorsiones, ahora al gremio médico; e impunidad total incluso de juniors como los llamados "Porkys" de Boca del Río, que pueden violar a una muchacha y salir del país sin problemas; Michoacán, con narcobloqueos constantes que demuestran a la autoridad que ahí las cosas no han cambiado en una década; Acapulco con el índice de asesinatos más elevado del país, y cientos de negocios cerrados debido a las extorsiones; y así podríamos seguir en toda la República); y por otro lado autoridades cómplices en muchos casos, y si no rebasadas por el crimen, que deciden utilizar la tortura como "técnica" de investigación, pasando por encima de todo tipo de leyes nacionales y convenios internacionales en materia de derechos humanos.
México se hunde en la oscuridad de un sistema político corrupto, ineficaz, abusivo y disfuncional, en el que políticos y funcionarios sólo buscan la riqueza y el poder personal y de grupo, y para ello están dispuestos a proteger y/o aliarse con grupos criminales y oligarcas y corporaciones trasnacionales depredadoras, a las que sólo les interesa el lucro y el beneficio privado, pasando por encima del bienestar económico y social, la salud de la población y el equilibrio medio ambiental.
Lo peor de todo es que esa población explotada, intimidada, olvidada, desinformada y en muchas ocasiones apática, irá a las urnas el próximo 5 de junio para elegir 12 gobernadores, y todo indica que el PRI, PAN y PRD, o sea la subclase corrupta del país, volverá a quedarse con todos los puestos de elección en disputa (la mayoría para el PRI y una o dos gubernaturas para los ahora "aliados" PAN y PRD), con lo que el desastre continuará en el país. Y así el dicho "cada pueblo tiene el gobierno que se merece", se reflejará nuevamente en el México oscuro del presente y del futuro.
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