Las revelaciones dadas a conocer por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación sobre la forma en que
los millonarios, poderosos e influyentes del mundo evaden las muy laxas leyes y
fáciles de burlar autoridades fiscales del mundo entero, para “esconder” sus
fortunas en paraísos fiscales (que todo el mundo sabe dónde están y a qué se
dedican), no revela nada nuevo sobre las élites mundiales, sino más bien las
luchas internas que se están desarrollando al interior de las mismas, y que
están permitiendo conocer la forma en que impúdicamente manejan y más bien
deberíamos decir, desgobiernan y destruyen el planeta en su beneficio.
El caso mexicano, en donde aparecen los prestanombres de
políticos como el dueño del grupo Higa, Armando Hinojosa Cantú, beneficiario de
múltiples concesiones y contratos a través de Enrique Peña Nieto; Amado Yáñez
Osuna, principal accionista de Oceanografía, empresa que defraudó cientos de
millones de dólares a Pemex y Banamex, protegido de los clanes Calderón-Zavala
y Fox-Sahagún, y de su cofradía de socios ladrones; Ricardo Salinas Pliego,
inmiscuido con los famosos 30 millones de dólares que le encontraron a Raúl
Salinas de Gortari en Suiza y que afirmó se los habían prestado sus amigos
empresarios, entre ellos Salinas Pliego.; Martín Díaz Alvarez, sobrino del ex
secretario de Hacienda de Fox, Francisco Gil Díaz, y socio de Osuna en
Oceanografía; y muchos más, que se pueden consultar en el reportaje de la
revista Proceso aparecido ayer domingo es paradigmático.
Las revelaciones de Chelsea
Manning y Edward Snowden sobre la forma en que el estado totalitario y genocida
de Estados Unidos intenta controlar por completo las comunicaciones de
prácticamente la totalidad de los habitantes del planeta; y sobre la forma en
que se violan sistemáticamente los derechos humanos de poblaciones enteras en
las guerras genocidas impulsadas y desarrolladas por el establecimiento
político militar de Washington-Londres-París-Tel Aviv; la entrevista de un hacker dada a conocer por
Bloomberg sobre la manera en que profesionales de la informática se encargan de
espiar o deshabilitar sitios web, teléfonos celulares; crear supuestas
tendencias en redes sociales para desprestigiar a contrincantes políticos y un
sinfín de acciones ilegales más para asegurar los triunfos de partidos
políticos de derecha. Y ahora las revelaciones sobre la forma en que esconden
(es un decir, pues prácticamente lo hacen a plena luz del día) los ricos y
famosos sus fortunas, para no pagar o pagar muy pocos impuestos, mientras que
al grueso de los habitantes de los países de estos criminales, se les persigue
con encarnizamiento para hacerlos pagar elevados impuestos, mientras que a los
políticos y millonarios se les permite evadirlos con total impunidad, están
reflejando que los controles sobre la forma de dominar de las clases dirigentes
se está desajustando, y esto muy probablemente tenga que ver con luchas de
poder entre las mismas élites, lo que permite al resto de los mortales darnos
cuenta de la forma criminal en que el planeta es explotado por una cofradía de
delincuentes en las altas esferas del poder político, económico y militar (los
deportistas famosos y artistas que aparecen, sólo son la cereza en el pastel)
Ahora se expresa “sorpresa e
indignación” en varios países (como España y México) sobre esta situación, e
hipócritamente se dice que se investigará a los mencionados en este trabajo
periodístico.
Los farsantes estadounidenses,
que dicen sentirse indignados y que han perseguido por todo el mundo a los
corruptos de la FIFA, ¿qué hacen para evitar esta fábrica mundial de lavado de
dinero, que forzosamente tiene que pasar por el sistema SWIFT que controla el
sistema financiero estadounidense? Por supuesto que no hacen nada, lo alientan,
ya que en Nueva York y Washington es en donde más se benefician de este sistema
podrido y corrupto del manejo financiero mundial, del que también son
principales cómplices los bancos centrales de los países más poderosos del
mundo, pues es imposible que no sepan a dónde va a parar, y sobre todo por
dónde pasan los cientos de miles de millones de dólares de dinero de
narcotráfico, tráfico de seres humanos, armas, corrupción, fraudes, etc. Lo
saben muy bien, pero se lo callan, pues forma parte de los “beneficios” de la
globalización financiera.
Nada pasará, habrá “investigaciones”
que durarán algunos meses, quizás algunas multas y disculpas por estos “errores”,
y posiblemente algunos peces muy menores vayan a la cárcel, pero en esencia no se va
a tocar este sistema de lavado de dinero mundial, y en todo caso los que pueden
esperar serias represalias serán los que filtraron la información (en el
despacho Mossack Fonseca de Panamá), y en el periódico alemán ya citado. Todo
seguirá “business as usual”.
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