Instituciones democráticas bajo amenaza
Bajo el
argumento de que hay leyes que son justas y otras no, el partido en el poder ha
buscado erosionar la integridad de las instituciones electorales.
abril 09, 2022
https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/enrique-quintana/2022/04/09/instituciones-democraticas-bajo-amenaza/
Enrique
Quintana
Terminó el
plazo y el día de hoy se realizará finalmente la consulta popular por la
revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Como le he
comentado en este espacio, no recuerdo ningún proceso electoral de
los tiempos modernos en México, en el que uno de los actores políticos, Morena
y los funcionarios que provienen de ese partido, hayan violado de modo
tan recurrente, abierta y sistemáticamente la legislación que ellos
mismos aprobaron.
Creo que ese
hecho es altamente preocupante para el futuro de la democracia mexicana.
Hagamos un
breve recuento de cómo se configuraron las instituciones y los procesos con
los que hoy contamos, para entender qué es lo que está en juego.
Las elecciones
presidenciales fueron organizadas por muchos años por el gobierno federal
y mientras así fueron las cosas el PRI ganó en todas ellas.
Tuvieron que
ocurrir crisis políticas como la de 1988, año en el que “se cayó el sistema”, y
diversos actores políticos pusieron en duda el resultado de la elección
presidencial, amenazando la estabilidad política del país.
Y luego
tuvimos el violento año de 1994, con rebeliones indígenas y asesinatos
políticos, antes de que se configurara un órgano electoral independiente
del gobierno, el IFE ciudadanizado, que permitió darle credibilidad a los
procesos electorales.
No fue
casualidad que a partir de tener instituciones electorales imparciales y
autónomas, comenzaran a ser más frecuentes las alternancias estatales
y por primera ocasión en la historia a nivel federal, el PRI perdiera la
mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, en la elección de 1997.
No quiere
decir que la alternancia sea condición para la existencia de la democracia
electoral, pero en las sociedades modernas generalmente una se acompaña
de la otra.
Fidel
Velázquez, el
sempiterno líder de la CTM, uno de los principales brazos sindicales del PRI y
uno de los personajes que mejor encarnó los tiempos del monopolio del poder
dijo una vez: “llegamos al poder por la fuerza de las armas y no nos
van a sacar con los votos”.
Afortunadamente,
la profecía de Don Fidel no se cumplió y gracias a personajes como Ernesto
Zedillo, el PRI aceptó la derrota electoral en la elección
presidencial del año 2000, en una elección organizada por una autoridad
electoral autónoma.
No se
exagera si se dice que el IFE y después el INE, con todos los defectos que
pueden tener, fueron la columna vertebral de la democracia mexicana.
De las cinco
elecciones presidenciales organizadas por el IFE o el INE, en tres ocasiones se
ha presentado alternancia, es decir, ha perdido el partido que controlaba el
Ejecutivo sin que por ello exista un trastorno en la vida pública de México.
Las reglas
de la democracia y la credibilidad de las instituciones electorales han
permitido que México transite por gobiernos de diferentes tendencias sin
inestabilidad.
Lo que vimos
en las últimas semanas y meses, a mi parecer, amenaza esta historia que comenzó
en 1994.
Bajo el
argumento de que hay leyes que son justas y otras no, y que no hay porque
cumplir las segundas, el partido en el poder ha buscado erosionar la
integridad de las instituciones electorales, cuestionándolas y
desacreditándolas.
Por eso no
es sorpresa que pronto conozcamos la iniciativa para cambiar la composición y
la manera de elegir a los integrantes de los órganos electorales en México.
Como se ve
poco probable que tal reforma constitucional obtenga los votos necesarios para
ser aprobada, es probable que sigamos viendo por un tiempo largo un proceso
sistemático de ataques a la autoridad electoral y que el proceso de
elección de nuevos consejeros del INE en abril del 2023 se vaya a dar en medio
de circunstancias tormentosas.
La visión de
que en estos tiempos se está dando en México un cambio de régimen, puede
conducir a los más radicales de Morena a considerar que tienen el deber
de buscar, por las buenas o por las malas, los mecanismos para garantizar
que no regrese lo que ellos califican como el régimen neoliberal que se resiste
a morir.
Parafraseando
a Don Fidel. Llegaron al poder por la fuerza de los votos, pero harán
lo posible para que no sea con esa misma fuerza que lo dejen.
Me temo que
nuestro país va a ser sometido en meses próximos a una importante prueba, en la
que habremos de ver si estamos en capacidad de profundizar la construcción de
la democracia que comenzó en aquel complicado 1994 o si se va a frenar y se
regresará a circunstancias como la que teníamos antes de aquel año.
El mismo
monopolio del poder con otras siglas.
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