México, atrapado en una economía de “changarros” con salarios precarios
Francisco Muciño
La economía mexicana tiene “pies de barro”.
La mayoría de los empleos en el país se generan en micronegocios, unidades
económicas informales con baja productividad, con salarios precarios y que no
otorgan las prestaciones mínimas de seguridad social.
Además, la
política asistencialista del actual gobierno federal no podrá mitigar el
problema. Al contrario, si no se crea más
empleo de calidad, cada vez más personas trabajarán en micronegocios en
condiciones más frágiles, es el diagnóstico de un estudio del
Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico (IDIC).
En el reporte titulado, “Pobreza y
micronegocios: el círculo vicioso de la precarización en México”, el IDIC
señala que la principal causa de la pobreza en México es atribuible al bajo
ingreso económico que tienen los hogares: 61.1
millones de personas con un “ingreso inferior a la línea de pobreza por
ingresos. El instituto también encontró una alta correlación entre el
número de micronegocios y de pobreza. Por ejemplo, la mayoría de los
trabajos informales se encuentran en el Estado de México, que también tiene
la mayor cantidad de personas en situación de pobreza en el país. Le siguen
Veracruz, Chiapas, Oaxaca, la Ciudad de México y Puebla.
“Todas son
entidades con una gran cantidad de población que en donde sus oportunidades de
ocupación empleo se han precarizado: se pierden empleos que pagan más de 3
salarios mínimos y se generan los de bajo ingreso.”
También resalta el hecho de
que la economía mexicana, una de las principales del orbe, no tiene la
capacidad de crear ocupación y empleo en empresas que puedan competir a nivel
global y que propicien un desarrollo social y económico acorde con las
necesidades del siglo XXI.
Las causas que mantienen al
país atrapado en una economía de changarros y baja productividad son, de
acuerdo con el IDIC:
·
Inseguridad,
·
Bajo crecimiento económico,
·
Escaso financiamiento (además de caro),
·
Infraestructura deficiente,
·
Competencia desleal por parte de las importaciones
que llegan de algunos países,
·
Un sistema tributario recargado en las empresas y
empleo formal (la minoría en el país),
·
Un gasto de gobierno improductivo, baja
competitividad y
·
La ausencia de un modelo de política industrial que
permita incrementar la productividad e innovación tecnológica nacional
“La falta de un
entorno adecuado para el emprendimiento y la creación de empleo formal ha
redundado en que México se haya transformado en una economía de micronegocios”,
es uno de los diagnósticos del IDIC.
Precarización
avanza en 2019
Entre enero y septiembre de
2019, la generación de empleos en el país se ha concentrado en los
micronegocios y la informalidad. En los tres primeros trimestres de 2019, el
77% de los nuevos trabajos (921 mil) se crearon en micronegocios y 399 mil de
estos no tienen establecimiento, según el IDIC, citando datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por tamaño, sólo las grandes
empresas fueron las unidades productivas que evitaron un mayor deterioro, pues
crearon 144 mil fuentes de ocupación y empleo. Las medianas contribuyeron con
37 mil y las pequeñas perdieron 77 mil.
Además, la franca recesión por la que pasa el
sector manufacturero en México agudiza la destrucción de empleos bien
remunerados. El portal de búsqueda de empleo OCC Mundial reportó que, entre
enero y octubre de este año, se
publicaron en su plataforma 113 mil ofertas de trabajo en manufacturas, un 13%
menos respecto al mismo periodo del año pasado.
Por otro lado, un millón de candidatos buscan
empleo en este sector dentro de su bolsa de trabajo en línea, 10% más de
personas que las que tenían registrados el año pasado.
La política actual del gobierno federal para
abatir la pobreza se concentra en programas sociales y en incrementos de
salarios por decreto. Pero el IDIC, dirigido por José Luis de la Cruz, alerta
que esto no será suficiente para detener el empobrecimiento de las personas y
de los salarios.
“Bajo el contexto descrito
se puede entender que la solución al problema de pobreza no
terminará al aumentar el salario mínimo: los micronegocios informales podrían
incumplir con la determinación de la autoridad. En primera
instancia porque son negocios de bajos ingresos. En segunda por su naturaleza
informal: no cumplen con la ley. En tercero porque muchos de ellos son de auto
empleo o familiares: la remuneración es baja por las condiciones propias de ese
tipo de negocio”, señaló el IDIC en su estudio.
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