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Zapata

lunes, 25 de noviembre de 2019

LA INGENUIDAD DEL GOBIERNO MEXICANO


Lo dijimos en este blog hasta el cansancio. Querer apaciguar a Trump con concesión tras concesión (T-MEC, mantenimiento de la Iniciativa Mérida, entregar en bandeja de plata la política migratoria y mantener el discurso “conciliador” a pesar de ofensas y amenazas reiteradas), iba a costarle caro al gobierno y por supuesto al país.
Ahora esa secta-familia Le Barón, de oscuros antecedentes[1], ha solicitado a Trump que designe a los cárteles mexicanos del narcotráfico  como organizaciones terroristas[2] (algo que numerosos congresistas estadounidenses han demandado por años), lo que dará pie para que el beligerante y provocador presidente estadounidense lo utilice como nueva arma electoral, para incitar a su base social de xenófobos y racistas, nutriendo así su narrativa sobre las amenazas que provienen del vecino del sur y dando crédito a su política antiinmigrante (deportaciones, construcción del muro, separación de familias, etc.).
El ingenuo gobierno de López Obrador, en voz de su entreguista canciller Marcelo Ebrard[3], ahora sí dice que ese tipo de caracterización de los carteles no sería aceptable, pero su inconformidad llega tarde, pues el mismo gobierno le ha abierto la puerta al gobierno de Trump para meterse hasta la cocina en los temas de seguridad y migratorios (ahí está la entrada de 40 agentes del FBI para investigar los asesinatos de las mujeres y niños Le Barón), por lo que ahora querer aparentar firmeza en la defensa de la soberanía, sólo demuestra que su estrategia inicial de “buenos vecinos” y de apaciguamiento con Trump, les acabó estallando en la cara.
La debilidad patente del gobierno de López Obrador ante Washington, lo está obligando a reconsiderar (por más que no lo digan abiertamente) el otorgamiento de asilo al depuesto presidente boliviano Evo Morales, por lo que ya se maneja la versión de que podría pedir asilo en Cuba o Argentina (una vez que suba al poder Alberto Fernández), para así quitarle presión al “hermano López Obrador”.
Con una economía estancada (el INEGI ha confirmado que está en recesión)[4]; con la mayor cantidad de asesinatos en un año, desde que se hace esta medición; con amagos de golpismo por parte de un sector de las fuerzas armadas; con una sumisión vergonzosa ante la potencia hegemónica; con una rendición patética ante los grupos priistas, perredistas y panistas que están por quedarse con la estructura del partido en el gobierno, Morena; y con la permanente oposición de los oligarcas y grupos de derecha, a los que sin embargo, López Obrador sigue haciendo concesiones inútiles; la mal llamada Cuarta Transformación se dirige a un sonoro fracaso en su primer año en el poder, por más que la mayoría del esperanzado pueblo mexicano le sigue otorgando el beneficio de la duda[5].

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