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Zapata

lunes, 3 de junio de 2019

¿Y SI FALLA LA NEGOCIACIÓN CON ESTADOS UNIDOS, QUÉ HARÁ LÓPEZ OBRADOR?


Tanto Andrés Manuel López Obrador (AMLO), como su canciller Marcelo Ebrard están absolutamente seguros de que la negociación que se realizará el Miércoles en Washington, con los funcionarios del gobierno de Estados Unidos, logrará convencer a Trump de que México hace todo lo que puede para detener el flujo migratorio hacia el vecino del Norte; que nuestro país ya ha recibido a miles de solicitantes de asilo, por lo que no es necesario que se declare “tercer país seguro”; y de que la aplicación de los aranceles perjudicará a ambas economías de manera profunda.
El domingo 2 de junio, el Jefe de Personal interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, en entrevista con Chris Wallace en Fox News, dejó muy clara la posición de Trump: México debe declararse “tercer país seguro” para que los solicitantes de asilo lo hagan en nuestro país y no en Estados Unidos; nuestro gobierno debe “sellar” su frontera con Guatemala para detener el flujo migratorio; y, nuestro gobierno debe combatir seriamente e los grupos “terroristas y criminales” que operan en nuestro territorio.
Según Mulvaney, si el gobierno de AMLO ofrece menos que eso, el presidente Trump ni siquiera considerará una “negociación” con los mexicanos.
Seguramente AMLO y Ebrard confían en que los dirigentes del Partido Demócrata, numerosos congresistas y hasta gobernadores republicanos, medios de comunicación y las grandes corporaciones estadounidenses, presionarán lo suficiente a Trump para convencerlo de que no aplique los aranceles a todos los productos de exportación que provienen de México (la realidad es que el 95% de todos ellos es comercio intra firma; sólo 7 mil millones de dólares del superávit comercial que tiene México, no proviene de ese comercio)[1].
¿Y si esa presión y la negociación no surten efecto, qué hará AMLO?
Pues ya dijo que hay un plan para impulsar el mercado interno (suponemos que a través de la sustitución de importaciones) y que se acudirá a los “tribunales internacionales”, a lo mejor quiso decir a los paneles de solución de controversias del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (aún vigente) y de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El único problema con ambas medidas es que llevan mucho tiempo. Iniciar un plan de sustitución de importaciones requiere créditos, inversiones y facilidades (además de protección respecto a la competencia externa) para los sectores que se quiere apoyar. Ello conlleva inversión pública (que con el plan de austeridad, no se ve de donde vaya a salir el dinero) y privada (es decir de otros países distintos a Estados Unidos).
Además, muchas medidas dentro de la sustitución de importaciones, ya están prohibidas en los tratados de libre comercio que ha firmado México con medio mundo (y por la OMC), como los subsidios.
Por no mencionar que López Obrador solito se amarró las manos al decir que no acudirá a China en busca de apoyo, pues no quiere meterse en la competencia entre este país y Estados Unidos.
Así que lo del plan de sustitución de importaciones, son puros buenos deseos. Y lo de acudir a los paneles de solución de controversias, eso tarda años para que se resuelva, sin mencionar que a Trump le importan un pepino las resoluciones de esos paneles, pues quién va a obligar a cumplir sus resoluciones a la potencia hegemónica mundial.
Una respuesta sensata de un gobierno no timorato, ni débil, que sí defienda el interés nacional, debería ser incremental, con las siguientes medidas:
1.   Aplicar en la misma medida y en los mismos plazos, aranceles a todos los productos importados desde Estados Unidos.
2.   En caso de que el gobierno de Trump mantenga sus medidas punitivas y sus ataques verbales a nuestro país, dar por terminada toda cooperación en materia de seguridad y militar con su gobierno, a partir de octubre a más tardar.
3.   Iniciar acercamientos para establecer una estrategia comercial mundial de defensa ante los Estados Unidos, con acercamientos a China, la Unión Europea, la India (ahora las baterías de Trump se están dirigiendo a este país), Turquía, entre otros.
4.   Iniciar en la medida de lo posible, un plan de sustitución de importaciones y de diversificación de relaciones comerciales internacionales, que si bien llevarán años, es mejor hacerlo ahora de manera consistente, que dejar pasar este momento.
Es casi seguro que el gobierno de AMLO no hará nada de lo anterior, y por el contrario acabará haciendo lo que le exige el gobierno de Trump, con lo que la debilidad del país se hará evidente, quedará permanentemente sujeto al chantaje y el “interés y la dignidad nacionales” serán el hazmerreír del mundo.

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