México y las sanciones a Venezuela y Rusia
John Saxe-Fernández
La Jornada 3 de Agosto de 2017
¿Estos son los que van a negociar el Tratado de Libre
Comercio de América del Norte (TLCAN)? Eso es lo que viene a mente cuando nos
enteran y luego lo confirma el director de la CIA, que el gobierno de Enrique
Peña Nieto y el de Colombia se adhieren a la narrativa diplomilitar de
las sanciones esgrimidas por Estados Unidos contra Venezuela, parte de una
vasta ofensiva golpista, lo que también aplica a la negociación del bloque
energético anunciado hace dos semanas por Rick Perry, el secretario de
Energía estadunidense. Avalar operativos clandestinos al margen de la
normatividad internacional vigente, es inadmisible y riesgoso, máxime cuando el
general John Kelly, ex jefe del Comando Sur (CS), quien hasta hace poco estuvo
a cargo de la cartera de Homeland Security, acaba de ser nombrado Chief of
Staff de la Casa Blanca. Kelly coordinó desde el CS la primera etapa de la
operación clandestina Venezuela Freedom, seguida por Venezuela
Freedom 2(disponible en redvoltaire.com) tratándose de un regime change
multidimensional (económico, de violencia callejera encapuchada y criminal),
repudiado en las urnas.
Un asentimiento explícito o implícito a
la unilateralidad y extraterritorialidad de Estados Unidos es de alto riesgo.
Es un desacierto avalar operativos de criminalidad de Estado, olvidando las guerras
de agresión estadunidense por recursos naturales y posiciones estratégicas. Ya
devastó Afganistán, Irak, Libia, Siria y realiza ataques parciales a Paquistán
sin olvidar apoyos a la agresión contra Yemen o su complicidad golpista en
Honduras y Paraguay. Si van a negociar el TLCAN, que no lo hagan bajo la
premisa de que la oligarquía de Estados Unidos se guía por el mercado y su mano
invisible. Se rigen con el puño visible del Pentágono y sus monopolios. ¿Por
qué van por más bases al sur del Bravo? y ¿por qué ahora el
aparato diplomilitarencabezado por Tillerson, ex gerente de Exxon, y el
general Kelly, revela urgencia por el manejo directo de la vasta reserva fósil
de Venezuela, si la narrativa oficial dice que gracias al fracking el
vecinos del norte tiene gas y petróleo shale para 100 años?
Las sanciones a Rusia se relacionan
directamente con intereses tanto en torno a los combustibles fósiles, que hoy
calientan el planeta, como a metas geoestratégicas y a la codicia por el
mercado europeo del gas natural, cuyo componente principal, el metano, está
acelerando la carrera al abismo climático. Trump, el magnate promotor de la
exportación de gas natural, ofreció a los polacos el acceso a fuentes
alternativas de energía, para que ese país y sus vecinos nunca más sean rehenes
de una sola alternativa. Desde entonces se tensó más la relación Estados
Unidos-Unión Europea. Las sanciones afectan proyectos energéticos entre países,
bancos y firmas europeas y Rusia, como el gasoducto North Stream, de mil 200 kilómetros,
del Báltico ruso hasta Alemania con una capacidad de 55 mil millones de metros
cúbicos anuales de gas natural y un agregado que la duplicaría. Esto contrasta
con las poco más de 9 mil millas marítimas a la Unión Europea desde,
supongamos, una eventual planta exportadora de gas natural liquido (GNL) en
Galveston, Texas.
Por lo que Jean Claude Juncker,
presidente de la Comisión Europea, dijo que las sanciones contra
Rusia socavan la instauración de proyectos clave para la seguridad
energética de la UE y para el mantenimiento y mejora de los
gasoductos en Rusia que abastecen el sistema de transporte de gas ucraniano y
los proyectos clave para la diversificación de las fuentes de energía, entre
los que resalta el North Stream y una terminal rusa GNL de exportación. El
titular de exteriores alemán y el canciller austriaco advirtieron no poder
aceptar la amenaza de imponer sanciones ilegales extraterritoriales a compañías
europeas que participan en los esfuerzos para expandir el suministro
energético.
Las operaciones diplomilitares y
de guerra no convencional se acompañan de vasta propaganda contra Caracas y
Moscú desde los principales medios. Sobre Venezuela, dice Claudio Katz sólo transmiten en
cadena denuncias macabras del gobierno. Han instalado la imagen de un dictador
en conflicto con los demócratas de la oposición. Muestra, dato en mano, que es
un discurso sin sustento. La gran mayoría de bajas fue por saqueos o
confusas balaceras en el interior de las movilizaciones opositoras o de
agresiones de francotiradores ligados a la oposición. Datos más recientes
indican que el grueso de las víctimas perdió la vida por vandalismo o
ajustes de cuentas (Ibid).
Mientras los medios se centran en
Venezuela, nada sobre asesinatos en Colombia: 46 líderes sociales y 120 más en
14 meses. Entre 2002 y 2016 los paramilitares mataron 558 dirigentes. En dos
décadas van ¡2 mil 500! Ni pío sobre México donde la violencia se disparó con
la puesta en marcha en 2008 de la militarizada Iniciativa Mérida. Santiago Roel desde el Semáforo
Ciudadanos ofrece reveladores datos con un robusto planteo por
la paz en México.
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