LOS HERMANOS KOCH

Charles y David, que según la revista Forbes valen 84 mil millones de dólares, son los principales donadores del Cato Institute, de la Heritage Foundation y de Americans for Prosperity, asì como del Tea Party. Dueños de Koch Industries, conglomerado de refinerías, empresas químicas, inmobiliarias, financieras y productos de consumo popular (segunda empresa privada más grande de Estados Unidos, después de Cargill; esto es, que no está listada en la Bolsa de Valores). Sacaron a patadas de la empresa a sus hermanos Fred y William y desde entonces (1983) se han dedicado a acrecentar su fortuna y a financiar todo tipo de iniciativa que ataque, denigre o de plano destruya a lo que se considera izquierda, liberalismo, progresivismo o socialismo; en suma, cualquier política que vaya contra la iniciativa privada y el individualismo.

Ahora están dispuestos a "invertir" hasta 300 millones de dólares en algún o algunos de los candidatos del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos. Junto con el magnate de los casinos y declarado pro sionista y adorador de Israel, Sheldon Adelson; el "buitre de los fondos de inversión", también judío, Paul Singer; y el productor de Hollywood y supermillonario, también judío, Haim Saban (éste. supuestamente en favor de los demócratas), son quienes están listos para "invertir" más de mil millones de dólares para "elegir" al próximo presidente de Estados Unidos.

Ruppert Murdoch, dueño de la cadena Fox; la familia Bush; la familia Saud (Arabia Saudita); Benjamin Netanyahu (y sionismo que le acompaña) de Israel; el complejo militar industrial y el Consejo de Relaciones Exteriores (financiado por la familia Rockefeller), tienen como objetivo mantener la hegemonía de Estados Unidos en el mundo (y la de Israel en Medio Oriente), ante China, Rusia o quien se les oponga. Y financiarán la campaña de aquél que defienda esos objetivos (Hillary, Bush, Rubio, Cruz, Fiorina, Carson, etc.).

En suma, existe una oligarquía de supermillonarios que definen quienes son los que deben ocupar los puestos en la política y la administración pública de la principal potencia mundial, pues de ello depende que sus intereses estén protegidos y que los que ellos definen como sus enemigos, puedan ser eliminados, para así mantener el dominio de la política y la economía mundiales.

¿En dónde se ubica Trump? ¿De qué parte del conglomerado de intereses oligárquicos forma parte? Sin duda no del grupo Koch; tampoco del de Adelson, Singer o Saban; menos de los Bush; etc. ¿Entonces? Trump corre el riesgo de ser "eliminado" (accidente o loco que decida asesinarlo), si no se alinea con alguno de los grupos de poder en Estados Unidos. No importa que él sea multimillonario y que su hija se haya convertido al judaísmo y esté casada con un judío millonario de Nueva York. Ahí está lo que le sucedió a la familia Kennedy. Formaban parte de la oligarquía y aún así, mataron a J.F.K. (presidente) y a Robert (candidato a la presidencia), porque no se alinearon a los intereses del complejo militar industrial, del lobby pro Israel y de Wall Street. Estamos viviendo en tiempos interesantes y las oligarquías mundiales se disputan el poder, lo que abre la oportunidad para que los pueblos del mundo luchen por su liberación.