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Zapata

jueves, 14 de noviembre de 2013

Violencia en México (14 de Noviembre 2013)

La secretaria de Salud de México, Mercedes Juan López al inaugurar la Sexta Reunión de Hitos sobre la Campaña Mundial de Prevención de la Violencia informó que las diversas causas que provocan muertes y heridas a través de situaciones violentas en nuestro país (esto es que no tienen que ver con enfermedades o vejez), le cuestan al país entre el 8 y el 15% de su Producto Interior Bruto (PIB) en "daños materiales, pérdida de productividad, atención médica, rehabilitación por discapacidades, servicios de seguridad y desinversiones".

Dijo que los homicidios pasaron en 2012, de ser la décima causa de muerte, a la sexta; y que en México la primera causa de muerte por lesiones externas se ubica en individuos de 5 a 44 años de edad. Además, resaltó que el año pasado por estas causas murieron 59,562 personas, que incluyen homicidios, suicidios, accidentes de tránsito, caídas, ahogamientos, quemaduras y envenenamientos. Nota: Ahora la Secretaría de Salud "rectifica", seguramente después de que le llamaron la atención desde Presidencia por estar diciendo la verdad, y señala que el costo no es de 8 a 15% del PIB, sino sólo del 1.5%. ¿Que acaso no checan estas cifras antes con SHCP o el INEGI? Más bien parece un tardío y desaseado control de daños (15 de Noviembre de 2013).

Según el Fondo Monetario Internacional, en el 2012, México estaba en el lugar 14 entre los países con mayor PIB del mundo, con un total de $1,162,891,000,000 (un millón de millones, ciento sesenta y dos mil, ochocientos noventa y un millones de dólares), equivalentes a 15 billones, ciento diez y siete mil, 583 millones de pesos (tomando una paridad de 13 pesos por dólar).

Esto quiere decir que cada año, la violencia en sus diversas manifestaciones, le cuesta al país entre un billón, doscientos nueve mil, cuatrocientos seis millones de pesos y dos billones, doscientos sesenta y siete mil, seiscientos treinta y siete millones de pesos.

PIB = 15,117,583,000,000 de pesos
8%  =   1,209,406,000,000 de pesos
15%=   2,267,637,000,000 de pesos

De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en los últimos dos años, 500,000 mexicanos se sumaron a la pobreza, para quedar en un total de 53.3 millones en 2012.

La pobreza pasó de 52.8 millones en 2010, que representaba el 46.1% de la población a un 45.5% en 2012. Esta disminución porcentual se debe a la variación poblacional en ese periodo de tiempo, ya que el número de mexicanos pasó de 114.5 a 117.3 millones, según el Consejo Nacional de Población (Conapo).

Según los mismos datos del Coneval (de 2012), solo 19.8% de la población, esto es unos 23.2 millones de mexicanos, no es pobre ni vulnerable (con alguna carencia básica).

Constituye una verdadera tragedia que cada año se pierdan por los efectos de la violencia entre uno y dos millones de millones de pesos, en un país con tanta pobreza como la que tiene México, en donde sólo el 20% de la población está exenta de alguna carencia (o vulnerabilidad como le llama el Coneval); esto es sólo uno de cada 5 mexicanos está realmente libre de los efectos de la pobreza, la desigualdad y la marginación.

Pues bien, la violencia tiene que ver mucho con esas carencias socio económicas, pues la falta de recursos económicos, de un empleo digno (o simplemente la falta de empleo, punto), de acceso a los satisfactores más básicos, empujan a cada vez más gente a la desesperación, el enojo, la frustración, la depresión. Todo ello contribuye al aumento de la violencia en sus diversas manifestaciones, con lo que se afecta aún más el desarrollo económico y social del país, por la gran cantidad de recursos que se tienen que destinar para atender sus efectos, no sus causas, y ello refuerza el círculo vicioso de pobreza-desesperación-frustración-violencia-desviación de recursos-más pobreza.

Sólo dicho así, al aire, sin definir las causas primarias de esa violencia, como lo hizo la secretaria de Salud, no resuelve nada.

Propone políticas de atención a niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, adultos mayores, para prevenir la violencia, o para atender a las víctimas de ella; pero en ningún momento se plantea el porqué han aumentado los homicidios, los suicidios, los accidentes, etc.

¿Cuáles son las causas?

1. Concentración del ingreso muy elevada en las capas superiores de la población y una distribución del ingreso inequitativa (México está en el lugar 125 entre todos los países, en materia de distribución del ingreso, con un coeficiente de Gini de 0.47; 0 es la igualdad total y 1 la desigualdad absoluta).

2. Un nivel salarial rezagado (los salarios reales de los trabajadores en México durante la primera mitad de 2013 crecieron menos de medio punto porcentual respecto a igual periodo del año pasado, lo que contrasta con el alza de entre un punto y 4.5 puntos porcentuales que registraron las percepciones de sus homólogos de Uruguay, Brasil, Colombia, Chile y Panamá, indican estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y de la Organización Internacional del Trabajo).

3. Una corrupción extendida y no combatida, es más tolerada y hasta alentada por las prácticas cotidianas de funcionarios, políticos, empresarios y ciudadanos (según Transparencia Internacional, México se ubicó en el 2012 en el lugar 105 de un total de 176 países evaluados; los países menos corruptos del mundo, Dinamarca, Finlandia y Nueva Zelanda obtuvieron un puntaje de 90; México sólo obtuvo 34).

4. Impunidad extendida ( la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito -UNODC- revela que 95% de los delitos no se aclaran en México).

Y así podríamos seguir y seguir apuntando estadísticas que confirman que los grandes problemas de este país surgen de una concentración de poder político y de los ingresos en una minoría, que no está dispuesta a compartirlos de ninguna forma, lo que genera círculos viciosos de pobreza-violencia-migración-subdesarrollo-más violencia.

Por supuesto, nuestros gobernantes y las capas superiores del empresariado nunca aceptarán esto, y por el contrario siempre estarán buscando esconder las verdaderas causas que generan los grandes problemas y rezagos nacionales.

Con unas élites política y empresarial tan irresponsables y prácticamente podría decirse criminales, el país no tiene un horizonte promisorio, a pesar de todos los discursos y la demagogia con que nos intoxican día tras día, a través de los medios de comunicación.

Las reformas que ahora impulsan esas mismas élites, como ya se mencionó en otro artículo de este blog (Reformas para unos cuantos, 7 de Octubre de 2013) sólo están destinadas a asegurar esa posición de poder y privilegios para ellas. No resolverán ningún problema mayúsculo (es factible que incluso los agudicen), por lo que la gran mayoría de la población quedará nuevamente frustrada y engañada por sus dirigentes, como ha venido sucediendo desde hace décadas.

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