Cuidado con Sheinbaum: se fabrican culpables
Ernestina
Godoy, titular de la FGJCDMX, no se manda sola, así que no pudo decidir de
manera unilateral culpar a un inocente del plagio cometido por la ministra
Yasmín Esquivel.
enero 04,
2023
Al tercer
día de que se diera a conocer el documento de la Fiscalía de la Ciudad de
México para culpar a un inocente del plagio cometido por la ministra Yasmín
Esquivel Mossa, la dependencia salió a decir que no era suyo.
Fue la nota
principal en medios de comunicación el lunes.
La ministra
candidata del gobierno a presidir la Corte lo usó en su defensa el día de la
elección.
Y un día
después de la votación, ya derrotada la candidata del grupo en el poder, la
fiscalía informó que “desconoce el documento, de tipo comunicado, que circula
por diferentes medios y redes sociales, donde se hace referencia, a nombre de
esta institución, de supuestas conclusiones sobre la referida denuncia”.
Que se los
crea Caperucita Roja.
Ay de todos
nosotros si Claudia Sheinbaum llega a la presidencia de la República el próximo
año.
Yasmín
Esquivel culpó a los medios y a columnistas de acusarla en falso, y para
demostrarlo citó el documento de la FGJCDMX que la exoneraba.
Ayer la
procuraduría del gobierno de Sheinbaum se refirió al comunicado que circulaba
“en los medios”.
Cuánta
bajeza al culpar a los medios de comunicación de sus propias fechorías para
asaltar la presidencia de la Corte.
Fueron
descubiertos por un reportero, Juan Carlos Rodríguez, de Eje Central, que
entrevistó dos veces al acusado en falso por la ministra y por el gobierno
capitalino.
¡Ah!, pero
la culpa es de los periodistas que están “contra nuestro proyecto, al servicio
de los conservadores”, dicen.
Y luego se
hacen los sorprendidos porque matan y atentan a balazos contra la vida de
periodistas.
O dicen,
como en el caso de Ciro Gómez Leyva, que fue un autoatentado para subir
el rating.
Con la
ostentosa y onerosa campaña anticipada para su hipotética candidatura
presidencial, Claudia Sheinbaum nos enseñó que para ella la ley no está hecha
para cumplirse.
Y con el uso
de la fiscalía capitalina para culpar a un inocente en el caso de la tesis de
la ministra Esquivel, nos muestra que no tiene escrúpulos a la hora de fabricar
delitos.
Avisados
estamos.
Una plagia
la tesis profesional para titularse.
Otra fabrica
culpables para encubrir un delito y cargárselo a un desvalido.
Una vez
descubiertos en la mentira, callan.
Y ya que
perdió la candidata oficial, sostenida sólo en un boletín de la fiscalía del gobierno
de la CDMX, dicen que ellos fueron.
Ese es el
equipo que aspira a gobernarnos.
Tomaron a un
hombre pobre y de historial vulnerable, el abogado Édgar Ulises Báez, para
acusarlo de un delito que no cometió, y con ello elevar a Yasmín Esquivel a la
presidencia de la Suprema Corte de Justicia.
Perdieron.
Fracasó la maquinación.
Pero el
gobierno de Claudia Sheinbaum está metido hasta la cintura en el fango para que
Yasmín Esquivel siga siendo ministra de la Corte.
Ernestina
Godoy, titular de la FGJCDMX, no se manda sola. O en el caso de que así fuera,
debió ser cesada al instante.
No ha sido
así. Claudia Sheinbaum está montada en la fabricación de delitos con fines
políticos.
Su actuación
y la de su fiscal, Ernestina Godoy, nos remontan a las épocas de Pablo Chapa
Bezanilla.
En la
investigación del asesinato de Luis Donaldo Colosio, Chapa Bezanilla detuvo y
acusó a un ‘milusos’ del PRI de Mexicali, Othón Cortés, para señalarlo como “el
segundo tirador” en el crimen. Lo torturaron un año.
Se les cayó
la fabricación porque un juez valiente desmontó la farsa y lo puso en libertad.
Recibió calumnias y presiones, pero el juzgador no se dobló. Su nombre es Jorge
Mario Pardo Rebolledo, actual ministro de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación.
La historia
de las fabricaciones de delitos con fines políticos está de regreso casi 30
años después.
Pareció un
caso aislado la fabricación de la licencia de conducir de Rosario Robles para
meterla injustamente a la cárcel. No fue así. En el gobierno de Claudia
Sheinbaum marcan que es una norma de conducta.
Y desentraña
la perversidad y los alcances del desprecio a la ley:
La abogada
Yasmín Esquivel se tituló con una tesis plagiada en más de 90 por ciento, según
informó el rector de la UNAM.
Esa abogada
llegó a ser ministra de la Corte a propuesta de la actual administración.
¿Cuál fue el
argumento académico o profesional para sostenerla como candidata a presidir la
Corte? No lo hubo. Fue un argumento político, o de clan: “está con el
proyecto”.
La ley no
importa. Importa “el proyecto”.
El reportero
Juan Carlos Rodríguez encontró la casa del acusado de plagio por la
procuraduría de Sheinbaum, en el sector bravo de Xochimilco, y pudo hablar con
él:
Nadie lo
había visitado.
Ni pedido su
testimonio en la investigación.
Nunca fue un
notario a su casa.
Tampoco lo
fue a ver la asesora de tesis.
Su argumento
es incuestionable. Como lo explicó el reportero Rodríguez: Édgar Ulises Báez
presentó su tesis en julio de 1986, y 14 meses después, en diciembre de 1987,
Yasmín Esquivel presentó la suya con más de 90 por ciento de coincidencias con
el documento de Báez.
¿Cuál es la
duda?
La única
duda es qué va a ocurrir con la justicia si México queda en manos de la posible
candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.
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