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Zapata

lunes, 13 de diciembre de 2021

LA OPOSICIÓN SE DILUYE. MORENA SIN RIVAL PARA EL 2024.

Después de las desangeladas reuniones de fin de semana y año de los principales partidos políticos de “oposición” (PAN, PRI y Movimiento Ciudadano), ha quedado claro que la reinstauración de un partido hegemónico, al estilo del viejo PRI, es un hecho.

Para empezar, el principal partido de “oposición”, el Partido Acción Nacional (PAN), es un conjunto de intereses mezquinos que sólo buscan reposicionarse en los puestos de poder (gubernaturas, senadurías, diputaciones, alcaldías), pues están conscientes de que en los próximos dos años, perderán todavía más gubernaturas y presidencias municipales en los estados, y Morena alcanzará a mal gobernar entre 22 y 24 entidades federativas (contando a San Luis Potosí, “gobernada” por el impresentable Ricardo Gallardo del PVEM).

Por ello, la lucha entre los grupos que apoyan, por un lado, al debilitado dirigente nacional Marko Cortés; y por otro, cada uno por su lado, a los expresidentes Calderón y Fox, así como el nuevo grupo que se está formando en torno a Santiago Creel; más los que aún sueñan con la candidatura presidencial del perseguido Ricardo Anaya, es por recoger los pedazos de este partido, después de que quede con unas cuantas gubernaturas y alcaldías, con vistas a las elecciones presidenciales del 2024.

Saben perfectamente que de no ir juntos con PRI, MC y lo que queda del PRD, no tienen ninguna oportunidad ante Morena y sus oportunistas aliados PVEM, PT y PES.

En suma, el PAN tratará de convencer a alguno de los partidos que conformaron la coalición Va por México, con objeto de presentar una lejana posibilidad de competencia a la candidata(o) de Morena y aliados; pero en realidad están luchando más por su supervivencia como grupos incrustados dentro del PAN, para seguir viviendo del presupuesto.

No tienen proyecto de país, no presentan alternativas viables al desacreditado y odiado neoliberalismo; y menos aún al populismo de nuevo cuño, subido en un pseudo-nacionalismo ramplón y en la ya conocida fórmula de la economía mixta, la rectoría del Estado y un muy deficiente Estado de Bienestar que intenta renacer de sus cenizas.

El PRI por su parte, sabe que o se sube a la nave de Morena, o perece. Por ello la facción dominante de lo que queda del “partidazo”, representada por Alejandro Moreno y Rubén Moreira, ya está orientando al partido hacia la “social democracia” y en contra del neoliberalismo[1]; para así poder explicar, sin “tragar tantos sapos”, como es que van a apoyar al presidente en su reforma eléctrica, que eliminará la que los gobiernos priistas y panistas impulsaron cuando estuvieron en el poder.

Al parecer, una parte del PRI, lidereada por la sobrina del “jefazo” Carlos Salinas, la de la senadora Claudia Ruiz Massieu, aún intentará dar la batalla contra la fusión PRI-Morena, pero lleva las de perder.

Y peor aún para dicha facción, puesto que Moreno, actual dirigente del PRI, ya amenazó que intentará ser el candidato presidencial de la “oposición”, lo que sería la muerte de cualquier posibilidad de alianza con el PAN, que jamás aceptaría que este político de tercer nivel, encabece una coalición en la que el PAN aportaría las dos terceras partes de los probables votos.

Por si fuera poco, el Movimiento Ciudadano, ya anticipó en su convención, que no se unirá a otros partidos de “oposición” para las elecciones presidenciales del 2024, lo que seguramente le garantizará una votación no mayor al 10 o 12%; muy lejos de Morena, pero suficiente para desbaratar cualquier posibilidad de que haya una real competencia en esos comicios; y con ello, el MC se convierte por supuesto en el principal partido “palero” del actual gobierno. Como en su momento lo fueron el PPS y el PARM, durante los tiempos del viejo PRI.

Ante ello, el PRD, que ya es como una especie de muerto viviente, pues también adelantó que podría presentar su propia candidatura presidencial, con lo cual cualquier posibilidad de un frente unido de la “oposición” ha quedado en el basurero.

Como lo hemos dicho hasta el cansancio en este blog, Morena se está convirtiendo en la nueva arena para la disputa por la presidencia, ya sin importar las elecciones formales; tal como sucedía durante la época de la hegemonía priista; y por lo tanto, los grupos de poder económico, político y mafioso se insertan, se acercan y se presentan ante los hombres y mujeres de poder del gobierno de López Obrador y de Morena, para negociar sus intereses (ahí están las recientes reuniones de Consejo Mexicano de Negocios, por tres horas con López Obrador; y la del presidente de Televisa, Emilio Azcárraga, él sólo con el presidente, por dos horas).

“Que todo cambie, para que todo siga igual”.

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