Los milmillonarios del
mundo poseen más riqueza que 4600 millones de personas
Publicado: 20 Enero
2020
Los 2153 milmillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que 4600
millones de personas (un 60% de la población mundial), según revela Oxfam en un
informe publicado hoy, la víspera del Foro Económico Mundial de
Davos (Suiza).
La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado
un nivel escandaloso. El número de milmillonarios en el mundo se ha duplicado
en la última década. Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam India, que está
en Davos representando a la confederación Oxfam, ha señalado: “La brecha entre
ricos y pobres no puede eliminarse sin la adopción de políticas contra la
desigualdad. Pero muy pocos Gobiernos se han comprometido a adoptarlas”.
En América Latina y el Caribe el 20% de la población concentra el 83% de
la riqueza. El número de milmillonarios en la región ha pasado de 27 a 104
desde el año 2000. En grave contraste, la pobreza extrema está aumentando. En
2019, 66 millones de personas, es decir, un 10,7% de la población vivía en
extrema pobreza, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL).
En su informe Tiempo para el cuidado, Oxfam muestra además
cómo el modelo económico sexista profundiza la crisis de desigualdad,
permitiendo a una élite millonaria acumular vastas fortunas a expensas del
resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas en mayor situación
de pobreza:
- Las
mujeres y niñas dedican al trabajo de cuidados no remunerado 12 500
millones de horas diariamente, lo que supone una contribución a la
economía global de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra
que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología.
- Un
incremento de tan solo el 0,5% adicional al impuesto a la riqueza del 1%
más rico de la población durante los próximos 10 años, permitiría recaudar
los fondos necesarios para invertir en la creación de 117 millones de puestos
de trabajo de cuidados en sectores como la educación, la salud, el cuidado
infantil y la asistencia a las personas mayores.
"Las mujeres y niñas son uno de los grupos que menos se benefician del
sistema económico actual. Dedican miles de millones de horas a cocinar, limpiar
y cuidar de los niños y niñas y las personas mayores. El trabajo de cuidados es
el "motor oculto" que mantiene en funcionamiento nuestras economías,
empresas y sociedades. Este trabajo recae principalmente sobre las mujeres, por
lo que, a menudo, apenas tienen tiempo para recibir una educación, ganar un
salario digno o participar en la toma de decisiones en la sociedad. Esto las
atrapa en la parte más baja de la pirámide económica", añade Behar.
Todos requerimos de cuidados, pero no todos cuidamos. Las mujeres son quienes
realizan más de las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado.
A menudo se ven forzadas a reducir su jornada laboral o renunciar a su empleo
para poder hacerse cargo del trabajo de cuidados. En todo el mundo, el 42% de
las mujeres no puede acceder a un empleo porque son las responsables del
trabajo de cuidados, en comparación con tan solo el 6% de los hombres. Dadas
estas cifras, es urgente asegurar una redistribución justa de las tareas de
cuidado entre hombres y mujeres. Los estados y las empresas también están
obligados a aportar a estas tareas de cuidado, bien sea a través de la
provisión de servicios como guarderías e incentivos, u otorgando tiempo y
facilidades para que toda la ciudadanía asuma su responsabilidad de cuidado.
De acuerdo un informe desarrollado por Oxfam
en Bolivia, el cuidado de los niños y niñas, en especial si son menores de 12
años, repercute en la inserción laboral de las mujeres de manera significativa.
Se estima que cada niño o niña adicional menor de 13 años reduce en 6% la
probabilidad de que una mujer acceda a un trabajo remunerado.
En América Latina y el Caribe, aun cuando las mujeres logran
conseguir y mantener un empleo, es en condiciones precarias: el 49% de las
mujeres empleadas en la región, ganan menos del salario mínimo mensual
correspondiente a su país.
Las mujeres también constituyen dos terceras partes de la mano
de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado. Empleos como el de
enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a menudo están mal remunerados,
proporcionan escasos beneficios, conllevan un horario irregular y pueden
suponer un importante desgaste físico y emocional.
El informe de Oxfam pone de manifiesto que los Gobiernos aplican unos impuestos
extremadamente bajos a las personas y empresas más ricas, y por lo tanto no
obtienen ingresos suficientes para ayudar a aliviar la responsabilidad del
trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y a combatir la pobreza y la
desigualdad.
"Los Gobiernos han generado esta crisis desigualdad y ahora deben tomar
medidas para resolverla. Deben asegurarse de que las empresas y personas ricas
paguen su justa parte de impuestos e incrementar las inversiones en
infraestructuras y servicios públicos. Deben también aprobar leyes para abordar
el enorme trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y niñas y garantizar
que las personas que desempeñan algunos de los trabajos más importantes para
nuestra sociedad (cuidar de nuestros mayores, nuestras hijas e hijos, y las personas
más vulnerables) reciban un salario digno. Los Gobiernos deben dar la misma
importancia al trabajo de cuidados que al resto de sectores para construir una
economía más humana que funcione para todas las personas y no únicamente para
unos pocos afortunados" subraya Behar.
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