Ingresos de los 10 mexicanos más ricos, iguales a los de 50% de los más
pobres
Arturo Sánchez Jiménez
Periódico La Jornada
Jueves 30 de agosto de 2018, p. 34
Jueves 30 de agosto de 2018, p. 34
En 2017, los recursos de los 10 mexicanos más ricos equivalían al total
de ingresos de 50 por ciento de los más pobres, es decir, de casi 60 millones
de personas, de acuerdo con el informe La ineficacia de la desigualdad,
presentado ayer en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El rector Enrique Graue Wiechers explicó que mientras en 2002 la fortuna
de los cuatro mexicanos más ricos representaba 2 por ciento del producto
interno bruto (PIB), para 2014 ascendió a 9 por ciento.
En el documento, elaborado por la Comisión Económica para América Latina
y el Caribe (Cepal), se analizan y miden los efectos de la falta de acceso a la
salud, la educación y los ingresos, así como por la discriminación por género o
condición étnico-racial, en una de las regiones más desiguales del mundo.
Graue aseveró que el informe refleja la lacerante inequidad, que es como
un monstruo que se alimenta a sí mismo, y si no la combatimos, nos
destruirá por su propia ineficiencia.
En el auditorio de posgrado Maestro Jesús Silva Herzog, en la Facultad
de Economía (FE), la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, explicó
que el documento propone una nueva generación de políticas fiscales con énfasis
en el gasto público, pero sobre todo en el combate a la evasión fiscal y los
fondos ilícitos. Además, señala que la igualdad es un valor fundamental, un
principio ético irreductible y condición esencial para un modelo de desarrollo
centrado en el cierre de brechas.
Se trata de igualar para crecer, porque la desigualdad es injusta,
ineficiente e insostenible y genera instituciones que no promueven la
productividad y la innovación, porque castiga la pertenencia de clase, etnia y
género y lleva a su máxima consecuencia la cultura del privilegio que
naturaliza las desigualdades, lo que es inaceptable, añadió.
Gerardo Esquivel, académico de la FE, expuso que el documento esboza una
nueva visión macroeconómica, la construcción paulatina de un Estado de
bienestar y economía sostenible, así como instrumentos para lograrlo. Esto,
prosiguió, es importante en el momento que atraviesa el país, en el que una
nueva administración construye sus políticas públicas.
Eduardo Vega López, director de la FE, opinó que el informe analiza las
diferentes expresiones sociales, fiscales, financieras, territoriales e
institucionales de la ineficiencia de la desigualdad.
Asimismo, propone una macroeconomía que, sin despreocuparse del
control de la inflación y la gestión cautelosa de las finanzas públicas, se
base en fiscalidad progresiva, gasto con prioridad en la provisión de bienes
públicos, aprovechamiento productivo de las capacidades laborales, fomento de
una política industrial para la innovación y el equipamiento y la construcción
de infraestructura ambientalmente conveniente.
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